Hola, clanners, bienvenidos a "Aprendemos en clan".

-Hoy vamos a hablar de huertos y... -¡James!

Necesito tu ayuda.

Claro, encantado de ayudarte, Nacho.

-¿Qué ocurre? -Resulta que mi prima Chispi

tiene un jardín enorme y mi tía nos ha dicho

que podemos poner una canasta,

o un columpio o lo que nos dé la gana.

O sea, que tenéis un terrenito y queréis hacer algo.

-Qué interesante. -¡Si!

Yo he pensado en poner un circuito de coches de carrera.

O un aeropuerto para naves espaciales.

Creo que se está complicando un poco el tema.

Porque necesitas mucho espacio,

necesitarías una gran inversión de dinero.

Uy, pues dinero no tengo, me gasté mi hucha de cerdito

comprando una tarta de sandía.

Mira, se me ocurre que como el tema de hoy es el huerto,

podrías montar uno con tu prima Chispi y tú.

Oh, ¿un huerto? "Mapachudo".

¿Recuerdas ese programa donde aprendimos a plantar

-hierbas y frutas? -Sí, en un programa anterior.

Lo he visto como 100 veces en la web de Clan.

¿Por qué lo has visto tantas veces?

Porque salgo guapísimo.

Mucho más que tú. Es que doy mejor en cámara.

Bueno, pues si te acuerdas de ese programa,

sabrás perfectamente cómo plantar un huerto.

Sí, "mapachudo".

Pero esta vez vamos a hacerlo a lo grande.

Tengo que alimentar a todos los mapaches del mundo.

Muy buena idea, la grandeza de las personas

no se mide por lo que tienen, sino por lo que dan.

Sí, la sandía, la conquista del extranjero.

Además, si estás atento a la lección que viene ahora,

tu huerto será internacional.

(HABLA EN INGLÉS)

Hala, cuántas semillas para tu huerto.

Sí, no va a ser un simple huerto.

Va a ser supermegahuerto mapachuli, internacional tutifruti.

Deduzco que por el nombre vas a plantar

distintos tipos de frutas.

Peras, kiwis, naranjas, higos.

-No, solo sandías. -Vaya, qué raro.

No existe una fruta mejor que la sandía.

Es fresca, sabrosa y tiene un "colorinchi" superguay.

Sí, es verdad, y además, tiene vitamina C.

Pero dime la verdad.

¿Todo ese saco es de semillas de sandía?

Sí, he comprado todas las que tenían en la tienda.

Me flipan las semillas de sandía.

Son negras, como mi antifaz.

Bueno, ¿y sabías que también hay sandías sin semilla?

¿Con quién te crees que estás hablando?

-Soy un experto en sandías. -Claro, usted perdone.

¿Y no sabes que odio las sandías sin pepitas?

Una de las mejores cosas de comer sandías

es escupirle las pepitas a la gente.

Pero Nacho, eso no se hace.

Bueno, vale, no lo volveré a hacer.

A partir de ahora, las escupiré al aire,

y las recogeré con la boca. ¿Eso te parece mejor?

Eso me parece más civilizado.

Sí, y también más aburrido.

De todas maneras, sigo pensando que tendrías que haber comprado

más semillas de frutas; hay muchísimas y todas deliciosas.

Además, hoy Mamen nos habla de ellas.

Hola, niños y niñas. Tengo un hambre...

Qué guay, una manzana recién cogida.

No, Valentina, no la he cogido de la nevera.

Está cogida de su lugar de origen.

Os doy pistas. ¿Cuál puede ser su lugar de origen?

¿El frutero? ¿El mercado?

¿Un manzano?

Eso es, el manzano.

El manzano es el árbol que nos da manzanas.

Es un árbol frutal; las frutas no vienen de la nevera,

como dice Valentina, o de una caja.

Vienen de los árboles frutales.

¿Pero qué es un árbol frutal?

¿Veis todas las frutas que tengo aquí?

Pues, todas empezaron siendo semillas.

Se convirtieron en un árbol que creció y se llenó de flores.

Y estas flores, al madurar, se convirtieron en frutas.

Aunque existen miles de árboles frutales,

no todos tienen las mismas características.

Podemos clasificarlos según los frutos que producen.

Mirad este aguacate, por ejemplo.

El aguacate tiene dentro un hueso grande y duro.

Lo mismo que el mango, el melocotón y la ciruela.

Hay otro tipo de frutas que en su interior

tienen semillas más pequeñas. ¿Se os ocurre alguna?

Eso es la manzana que me voy a comer luego.

O la pera, o la naranja.

En su interior tienen semillas más pequeñitas.

Las fresas también tienen semillas, pero en este caso, las tienen

por la parte de fuera.

Vale, por ahora tenemos dos tipos de frutas.

Las que tienen dentro un solo hueso grande y duro

y las que tienen semillas.

¿Se os ocurre algún tipo más de fruta?

Hay unas que suelen tener la cáscara por fuera muy dura.

Pero que si las pelamos y las tostamos un poco,

están deliciosas. ¿Sabéis cuáles son?

Eso es, los frutos secos, mirad.

Como las almendras, las avellanas, las castañas, nueces, pistachos.

Hay un montón y están deliciosos.

Pasa una cosa. No podemos encontrar de todo tipo de árboles frutales

en todas partes, cada árbol necesita un clima específico para crecer.

El clima es muy importante para los árboles frutales.

Si plantamos un árbol de fruta tropical en las montañas,

es probable que no nos dé nada de comer.

La suerte que tenemos es que en España el clima es variado.

En Los Pirineos, por ejemplo, no tenemos mangos.

Pero tenemos castañas.

¿Y sabéis dónde hay unas fresas buenísimas?

En Segovia y en Huelva.

Bueno, en Andalucía, como es tan grande,

se cultivan un montón de frutas.

Almendras en Córdoba.

Mangos en Málaga, muy cerca de Granada.

Y también en Granada, aguacates.

Dos de las frutas más famosas de nuestro país,

son los plátanos de Canarias.

Y las naranjas de Valencia.

¿Y en Asturias y en Galicia?

Pues, se cultivan unos kiwis riquísimos.

Nos quedan todavía un montón de regiones

donde se cultivan unas frutas muy ricas

y llenas de vitaminas.

¿Por qué no seguís investigando y completáis el mapa de las frutas?

Nos vemos pronto.

Bueno, ¿qué? ¿Te animas a plantar algo que no sean sandías?

Claro, James, por supuesto.

Claro, claro... Claro que no.

-No y no. -Pero qué cabezota eres, Nacho.

Es mi huerto y planto lo que yo quiero.

También tendrás que hablarlo con tu prima Chispi, ¿no?

Está todo hablado.

Y a ella también le flipan las sandías.

Y recuerda que en un programa anterior,

Juan Carlos nos habló del agua, del abono, del sol.

Qué pesadito te pones, James. Ya lo sé.

Solo te lo recuerdo para que antes de plantar

no te olvides, porque eres un poco despistadillo.

Lo siento, James, me tengo que ir.

De mí depende la supervivencia de la especie mapache.

Tengo que plantar un millón de sandías para dar de comer

a un millón de mapaches.

Vale, pero antes tendrías que atarte los cordones de las zapatillas

-para que no te caigas. -¡Uy, qué despiste!

Pues ahora sí que la hemos liado.

No sabes atarte los cordones, ¿verdad?

Héroe del pueblo mapache.

Jo, es que me los ata mi mamá cada mañana.

No te preocupes porque Juan Carlos nos va a dar instrucciones

para solucionar ese problemilla.

Hola, superlingüistas. Acabo de llegar

y me he encontrado que alguien me ha dejado una nota.

¿Qué pondrá? ¿Será una carta de amor?

Qué emoción, voy a abrirla.

A ver qué pone.

Título: instrucciones para atarse los cordones.

Material: unos zapatos, unos cordones.

Pasos: coloca los zapatos sobre una superficie,

haz un nudo, extiende las manos.

Consejos... Bueno, yo creo que queda claro

que esto no es una carta de amor. Qué pena.

A ver de qué texto se trata.

Te voy a dar una pista porque sé que es un poquito difícil.

Mira, es un texto que explica de forma clara

cómo hay que atarse los zapatos.

Es decir, los pasos que hay que seguir.

Además, lo explica de manera ordenada.

Es decir, de principio hasta el final.

Además, nos dice cuáles son los materiales que necesitamos.

No sé si lo saben, yo creo que sí.

Pero por si acaso, te voy a dar dos opciones.

¿Es un texto instructivo o es un texto mandón?

Ja, suena muy bien eso de mandón, pero no.

Es un texto instructivo.

Este tipo de textos, los utilizamos

cuando queremos hacer una acción concreta.

Es decir, nos explica qué pasos hay que seguir.

Por ejemplo, cuando tienes que hacer una receta.

O cuando queremos aprender un juego nuevo.

Vamos a comprobar cómo de eficaces son estas instrucciones

para atarse los cordones.

Lo he puesto aquí en grande para que tú también lo puedas hacer.

Dice que necesitamos unos zapatos y unos cordones.

Aquí los tengo. Vamos a seguir estos pasos.

Coloca los zapatos sobre una superficie plana.

Ahí está.

Deja caer los cordones a cada lado de la zapatilla.

Aquí lo tenemos.

Siguiente paso. Haz un nudo básico.

Pues, lo hacemos.

Nudo básico hecho. Siguiente paso.

Pon las manos a cada lado de las zapatillas.

Y extiende los dedos.

Perfecto. Vamos con el otro.

Con tu dedo índice, sube los cordones al techo.

Con tu dedo corazón y el pulgar, haz una pinza para unirlos.

Pues vamos a ver.

Subo el dedo índice con el pulgar y el corazón.

Hago la pincita. Aquí lo tengo.

Ahora tienes las orejas de un conejo.

Sí, sí, aquí está, las orejitas.

Entrelaza las dos orejas y vamos a ver qué pasa.

Perfecto. Ya tengo la lazada hecha.

Objetivo cumplido.

Ya has visto como siguiendo las instrucciones

hemos sido capaces de atar los zapatos.

Recuerda, un texto instructivo nos indica paso a paso

cómo realizar una acción.

Una receta, las instrucciones de un juego o las instrucciones

de cómo montar un mueble son textos instructivos.

Y algunos vienen con ilustraciones.

Así es mucho más fácil. Hasta luego.

-(SUSPIRA) -Nacho, ¿qué ha pasado?

Creo que voy a llorar, James.

Ay, no te preocupes. A ver, cuéntamelo.

A mí me lo puedes contar todo.

La he pifiado como nunca, James.

No me digas que se te han escapado las hormigas de la granja

y se han comido toda la cosecha.

Qué va, que me he equivocado de semillas.

Compré semillas de chirimoya por error.

¿Cómo? ¿No eras el mayor experto en sandías del mundo?

Sí, pero como son también negras, me confundí.

Bueno, no te agobies, que un error lo puede tener cualquiera.

Ya, pero las chirimoyas no nos gustan.

Pero si las chirimoyas están muy buenas.

Además, se pueden hacer un montón de platos.

Que si tarta de chirimoya, que si batido de chirimoya.

Helado de chirimoya.

¡Mapachus! Si no pasa ni la chirimoya por las orejas.

Bueno, mira, vamos a escuchar a Miguel,

que nos va a hablar de las unidades de medida.

Así podrás organizar mejor tu cosecha.

A ver, tengo el rallador, tengo el limón.

Tengo el azúcar, los huevos, las almendras.

La canela y el azúcar glas.

Matemaniacos y matemaniacas, ¿qué tal?

Me habéis pillado preparando una tarta de Santiago

con la receta de mi abuela, que tengo por aquí,

que dice: "Cinco huevos, un cuarto de kilo de azúcar,

un cuarto de kilo de almendras, limón, canela y azúcar glas".

Pero hay algo que no entiendo. Eso de un cuarto no lo entiendo.

Me pasaba lo mismo que cuando era pequeño

e iba al mercado con ella, que decía:

"Ponme medio kilo de naranjas. Ponme un cuarto de kilo de queso".

Y decía: "Abuela, ¿qué es eso de un cuarto de kilo de queso?".

No lo llego a entender. Igual que ahora.

¿Qué es eso de un cuarto de kilo de azúcar?

Creo que las matemáticas nos van a ayudar.

Un cuarto son fracciones.

Como vemos, uno representa la que yo estoy cogiendo,

que es el numerador, y cuatro, las partes

en las que he dividido, en este caso, mi kilo de azúcar.

Ya vemos que lo tenemos dividido aquí, en cuatro partes iguales.

Vemos que puse en azúcar que tenía por aquí

en estas cuatro partes iguales.

¿Y qué podemos hacer con esto?

Uno es saber cuánto equivale ese cuarto de kilo pesándolo.

Otro puede ser dividir estas partes en cuatro veces más.

O mira, dejar la receta y no seguir para adelante.

Pues claro, lo que vamos a hacer es pesar el cuarto de kilo

para saber a qué equivale.

Bien, pues pongo por aquí en la pesa y digo:

"Anda, un cuarto de kilo son 250 gramos".

25 gramos.

Un cuarto de kilo, 250 gramos.

Entonces, si tengo 250 gramos por aquí,

250 gramos por aquí, 250 por aquí y 250, ¿cuánto es?

¿Cuánto es un kilo en gramo?

Pues, 250 y 250, serían 500 gramos.

Más 250, 750.

Más otros 250, serían 1.000 gramos.

1 kilo es igual a 1.000 gramos.

Pues vaya, resulta que ha habido un contratiempo al final.

¿Por qué? Me han llamado tres amigos y han dicho que vienen a comer.

Entonces, ya la tarta no me daba.

¿Y qué pasa? Llamé a mi abuela y dice:

"Mira, duplica todas las cantidades".

Y claro, ahora de repente, en la receta pone

medio kilo de azúcar.

Y dice: "Y medio kilo de almendras también".

Claro, ¿a qué equivale medio kilo?

Pues vamos a comprobarlo. Cojo por aquí y digo...

Son 500 gramos.

Claro, pues hice bien. ¿Por qué? Porque yo decía...

Claro, si tenía 250 gramos por aquí de azúcar

y 250 gramos por aquí,

que era un cuarto y un cuarto, lo eché todo en el bol.

Y claro, 250 y 250 me dio 500,

que era medio kilo, y por otro lado tengo otro medio.

Y claro, si son 500 gramos y 500 gramos,

me da que 500 y 500 me da 1.000 gramos,

que era el kilo completo.

Vamos a hacer un pequeño repaso. Hemos aprendido

que un cuarto de kilo son 250 gramos.

Que medio kilo, un medio son... ¿Qué? Son 500 gramos.

Y que 1 kilo entero son 1.000 gramos.

Yo creo que después de media horita me ha quedado

una tarta muy rica, como ven por aquí.

Y creo que me voy a comer 50 gramos de tarta.

Que me la merezco. Así que voy cortándome cachitos.

Hasta la próxima, matemaniacos y matemaniacas.

¿Qué, Nacho? ¿Cómo van las chirimoyas?

-¿Alguna novedad? -La única novedad

es la bronca que me ha echado mi prima Chispi

por gastarme todos sus ahorros en semillas equivocadas.

Bueno, aunque a vosotros no os gusten las chirimoyas,

quizá a los otros mapaches sí.

Ya, pero a nosotros nos hacía ilusión regalar sandías.

Y de paso comernos todas las que nos diera la gana.

-Oye, ¿y por qué no emprendes? -¿Eh? ¿Que encienda el qué?

-No, digo emprender un negocio. -¿Que encienda un negocio?

¿Pero te has vuelto loco, James?

El fuego es muy peligroso.

No, un emprendedor es una persona

que ve una oportunidad de negocio y monta algo

y saca dinero.

¿Crees que puedo ganar dinero con las chirimoyas?

-Claro, vendiéndolas. -Ya lo entiendo.

Con el dinero que saque, puedo comprar semillas de sandía.

¡James, quiero emprender!

Muy atento a la siguiente lección, porque Orilo y Arlequina

nos van a enseñar cómo se emprende.

Vaya, Orilo, ¿pero qué es todo esto que tienes aquí montado?

Fíjate, Arlequina, estoy haciendo limonada.

Mis tíos tienen un limonero y dan muchísimos limones.

Y ya sabes lo que dice el dicho.

Si la vida te da limones, ha limonada.

-Perfecto. -¿Quieres probar un poco?

Claro, dame, a ver.

-A ver esa limonada. -A ver qué te parece.

Como tengo tantos limones, voy a montar un negocio de limonada.

-¿Que? Está rica, ¿eh? -Esto está muy acido, Orilo.

Claro, es limón-ada, limón exprimido.

Ya, pero yo creo que podemos mejorar el producto.

¿Sí? Pues, Arlequina, creo que ya tenemos reto.

Bueno, genial. Para hacer tu propio negocio,

lo primero que tenemos que hacer es pensar

como emprendedores.

¿Qué es lo que necesita el mundo y cómo yo puedo ayudarlo?

Pues, el mundo necesita una bebida que esté rica

-y sea muy sana. -Genial.

Como yo tengo muchos limones, pues voy a hacer limonada.

Estupendo, ya tienes tu idea.

Ahora tenemos que mejorar este producto.

Esta limonada está muy ácida.

¿Cómo podríamos hacer para que sepa mejor?

Le podemos echar un poquito de agua.

-Diluirla. -Mira.

-Sí. -A ver, déjame probar ahora.

Sí, está bastante menos ácida.

-Pero un poco sosainas. -Ay, sosa.

La tenemos que endulzar.

Le podemos poner un poquito de miel

-y hierbabuena. ¿Qué te parece? -¡Ay!

-Pues me parece una idea excelente. -A ver.

Así estará mucho más gustosa y la gente la querrá comprar.

-A ver... Qué cucharada de miel. -Ahí está, un poco de miel.

Y un par de hojitas de hierbabuena.

-A ver. -Espera.

-Falta una. -Que la pruebo.

-Te ha quedado perfecta. -Genial.

¿Qué tenemos que hacer ahora?

Pues que los clientes sepan que estamos vendiendo limonada.

Y para eso necesitamos un poquito de "marketing".

¡Guau, Arlequina! Te ha quedado increíble.

¿Has visto, Orilo? He puesto unas guirnaldas.

Unas bombillitas, un nombre que llame la atención.

-"Kioscorilo". -Qué bonito.

Y lo he decorado con algunos limones.

Uy, está estupendo.

Podríamos añadir, Arlequina, unos vasos

para que la gente los vea de lejos, se vengan y un cartel que ponga

"pruébeme" para que prueben lo buena que nos ha quedado

la limonada y así quieran comprarla.

Perfecto, veo que lo estás pillando, Orilo.

Ahora nos falta ponerle un precio a cada vasito de limonada.

Pero ojo, que tiene que ser un precio que llame a los clientes

que quieran comprar la limonada, pero también un precio justo

que nos permita pagar los limones de tus tíos

y también las horas que estamos nosotros aquí exprimiendo limones.

¿Pues qué te parece medio euro por vasito?

-Oye, es un precio justo. -Me parece un precio genial.

Así la gente, cuando nos vea de lejos,

se acercará porque le llamamos la atención.

Probará la limonada que nos ha quedado exquisita.

Y cuando vea el precio dirá: "Genial, me parece un precio justo".

¿Y qué te parece si añadimos alguna oferta?

Oh, vale, mira qué oferta tengo.

Ofertón, tres por dos.

Paga tres vasos de limonada y llévate dos.

No, Orilo, creo que esa no es una buena oferta.

Sería: "Llévate tres vasos de limonada y paga solo dos".

Ay, eso sí que es una buena oferta.

Así vendrán los clientes, se lo contarán a otros clientes,

y empezará a comprarnos limonada mucha gente.

Y el negocio se expandirá.

Qué guay. Pero Arlequina, yo tengo una duda.

Porque cuando hacemos la limonada, queda toda la cáscara del limón.

Y claro, es muchísima limonada.

Es mucha cáscara de limón.

¿Qué podemos hacer con ella? ¿Tirarla?

Tienes razón. No, no vamos a tirarla.

Podemos diversificar.

Es decir, hacer otros productos además de la limonada,

y podemos utilizar esta cáscara de limón.

Mira lo que tengo yo por aquí.

-A ver, ¿qué tiene? -Esencia de limón

que he hecho en el laboratorio utilizando las cáscaras.

La podemos vender en este mismo Kioscorilo

-por un euro. -Jo, qué buena idea, Arlequina.

Así aprovecharemos todo.

Jolines, hoy hemos aprendido un montón sobre emprender.

Lo primero que necesitas es

una buena idea para cambiar el mundo,

para mejorarlo, generar un producto

que esté genial, hacer un poquito de "marketing"

para venderlo con sus ofertas.

Y, finalmente, diversificar para aprovecharlo todo.

Tú puedes emprender también con cualquier idea que se te ocurra.

Nos vemos en nuestra próxima aventura.

Adiós.

Bueno, ¿y qué hiciste con las chirimoyas?

Pues se las vamos a vender al frutero del barrio.

Chispi está supercontenta.

¿Y qué vais a hacer con el dinero?

¿Comprar semillas de sandía?

No, vamos a comprar un camión de sandías.

Así nos ahorramos el lío de plantarlas.

Pero si tener un huerto es muy divertido.

-Y muy ecológico. -Ya.

Pero hemos tenido una idea mejor.

¿Qué idea puede haber mejor que tener tu propio huerto?

Tener tu propia piscina.

Y la vamos a llenar de zumo de sandía.

Ay, Nacho, qué ideas más locas tienes.

Imagínate.

Nadar entre refrescando zumo de sandía fresquito.

Ay, eso tiene que ser muy pegajoso.

Sí, dulce y pegajoso.

-Lo que más me gusta. -Bueno, como te gusta también

presentar el informativo. Venga, vamos.

Clanners, empieza "Está mapachando".

Bienvenidos a "Está mapachando",

el noticiero mapache que da las noticias

"pache lo que pache". Buenas noticias.

El emprendedor de las sandías, Nacho Mapacho,

presenta este programa.

Malas noticias. También nos acompaña un profesor y "youtuber".

Hola, Nacho, pues mira, ahora que sacas

-el tema... -No me interrumpas.

¿Qué noticias nos traes hoy?

Mira, hoy empezamos hablando de la fruta más apestosa del mundo.

El durian.

El durian es el rey de la fruta del sudeste asiático.

El exterior del durian está cubierto

de espinas duras y afiladas, pero en su interior es muy cremoso.

Respecto a su olor, muchos lo han comparado

con el olor de la basura, el queso podrido

y los calcetines sucios.

Si huele a basura, a mí me olerá de rechupete.

Me imaginaba que te iba a gustar.

Ñam, ñam, ñam, ¡durianes!

Ahora solo puedo pensar en ellos.

Necesito probarlos.

De momento, dejamos los durianes y vamos a hablar

de los tomates, a ver si sabes qué es.

Una fruta, una verdura, una hortaliza.

¡Hortaliza! No, no, ¡verdura!

Es complicado y ni los expertos se ponen de acuerdo.

Pero técnicamente, es una fruta.

Yo solo sé que está muy rico con pan y aceitito.

Bueno, está claro que son las estrellas

de la tomatina de Buñol, nuestra siguiente noticia.

La tomatina es una fiesta que se celebra siempre

a finales de agosto en el municipio valenciano de Buñol.

Los participantes se tiran tomates con la única finalidad

de divertirse siguiendo una tradición que existe

desde 1944.

Me molaría una tomatina pero con sandía.

-La sandina. -Pero lanzarse sandías

es muy peligroso, los tomates son más blanditos.

Pero se puede hacer una guerra con pistolas de agua,

cargaditas con zumo de sandía.

Bueno, eso ya lo veo más razonable.

Última noticia. Una pregunta trascendental

para comprender el mundo animal acaba de ser resuelta.

¿A los "huskies" les mola la fruta?

Este joven de Estados Unidos

le dio a probar a su "husky" distintos tipos de fruta.

Cocos, limones, melocotones, higos y manzanas.

Con el limón, se le hincharon los ojos

y no le pegó más bocados, pero con las manzanas,

se lo pasó bomba y no dejó ni las semillas.

Conclusión: a los "huskies" sí les gusta la fruta.

Ojo, que los perros pueden comer

prácticamente cualquier fruta, pero no todas.

Pues las manzanas sí que pueden.

Sí, las manzanas sí que pueden. Pero no pueden comer uvas,

ni pasas, ni grosellas, ni algunas frutas más.

Vale, lo tengo en cuenta. ¿Sabes qué?

-Me las piro, vampiro. -Nacho, ¿que te vas?

-¿A dónde? -A Malasia.

Me han dicho que allí hay unos durianes buenísimos.

Me voy a probarlos.

-Adiós, James. -Buen viaje.

Clanners, lo dejamos aquí. Y recordad,

antes de darle fruta a vuestros perros,

consultad con vuestros padres. Adiós.