(Alarma)

(Música)

¡Hola Claners! Bienvenidos a "Aprendemos en Clan",

abrigaos bien y preparaos para despeinaros

porque hoy tenemos un programa muy fresco.

-Ay, ¡qué agobio!

-¡Nacho Mapacho! ¿Qué pasa, muchacho?

-¡Hola, James!

Pues no sé, vengo de la calle y notaba como si me dieran

100 ventiladores en la cara a la vez.

¡Casi salgo volando!

-Ya, ya sé a lo que te refieres.

Bueno, sabes por qué ocurre eso, ¿no?

-Eh... ¡por supuesto!

Es porque soy tan guapo

que todo el aire del mundo quiere estar cerca de mí.

-Bueno, es una teoría muy creativa, pero no.

No es así como se crea el viento.

-¿Viento? ¿Eso qué es?

¿Aire violento?

-Más bien aire en movimiento.

Y es el tema de hoy.

-Pero lo de antes no era viento de ese,

porque a mí no me ha despeinado.

-Pero Nacho, ¿tú te has peinado alguna vez en la vida?

-Eh, no... ¡por eso!

(RÍE)

-Pues el tema del viento es muy curioso.

¿Sabes cómo se genera?

-Eh... ¡Pues claro que lo sé, James!

Todo el mundo lo sabe.

El viento se genera porque...

(DUDA)

¡Ya sé! Porque los árboles estornudan.

-Teoría interesante, pero no.

El tema del viento es muy curioso.

¿Sabías que hay distintos tipos de viento?

-¡Pues claro!

¡Claro que no, James!

Solo soy un apuesto y humilde mapache,

¡no lo sé todo!

Solo casi todo.

-Atiende, que seguro que conoces alguno.

Por ejemplo, cuando hace mucho, mucho viento

y este da muchas, muchas vueltas, se forma un...

-¡Ah, muy fácil!

¡Un ventilador gigante!

-Veo que no tienes ni idea.

Orilo y Arlequina, por favor, explicadle qué es el viento.

¡Tira! ¡Uy! ¡Que se va! ¡Que se va!

-Pero...

-¡Que se ha quedado la ventana abierta o algo

y ha entrado aire, madre mía!

¡Ya lo hemos perdido!

-Orilo, no se lo ha llevado el aire, se lo ha llevado el viento.

-Pues será lo mismo, aire y viento es todo lo mismo.

-No, resulta que no es lo mismo, Orilo.

-¿Cómo que no? -Aire hay en todos los lados.

Aquí, encima de mi cabeza, alrededor de nosotros,

todo está lleno de aire.

Y el aire tiene masa.

-¡Que tiene masa! -Claro.

-Entonces puedo regalarte un kilo de aire.

-Hombre, me podrías regalar un kilo de aire,

lo que pasa es que ocuparía un mogollón.

Mira, te voy a demostrar que el aire tiene masa.

-¿Cómo?

-Aquí tengo una balanza con globos.

-Perfecto.

-Esta balanza está equilibrada,

lo que significa que los dos globos pesan exactamente lo mismo.

Pero, ¿qué ocurre si a uno de estos globos le quito el aire?

-Como, por ejemplo,

¡con una chincheta!

-Oh... mira lo que ha pasado.

El globo lleno de aire

pesa mucho más que el que se ha vaciado.

Lo que significa que el aire tiene masa.

-Vale, ya lo entiendo,

entonces, todo lo que tiene masa,

¡se puede empujar!

-Exacto.

-Como las pelotas, mira, yo la empujo:

-Sí, sí, todo se puede empujar,

y el aire también se puede empujar.

-¡Y eso es el viento!

-Exacto.

-¡El aire en movimiento!

-¡Lo tienes! -¡Ahora lo entiendo!

Pero, Arlequina,

el viento en la naturaleza

¿cómo funciona?

En la naturaleza, ¿qué empuja el aire para que se mueva?

-La diferencia de temperatura, Orilo.

Mira, cuando vas subiendo en la atmósfera,

te encuentras aire cada vez más frío,

y el aire frío pesa más que el aire caliente.

Así que lo que ocurre con este aire frío

es que desciende,

y cuando llega al suelo, se calienta.

Ay, y el aire calentito pesa menos.

Así que asciende y desplaza a esas masas de aire frío.

Y eso crea corrientes de aire.

Aire en movimiento: viento.

-¡Pero qué divertido, Arlequina!

Es como en un parque de atracciones, sube y baja.

Claro, entonces dependiendo de la cantidad de masa de aire

que se esté moviendo y de la diferencia de temperatura,

ese aire se moverá más o menos.

Tendremos más o menos viento, más o menos potente.

-Claro.

-Si es poquito, tendremos una ligera brisa.

-¡Ay, sí!

-Y si es muy fuerte, tendremos...

-... ¡los huracanes!

Pueden ser muy peligrosos,

los huracanes se forman en la superficie de los mares

o en los océanos y son masas de aire caliente

girando a toda velocidad porque las empujan

las masas de aire frío.

Pueden alcanzar hasta los 200 km/h.

-¿Pero esas masas de aire girando no eran los tornados?

-Sí, bien.

Pero los tornados se forman en tierra firma.

Como mucho, cerquita de la costa.

Y los tornados pueden alcanzar los 500 km/h.

-Jo, qué mareo, como te pille sales volando.

-Uy, y tanto. -Madre mía, Arlequina.

Hoy hemos aprendido un montón sobre el aire y el viento.

Ya sabemos que el aire tiene masa y, por tanto, se puede empujar.

Que el aire en movimiento es el viento

y que ese movimiento lo provocan las diferencias de temperatura.

Y según si se mueve a una velocidad u otra,

tenemos suaves brisas o huracanes y tornados.

-Nosotros nos vemos en nuestra próxima aventura.

¡Adiós!

(Música)

¡Oh!

¡Mapachiona el viento!

¡Menudo invento!

¡Mejor dicho, menudo in-viento!

(RÍE)

¿Eh?

¿Por qué no te ríes?

¿Es que no lo has pillado?

Es de lo que estamos hablando, del viento y las palabras.

-Nacho, claro que lo he pillado,

pero mientras tú contabas chistes,

yo pensaba en palabras derivadas de "viento".

-¿Eh? ¿El viento derriba palabras?

-No, derribadas no, palabras derivadas.

Sabes lo que son, ¿no?

-¿Qué?

¿Que si sé lo que son?

¡De verdad!

¿Me estás preguntando a mí, Nacho Mapacho,

el mapache más inteligente del mundo,

si sé lo que son las palabras derivadas?

¡Ay, James!

¡Por supuesto que no!

-Venga, si es muy fácil.

Mira, si yo te digo:

Ventilador, ventisca, ventarrón...

¿qué tienen en común esas palabras?

-Uy, ¡que me dan mucho frío!

-No, Nacho.

Que todas ellas son derivadas de la palabra "viento".

-Ah, eso también.

Claro, claro.

-Vale, pues dime una más.

-¿Para qué, James?

¡Si las palabras se las lleva el viento!

(RÍE)

-O sea, que aún no lo has entendido, ¿verdad?

-Ni mapachionada idea.

-Bueno, no te preocupes porque tenemos a Juan Carlos,

nuestro profesor de lengua, que nos va a explicar

qué son las palabras derivadas.

¡Arriad las velas!

¡Cuidado!

¡Todos a sotavento!

Ey, ¿ya estás aquí?

Me has pillado navegando mi barco.

¿Sabes una cosa?

Para los marineros el viento es algo muy importante,

lo tienen que conocer a la perfección

porque un día ventoso hay que desplegar las velas

para ir más rápido, pero si es un día con ventisca,

hay que arriarlas para que no se estropeen.

Viento, ventoso y ventisca son palabras que se parecen un montón.

¿Y sabéis por qué? Porque son de la misma familia.

?Quieres que juguemos a un juego para descubrir

palabras de la misma familia?

(Música)

Te cuento cómo se juega.

Tienes que averiguar cuál es la raíz

de las palabras derivadas de "viento",

que es la palabra primitiva.

Eso de la raíz... he visto que pones un poquito de cara rara.

Bueno, es muy sencillo.

Fíjate en la parte de la palabra que no cambia.

Esa va a ser la raíz.

Mira estas palabras.

Ventoso.

Ventisca.

Ventolina.

Barlovento.

Sotavento.

¡Eso es! La raíz es "vent", que viene de "viento".

Probamos con otra.

Mira.

Los marineros como yo disfrutamos mucho de navegar en altamar,

a menos que haya un maremoto, claro,

y, además, vestimos de azul marino.

¿Te das cuenta de que las palabras "marinero",

"altamar", "maremoto" y "marino"

son muy similares?

Es decir, son de la misma familia.

¿Cuál es su raíz?

Piensa un poquito.

Piensa que esta es superfácil.

¡Eso es!

La raíz es "mar".

Ha llegado el momento de hacer un juego todavía más chulo

con el que vas a poder divertirte

con tu familia, tus amigos y tus amigas.

¿Quieres que te cuente en qué consiste?

Se trata de formar palabras nuevas.

Para eso tienes que pensar en una raíz

y añadirle una serie de sufijos.

Por ejemplo, oso, ado, ino, ería, ero, ista...

Así que vamos a inventar nuevas palabras

eligiendo una raíz y poniéndole estos sufijos.

¿Qué te parece si lo hacemos con la raíz "flor"?

Venga, empezamos.

Por ejemplo:

Floroso, florado, florino,

florería, florero y florista.

Anda, ¡me han salido un montón de palabras!

Pero yo creo que hay alguna que no existe.

Como, por ejemplo, "floroso" o "florino".

Yo creo que deberías mirar en el diccionario

a ver si estoy equivocado.

Porque igual sí que existen, ¿eh?

Hemos visto que hay familias de palabras que surgen

de una misma raíz, si le añadimos un sufijo,

formamos palabras derivadas.

Bueno, ahí te dejo pensando en nuevas palabras

que luego puedas utilizar en tus cuentos.

¡Hasta pronto!

(Música)

¿Sabes que se puede medir el viento?

-¡Oh!

Tiene que medir por lo menos medio metro.

Como yo.

Impresionante, ¿eh?

Y eso sin contar la cola.

-No me refiero a estatura,

me refiero a la velocidad, la velocidad del viento,

ya sabes con qué.

-Claro, claro que lo sé.

Se mide con aviones de papel.

-No, me refiero a la unidad para medir el viento.

La velocidad.

-Eh... pues no sé,

pero un avión de papel tampoco puede ir muy rápido, ¿no?

A no ser que lo lance yo

con estos brazos y músculos que tengo.

-En realidad, se utilizan unos aparatos especiales

llamados anemómetros.

Y una de las unidades para medir el viento

son los kilómetros por hora.

¿Eh?

Entonces si tenemos 10 kilómetros,

lo dividimos entre dos,

le sumamos una hora

y la restamos 10, tenemos un...

¡un viento que te vuelas!

-Nacho, ¿pero qué tipo de matemáticas son esas?

-¿No las entiendes?

Claro, ¡porque no son matemáticas!

Son mapachemáticas.

-Creo que necesitas un repaso a los decimales.

¿Eh? ¿Qué?

Claro, como no sé lo que son los decimales,

ya necesito un repasito, ¿no?

Pues déjame que te diga una cosa:

tienes razón.

-Atiende, que Miguel nos ayuda a repasar los decimales.

¡Hola matemaníacos y matemaníacas! ¿Qué tal?

Seguro que a estas alturas ya saben que el 10 es un número básico.

Tanto es así que el sistema que utilizamos para contar y medir

lleva su nombre, se llama "sistema decimal".

Además, estoy segurísimo de que se han fijado

en que en las manos tenemos 10 dedos.

¿Tendrá algo que ver?

Miren lo que tengo aquí: una tableta de chocolate.

Es que me encanta.

La tableta de chocolate está dividida en 10 partes iguales.

Pero claro, me falta un pedacito que me comí antes,

porque es que no me puedo resistir.

Y digo: ¿y cómo os pongo esto en números?

¿Cómo lo represento de forma matemática?

Bueno, pues lo podemos hacer con fracciones.

Recordamos que en el numerador hay un 1, ¿por qué?

porque he cogido un pedacito.

Y en el denominador pone 10, ¿por qué?

Porque está dividido en 10 partes iguales.

Entonces, sería un décimo.

Bien.

¿Y si lo escribimos en números decimales?

Vamos a aprender cómo escribirlo en números decimales.

Lo primero que tenemos que hacer es poner las unidades

que serían las partes enteras.

Bien, entonces digo:

Cero, ¿por qué?

Porque no he cogido la tableta entera de chocolate.

La tableta entera sería 1.

Pero no he cogido la tableta entera, he cogido algo más pequeño.

He dividido esa tableta en 10 partes iguales.

Entonces, pongo las unidades, pongo un cero,

porque no tengo ninguna entera,

y pongo esta coma, que es la "coma decimal".

Lo siguiente que va detrás de la coma son las décimas.

Que es cuando dividimos esa unidad en diez partes iguales.

La dividimos en diez partes iguales

y, en este caso,

solo hemos cogido un trocito.

Si hubiese cogido dos pedacitos sería un 2,

si hubiese cogido tres pedacitos sería un 3,

¿y si me cojo la tableta entera?

Pues sería un 1,0.

Pero en este caso solo he cogido un pedacito.

Entonces, es 0,1.

Y vemos que la fracción es igual.

Un décimo es igual a ¿qué? A poner 0,1.

¡Es exactamente lo mismo!

Vamos a hacer un pequeño repaso porque hemos visto muchas cosas.

Una unidad es igual a 110 décimas.

Es decir, hemos dividido la unidad

o la tableta en diez partes iguales.

Y cada trocito es una décima.

Si junto las diez, me sale la unidad.

Me sale la tableta entera.

Así que una décima es igual a un décimo,

que es igual a 0,1.

Vamos a poner un ejemplo un poco más complicado,

pero lo vamos a entender perfectamente.

¿Cómo se escribe un kilo y medio en número decimales?

Seguro que han escuchado lo de un kilo y medio.

Bueno, vamos a verlo de forma representada.

Vemos que el kilo es esta barra entera.

Porque hemos dicho que la unidad va entera.

Bien, ¿y el medio kilo?

Vemos que, de la barra entera,

el medio kilo es la mitad.

Entonces, ¿qué pasa? Que nos quedamos con la mitad.

Por eso, lo que está en azul representado es un kilo y medio.

Pero queríamos representarlo en números decimales.

Pues vamos a hacerlo.

Dijimos que si queríamos representarlo en decimales,

con las décimas, teníamos que dividir la unidad

en 10 partes iguales.

Dividimos el kilo en 10 partes iguales

y vemos que las 10 forman 1.

¿Y ese medio kilo?

Pues de esas otras 10, que un kilo y medio es un poco más,

la mitad son, ¿cuánto?

La mitad de 10 son 5.

Por eso vemos que tendríamos 1, que es una unidad entera,

y 5 décimas, sería 1,5.

Un kilo y medio es 1,5 kilos.

Bueno, matemaníacos y matemaníacas, miren lo que tengo aquí

¡tengo el chocolate!

Ya me he cortado otro 0,1

y este me lo voy a comer.

¡Hasta la próxima!

(Música)

¡Ah!

Uy, menos mal.

-¿Qué pasa, Nacho?

-Que hace mucho viento ahí fuera.

¡Me estaba congelando!

¡Uf! Los mapaches no estamos hechos para el viento.

-Bueno, sabes lo que tienes que hacer, ¿no?

¡Sí! ¡Vamos a merendar!

-No, Nacho, digo que si sabes lo que tienes que hacer

cuando haga mucho viento, tengas frío y no sepas dónde cubrirte.

-Eh... creo que sí.

¿Empieza por la palabra "merendar"?

-No, lo que tienes que hacer es ejercicio

para entrar en calor.

-Ah, es verdad...

Mi ejercicio favorito es tumbarme en el suelo

y cerrar los ojos durante mucho rato.

-Eso no es ejercicio, eso se llama "dormir".

Anda, deportista, presta atención, que Álex nos va a enseñar

unos ejercicios relacionados con el viento.

¡Hola superatletas!

¡Madre mía! ¡Qué tiempo!

Seguro que si salgo, me vuelo.

Oye, ¿qué te parece si aprovechamos este día de viento

para mover un poco el esqueleto?

Ya sabes lo importante que es calentar antes de hacer ejercicio.

Por eso te propongo una serie de movimientos al ritmo del viento.

Comenzamos por una brisa agradable.

Puedes hacerlo como quieras, yo voy a imaginarme

que estoy caminando por la orilla de una playa.

¡Madre mía! ¡Qué fuerte sopla ahora el viento!

Venga, salta conmigo.

Veo que te estás tomando el calentamiento muy en serio.

¡Buen trabajo!

¡Qué potencia!

¿Qué tipo de viento soy?

¿Un tornado,

un tornillo

o un torniquete?

Muy bien, ¡eso es! Un tornado.

UN tornado es una columna de aire muy fuerte

que da vueltas y arrasa con todo lo que encuentra a su paso.

Igual que yo ahora.

Ahora que ya nos hemos activado

te propongo un ejercicio muy bueno para tus pulmones.

Empezamos inflando un globo.

(SOPLA)

Bueno, yo ya tengo inflado el globo.

Ahora tienes que lanzarlo al aire y no dejar que se caiga.

Lo puedes hacer sentado o de pie.

Yo lo voy a hacer sentado, que es más difícil.

¿Cómo?

¿Te parece muy fácil?

Te advierto de que no puedes tocar el globo

con ninguna parte del cuerpo.

Vamos a por ello.

(SOPLA)

Pues claramente, lo tendría que haber hecho de pie.

¿A que cansa más de lo que parece?

¡Buen trabajo, atletas!

¿Sabes lo que es una rosa de los vientos?

Una rosa de los vientos es esto.

Un símbolo circular que representa los cuatro puntos cardinales.

Norte, sur, este y oeste.

Recuerda: el oeste es por donde se pone el sol

cuando se hace de noche.

Eso es.

A la izquierda.

Ahora, agáchate y toca con una mano cada uno de los puntos cardinales.

Y a la pata coja.

Cuando termines, cambia el apoyo y cambia la mano.

Fíjate.

Puedes repetirlo las veces que quieras.

Ahora te propongo otra modalidad de juego de la rosa de los vientos.

SI juegas con amigos y familiares,

el primero que toque el punto cardinal, gana.

Eso sí, necesitamos una voz cantante.

"Norte".

"Este".

¿Has jugado alguna vez al balón viento?

El balón viento consisten en meter unos tubos de papel higiénico

dentro de un barreño, pero sin tocarlos.

Solo con el aire.

Con ayuda de una tabla o un cartón,

tienes que hacer viento y meterlos dentro.

A ver cuántos eres capaz de encestar.

Y van tres.

Cuatro...

Cinco...

¡el pleno!

Ahí lo lleváis.

¿Has visto qué divertidos son los días de viento?

Recuerda que puedes inspirarte en el viento

para recrear sus movimientos

o crear juegos relacionados con él.

¡Hasta la próxima! ¡Ay!

(Música)

¡Guau, qué chulo!

-Sí, ¿has visto, James?

Es un cortavientos.

Si pasa el viento cerca de mí, ¡chas!

Lo corto en dos.

-Bueno, más o menos.

Pero, ¿de dónde lo has sacado?

-Uy, es que tengo mis contactos, James.

Tengo mis contactos.

-De la basura.

-¡Acertaste!

Y está como nuevo.

¿Te lo quieres probar?

-No, gracias.

Por cierto, ¿sabes que hay un montón de objetos

que tienen que ver con el viento?

Los molinos, las veletas, los barcos de vela...

¿tú te sabes alguno?

-Eh... ¿los aviones de vela?

-Nacho, los aviones no tienen vela.

Pero es verdad que utilizan el viento para moverse.

Además, hay un juguete muy famoso que también lo hace.

La cometa.

-¿Eh? ¿Cometa?

¡Uy, qué miedo!

-No, tranquilo no es un cometa, sino una cometa.

Mira, hoy Mamen nos enseña a fabricar una.

Hola, niños y niñas, ¿qué tal?

¿Sabíais que el viento se puede dominar?

Los antiguos molinos de viento, como los de Don Quijote,

servían para triturar el trigo y hacer la harina.

Y los molinos de viento modernos sirven para generar electricidad.

Pero hay otros muchos ejemplos de cómo el ser humano

ha conseguido dominar el viento.

Os voy a decir unos cuantos,

a ver si sabéis cuál es el más importante.

El abanico.

La navegación a vela en el mar.

O la trompeta.

Eso es: la navegación a vela en el mar.

Gracias a ella,

los navegantes han podido atravesar océanos

solamente ayudados por el viento.

Así fue como Colón llegó a América.

O como Juan Sebastián Elcano dio la primera vuelta al mundo.

¿Sabéis cómo lo hacían?

Dejas que te sople el viento en la espalda,

que es la popa en un barco.

Despliegas la vela,

y el viento te empuja.

¿Pero qué pasa cuando quieres ir en la dirección contraria al viento?

Para eso descubrieron las velas triangulares.

Con las velas triangulares navegaban de ceñida,

que quiere decir en diagonal y en zig zag.

Así podían ir en la dirección contraria al viento.

Bueno, ¿qué os parece?

¿Os gustaría poder dominar el viento?

Me parece que aquí tenemos un reto.

¡Qué gran idea! Vamos a hacer una cometa.

Como podéis ver, hay cometas de muchos tipos:

Aquí tengo una deportiva, que tiene forma de ala delta.

Pero también podemos hacer esta en casa, mirad:

Es como un rombo.

Tiene dos palos cruzados por detrás

y le atamos una tela a las cuatro esquinas.

Pero yo creo que podemos hacer algo todavía más interesante y chulo:

podemos hacer una cometa pez.

Primero, tenemos que dibujar

la silueta del pez en una superficie.

Os voy a dar opciones a ver cuál creéis que es la mejor.

Plástico, una red o una cartulina.

Muy bien, eso es.

El plástico sería la mejor opción,

porque en la red el viento pasaría a través de los agujeros,

y la cartulina no tiene la flexibilidad suficiente.

Mirad, chicos y chicas:

Acabo de pintar ya el pez por uno de los lados del plástico.

Me encanta esto de reciclar el plástico.

¿Habéis visto qué bonito?

Le he decorado las escamas de colores.

También le podéis poner pegatinas o utilizar rotuladores brillantes.

Me falta pintarlo por el otro lado.

Luego tendré que pintar los bordes, recortarlo y pegas los bordes bien

y que quede abierto por la boca y por la cola.

Y ya tenemos...

No, todavía no tenemos la cometa que queremos hacer.

Lo que tenemos es una bandera.

Se va a quedar plana y no se va a inflar por el viento.

Habrá alguna técnica que podamos usar para conseguir ese efecto.

Os voy a dar opciones.

La técnica de la raqueta, la técnica del embudo,

la técnica de la rueda.

Eso es: la técnica del embudo, ahora os la explico.

Muy bien: con el embudo, al ponerlo en la boca de la cometa,

del pez,

conseguimos que el viento entre dentro, ¿veis?

Y así se ejerce una presión por dentro y por fuera de la cometa

y la sostiene en el aire toda inflada.

¿Qué podemos utilizar a modo de embudo?

¿Una botella recortada,

un trozo de cartón también redondo,

o un trozo de tela?

¿Qué opción creéis que es la más interesante?

Muy bien: o la botella recortada o el cartón,

que son las dos cosas sólidas pero que pesan poquito.

Mirad, fenomenal: con el trozo de botella

o de cartón, que es rígido pero es ligero,

hemos hecho la boca de nuestro embudo.

Y le hemos puesto estas cuerdas para que la podamos sujetar.

Ahora, ¿qué pensáis que tengo que dejar?

¿La cola abierta o cerrada para que el viento ejerza

la presión y haga su función?

Muy bien: hay que dejarla abierta

y así recorrerá todo el interior del pez.

Bueno, nos ha quedado preciosa nuestra cometa.

Este tipo de cometas en Japón se llaman "koinobori",

las suelen decorar con el dibujo de un pez, de una carpa,

y las utilizan mucho en la celebración

del día del niño o "Kodomo no Hi", que se dice.

Recuerdan los niños a las carpas porque nadan contracorriente,

viviendo un montón de aventuras.

Bueno, me despido ya de vosotros y me voy a quedar

chequeando que la he hecho bien y que funciona.

¡Guau!

Uy, el viento es una mapachada, James.

¿Sabes qué?

Ya sé lo que quiero ser de mayor.

-Ah, ¿sí? ¿El qué?

-Pues qué va a ser, "vientista".

-¿"Vientista"? ¡Pero si eso no existe!

Pero podrías ser meteorólogo.

-¿Meteoqué?

A mí no me interesan los meteoritos.

¡Yo quiero ser "vientólogo"!

-Los meteorólogos son los que estudian y predicen el viento.

¿No has visto nunca el tiempo en las noticias?

-Sí, una vez, ¡eran las 14:30!

-No me refiero a ese tipo de tiempo,

quiero decir en la televisión,

cuando sale una persona delante de un mapa

y nos habla del clima que va a hacer.

-Ah, esos que salen diciendo:

"Por aquí va a llover,

por allí hará mucho calor

y por ahí mucho, mucho viento".

¿Eso dices? -Sí. Exacto.

-Pues no, no me suena.

-Pues esos que no te suenan son los meteorólogos.

-Pues necesitamos uno para "Está mapachando".

Que, por cierto, ¡empieza ya!

¡Vámonos volando, James!

(Música)

Bienvenidos y bienvenidas a "Está mapachando",

el noticiero mapache que da las noticias "pache lo que pache".

Buenas noticias: Nacho Mapacho,

el meteorólogo más importante del mundo mundial,

presenta este programa tan genial.

Malas noticias: también sale James van der Lust.

Hola, James, ¿qué tal?

-Pues la verdad es que estoy muy bien, Nacho.

-Estupendo. Buenas noticias.

Tras ver este programa, animales de todo el mundo

están empezando a disfrutar del viento.

Este gracioso perrete de Perrunia se ha dado cuenta

de que por la ventanilla del coche entra un viento muy simpático.

Y ha aprovechado para peinarse un poco.

Como podéis ver, está disfrutando del viento como nadie.

¡Qué mapachada!

-Un joven africano construye un molino de viento

que da energía a su poblado y se hace famoso en todo el mundo.

Con tan solo 14 años, un chico de Malaui llamado William Kamkwamba

decidió construir un molino para generar electricidad

para su aldea.

Utilizó trozos de madera, materiales sacados de la basura

y una bicicleta.

Y consiguió construir un generador que funciona con el viento.

Su historia fue publicada en un periódico y empezó a ganar

popularidad hasta hacerse famoso por todo el mundo.

Gracias a ello, pudo continuar sus estudios

y se han hecho un libro y una película basados en su historia.

-¡Oh! ¿Hizo un molino con la basura?

¡Qué mapachulada!

Si es que la basura sirve para todo.

-¡Y que lo digas!

-Y llegó el momento del meteorólogo más molón de la televisión.

O sea, yo.

-Oye, ¿y esto qué es?

¡Pero si así no se me ve!

-Noticias de última hora,

en la parte de arriba, por donde está el flequillo de James,

va a hacer un viento muy fuerte.

Abrigaos.

-¿Por qué?

-¡Calla!

Que los mapas no hablan.

En la parte del medio va a hacer un viento no tan fuerte.

Más lento.

-Oye, ¡pero si te lo estás inventando todo!

-Y en la parte de abajo va a hacer un tiempo violento

que te deja sin aliento.

Y hasta aquí la predicción de hoy.

-¡Por fin!

-¡Qué susto, James!

Se me había olvidado que estabas ahí.

-Bueno, Claners, hasta aquí el programa de hoy,

recordad que el viento es una parte fundamental

de nuestro planeta, aprovechémoslo.

¡Hasta luego!

(Música)