(RUGEN)

(GRITAN)

(Explosión)

(GRITAN)

(GRITA)

(EXCLAMAN)

(RÍE)

¡Ah! (RÍE)

¡Ah!

¡Ah! ¡Ah!

(GRITA)

(GRITAN CONTENTOS)

(GRITAN CONTENTOS)

(GRITAN CONTENTOS)

Ya casi estás, Cerdog. Ya casi estás.

Solo un poquito más.

Un poquito más.

Podemos llegar.

Solo un poquito más, Cerdog.

Ya... ya casi.

¡Ya está!

(GRITA) ¡Ah!

¡Lo tengo!

(RÍE) ¡Ja, ja, ja! ¡Cerdog! Para.

Para, Cerdog. Ya está bien.

(Elefantes)

¡Mamuts! ¡Vamos, Cerdog! ¡Vamos a despertar al jefe!

¡Jefe!

¡Jefe!

(EXCLAMA) ¡Oh!

¿Estás despierto, jefe? (RÍE) ¡Ja, ja!

¡Ah! Jefe, es hora de cazar.

Un pelín pronto, ¿no, Dug?

Pero, jefe, somos cavernícolas.

Ah.

¡Vamos, tribu! ¡Arriba!

Buenas a todos. (TODOS) Buenas, jefe.

Hace fresquete esta mañana.

(GRITA) ¡Ay!

(Risas)

¡Ahí va! Perdón.

Espera, jefe. Jefe...

Jefe, he estado pensando.

Siempre cazamos conejos, ¿no?

¡Oh, sí! Qué ricos están, ¿verdad?

Sí, pero podríamos intentar cazar algo...

Bueno, ya sabes, grande.

¿Qué? ¿Como una liebre? No. Como un búfalo.

O un mamut. ¿Ah?

¿Quieres cazar un mamut de cinco toneladas

que puede espachurrarnos como si nada?

¡Sí! ¿Por qué no?

Yo creo que podemos hacerlo, jefe.

Dug, fíjate en nuestros antepasados.

No los ves cazando cosas grandes, ¿verdad?

Cazaban pequeñas bestias redondas...

de algún tipo.

Sí. Jefe, ¿qué serán esas cosas?

No lo sé. Supongo que no sabían dibujar conejos.

No. Espe... ¡Jefe, jefe!

Sobre lo del mamut.

Mira. ¿Sabes qué? Lo tendré muy en cuenta.

¿De acuerdo? Venga, Dug.

¡Vamos! ¡Acercaos todos!

Coged una lanza.

¡Huy! Esto pincha. -(SUSPIRA)

¡Venga, tira para allá! -¡Jo, mamá!

Hola, Barry. Buenas, Dug.

Míster Roca, ¿se viene de caza hoy?

¡Huy, sí! No se lo perdería por nada.

¡Buenas! ¿Os habéis cambiado los gayumbos?

Sí. Me los he cambiado con Thongo, jefe. ¡Campeón!

¡Jefe! ¿Sí, Gravilla?

Eh... Si levanto el brazo, me duele.

Pues no lo hagas.

¡Ñamñam! No te comas eso.

Es Eemak.

(RÍE) ¡Ñam!

(HABLA EN OTRO IDIOMA)

Exacto. Eh... Bueno...

A ver. Bajamos cabezas.

Gracias, Dug.

¡Chist!

(CARRASPEA)

Damos gracias por nuestro valle, nuestro hogar,

estas queridas tierras que nos alimentan

y nos protegen de las tierras de fuego.

Vivamos en paz, equilibrio y armonía con nuestro bosque

y todas las criaturas con las que lo compartimos.

¡Bien! ¡Vamos a matar algo!

(TODOS) ¡Sí!

(OLFATEA)

(IMITA SONIDOS DE ANIMALES)

(IMITA SONIDOS DE ANIMALES)

(IMITA SONIDOS DE ANIMALES)

(IMITA SONIDOS DE ANIMALES)

(IMITA SONIDOS DE ANIMALES)

¡Un conejo!

(GRITAN)

Eso es. Eso es.

¡Lo tengo!

¡Cógelo, Eemak! ¡Cuidado!

¡Ah! ¡Oh!

(HABLA EN OTRO IDIOMA)

¡Casi! ¡Por poco!

Hay que usar el elemento sorpresa.

(CHILLA) -¡Ah!

¡Ahora, jefe!

¡Ya lo tengo!

No lo tengo. ¡Ay! ¡Toma, campeón!

(HACE PEDORRETAS)

¡Te pillé! (GRITA) ¡Ah!

¡Ya es mío, Gravilla!

¡Ajá!

(GRITAN) ¡Ah!

(GRITA) ¡Ah!

¡Bien hecho, Míster Roca! (VITOREAN)

¡Buen trabajo, chicos!

¡Conejo esta noche!

(Vítores)

¡Toma ya!

¿Lo ves, Dug?

Cazamos conejos y todo el mundo contento.

(RÍE)

Pero lo malo de los conejos, jefe,

es que son un poco pequeños.

Dug. Dug, míralos.

(Risas)

¿De verdad crees que podríamos cazar un mamut?

¡Qué bien te mueves, Míster Roca!

¿Esta panda?

Has estado practicando.

(Ruidos)

(LADRA)

¡Silencio todos!

(Temblores)

(Ruido metálico)

¡Los conejos nos atacan!

(EXCLAMAN) ¡Oh! Me parece que no son conejos.

¡Atacad!

(Elefantes)

¡Corred!

(Gritos)

¡Vamos!

¡Míster Roca!

¡No!

(Rugido)

¡A las tierras de fuego!

¿Qué? ¿Dejamos el valle? ¡Venga, corre!

(Ladridos)

¡Cerdog!

¿Dónde está Dug? ¿Habéis visto a Dug?

¡Vamos! Gracias, jefe.

(Elefantes)

¡Dug!

Excelente.

Muy bien. Asegurad el valle

y empezad a extraer el oro.

¿Qué loro, Lord Nooth?

Será pardillo. Empezad a extraer el ¡oro!

El metal que hay en el suelo.

¡Ah! El oro. ¡Je, je! En el suelo, claro.

¿Y qué hacemos con los cavernícolas?

¡Bah! Que se pudran en las tierras del fuego.

Son los más anticuados de la historia.

Os habéis metido con la tribu equivocada.

¡Huy, qué miedo! Que me amenazan con sus piedras.

La Edad de Piedra se acabó, Dino.

(GRITA) ¡Ah! Larga vida a la Edad del Bronce.

Muy bien. En marcha. ¡A la orden, Lord Nooth!

Que llego tarde a mi masaje.

(AÚLLA)

(Truenos)

¡Oh!

¡Ah!

(Mugido)

¿Qué haces? ¡Quita de en medio!

¡Muy útiles para abrir botellas!

¡Tengo navajas multiusos!

¡Pan en rebanadas! ¡Vaya!

Esto es lo mejor desde... Bueno, desde siempre.

¡Oh!

¡Eh! No toques el bronce.

¿El qué? El bronce.

¿De dónde sales? ¿De la Edad de Piedra?

¿Cómo?

(Gong)

¡Uh! ¡Ah! ¡Ah! ¡Oh!

(TODOS) ¡Uh! ¡Ah! ¡Ah! ¡Uh!

¡Uh! ¡Ah! ¡Ah! ¡Uh! ¡Ah!

¡Uh! ¡Ah! ¡Ah!

-¡50 broncios! ¡50 broncios!

¡Contribución voluntaria!

¡Todo el mundo tiene que pagar!

¡50 broncios! ¡Contribución voluntaria!

¡Eh! ¡Esa chica no ha contribuido voluntariamente!

¡Detenedla! ¡Oye!

¡Eh!

¡Alto! ¡Alto! ¡Eh!

(GRITA)

(GRITA)

(TARAREA)

(RÍE) ¡Je, je! Hola.

(Gritos y golpes)

No me gustaría tener que vérmelas contra mí mismo ahí fuera.

¡Ay!

¡Eh, Garra Divina! ¿Es que no ves con ese trasto?

La arena está por ahí.

Os vamos a machacar, nenazas. (RÍE)

¡Andando!

(Abucheos)

¡Todos en pie para recibir a nuestro gran líder,

Lord Nooth!

(Ovación)

¿Quién reta a los campeones?

¡Nosotros retamos a los campeones!

¡Aceptamos el reto!

(GRUÑEN)

La hora ha llegado.

¡Que el juego sagrado comience!

(Aplausos)

Representando al Real Broncio,

su capitán Jurgend.

Hoy dirigirá el partido el árbitro Dino.

En nombre de la reina Oofeefa,

damos gracias por este juego tan hermoso.

¡Olé, olé y olé!

(Vítores)

¡Vamos a jugar el fútbol!

(PITA)

Mientras yo cuento mis broncios.

¡Ah!

¡Garra Divina!, pero ¿qué haces? Ponte en la portería.

-¿Qué le pasa a Garra Divina? ¡Vamos!

¡Cógela, cógela! ¡A mí! ¡A mí!

¿Qué? ¡Suéltala! ¡Suéltala!

(PITA) Tiro libre.

¡Garra Divina, métete en el partido!

(Silbato)

¡Despeja ya!

(TODOS) ¡Oh! ¿Eh?

Pero ¿qué haces, Garra Divina?

¡Te has marcado en propia puerta!

-¡Ese no soy yo!

(Silbido)

¿Eh?

¿Un cavernícola? ¿Un cavernícola?

(TODOS) ¿Un cavernícola?

¿Jugando al juego sagrado?

Traedle aquí.

¿Cómo te atreves?

¿Cómo te atreves a poner el pie en nuestro santo terreno?

Tú nos has quitado nuestro valle,

nuestro hogar. (RESOPLA) ¿De verdad?

Oye, gusano de la Edad de Piedra, tú no tienes ningún hogar.

Tu clan está acabado en esta tierra.

Lleváoslo y matadlo... despacito.

(Risas)

¡No! Digo que os lo llevéis rapidito

y lo matéis despacito, ¡idiotas!

Y que siga el partido, hombre.

(RECUERDA) "Retamos a los campeones".

¡Un momento! ¡Esperad!

(GRITA)

(TODOS) ¡Oh!

¡Retamos a los campeones!

¿Qué?

¿Qué has dicho?

Ha dicho: "Retamos..." He oído lo que ha dicho.

¡Si ganamos, nos quedamos nuestro valle

y dejas a mi tribu en paz!

¿Tú crees que podéis ganarnos al fútbol?

(RÍE)

(Risas)

¿Un partido entre la Edad del Bronce y cavernícolas?

Vaya idea. ¡Sacrilegio, oh, gran líder!

Sí. Un pelín. El público acudiría en masa

a ver tan vulgar espectáculo.

Hum...

¡Oh!

Aunque...

¿Por el valle, dices?

(Trueno)

(Ladridos)

¡Dug! (TODOS) ¡Es Dug!

¡Ha sobrevivido!

-¿Qué es esa fruta tan rara que lleva?

¡Fútbol! ¿Qué es fútbol?

¿Y cómo nos va a devolver nuestro valle?

Pues es un juego increíble, jefe.

El líder del pueblo de Bronce dice

que si jugamos a ese juego y les ganamos...

¡Uh! Qué pantaloncitos tan cuquis.

¡Jo, mamá! Nos devolverán nuestro valle.

(RÍEN)

¿Y si no les ganamos? Ah.

Pues entonces ha dicho que nos pasaremos

el resto de nuestras miserables vida trabajando en la mina.

¡No!

¿Qué es una mina?

Dug, nunca hemos jugado a ese juego.

Pero eso es lo bueno.

Sí jugábamos, antes.

¿Eh? Esas pinturas de la cueva

que hay en nuestro valle

son dibujos de nuestros antepasados jugando al fútbol.

¡Campeón! Y si ellos lo hacían,

nosotros también podemos.

(ESTORNUDA)

Perdón. Los recuerdos flotantes me hacen estornudar.

Esto no cambia nada, Dug.

Es muy arriesgado. (HABLAN A LA VEZ)

Yo quiero jugar al fútbol. ¡Quiero jugar ahora! ¡Qué "ilu"!

Escuchad, escuchad. No. No vamos a... ¡No!

(DESILUSIONADOS) ¡Oh!

Está bien. No te preocupes por nosotros.

Sí. No pasa nada.

Nos conformaremos con una muerte lenta y cruel

en las tierras de fuego.

Vamos, jefe.

Danos una oportunidad.

Por favor.

(SUSPIRA) Está bien.

Vamos a darle al fútbol ese una oportunidad.

(TODOS) ¡Bien!

¡Ah! Pero no prometo nada.

El partido se jugará con la luna llena.

(TODOS) ¡Bien! Oh, vaya.

¡Y, entonces, nos volvemos al valle!

(TODOS) ¡Sí!

¡Ah!

Muy bien. Venid todos aquí. En fila.

Todos tuyos, Dug. Gracias, jefe.

¡Muy bien!

Eh... Eh...

¿Los cerdos pueden jugar al fútbol?

No. Supongo que no. No. Lo siento, Cerdog.

Esto es un balón de fútbol.

Un equipo intenta meter el balón en esa portería.

(TODOS) ¡Oh!

Y el otro equipo intenta meter el balón en esa portería.

(TODOS) ¡Oh! -El fútbol parece difícil.

¿Y qué pasa si metes el balón en la portería?

Si metes el balón en la portería,

otros hombres te abrazan y te besan.

Bueno, ¿quién quiere probar? Yo misma.

¡Jo, mamá! Bien, Magma. Muy bien.

Bien. Muy bien. A ver. Eh...

Bueno, voy a intentar coger el balón

y tú tienes que pararme, ¿vale?

¡Venga, vamos, vamos!

¡Ah! (GRITAN CONTENTOS)

¡El fútbol es genial!

Eso no puede ser así.

Seguro que no se puede pegar a los otros jugadores.

No, hay que atacar al balón.

(GRITAN TODOS)

No, no, nada de armas.

¿Solo con los puños? No, nada de peleas.

(TODOS) ¡Oh...! -¿Y qué tiene eso de divertido?

(TODOS RÍEN)

Dale, Tongo.

(ALGUNOS) ¡Oh! -¡Bien!

Muy bien, genial. Siguiente.

¿Eh?

Cerdog... Oh...

Te toca, Mongo.

(GRITA)

¡Bien!

¡Bien!

(TRISTES) ¡Oh!

¡Perdona!

¿Nos devuelves el balón, por favor?

¡Pásala! -Vamos, que circule el balón.

Hazme caso, Dino, este partido de fútbol

entre la Edad de Piedra y la Edad del Bronce es perfecto.

¡Ay, cómo me gusta!

Sí, ¿el fútbol...?

¡No! ¡El bronce!

Tan frío, tan duro y tan resbaladizo...

Y este partido me dará muchisísimo más.

Su eminencia, ¿y si la reina se entera?

¿Esa vieja bruja? No tiene ni idea de lo que pasa por aquí.

(RÍE) Por suerte.

(Graznido)

¡Traigo un mensaje!

-Maestro del fútbol, es un ave mensajera.

¿Eh...?

Jo, pues que hable.

¿Hola... Hola...?

¿Cómo se usa esto del ave mensajera?

Es la reina.

Solo tiene que hablarle al oído, señora, imitará todo lo que oiga.

Ni siquiera sé si lo estoy sujetando bien.

¡Probando, hi! ¡Probando, hi! ¿Nooth? ¿Nooth?

-Quizá se ha enterado del partido.

Pues claro que no se ha enterado del partido.

Me he enterado del partido. ¡Oh!

¿Estás organizando un partido de fútbol

contra una panda de salvajes?

¡Serás idiota! Imagínate que perdemos.

¡Imposible! He dicho que te lo imagines.

Exacto.

¿La todopoderosa Edad del Bronce

humillada por un puñado de cavernícolas?

Te lo advierto, Nooth, más vale que no pierdas.

(SE QUEJA)

(GRAZNA) Fin del mensaje.

(INDIGNADO) ¡Oh!

¿Será tonta esta vieja bruja? Pero ¿cómo osa hablarme a mí así?

(GRAZNA) ¿Será tonta esta vieja bruja?

Pero ¿cómo osa hablarme a mí así?

Fin del mensaje.

¡Guardias! Traed ese pajarraco aquí.

Pero ¿qué sabrá la reina?

Los cavernícolas son unos patanes y mis jugadores son...

¿Niños mimados? Campeones, tonti.

¡Oh, sí! Campeones...

Se pasan el día pensando, durmiendo y comiendo fútbol.

Y dudo mucho, pero que muchísimo, que los cavernícolas hagan eso.

¡A despertarse! Hay que entrenar.

Eso es, pásala. -A los palos.

-Pásamela a mí. -Vamos.

-Pásame el balón. -Oh...

-¡Aquí! (GRITA ASUSTADO)

¡Fantástico! ¡Fantástico!

No, así, no.

Cuando digo "dale fuerte", me refiero al balón.

Lo siento.

¡Cerdog, no! (DECEPCIONADO) ¡Oh...!

(SE ASUSTA) Barry, ¿dónde vas? No te despistes.

El fútbol es difícil.

-Dug, me duele el dedo gordo.

-¿Qué haces, Ñamñam! Ñamñam, suéltalo.

Te he dicho que...

Es el único que tenemos.

¡Vamos, chicos, tenemos que poder hacer esto! No os sentéis.

Ñamñam no gusta fútbol.

¡Ñamñam tiene hambre!

Eemak, dale. Hognob, no, ¡no!

(OLFATEA) ¡Oh!

(RÍE) ¡Ñam!

(GRAZNA) -¡Oh!

(EL PATO GRUÑE)

(GRITA ASUSTADO)

(GRITA) ¡Topo, topo!

¡No! ¡Pato!

(EL PATO GRAZNA)

-¡Mirad, es un pato comegente gigante!

¡Corred!

(Aullidos)

No te has tomado tu sopa especial.

No... No tengo mucha hambre.

(OLFATEA)

(SE ASUSTA)

Dug, es hora de renunciar a ese sueño del fútbol por su bien.

No son capaces de hacerlo.

¿No echas de menos el valle, jefe?

El valle ya no es nuestro.

Estamos mejor en las tierras de fuego que de esclavos en una mina.

Hay algún pato gigante que otro pero, al menos, seguimos juntos.

Somos una tribu.

Pero nuestros antepasados jugaban al fútbol, lo sabemos.

Sigo creyendo que podemos hacerlo.

¿Con qué? Ni siquiera tienes un balón con el que jugar.

¡Se acabó!

(Aullidos)

¡No! Todavía hay tiempo.

¡Vamos, Cerdog!

(SE ASUSTA)

Muy bien, Cerdog. ¿Cerdog?

(Ruido)

(RÍE)

Vale, vamos a por unos balones.

Chist. Chist.

(Crujido)

(SE QUEJAN)

¿Qué extraña magia es esta?

Cerdog, tú quieto.

No quiero llamar la atención.

¡Eh!

(GRITA)

(Grito)

(El grito continúa)

(Gritos)

¿Qué es todo ese jaleo que se oye por ahí arriba?

¿Eres tú, Steffano?

Deja de hacer el tonto y entra aquí

con esas manos tan fuertes que tienes.

Venga, Steffano, que es hora de mi masaje...

El nuevo fichaje coge el balón en el centro del campo.

Se va de uno, regatea a otro

y hace un sombrero gigantesco al central.

Se queda sola... ¡Chuta!

¡Gol!

¡Gol! Y el público se vuelve loco.

¡Gol!

(Chirrido)

¡Ah!

Ay, cómo necesito esto, Steffano.

Estoy tan estresado...

Un gobernador tan trabajador como yo

y atrapado en este miserable pueblucho

se merece alguna ventajilla, ¿no?

Placeres simples como la buena comida,

un masaje, su equipo campeón de fútbol...

¡Venga, rapidito! No tengo todo el día.

Ay... Tengo los tendones como piedras.

¡Puedes restregarme como un cerdo!

Eres el cavernícola ese.

La chica de las sartenes.

¿Qué haces aquí, cavernícola?

Es el campo sagrado, nadie puede entrar aquí.

Balones. ¿Eh?

Necesito balones.

¿Has venido y te has colado solo para buscar unos balones?

¡Hala! Eres muy valiente, cavernícola.

Y tonto.

En realidad, más tonto que valiente, la verdad.

Gracias.

Yo soy Val, por cierto.

Dug...

(Voces)

Venga, yo te ayudo.

(GIME)

Qué bueno. Hum...

Qué gusto. No sé por qué se preocupa tanto la reina.

(RÍE) Todos sabemos lo tontos que son los cavernícolas.

Esos mindundis de la Edad de Piedra no ganarían ni a sus abuelas.

¡Patanes descerebrados, panda de lelos!

(SE QUEJA) ¡Ay, Ay, Steffano! No seas tan gorrino...

¡Ya vale de tanto masaje!

Prefiero un poquito de música relajante.

Me das envidia.

¿Yo? Vas a poder jugar en ese campo,

el campo sagrado.

Ante miles de aficionados.

Puede que tú juegues algún día.

¿Crees que dejarían jugar a una chica jugar allí?

Tú sí que estás loco.

¿Por qué te crees que me cuelo aquí?

(Ruidos)

¿Quién está ahí?

¡Corre!

¡Alto! ¡Ladrones!

¡Por aquí!

(Silbato)

Se han ido por allí. (AMBOS) ¿Eh?

-¡No! Por ahí. (AMBOS) ¡Ah!

(Alarma)

(Alarma)

¡Los balones, rápido!

(Silbato)

Eres muy buena. Gracias.

Entreno mucho.

¡Ah!

¡Acabo de tener una gran idea!

(TARAREA)

(Silbato)

-A por ellos. -Vamos, vamos.

-Que no escapen.

(TARAREA)

Oh, pero ¿qué bicho te ha picado esta noche, Steffano?

¿Steffano?

¿Sí, señor? ¿Eh...?

(GRITA)

(CERDOG GRITA) (STEFFANO GRITA)

¡Cerdog!

Cerdog, te presento a Val; Val, Cerdog.

Hola, Cerdog.

(LOS TRES GRITAN)

(Gritos)

Ay, señor, está usted bien?

¡Pues claro que no estoy bien! ¡Idiota!

¡Acaba de darme un masaje un cerdo!

(Ronquidos)

¡A despertarse todos! Quiero que conozcáis a alguien.

Ella... es Val.

Hola. Y nos va a ayudar a ganar.

Oh... -¿Por qué iba a hacer eso?

Para jugar en el campo sagrado delante de miles de aficionados.

Un placer ayudar.

Bueno, ¿con qué tácticas soléis jugar?

¿Tácticas...?

Cuatro, cuatro, dos o cuatro, cuatro, tres.

¿Quién es el crack?

¿Marcáis al hombre o en zona? Eh...

-Solo le damos patadas al balón y lo perseguimos.

Ay...

¿Os creéis que podéis ganar al Real Broncio

solo con perseguir un balón?

Tenéis que saber a qué os enfrentáis.

Este es Jurgend, el capitán.

El mejor goleador del mundo mundial.

Y lo sabe.

Su extremo, Trueno Feroz:

donde pone el ojo pone el balón.

Centro del campo, Rayo Fiu Fiu.

Es más rápido de lo que puedas imaginar.

El central, Cola de Gallo.

Es un muro insuperable.

(LANZA UN BESO)

-¡Mamá...!

No os equivoquéis. (ALGUNOS) ¡Oh!

Son los mejores jugadores que pueden pagar.

¡Son como enormes y grandes futbolistas!

¡Gigantes!

-Es imposible que ganemos a un equipo tan bueno.

Sí que son buenos, pero lo que no son es un equipo.

Oh...

Son once jugadores y cada uno se cree la estrella.

Ese es su punto débil y así es como podéis ganarles.

¡Oh...!

Val tiene razón, puede que sean mejores jugadores que nosotros,

pero nosotros tenemos algo que no tienen.

¿Musgo?

No, Barry, no es el musgo.

Unos a otros.

Y si trabajamos juntos, puede que lo consigamos.

(TODOS ASIENTEN)

Bien, tenemos mucho que hacer y no tenemos el equipo completo.

¿Qué es todo esto?

Jefe, esta es Val y nos ayudará a ganar el partido.

¿No habíamos dejado el fútbol?

No ahora que has aparecido. ¡Estás en el equipo!

Yo no puedo jugar, soy un anciano.

Tengo casi 32 años.

Pues sí que eres viejo. Serás portero.

(SE QUEJA)

Bien, un problema menos.

A ver, ¿dónde están vuestros campos de entrenamiento?

El Real Broncio tiene los mejores. Y nosotros solo tenemos...

¡Las tierras de fuego!

(GRITAN ASUSTADOS)

¡Tres, dos, uno!

¡Por aquí, chicos!

Esperad, pero ¿qué hacéis?

¡Por allí, chicos! (TODOS GRITAN) ¡Ah!

(EL PATO GRAZNA)

Ay, uy. Esto es un pelín peligroso.

(TODOS GRITAN)

Pero ¿qué estáis...?

Será posible.

Pasar el balón y moverse. Es muy importante: pasar y moverse.

Pase lo que pase mantened las líneas.

(Gritos)

Muy bien, Tongo, sigamos trabajando en equipo.

Oh, lo que me faltaba...

¿Habéis encontrado esto en el valle de los cavernícolas?

Parece que sus antepasados jugaban al fútbol

siglos antes que nosotros.

La reina no puede enterarse de esto, ¿lo pillas?

(Graznido)

Traigo un mensaje.

Oh... ¡no!

¿Qué es esto que me cuentan de que los salvajes

jugaban al fútbol

siglos antes que nosotros? (SE QUEJA)

¡Ah! Que no lo sabía.

Y mis espías me dicen que están mejorando.

¡Entrenan todos los días!

Más te vale que no metas la pata, Nooth, o si no...

¡Yo te diré quién bajará a la mina!

¡Tú bajarás! ¡Cuac!

¡Esto ya ha ido bastante lejos!

Si son unos patanes, viven en cuevas, comen barro.

¡No! Tengo que acabar con ellos.

Jugar con sus... diminutas mentes cavernícolas.

¡Brillante! ¿Y cómo hacemos eso?

Hijo, pues no lo sé, la respuesta no llamará a la puerta.

(Golpes en la puerta)

Señor, hemos encontrado algo más en el fondo de la mina del valle.

-Hemos hecho una copia para que la inspeccione.

Es... perfecto...

¡Bien! -¡Sí!

-Es mío. -Vamos.

-Márcale.

Buena parada, jefe.

¿Sabes? Puede que tengamos una posibilidad mañana.

Ahora, ahora. Una pequeña, pero una posibilidad.

Si nuestros antepasados lo hacían, nosotros también.

¡Eh!, no está mal para tener 32 tacos, ¿eh?

Nunca pensé que diría esto, pero somos bastante buenos.

Pasa. ¡Eh, esa es mía!

Venga, vamos.

¡Ya voy yo!

Oh... Pronto volveremos.

(Voces)

¿Eh?

¿Eh?

¡No!

(Rugidos)

¡Soltadme!

¡Soltadme!

Cálmate, cavernícola.

¡Solo quería que vieras nuestra nueva mina!

Al fin y al cabo, pronto extraeréis bronce de aquí.

¡No vamos a bajar a ninguna mina, boca mamut!

¿Ah, sí? Porque sois grandes futbolistas.

Como vuestros antepasados.

¿Sabes... Sabes cómo eran?

Bronce no es todo lo que hemos encontrado ahí abajo.

(Goteo)

Pe.. Pe...

¿Más pinturas rupestres?

¡Sí! Solo que estas cuentan toda la historia.

Verás, tus antepasados no solo jugaban al fútbol,

¡inventaron el juego!

Hasta enseñasteis a otras tribus a jugar,

pero teníais un problema:

por mucho que lo intentabais,

al final siempre acababais perdiendo.

¡Un encuentro tras otro, un partido tras otro!

Es más, después de muchas, muchas lunas,

os rendisteis por completo.

Pero era demasiado doloroso para vosotros,

resulta que los de tu tribu eran unos mantas totales.

¡Sois unos perdedores!

Siempre lo habéis sido

y siempre lo seréis.

¡No!

No puede ser verdad.

¿De verdad crees que podéis ganarnos mañana?

Reconócelo, cavernícola,

tú y tu tribu no tenéis lo que hay que tener.

Pero yo estoy dispuesto a ofrecerte un trato,

una salida.

¡Es hora de dormir, mañana es el gran partido!

Vamos, a dormir. -Buenas noches.

-Voy a dormir con el uniforme. -Ñamñam.

-¿Por qué no puedo?

Piénsatelo bien, cavernícola, porque la mina os espera

a ti y a tus primitivos amigos.

¡Oh, me duele al brazo!

-¡Oh! ¿Dónde estás, mamá?

(Latigazo)

-Idiota... ¿Qué va a ser de mí?

En el fondo solo somos una tribu que caza conejos.

¡Lo siento, jefe, yo no quería que pasara esto!

¡Ah! ¡Tienes que creerme!

(GRUÑE)

¡Oh, Cerdog!

Oh...

Mi querido amigo cerdoso.

(GIME CONTENTO)

¿Y si me equivoco?

¿Y si el jefe tenía razón desde el principio?

¿Y si solo somos una tribu de cazadores de conejos?

¡Perdóname, Cerdog!

Pero tengo un trato que hacer.

¡Tengo que salvar a la tribu!

(GIME TRISTE)

(AÚLLA)

(Goteo)

(AÚLLA)

(Muñeco sonando)

¡Compren su cavernícola de peluche antes de que se extingan!

-¡Cien broncios! ¡Cien broncios! Contribución voluntaria.

Todo el mundo tiene que pagar. ¡Cien broncios!

-¿El doble? -Contribución voluntaria.

Todo el mundo tiene que pagar.

-Vaya escándalo. -¿Tiene cambio de un plato?

(RÍE A CARCAJADAS) Oh, todo va según el plan, Dino.

Uy, te quiero, monedita de bronce.

Y a ti.

Te quiero. ¡Mua!

Y a ti, ¡mua!

Y a ti, ¡mua!

Nooth, ¿qué estás haciendo?

¿Otra vez ese pajarraco insufrible?

¡Decidle al chef que lo meta en el estofado!

(Graznidos)

¿Pajarraco insufrible?

¡Oh! ¿Estofado?

¡Ah!

¡Majestad...!

Qué inesperado...

(GIME DOLORIDO)

placer...

He decidido venir al partido de los cavernícolas

para divertirme un poco.

Es un gran placer, majestad.

La verdad, Brian, el entrenador del Real Broncio

ha empezado con mal pie. (RÍEN)

-Un muy mal comienzo para el pobre. Muy malo, es horrible.

Yo lo achaco a los nervios del partido.

-(RÍE) Y que lo digas, Brian.

-He traído a mis comentaristas reales conmigo.

¡Sentaos!

¡Bien! Pues que empiece la diversión, mi reina.

¡Que salgan los aspirantes de la Edad de Piedra!

(Gritos)

(Abucheos)

¿Qué? ¿Adónde me llevas? ¿A qué estás jugando?

Oh, Dug.

¿Quién reta a los campeones?

¿Dejarás a mi tribu en paz como quedamos?

(SUSURRANDO) Sí, solo di lo que te dije.

¡No yo!

¡Renuncio a jugar

y me ofrezco voluntario para las minas!

(Murmullo)

¿Y?

Y nuestro valle...

es vuestro. ¡Bronce santo!

¿Los cavernícolas se rinden?

Oh, pues eso parece.

Qué decepcionante.

¡Todo el mundo a casa!

No hay partido.

Os pido perdón por las molestias.

Al loro, no se devuelve el dinero. ¡Fuera, fuera!

¿Fuera? Pero si no hay nadie jugando, calvorota.

No, fuera.

(Graznido)

Oh.

(GRAZNA)

Bueno, Bryan, parece que el equipo de la Edad de Piedra

está por las nubes.

-Así es, Bryan, parece que están en lo más alto.

¿Lo pillas?

Ay, qué bien, parece que al final sí hay partido.

(Ventosidad)

(Risas)

(GRAZNA)

(GRAZNA)

(GRAZNA)

¿Ibas a empezar sin nosotros? Jefe, no podemos jugar.

¿Qué, por unos cuántos dibujos?

Oh, ¿pero sabes lo de esos horribles dibujos?

Sí que son horribles, hasta yo dibujo mejor,

pero eso es todo lo que son.

Dibujos.

Esta panda es lo que cuenta.

Tú tenías razón.

Yo creía que solo éramos cazadores de conejos,

pero ya no,

Tú me enseñaste eso.

¿Quién quiere jugar con Dug por el valle?

(TODOS) ¡Yo!

-¡A jugar!

Es lo que Míster Roca hubiese querido.

¡Retamos a los campeones!

¡Peor para ti, cavernícola!

Puede que sea un encuentro desequilibrado, Bryan,

pero esperemos que, al menos, sea entretenido.

Ja, acabemos de una vez.

(Pitido inicial)

¿Qué?

Vamos allá.

Esto se pone interesante.

¡Eh, Garra Divina, despierta!

Muy interesante.

Oh. (TODOS) ¡Oh...!

Ah.

¡Gol! Es increíble, Bryan.

El equipo de la Edad de Piedra ha pillado a su rival dormido.

La suerte del principiante, majestad.

(PITA)

Mal hecho, cavernícola, ahora os vais a enterar.

Ah.

Oh.

¡Bien! Y todo vuelve a la normalidad.

(Ovación)

Vamos a ver la repetición, Bryan.

Uh, sí, ¡chuta y gol!

¡Qué golazo!

-Las marionetas siempre tienen razón, Bryan.

-Sí, las marionetas nunca fallan.

(TODOS) Oh.

Uh, sí, otro gol, van dos.

El Real Broncio no está de humor para especular.

No importa, vamos, chicos.

Bu. -Ah.

Y, sin duda, esto sentencia el partido.

¡Bien!

Llega el descanso, Bryan,

y el Real Broncio domina el encuentro.

(TODOS) ¡A la..., la mina vais!

¡A la..., la mina vais!

El único sitio donde vamos a ir es de vuelta al valle.

Venga, chicos, demostrémosles quiénes somos.

Sí.

Oh. Recuerda el entrenamiento, Eemak.

Oh.

Oh, oh.

¡Guarigua!

Oh.

(HABLA EN OTRO IDIOMA) Muy bueno, Eemak, ¡eso es!

Broncio santo, parece que los cavernícolas contraatacan.

¡Venga, a ver tus entradas!

Ah.

Muy bien, Magma.

Eh, ¿qué ha pasado?

¡Yuju! -La verdad es que esto

era inimaginable, Bryan.

Esto no tiene precedentes.

-No recuerdo a ningún equipo

que le marcase dos goles al Real Broncio.

¡Ah, inútiles!, ¿a qué jugáis? ¡Eres un estúpido y un...!

-¡Idiota!, ¿tengo que hacerlo yo todo?

Paso al cavernícola.

¿Un aperitivo, majestad?

Métetelos por donde te quepan.

-Los jugadores del Real Broncio

no saben qué pasa, no se enteran de nada.

Ja, el equipo de la Edad de Piedra lo está bordando, Bryan.

-Y que lo digas, Bryan, es como fútbol... total.

Acabo de inventar un estilo de juego.

Fíjate, el delantero de la Edad de Piedra

se va de uno, esquiva a otro...

(TODOS) Oh.

Todo tuyo, Val.

Se va directa a portería.

Chuta...

Y... ¡gol!

-El público se vuelve loco.

Y no es para menos. ¡Sí, sí!

¡Un momento, esa no debería estar en el campo!

¿Y por qué no? Pues porque es una...

Una gran jugadora.

(SUSURRANDO) Vosotros.

Ya podéis ganar,

a no ser que queráis que os sancione el resto de la temporada.

¡A jugar!

Chist, Dino, Dino.

¿Tienes tu libro de reglas a mano?

Por supuesto. Bien, porque voy a darte con él.

¿Eh?

Venga, chicos, un último gol y volvemos a casa.

Dino ha tenido que tumbarse un ratín,

yo soy el nuevo árbitro.

Pero eso no vale. Oh, ¿tú crees?

Preguntemos al nuevo árbitro: árbitro, ¿eso vale?

Sí, sí, claro que vale.

Muy bien, a jugar.

Es hora de lesionar, ¿entendido?

(PITA)

Ah.

Eso no es juego limpio, Bryan.

Si es que existe juego limpio. No ha habido falta, a jugar.

Ah. (TODOS) Oh.

No. Venga, rapidito, no hay falta.

A jugar. (TODOS ABUCHEAN)

Uh. No, no, arriba, a jugar.

(ABUCHEAN)

Eso sí que es un golpe bajo.

¡Ah!

¡Jefe!

Cavernícola lesionado, Bryan.

¡Oh!

¡Ay, mi pierna, ay, mi pierna!

¡Cómo me duele!

Penalti.

Jurgend debería llevarse un premio al mejor actor.

Jefe, ¿jefe?

Oh. Enseguida te lo arreglo.

Genial.

Ya está, muy bien.

Venga ya, eso no puede ser penalti.

Ah, vale, mira la repetición.

Tira y... ¡Ay, árbitro mi pierna, mi pierna!

¡Oh, no, el cocodrilo!

¡Muerde, muerde, muerde!

¡Ay, la salchichas, no! Una falta criminal.

Y encima le pega con una salchicha.

Qué vergüenza, eso sí que es penalti.

(PITA)

Un empate no es suficiente para los cavernícolas amateurs, Bryan.

Y ahora esto, un penalti a favor del Real Broncio

en los últimos instantes del partido.

-Sí, y el portero no parece estar en condiciones de pararlo.

Dug.

¿Jefe?

Me he pasado toda la vida cazando conejos,

no te he dejado soñar.

Lo siento.

¡Lo siento!

Oh.

Jefe.

Jefe.

(LLORA)

(Retortijón)

(RONCA)

Dug, no quiero preocuparte,

pero qué vamos a hacer con el portero.

(Tos)

¿Cerdog?

Está bien.

Madre mía, ¿acaba de ponerse un cerdo de portero?

A ver qué tal para con la panza, ¿eh?

¿Lo pillas? Porque tiene panceta.

Jamás he fallado un penalti.

Y mucho menos contra un cerdo.

(RÍE)

-Parece que esto es el fin

para esta noble banda de cavernícolas, Bryan.

-Se han dejado la piel, Bryan,

pero al final no ha sido suficiente.

Ja, ja, despídete de tu valle, cavernícola.

Vamos, Cerdog, tú puedes.

(PITA)

Se ha tirado bien.

(GRITAN) ¡Bien!

La pelota sigue en juego, Bryan.

"Dug, Dug,

tú siempre has sido un cazador de mamuts".

¡Dug, aquí, ve a cazar mamuts!

Tribu, echadme una mano.

¡Es mía!

Voy, dejadme.

(TODOS) ¡Bien!

Qué golazo.

Ah, fíjate, el pato gigante ha saltado al campo.

Seguro que el partido se ha terminado.

(PITA)

Y se acabó.

¿Es tan bueno como te imaginabas?

No.

Es mejor.

¡Bien!

(RÍE) Bien parado, mi cerdoso amigo.

Tramposo, eres una vergüenza para el fútbol.

Uh.

(LLORA)

Buen partido.

Sí.

Buen partido, cavernícola.

-Bueno...

Nos has recordado cómo se juega a este juego tan hermoso.

En cuanto a Lord Nooth...

¡Nooth, Nooth!, ¿dónde está ese...?

Rata. Sí, bien dicho, oh.

¡Guardias, apresad a ese roedor!

Hasta nunca, pardillos.

Será posible, Bryan, este granuja roba broncios

se larga con toda la taquilla.

Todo tuyo. -Ya, ¿pero logrará escapar?

Oh, qué gran tiro -Y rebote.

Le han dado. -Sí, Nooth cae en picado, Bryan.

¡Ah, ah! Literalmente.

(SILBA)

Fíjate, esta vez sí que pagará el pato, Bryan.

-Eso tiene gracia, muy bueno, amigo.

(GRAZNA)

¡Ah, ah!

¡Ah, mis broncios no, ah!

¡No, no!

Oh, devuelven el dinero.

Así aprenderá a no ser tan rata, ¿eh?

Sí.

Ah, y, cavernícola, me parece que esto es tuyo.

Es el símbolo de un juego caído del cielo.

Gracias, esto... ¿Jefa del bronce?

Y, ahora, me parece que es hora de que volváis a casa.

A vuestro valle.

Nos vamos a casa.

(GRITAN)

(Ovación)

(Búho)

(IMITA SONIDO DEL BÚHO)

(IMITA SONIDO DEL BÚHO)

(CHASCA LA LENGUA)

(BARRITA)

(TODOS) ¡Ah!

(RÍE)