(Alarma)

(Música)

¡Hola, Claners! Bienvenidos y bienvenidas

a "Aprendemos en Clan". Hoy hablaremos de un animal

muy especial. -¿Me llamabas, James?

Hola, Nacho Mapacho. ¿Cómo va? -¡Muy bien!

Muy contento de que por fin vayamos a hacer un programa sobre mí.

¿Cómo que sobre ti? -Sí.

¿No has dicho un programa hablando sobre un animal muy especial?

Sí, Nacho, pero no me refería a ti.

Hablaba de un animal que ha sido muy importante

en la historia de la humanidad. -Ah. ¿Y seguro que no soy yo?

Seguro. Hoy vamos a hablar de los caballos.

Bah, ¿qué tienen de especial los caballos?

¿Pueden hacer una voltereta tan chula como esta? Mira.

A la una.

A las dos y a las tres. ¡Ay!

Uy. Pero Nacho, ¿estás bien? ¿Qué ha sido eso?

Sí, sí. Estoy bien. Eh... -¿Seguro?

Menudo porrazo te has dado.

Nada, nada. No ha sido nada. ¿De qué estábamos hablando?

Íbamos a hablar de los caballos. Ahora Orilo y Arlequina

nos hablan más sobre ellos.

Pero Orilo, ¿qué te pasa? -Arlequina, tengo un problemón.

Ay. Cuenta, cuenta. -Me van a prestar un coche.

Pues vaya problemón. -No, el problemón está

en que ese coche tiene 120 caballos.

¿Y dónde meto yo 120 caballos? Mi casa no es tan grande.

Pero Orilo, que se refieren a los caballos dentro del coche.

Entonces, no es un coche. Tiene que ser un autobús enorme

porque para meter 120 caballos ahí dentro imagínate.

Pero que no, Orilo. Que no son caballos de los que relinchan.

Que son caballos de potencia. La potencia de los coches

se mide en caballos. -Ah, se referían a esos caballos.

Exacto. -Pues qué decepción, Arlequina.

Ah, ¿sí? -Sí, porque los caballos son uno

de mis animales favoritos y ya me había hecho ilusión.

¿Sabes que los caballos son los primos de las cebras

y de los burros? Sí, sí, sí.

Todos pertenecen a la familia de los équidos.

Ay, qué bonito. Oye, ¿y sabes cómo se llaman

las hembras de los caballos?

Te doy tres posibles opciones.

¡Eso es! Son las yeguas.

Y los bebés de los caballos, ahí cuando nacen y son pequeñitos

se llaman potros o potrillos y las hembras potras o potrancas.

Ay, qué bonito. -Pues Arlequina,

creo que me voy a pedir un potrillo para mi cumpleaños.

¿Un potrillo, Orilo? No, hombre, no.

Un potrillo no, que hay que dejarlos crecer con su mamá.

Al lado de la yegua. Mejor pídete un caballo

de pequeña estatura, un pony. -¡Oh, un pony!

Sí. -Hala, mira cómo mola.

Son superbonitos.

Pero cuidado con tener tu propio pony o tu propio caballo

porque requieren muchísimos cuidados.

Mira, viven en establos. Hay que darles agua y comida

todos los días y pueden beber un montón, ¿eh?

Entre 25 y 50 litros de agua al día,

que eso es como media bañera. Hay que asearlos,

hay que cuidarles los cascos de las patas por si tienen alguna herida.

Hay que cepillarles bien la crin. -Ay, Arlequina.

Necesitan muchos cuidados. -Muchos.

Pero es que yo me imagino cepillándole la crin a mi caballo

para que esté bien sedosa y bien limpia y cabalgándolo

y su crin al viento flotando. -La verdad es que sí.

Qué peliculero eres, ¿eh, Orilo?

Orilo. ¡Orilo! -¡Fuego, fuego! ¡Terremoto!

Pero que te has quedado frito. -Ay, ay. Sí.

Es que me estaba imaginando cabalgando con mi caballo

por la playa y me he relajado tanto que me he traspuesto un poco.

Ya. ¿Sabes que los caballos también se quedan dormidos

de pie así como tú?

¡Guau!

¿En serio? -Sí.

Lo hacen para permanecer alerta porque el sueño que tienen

es muy ligero. A la que perciben cualquier ligero peligro,

oh, se despiertan y salen huyendo. -Eso lo hago yo.

¿Sí? -En el cole, en el patio.

Sí, me echo siestecitas con el bocata en la mano,

pero muy ligeras por si viene alguien a robarme

el bocata y salir por patas.

¿Qué llevas ahí? -Unos espejos retrovisores.

¿Y qué vas a aparcarte? -Muy graciosa.

No, Arlequina. Quiero entender la visión de los caballos.

¿Sabes que tienen los ojos más grandes

de todos los mamíferos terrestres? Lo que ocurre es que los tienen

a los lados, lo que les da una visión panorámica.

Pueden verlo casi todo, excepto lo que tienen

justo delante de la nariz y justo detrás de las nalgas.

Así que si te acercas a un caballo, mejor hazlo de lado

para que pueda verte de lejos y no asustarlo.

La verdad es que los caballos son unos animales fascinantes.

Recuerda.

Los caballos son mamíferos pertenecientes a la familia

de los équidos. Son animales herbívoros

y las hembras de los caballos se llaman yeguas.

Arlequina, he decidido que antes de tener un caballo de verdad

voy a aprender a cuidarlos y a conocerlos bien yendo a establos.

Sí, me parece una grandísima idea, Orilo.

A lo mejor, me hago muy amigo de uno de ellos

y me quiere llevar todos los días al cole cabalgando.

¡Oh, qué suerte! Eso sí, tendrías que enseñarle

a pararse en los semáforos. -Ay, sería muy divertido.

Chicos, chicas, nos vemos en nuestra próxima aventura.

(AMBOS) ¡Adiós!

¡Oh, oh!

Bueno, vale. Tengo que admitir que los caballos están bastante bien,

pero no pueden hacer volteretas tan chulas

como esta.

Espera, espera, espera, Nacho. Te vas a hacer daño.

Pero ¿por qué? ¿Qué pasa? ¿Te da envidia o qué?

No, pero es que tantas volteretas va a ser peligroso.

Mira, ¿tú sabías que los caballos han sido muy importantes

para la humanidad?

Pues claro que lo sé, James. Si fue un caballo

el que inventó el teléfono, ¿no?

Lo vi en un documental me parece.

¿En un documental? Vaya documentales ves tú.

No, mira. Los caballos fueron muy importantes para el transporte

y mucho más. -Ah, claro, claro,

porque inventaron el coche.

Que no, Nacho. Que no inventaron nada.

Ah. No, no, no. Ya lo entiendo.

Es porque ellos conducían, pero espera un momento.

¿Cómo pueden coger el volante con esas patitas?

Pero ¿cómo van a conducir los caballos, Nacho?

Mira, éramos nosotros los que nos montábamos en ellos

y así nos transportábamos de un sitio a otro

cuando no había coches. Mamen nos cuenta eso

y otras cosas. -"Mapachachi".

(RELINCHA)

¡Hola, niños y niñas! ¿Qué tal estáis?

¿Habéis jugado alguna vez a que montáis a caballo?

¿O tal vez habéis montado en uno de verdad?

Seguro que habéis visto alguna película

donde los valientes caballos acompañan a los protagonistas.

A mí la verdad es que son unos animales que me encantan.

Estoy pensando. ¿Queréis acompañarme para investigar

un poco más sobre la historia de los caballos?

Ya sabía yo que esto os iba a interesar.

Hace miles de años, en el Paleolítico,

el caballo era considerado una pieza de caza muy valiosa.

Y así es como aparece pintado en muchas pinturas rupestres,

como las de las cuevas de Altamira.

Después en el Neolítico el ser humano domestica a estos animales

para que le ayuden en las tareas del campo.

Por ejemplo, a labrar la tierra. Y también para trasladar cosas,

como animal de carga.

Después el caballo se utiliza en las guerras tirando de carros

donde van los arqueros o los que lanzan las jabalinas.

Para griegos y romanos, las carreras de cuadrigas,

unos carruajes tirados por caballos,

eran el entretenimiento favorito del pueblo.

Las organizaban en el circo máximo.

Posteriormente, se popularizó el uso de los caballos

como medio de transporte. Ya fuera tirando de diligencias,

de carruajes, de carros... Eran como los autobuses

o los trenes actuales. Se convirtió el caballo

en ese momento en un factor de distinción

entre los que tenían caballo y los que no.

En los siglos XIX y XX, llega el momento de esplendor

para los caballos como animales deportivos.

Se organizan torneos de equitación, carreras

o incluso competiciones de salto.

El caballo, por los cuidados que recibe del ser humano,

se convierte entonces en un animal doméstico.

En un animal domesticado. Pero ¿sabéis qué? Hay lugares

donde sigue habiendo caballos que viven en libertad,

en estado salvaje.

La historia y la ficción están repletas de caballos

que han acompañado a héroes reales e imaginarios.

¿Queréis conocer algo más sobre los caballos más famosos

de la historia? Vamos a empezar con Rocinante.

Se trata de un personaje literario, así que no existió de verdad.

Lo creó Cervantes y fue el fiel caballo

de Don Quijote de la Mancha, acompañándole en sus aventuras

y desventuras.

Le pusieron el nombre de Rocinante derivado de rocín.

Así se llamaba a los caballos que trabajaban en el campo.

Nada que ver con los elegantes caballos de nobles y reyes.

¿Os suena Bucéfalo?

Ese era el caballo de Alejandro Magno.

Un gran conquistador de la Antigüedad.

Le acompañó en sus batallas decisivas.

Babieca acompañó a otro gran héroe, al Cid Campeador.

Cuentan que el Cid le eligió cuando era un potrillo en una cuadra.

Desde entonces, no se separaron y Babieca

llegó a vivir cerca de 40 años.

Otro caballo conocido universalmente es Pegaso,

el caballo alado. Pertenecía a Zeus, el dios griego.

Y es el único caballo que ha vivido en el Olimpo de los Dioses.

Por último, hay un caballo que tuvo muchísima importancia

en la guerra de Troya, pero no se trata de un caballo de verdad.

¿Conocéis la historia?

Los griegos querían entrar en la ciudad de Troya para conquistarla.

¿Y sabéis cómo lo hicieron? Regalándole

una gran estatua con forma de caballo a los troyanos.

Oh. Estos, encantados, metieron la estatua dentro de la ciudad.

Pero era una estatua trampa. En el interior estaban escondidos

un montón de soldados griegos que aprovecharon cuando fue de noche

para salir de la estatua y conquistar la ciudad.

¡Guau!

Recordad que los caballos son animales domésticos,

aunque todavía podemos encontrar algunos en estado salvaje.

En libertad. Han acompañado al ser humano

desde el principio de los tiempos. Por eso, hay caballos

que son muy importantes en nuestra cultura e historia.

Si alguna vez veis un caballo, preguntad a su cuidador

o a su cuidadora porque seguro que os dan información muy interesante

sobre estos animales maravillosos. ¡Nos vemos pronto!

¡Uy, James! ¡Menuda "mapachada"!

¡Yo quiero un caballo!

Pero ¿dónde lo guardamos? -Nacho

nosotros vivimos en una ciudad.

No podemos tener caballos. -Ay, nunca puedo tener

lo que quiero. -Pero a ver,

¿para qué quieres un caballo?

Pues para muchas cosas. Para cargar con sandías.

O para echarle una carrera.

Nacho, pero si a una carrera un caballo te gana.

Y es porque no me has visto correr.

Además, que también me puede llevar a toda velocidad

a cualquier sitio.

Sí, eso es verdad. Lo único que con un caballo...

Ya lo sé, James, pero no te preocupes.

Lo aparco en un parking de caballos y así no se me pierde.

No, si lo que yo te iba a decir no es eso.

Para montar tienes que estar muy fuerte, Nacho,

y tú... -¿Yo qué?

Yo estoy en formísima. Estoy tan en forma

que podría llevar yo encima el caballo,

lo que pasa es que no quiero.

¿Seguro? Mira, vamos a escuchar a Álex, que nos va a enseñar

unos ejercicios para ponernos fuertes por si algún día

queremos montar a caballo.

¡Hola, superatletas!

Me encantan los deportes a caballo. Carreras, saltos,

deportes con pelota...

Además, hay ejercicios como las domas o caballos bailaores

en los que se demuestra todo lo que puede aprender un caballo.

Y no te creas que el jinete está ahí sentado en plan vago.

Montar a caballo requiere estar muy en forma.

Así que hoy vamos a hacer un juego superdivertido

en el que vamos a combinar pasos, ritmos y ejercicios.

Se llama el jinete bailaor.

Sígueme. Vamos a entrenar al jinete bailaor.

Un caballo al paso va caminando así.

Y sus pasos suenan así.

Una buena forma de entrenarte como jinete bailaor

es subiendo escaleras. Si no tienes una a mano,

puedes utilizar un step o una plataforma como esta.

Vamos, cuenta conmigo.

Uno, dos.

Tres, cuatro.

Uno, dos, tres.

Un caballo al trote va corriendo. No corre muy rápido,

pero ya no es como andar. Así.

Vamos, sígueme.

Y sus pasos suenan así.

¿Cómo se entrena un jinete bailaor? Pues precisamente corriendo.

También puedes montar en bici o bailar.

Cualquier actividad aeróbica te sirve.

Para un jinete es fundamental fortalecer esta zona.

Para ello, podemos hacer abdominales o ejercicios

que fortalezcan la espalda. Sígueme.

Piernas arriba.

Piernas abajo.

Piernas arriba.

Piernas abajo. Vamos, chicos y chicas.

Una más. Piernas arriba y abajo.

Un caballo al galope corre muy deprisa y se levanta del suelo.

Así.

¡Vamos, seguidme!

Y sus pasos suenan así.

Cuando un caballo galopa, el jinete se tiene que sujetar

con fuerza él porque, si no, se cae.

¿Y cómo se entrena eso? Fortaleciendo la cara interna

de las piernas.

Busca una pelota de tamaño parecido a esta, que es la que voy a usar.

Mira, sígueme. Nos sentamos así, al borde de la silla,

y colocamos la pelota entre las piernas.

El ejercicio consiste en apretarla durante cinco segundos.

Haz varias series con descansos entre ellas.

Activamos cronómetro.

¡Ah!

Por fin. ¡Cómo ha costado!

Los caballos bailaores están entrenados para hacer un baile

moviendo sus patas de otra manera. Desplazándose de lado,

poniéndose a dos patas... Sería algo parecido a esto.

Y ahora viene lo más divertido.

Vamos a jugar con los ritmos y los pasos del jinete bailaor.

Sígueme. Al trote.

Al paso.

Caballo bailaor.

Al galope.

¿Te ha gustado el juego del jinete bailaor?

Hemos visto que los caballos son capaces de hacer

un montón de ejercicios y que los jinetes tienen que estar

muy en forma.

Puedes jugar al jinete bailaor siempre que quieras.

Recuerda: al paso,

al trote, al galope y...

caballo bailaor.

James, no te lo vas a creer. -¿El qué, Nacho?

Hay caballos. -Ah, ¿sí? ¿Dónde?

Por todo el mundo. Y son todos diferentes.

Lo quiero conocer a todos.

Y que me compres el que más me guste.

Venga, hazlo. -Pero a ver, Nacho.

Imagínate que vamos a Inglaterra, por ejemplo,

donde les gustan mucho las carreras de caballos.

Ahí hablan inglés. ¿Cómo se dice caballo en inglés?

Ah, muy fácil. "Horsi". Como Jorse Luis.

Pero a ver, no se pronuncia así. Es una H más fuerte.

"Horse". -Ah, lo que yo he dicho.

"Horse". A ver, James. ¿A mí me vas a enseñar inglés?

Pero si ese idioma casi lo inventé yo.

Sí. Tú te lo inventas todo, Nacho.

Mejor vamos a escuchar a Katharine, que nos explica

cómo es caballo en inglés y muchas otras cosas.

Y verás cómo me da la razón.

Hello, everybody.

Today we are at the Ascot Gold Cup.

Oh, I'm so excited. I've never been to a horse race.

I can tell your exciting, mermaid.

But I think you mean horse, not "jorse".

I just feel so beautiful in my "jat".

Your hat? Wait a minute. I have an idea.

Why don't we practice pronouncing the letter H

while we watch the races?

That's a great idea!

So let's see what we can see here.

A ascot.

Ascot is a racecourse located in Berkshire,

England.

A racecourse is where the horse is run.

It's called hipódromo in Spanish.

Ascot is near Windsor castle, where the Royal Family live.

And at ascot you can find glam,

beautiful people, beautiful hats

and the Royal Family.

We are at the Royal meeting, which takes place

every June.

I'm so excited! I love wearing my beautiful hat.

What hat you mean?

Anyway, let's see what the horses are doing.

Look!

Horses are eating in the stables.

What are they eating?

Are they eating...?

That's right. They're eating hay.

Heno in Spanish.

Oh! So horses eat "jay".

Oh, no. Horses eat hay.

Let's see what else the horses are doing.

Yes. What's happens next?

Do the horses just run by themselves?

No, mermaid. Jockeys ride horses.

What is a jockey?

That's right.

Look at horse number five.

It's called Jenry.

I think you mean Henry.

¡Guau!

Queen Elizabeth is the owner of racehorses.

How jockeys can be identified by the racing colors?

They have...

Oh, so lovely!

Look! I think the queen is about to present the gold cup.

Oh! Have any of that horses ever won that gold cup?

Yes. In fact, in 2013 it was the first time

that a king or a queen ever won the gold cup.

Maybe you win the cup this year.

Let's pay attention to the next race.

Come on, here are the horses!

Come on! Come on! Come on, Henry. Move your...!

Stop right there, mermaid!

So today we have learnt a lot about horseraces.

We have seen the racecourses are called hipódromos in Spanish.

We have seen that horses are in the stables eating hay

and the jockeys ride the horses.

We have also seen that the letter H is pronounced with care.

We say horse, hat or hay.

You've got it, mermaid. That's right.

Hey, why don't we go and see the Royal Family?

Oh! That's a great idea. I want to show the queen

my beautiful hat.

Let's go then. Bye everybody!

Venga, va, James. ¡No seas aguafiestas!

Que no, Nacho. Un caballo es muy grande.

¿Dónde lo vas a guardar? -¿Tú no tenías un garaje?

No, no.

En el garaje no. Y además, necesitan muchos cuidados.

Pero yo lo voy a cepillar todos los días.

Y también comen un montón.

Bueno, pues le doy un poco de mi basura.

Y si se porta bien, hasta un buen trozo de sandía.

Bueno, y necesitan mucho espacio para correr y hacer ejercicio.

Nacho, lo de tener un caballo es imposible.

Pero eso ya lo tengo pensado, James.

¿Sí? ¿Cómo lo vas a hacer?

Pues porque Miguel nos va a enseñar en el reto de hoy

cómo se hace una pista de carreras para caballos.

¡Mira!

Hola, matemaníacos y matemaníacas.

¿Saben que los caballos se utilizan en un montón de deportes?

Por ejemplo, en las carreras o en el polo.

A mí el que más me gusta

es el de los saltos.

Me parecen superelegantes, pero tengo que confesarles algo.

Me da un poco de miedo montarme a caballo, así que creo que lo mejor

es crear un juego de saltos de caballo.

¿Te animas a ayudarme? Pues ya tenemos reto.

Vamos a ver qué vamos a necesitar. Lo primero que vamos a coger

es una cartulina porque vamos a dibujar

la pista de saltos. Normalmente, la pista de saltos

suele ser un espacio amplio y rectangular, por lo que dibujamos

un rectángulo amplio en el centro de la cartulina.

Después alrededor podemos decorarla con lo que queramos.

Por ejemplo, con arbustos podemos poner las gradas de espectadores.

Incluso las banderas de los distintos países.

Y ya tendríamos el primer paso.

Vamos a por el siguiente paso. Como vamos a hacer un juego,

lo que vamos a hacer es dividir la arena de salto,

¿en qué? En cuadrículas.

Así podemos tirar el dado y avanzar

con nuestros caballos cuando lo tengamos.

Tenemos que hacer el mayor número de cuadrículas posible

para que los caballos puedan correr y así ya tendríamos

el segundo paso.

Ahora vamos a crear las fichas de los caballos

con las que vamos a jugar. Podemos hacerlas con cartulinas

o con cartón. También con plastilina

o con barro.

Incluso podemos utilizar

nuestras fichas del ajedrez.

Lo más importante es que no sobrepasen el tamaño

de la cuadrícula.

Por eso, en este caso,

nos quedamos con las fichas del ajedrez y ya tenemos

el tercer paso completado.

Ahora tenemos que crear las barreras de salto.

Podemos hacerlas

de una barrera, de dos, de tres. Podemos hacer muros altos,

muros bajos o incluso que tengan foso de agua

para saltar a lo ancho y no a lo alto.

Lo importante es que creemos

lo que deseemos con juguetes,

con plastilina, reglas... Y ya tendríamos

el cuarto paso completado.

Ahora lo que tengo que definir es el recorrido.

Por eso, he colocado los obstáculos en esta dirección.

Y he sacado los caballos de la cuadra

y los he colocado en la posición de salida.

Tengo mi dado listo para empezar.

Vamos a fijar para el salto de una barrera como mínimo un dos.

Para el salto de dos barreras, como mínimo un tres.

Para el salto de tres barreras, como mínimo un cuatro.

Y para este salto de aquí, que es el muro,

como mínimo un cinco. ¿Qué ocurre si no lo sacamos?

Que tenemos que retroceder hasta el anterior obstáculo.

Vamos a explicarlo con el siguiente ejemplo.

Imagínense que mi caballo es el negro

y que me encuentro delante de este obstáculo,

que es un salto de dos barreras. Hemos dicho que tengo que sacar

como mínimo un tres para sobrepasarlo. Bien.

Pues si tiro el dado y saco más de un tres,

por ejemplo, un cuatro o un cinco,

lo paso. Si no, ¿qué ocurre?

Si saco, por ejemplo, un dos,

que me voy delante, ¿de qué?

Del anterior obstáculo.

Ya tenemos el recorrido, ya tenemos las normas.

Ahora podemos empezar a jugar. Mi caballo es el negro,

así que voy a tirar el dado.

Me ha salido un cinco. Genial.

Puedo avanzar una casilla. ¿Por qué?

Porque me he enfrentado al primer obstáculo.

Es una barrera.

Solo tiene una barrera,

así que para sobrepasarlo tenía que sacar mínimo un dos.

Venga, vamos a ver.

Me ha vuelto a salir un cinco.

Genial, puedo sobrepasarlo.

Y puedo volver a tirar el dado.

Si tiro el dado, en este caso, me ha salido un dos.

Uno y dos.

Y me enfrento al siguiente obstáculo, con dos barreras.

Tengo que sacar como mínimo un tres.

Venga, vamos a tirar el dado.

A ver qué me sale. ¡Uy!

Me ha salido un uno, así que tengo que retroceder

hasta el anterior obstáculo.

¡Guau!

Uy, qué nervios. Estoy a punto de superar

el último obstáculo.

Tiene tres barreras, así que, como mínimo,

tenemos que sacar, ¿qué? Un cuatro. Vamos a ver qué me sale.

¡Ay, un seis!

¡He ganado la partida! Bueno, vamos a hacer

un pequeño repaso. En primer lugar,

lo que hemos creado es nuestra arena de salto y también

hemos dibujado la cuadrícula. Hemos diseñado nuestras figuras

de los caballos y hemos creado nuestros obstáculos.

Muy importante. Tenemos que definir el recorrido

y nuestras propias normas. Cada uno puede crear

las que desee. Ahora les toca jugar a ustedes con vuestros amigos

y familiares. Hasta la próxima, matemaníacos y matemaníacas.

(Relinches)

Qué mapachulada, James. -Sí, Nacho.

Es que así es como tienen que estar los caballos, en un rancho,

con espacio libre, aire fresco...

(COGE AIRE)

¡Puaj! ¿Aire fresco? ¡Pero si huele a caca de caballo!

¡Qué peste!

Claro, Nacho. Es que los caballos hacen sus necesidades donde pillan.

Ellos no van al baño. -¡Qué maleducados!

Pero qué bonitos son. A ver, James.

¿Cuál me vas a comprar? -Espera, espera.

¿Quién ha dicho nada de comprar? -A ver, voy a probar ese.

¿Qué te parece? -¿Ese, Nacho?

¿El purasangre que tiene como una marca de calavera

y que tiene cara de enfadado?

Sí. ¿Qué te parece? Voy a montarlo, a ver.

Quédate aquí y aprende cómo se monta a caballo.

Pues la verdad es que a mí me parece un poco peligroso, Nacho.

¡Hola, caballito! Déjame subirme. Uno, dos, tres.

¡Alehop! Uy, cómo te mueves. Uy, demasiado deprisa.

¡Ay! ¡Socorro, James! -Mira, Nacho. Yo te espero

en "Está 'mapachando'", ¿eh? Disfruta.

¡Ay, caballito! ¡So, caballito!

Bienvenidos y bienvenidas a "Está 'mapachando'",

el noticiero mapache que da las noticias "pache" lo que "pache".

Buenas noticias. El jinete más guapo y más mapache

estará presentando. No es jinete,

pero siempre está encima de mí. Se llama James van der Lust.

Hola, Nacho Mapacho. Oye, ¿qué tal el paseo a caballo?

¡Muy movidito!

Buenas noticias. Animales de todo el mundo

aprenden a montar a caballo.

Estos adorables amigos están jugando cuando al perrete

se le ocurre probar a subirse a su viejo amigo,

el pony.

"Mapachionantes" imágenes.

Oye, Nacho. ¿Alguna vez has querido saber qué se siente

al competir en una carrera de obstáculos a caballo?

Pues ahora gracias a Internet y a cámaras compactas

puedes ponerte en la piel de un jinete

y sentir cuándo completa una pista de obstáculos

a lomos de su caballo. ¡Alehop!

Pero tened cuidado y no os caigáis.

Bueno, pues hasta aquí las noticias de hoy.

Un momento, James.

Tengo una noticia fresquísima.

Es que lo sabía.

Acabo de sacar mi nuevo temazo caballístico.

Escucha, escucha.

¡So, caballo, so!

# Vamos al paso, # al trote o al galope

# porque vamos en caballo # de día y de noche.

# Arre, caballito. Llévame contigo.

# Cabalgando flipo # porque es muy divertido.

# Vamos a tope a cabalgar.

# Si vamos al galope,

# no nos detendrán.

# Pura velocidad.

# Más rápido que un rayo.

# Mirad y admirad

# al mapache a caballo.

# Un animal, fuerte y valiente.

# Potente y feroz # y muy inteligente.

# No hablo de mí, # hablo de mi caballo,

# que se parece a mí. # No tiene ningún fallo.

# Vamos a tope

# a cabalgar.

# Si vamos al galope, # no nos detendrán.

# Pura velocidad.

# Más rápido que un rayo.

# Mirad y admirad

# al mapache a caballo. #

(Relinches)

Claners, nos tenemos que ir. Recordad que los caballos

son animales fascinantes. ¡Hasta pronto!