Hola, clanners, o como dirían en cebuano...

(HABLA EN CEBUANO)

Bienvenidos a "Aprendemos en clan".

Hoy tenemos un programa histórico.

Un momento, un momento.

Nacho Mapacho, qué sorpresa.

Has dicho "un programa histórico".

¿Vamos a hacer historia?

¿Vamos a batir un récord mundial?

El récord de comer más basura.

Esto... Me refería a que...

No, el récord de estar más tiempo sin bañarse. ¡O mejor!

El tiempo de comer más sandía.

Los gano todos.

Digo que hoy tenemos un programa histórico

porque vamos a hablar de una época de la historia muy interesante.

¿Vamos a hablar de cuando los mapaches

gobernaban la Tierra? Ya era hora.

No, vamos a hablar del antiguo Egipto.

Ah, el antiguo Egipto.

A mí me gusta más el nuevo.

-Pero el antiguo no está mal. -Es muy interesante.

Los jeroglíficos, las pirámides, los faraones.

Los dioses con cabeza de animal.

Sí, el mejor es el que tiene cabeza de mapache.

Ya sabes, el Dios de la basura y la sandía.

-A mí ese no me suena. -Sí, hombre.

Se llamaba Mapachubis. Y si te portabas mal,

te dejaba sin comer basura para siempre jamás.

-Nacho, ¿te lo estás inventando? -Vale, me has pillado.

Ya sé que pensabas que era un experto en el antiguo Egipto.

Pero en realidad, no tengo ni idea.

-Lo siento, Mapachubis. -Bueno, no te preocupes

porque por eso estamos en "Aprendemos en clan".

Y mira, Mamen nos va a explicar muchas cosas del antiguo Egipto.

Hola, niños y niñas, ¿os gusta mi corona?

Seguro que si hoy saliera así a la calle,

la gente me miraría un poco raro.

Esto no pasaría en el antiguo Egipto,

hace 3.500 años.

Hoy os voy a hablar de esa civilización.

Una de las más importantes en la historia de la humanidad.

Por supuesto, no puedo dejar de hablar ni de momias,

ni de pirámides, ni de jeroglíficos.

¿Qué? ¿Os animáis a venir conmigo en nuestra máquina del tiempo?

¿Hace 3.500 años? Venga, vamos, venid.

Esta corona era una joya exclusiva de los faraones y de las reinas.

Quiere decir que solo la podían llevar ellos.

Así hacían ver al resto, que eran los representantes

de los dioses en la Tierra, porque en el antiguo Egipto

se adoraba a muchísimos dioses.

Y además, se les representaba con formas de animales.

Escarabajos, halcones, chacales.

¿Sabéis una cosa? Si hubiera nacido en el antiguo Egipto,

no utilizaría los números y letras que usamos ahora.

Escribiría estos símbolos tan chulos, mirad.

¿Habéis visto? Hay pájaros, serpientes.

Líneas, plumas.

Esta escritura se llama jeroglífico.

Y la inventaron los antiguos egipcios

hace 3.500 años.

¿Cómo? Ah, sí, ahora os voy a hablar de las pirámides.

¿Sabéis para qué se construían?

Os voy a dar dos opciones.

¿Eran almacén de cereal para toda la ciudad?

¿O las tumbas sagradas de sus faraones?

Eso es, muy bien, eran las tumbas de los faraones.

En el antiguo Egipto, querían enterrar a sus gobernantes

en un lugar muy importante y bonito

para que así nadie les olvidara y fueran recordados

por toda la eternidad.

Por eso construían estas grandes pirámides.

Por la misma razón, querían que los cuerpos se conservaran

lo mejor posible.

Para ello, los perfumaban, los embalsamaban con aceite

y los cubrían con vendajes.

Este proceso se llama momificación.

Después, los metían en unos sarcófagos,

que eran cajas de madera que decoraban con pinturas,

incluso a veces, con incrustaciones de joyas y piedras preciosas.

Era una pasada.

Seguro que os preguntáis cómo era el interior de las pirámides.

Pues os cuento, eran auténticos laberintos.

Estaban llenos de trampas.

Así impedían que algún desconocido entrara

y se llevara la momia del faraón

o algún objeto de los que acumulaban en su tumba,

que formaban un gran tesoro.

Eso sería un desastre, imaginaos qué disgusto.

¿Y habéis visto lo bien que dibujaban?

¿Os gusta este dibujo?

Os habréis dado cuenta que es un poco diferente

a los que hacéis vosotros, ¿verdad?

Os doy una pista.

Les gustaba dibujarse de perfil.

Le daban mucha importancia al tamaño de la nariz.

A la redondez de la cara.

Pero por ejemplo, aunque se ponían la cara de perfil,

el ojo lo hacían de frente.

Eso pasaba también con el cuerpo.

Los brazos están de perfil, pero el pecho, de frente.

¿Qué? ¿Os animáis a hacer un dibujo al estilo egipcio?

¿Sabéis? A mí hay una cosa que me llama mucho la atención.

¿Cómo pudo una civilización tan importante

desarrollarse en medio del desierto?

Pues esto se lo debemos al río Nilo.

Con sus crecidas, inundaba toda la tierra de alrededor.

Y el agua volvía muy fértil a esa tierra

y era perfecto para la agricultura.

Bueno, ¿qué? ¿Os ha gustado nuestro viaje al antiguo Egipto?

Recordad, las pirámides eran las tumbas sagradas de los faraones.

A los faraones les momificaban para que sus cuerpos

duraran para siempre.

Y escribían utilizando unos símbolos y dibujos

que se llamaban jeroglíficos.

Nos vemos pronto, yo me voy a quedar aquí.

A ver si descifro este jeroglífico.

¡Guau, qué mapachada!

Te lo dije, el antiguo Egipto es superinteresante.

Pues sí, lo que no sabía que fueran los inventores

-del cómic. -¿Cómo? ¿Por qué dices eso?

¿Nos has visto los dibujos?

Superhéroes con cabeza de paloma.

Incluso había uno con cabeza de perro.

Eso son los jeroglíficos.

¿Sí? ¿Así se llamaban los superhéroes?

-Suena a nevera. -No, eso es un frigorífico.

Y no, no eran cómics, eso era su forma de escritura.

Los jeroglíficos. Y esas figuras con cara de animal, eran sus dioses.

Pues son una mapachada, pero no lo entiendo.

¿Cómo hacían para que no les regañaran?

¿Cómo? ¿Por qué dices eso?

Porque el otro día, dibujé unos frigoríficos

en la pared de mi casa y menuda bronca me echó mi madre.

Claro, Nacho, es que eso no se hace.

Pero mira, si quieres aprender a escribir con jeroglíficos,

Juan Carlos os enseña.

Hola, chicos y chicas, ¿qué tal?

Qué bien poder comunicarnos.

Y es que, gracias a la comunicación, nos podemos contar nuestras cosas.

Y para comunicarnos, necesitamos el lenguaje.

Hay muchos tipos de lenguajes.

El de signos, el corporal, el escrito, el oral, los gestos.

Y cada lenguaje tiene un código.

A mí el código que más me gusta son los códigos secretos.

Como el que utiliza el agente 007.

Pero como ese es un código secreto, no vamos a hablar de él. (SILENCIA)

En nuestro caso, el código que utilizamos es el alfabeto.

Y nos sirve para componer las palabras de nuestro idioma.

El español. En el caso de las personas invidentes,

utilizan el braille, y gracias a él, pueden escribir y leer.

Si eres montañero o montañera y te gusta salir a pasear

a la montaña, verás que hay una serie de códigos

que indican el camino; están compuestos

por flechas y colores.

¿Pero sabes una cosa? Hay un pueblo muy antiguo,

los egipcios, que utilizaban un código específico.

Los jeroglíficos.

Para que te hagas una idea de qué eran los jeroglíficos,

te he traído un ejemplo.

Fíjate.

Representaban símbolos de seres y objetos reales.

Jeroglífico es una palabra griega que significa

"letra sagrada tallada en piedra".

Pero como te podrás imaginar, tallar en piedra era muy difícil.

Así que inventaron los papiros.

Que los traían de una planta que crecía cerca del Nilo.

Cortaban su corteza y lo hacían en láminas muy finas

como si fuera papel, así podían escribir

con tinta negra o roja.

En nuestro abecedario, tenemos 27 signos o letras.

¿Sabes cuántos llegaron a tener los egipcios?

Casi 5.000 signos.

Vaya barbaridad, eso no hay quien se lo aprenda.

Voy a escribir mi nombre

como lo hacían los antiguos egipcios.

Pero fíjate, ahí, en el jeroglífico, vemos

que ellos escribían de arriba a abajo.

Yo lo voy a hacer de izquierda a derecha, como escribimos.

Así te va a resultar más fácil entenderlo.

Para la "j" utilizaban una serpiente.

Para la "u", un pollito.

Para la "a", un halcón.

Y para la "n", unas especies de montañitas.

Así que aquí pone Juan.

¿Y tú? ¿Te atreves a buscar el tuyo?

Ya has visto que el código que utilizaban los egipcios

eran los jeroglíficos.

¿Por qué no inventamos nosotros nuestro propio código?

¿Y si lo hacemos con imágenes?

Mira, te voy a poner un ejemplo.

Aquí tengo un deporte, ¿sabes cuál es?

Eso es, baloncesto.

Y ahora, una profesión.

¿Lo tienes? Claro que sí, soldado.

Y, por último, un animal.

¿Tienes claro cuál puede ser?

Una cama. Claro, camaleón.

Perfecto.

También podemos crear nuestro propio código

con emoticonos, como los que tenemos en el móvil.

Mira, a ver si sabes lo que quiere decir

estos emoticonos que están en pantalla.

Los libros son la puerta al mundo de la imaginación.

Y ahora nos queda repasar.

Así que me despido como lo harían los egipcios

con sus jeroglíficos, adiós.

El jueves, sí. Ajá, eso es.

300. Gracias.

Nacho, ¿qué has pedido?

Ah, he pensado que ahora que sabemos hacer jeroglíficos,

podríamos empezar a documentar mi vida.

He pedido 300 papiros.

¡Guau, eso da para hacer muchísimos jeroglíficos!

Sí, ve calentando, que vas a dibujar un montón.

¿Yo? ¿Yo quieres que te los dibuje?

Sí, lo sé, es un honor.

Sácame guapo, ¿eh?

Pues mira, te voy a hacer de faraón.

¿Eh? ¿De faraón? Qué gran idea.

Voy a ser el nuevo faraón.

Arrodíllate ante mí y tráeme basurita,

que tengo hambre.

Pues si quieres ser faraón, tendrás que hacer mucho ejercicio.

Los egipcios eran muy sanos y deportistas.

-Y muy higiénicos. -¿Higiénicos?

¿Te lo estás inventando, tirancitos?

Anda, atiende a Álex, faraón.

Hola, deportistas.

¿Con ganas de fortalecer esos músculos?

¿A quién te recuerdo?

Muy bien, a los egipcios.

Los egipcios y las egipcias tenían unos cuerpos muy estilizados.

Porque se cuidaban mucho.

Le daba mucha importancia a la estética y a la salud.

En muchas pinturas de esa época, los egipcios aparecen

practicando un montón de deportes.

Como levantamiento de pesas, natación,

atletismo, remo y algunos juegos de pelota.

Eran muy deportistas y muy limpios.

La higiene era una de las cosas que más cuidaban.

¿Sabes qué inventaron? Te doy tres opciones.

El jabón, el cepillo y la pasta de dientes,

o la gomina? No te lo vas a creer.

El cepillo y la pasta de dientes.

Este es un poquito más moderno.

Los egipcios se esforzaban un montón

por tener una boca sana, espero que tú también.

Además, usaban un desodorante hecho con cenizas

y otros productos que tenían en esa época.

La higiene estaba muy unida a la salud.

Igual que ahora, porque para tener una vida sana,

además de una buena alimentación, hay que hacer ejercicio

y tener una buena higiene, tanto deportiva como corporal.

Antes de hacer cualquier actividad, piensa.

¿Lo puedo hacer?

Si tienes cualquier enfermedad o algún impedimento,

no lo hagas.

Por ejemplo, si tienes un esguince de tobillo,

¿cómo vas a correr?

Pero puedes hacer pesas como yo.

Para evitar lesiones, es muy importante

que antes de hacer cualquier actividad física,

hagamos un buen calentamiento con ejercicio suave y estiramientos.

Vamos a practicar.

Vamos a hacer un buen calentamiento pasando por todo el cuerpo.

Primero, los brazos. Abro y cierro.

Abro y cierro. Muy bien.

Seguimos con las muñecas. Hacia un lado, hacia el otro lado.

Muy bien. Seguimos con caderas y piernas.

Muévete, derecha, izquierda.

Derecha, izquierda.

Fantástico. Y acabamos con los tobillos.

El derecho, a un lado y a otro.

Y el izquierdo en la misma dirección.

Fantástico.

Ya podemos comenzar la actividad.

¿Qué tenemos que tener en cuenta?

Uno, llevar ropa que sea cómoda y transpirable.

Dos, llevar siempre pantalón largo

para evitar lesiones.

O tres, llevar una toalla

alrededor del cuello para secarnos el sudor.

Efectivamente.

Hay que llevar ropa cómoda

y calzado adecuado para practicar cualquier deporte.

Los egipcios no tenían muchas opciones

y no tenían zapatillas, pero seguro que tú sí.

Y no se te ocurrirá ir a jugar a baloncesto

con unos zapatos, ¿a que no?

No te olvides de la hidratación.

Lleva siempre agua contigo

y bebe a intervalos de unos 20 minutos.

Cuando acabemos de hacer ejercicios, no olvides

que no puedes parar de golpe.

Tienes que hacer buena vuelta a la calma

bajando el ritmo poco a poco y siempre volver a hidratarte.

Recuerda: para mantener una buena higiene deportiva,

calienta antes de hacer cualquier actividad física.

Utiliza ropa y calzado adecuado.

Y por supuesto, una buena ducha, porque higiene es salud.

Nos vemos pronto.

Vale, sí, 1.500 millones.

De acuerdo. A nombre de James van der Lust.

Hasta luego.

¿Cómo? ¿Pero cuántos papitos has pedido?

No, son ladrillos. Ya sabes, para la mansión.

¿Mansión? ¿Qué mansión?

Sí, la mansión de los faraones.

¿Nunca las has visto?

Nacho, no sé de qué me estás hablando.

Sí, hombre, son casas gigantes.

Con solo techo, así en forma de triángulo.

Pero muy grande.

Tenemos que hacer una de esas.

Eso se llama pirámide.

Bueno, si te empeñas, hacemos una pirámide.

Pero primero, la mansión.

No, digo que eso no es una mansión, es una pirámide.

Y si quieres hacer una, necesitas la ayuda de Miguel.

-Atiende. -Mapachachi.

Qué buenas están. Me habéis pillado, matemaníacos y matemaníacas.

Estoy con este cucurucho de pipas, que están buenísimas.

Y donde ven un cucurucho, yo estoy viendo

que estoy viendo un cuerpo geométrico.

¿Que no? Pues sí, también pueden ver

un cuerpo geométrico, solo tienen que activar

la visión matemática, una visión total 3D.

¿Ven este folio arrugado que tengo aquí?

Pues es donde antes estaba el cucurucho.

Claro, ahora no puedo poner pipas

porque se me caerían todas al suelo.

¿Por qué? Porque es una figura plana.

Y se me ha ocurrido una cosa. De una figura plana,

¿por qué no sacamos un cuerpo geométrico?

Quiero que todas y todos hagamos nuestra propia pirámide.

¿Y cómo lo vamos a hacer? Activando esa visión total 3D

a través de una plantilla, la plantilla que tengo por aquí.

Ven cómo he dibujado la plantilla de la pirámide

con una figura plana.

Y ahora, me gustaría hacer un pequeño repaso

de las partes de ese cuerpo geométrico.

¿Y cómo lo vamos a hacer? Vamos a preguntarnos primero.

¿Qué son las caras de un cuerpo geométrico?

Pues las caras son los polígonos que lo forman.

¿Y cuántas caras tiene este cuerpo geométrico?

Vale, tiene uno, dos, tres, cuatro y cinco caras.

Muy bien. Y ahora,

¿y si nos preguntamos cuáles son las aristas?

Pues, las aristas es donde se juntan las caras.

¿Cuántas aristas tendríamos?

Pues, tendríamos uno, dos, tres, cuatro,

cinco, seis, siete y ocho aristas.

¿Y los vértices? Pues los vértices, ¿qué son?

Es donde se juntan tres o más aristas.

Vamos a pensar un momento que tendríamos...

¿Cuántos vértices tendríamos?

Pues sí, tendríamos cinco vértices.

Uno, dos, tres, cuatro y cinco.

Y el de aquí lo llamaríamos la cúspide de la pirámide.

¿Y cómo hacemos nuestra pirámide?

Pues, tenemos que utilizar esta plantilla.

Muy bien, ¿ahora qué hay que hacer? Recortarla bien.

Y ya, bueno, tiene un poco de truco,

porque yo ya la tengo recortada por aquí.

Bien. ¿Y qué he hecho? He doblado

todas las aristas y todas las líneas que tengo.

Bien. Para que solo tenga que pegarlas.

Como ven, me puede quedar una pirámide.

Bien. En este caso, cuadrangular.

Hay distintos tipos de pirámides.

Está la pirámide triangular, cuadrangular, pentagonal,

hexagonal, que dependen del polígono de su base.

Normalmente, en Egipto las pirámides eran cuadrangulares.

Claro, ahí podemos enterrar un faraón.

O meter pipas dentro.

Como el caso de mi cucurucho anterior.

Claro, que las pirámides de Egipto estaban muchísimo más elaboradas.

Hemos visto que una figura plana no puede contener pipas.

Pero con nuestra visión total 3D,

podemos convertirlas en un cuerpo geométrico.

Es la magia de las matemáticas. Hasta la próxima.

Un poco más a la derecha. Tu derecha no.

Mi derecha. Y la punta va hacia arriba.

¿Qué, Nacho? ¿Cómo va la cosa?

Ay, estoy supercansado.

Hacer una mansión es superdifícil.

Ay, tengo un hambre...

¿No tendrás algo de basura por ahí?

Pero tú sabes que una pirámide no es una mansión, ¿verdad?

Claro que no, es una supermansión.

Perfecta para un faraón. Para el faraón Tutapapachón.

¡Guau! ¿Ese va a ser tu nombre de faraón?

Qué chulo. Pero ahora, hablando en serio.

Sabes que las pirámides

es donde se guardaban las momias, ¿verdad?

Claro que lo sé, todo el mundo lo sabe.

¿Has dicho momias? ¿Qué son las momias?

Anda, mira y aprende, que en el reto de hoy,

Orilo y Arlequina nos van a enseñar cómo conservar

los alimentos como si fueran momias.

¿Sí? ¿Las momias conservan alimentos?

¿Son como las latas de anchoas?

Hola, Arlequina. ¿Qué haces con todos esos tomates?

Orilo, estoy pensando cómo podría conseguir

el tomate eterno.

¿Pero qué dices, Arlequina? Eso es imposible.

¿No ves que el tomate está hecho de materia orgánica?

Pues, como tú, como yo y toda la materia orgánica,

llega un momento que se estropea, que se descompone.

Ya, Orilo, pero he estado estudiando el antiguo Egipto

y he llegado a la conclusión de que se puede preservar

la materia orgánica durante miles de años

-sin que se descomponga. -¡Guau, el antiguo Egipto!

Me encanta. Con sus pirámides.

Con sus faraones y faraonas, con su esfinge desnarigada.

Y con sus momias, porque en el antiguo Egipto,

momificaban cuerpos, Orilo, y esos cuerpos,

duran sin descomponerse miles y miles de años.

-Joder, qué cosa. -Así que, Orilo,

-voy a momificar mis tomates. -¡Ay!

Perfecto. Me parece, Arlequina, que ya tenemos reto.

Para este reto, lo primero que tenemos que saber

es qué es lo que descompone la materia orgánica.

Orilo, son los microorganismos.

Unos seres microscópicos que cuando crecen

sobre la materia orgánica, son capaces

de descomponerla, de hacer que se ponga mala.

Malditos seres microscópicos, salid de esos tomates.

Largos, no los descompongáis.

Orilo, no vas a convencer

-a los microorganismos. -¿No?

Es muy difícil razonar con ellos, te lo digo yo.

Porque no tienen orejas, no tienen boca.

Aunque se lo digas, van a seguir creciendo ahí.

Lo que tenemos que hacer es analizar

qué es lo que necesitan los microorganismos

para reproducirse sobre la materia orgánica.

Para crecer sobre la materia orgánica.

¿Y sabes qué es fundamental?

-¿El qué? -La temperatura y la humedad.

Uy, temperatura y humedad. Entonces, ponemos los tomates

-en la nevera. -Bueno, sí.

Podríamos bajar la temperatura y así hacemos

que los microorganismos

se reproduzcan mucho más lento

porque les cuesta cuando hay frío.

Lástima que los egipcios no tuviesen nevera.

¿Te imaginas una pirámide en forma de nevera?

-Anda que no molaría. -Pero bueno.

Aun así, en la nevera los tomates no duran milenios.

Se terminan poniendo malos.

Pues, oye, bajemos aún más la temperatura.

Los podemos meter en el congelador.

Muy buena idea también, porque ahí se baja muchísimo más

la temperatura y además es más seco todavía.

En el congelador, todas las moléculas de agua

que forman parte de alimentos, se congelan, se quedan duras.

Por eso los alimentos están tan duros.

Pero no me convence, Orilo, porque el congelador,

imagínate que alguien deja la puerta abierta.

-Ya. -O que se va la electricidad.

No, tenemos que preservarlos seguros durante miles de años.

Y para eso, podemos hacer conservas.

-Qué buena idea, Arlequina. -Vamos a conservarlos.

Mira qué pepinillos.

Las conservas se idearon para poder conservar

los alimentos mucho tiempo sin que se pongan malos.

Uno de los métodos es meterlos en vinagre.

El ácido que tiene el vinagre,

el ácido acético, mantiene a los microorganismos a raya;

aquí no se reproduce ni un microorganismo.

Pero bueno, que si no tienes vinagre a mano,

podemos hacer conservas con aceite de oliva.

El aceite de oliva actúa de barrera.

Y evita que los microorganismos

lleguen al alimento y lo descompongan.

¿Hacemos una conserva con aceite de oliva?

Y con tomates, vamos allá.

Lo primero que necesitamos son

unos botes para meter nuestros tomates.

Eso sí, hay que tener muy seguro

que este bote está muy limpio, está estéril.

No tiene ni un solo microorganismo.

Y luego, metemos ahí los tomates, que los tengo aquí.

Los tomates también limpitos.

-Venga, vamos a meterlos. -Perfectamente.

Uno por aquí y otro.

Estupendo. Y ahora, tenemos que cubrir

estos tomates con aceite de oliva.

De esa forma, evitamos que los microorganismos

lleguen hasta el tomate. Mira qué bonito.

-Ahí, perfectamente cubierto. -¡Hala!

-Muy bien. -Estupendo.

Muy bien, vamos a taparlo

para que no entre ni un solo microorganismo aquí.

Y para matar los microorganismos que hayan podido quedar,

se calienta al baño maría.

Y ya tenemos nuestra conserva de tomate.

Así que ahora es tu turno, puedes preparar tus conservas

como quieras; con vinagre, con aceite,

pero hay mucho otros métodos.

El almíbar, con sal, al vacío.

Elige el que más te guste.

Nosotros nos vemos en nuestra próxima aventura.

Adiós.

Contemplad a Tutanmapachón I.

-¡Bravo! -Aplaudid más fuerte.

-Y traedme basura. -Pero bueno.

-Qué faraón más mandón. -Tranquilo, James.

Te recompensaré convirtiéndote en una momia.

No me apetece, gracias.

¿Pero tú sabes que a quien solían momificar

-eran a los faraones? -¿Sí?

¿Qué me estás contando?

¿Me van a envolver y meter en una fiambrera de esas?

Sarcófago. Y era todo un honor.

En 3.000 años, lo volverán a abrir y estarás casi igual.

Ah, ¿qué? Uy, qué tarde se me ha hecho.

Tengo que hacer unas cosillas.

Y si no te importa, te pones la corona

de Egipto y yo me voy marchando.

Uy, lo siento pero no puedo, estoy muy ocupado

escribiendo tus jeroglíficos.

Es que no quiero que me momifiquen, James.

Soy demasiado guapo.

Hombre, tu belleza se conservaría durante miles de años.

Ah, no lo había visto así.

-¡Yuju! -¿Cómo?

¿Vas a momificarte ahora?

No, hombre, no, ahora empieza "Está mapachando".

Bienvenidos y bienvenidas a "Está mapachando".

El noticiero mapache que da las noticias

pache lo que pache. Buenas noticias.

Nacho Mapacho, el faraón todo poderoso,

presenta este programa. Malas noticias.

También sale James van der Lust. Hola, James, ¿qué tal?

Hola, Nacho. ¿Pero por qué sigues vestido de faraón?

Noticias de última hora.

En las últimas excavaciones de Egipto,

han encontrado una estatua muy curiosa.

El Dios con cara de mapache, Mapachubis.

Esto confirma su existencia.

Los expertos aseguran que era el Dios del agua pura y el carisma.

Y que se le solía llevar sandías y basura como ofrenda.

¡Mapachonante!

¿Te gustaría entrar en la mayor pirámide de Egipto

sin moverte de tu casa?

Se trata de una visita guiada por la gran pirámide de Giza.

Pero se hace desde tu ordenador o "smartphone".

En 360 grados.

Es un video interactivo en el que puedes mover la cámara

y elegir dónde mirar en todo momento.

Para que no te pierdas un solo detalle.

Oh, cuando la veo, me siento como en casa.

-Es una chulada, ¿verdad? -Sí, es una mapachulada,

diría yo, pero la mía será mucho más grande.

Y estará llena de basura.

Mira, científicos consiguen hacer hablar a una momia.

Tras escanear la momia y gracias a la impresión 3D,

los expertos han podido replicar su garganta.

Y así recrear cómo sonaría la supuesta voz de esta momia.

En el sonido que estáis escuchando,

esta momia es la de un sacerdote de hace más de 2.000 años.

Oh, qué chulo, igual esa momia conoce a la de Tutanrramón.

-¿Y ese quién es? -¿Quién va a ser?

La momia que voy a entrevistar.

Flípalo, James.

Gracias por venir.

Es un placer, hay que salir de vez en cuando

a que te dé un poco el aire.

¿Cuántos años tiene? Se conserva usted muy bien.

Pues, me momificaron con 27 y han pasado 3.000 más.

3.027, pero aparento solo 2.800.

Vaya, vaya. Y dígame usted.

¿A qué se dedicaba en el antiguo Egipto?

Pues, yo fui uno de los muchos faraones

que hubo, así que faraoneaba por aquí,

faraoneaba por allá. Lo normal.

Y por las tardes, escribía jeroglíficos.

Qué interesante. Pues eso es todo.

Muchas gracias, le volveremos a llamar

dentro de 3.000 años, a ver cómo se encuentra.

James, te devuelvo la conexión.

Clanners, nos tenemos que ir. Y recordad

que aún podemos aprender muchísimas cosas

de las antiguas civilizaciones. Hasta pronto.

Como dirían en cebuano... (HABLA EN CEBUANO)