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Ucrania mantiene al mundo en vilo: "La gente tiene miedo, pero todos esperan que no haya guerra"

  • Los vecinos de Kiev llevan ocho años esperando la guerra y creen que “la televisión y los periódicos exageran”
  • "La guerra puede empezar en cualquier momento”, asegura el periodista de la televisión pública ucraniana Andrii Dikhtiarenko

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Informe Semanal - Ucrania, el mundo en vilo

La larga sombra de Rusia sobre Ucrania se extiende en forma de despliegue militar en los puntos clave de la frontera. Una frontera de mil kilómetros que tiene al mundo en vilo. El vacío geopolítico entre el Kremlin y Occidente es el espacio intermedio entre las dos ex repúblicas soviéticas. Un pulso con armas de última generación que amenaza la estabilidad mundial.

Se van a cumplir ocho años de la anexión de Crimea y en la región de Dombás continúa abierto el enfrentamiento armado. Para los ucranianos vivir con la tensión de la amenaza rusa encima no resulta una novedad. "Llevamos siete años informando todos los días de que la guerra puede empezar en cualquier momento”, asegura Andrii Dikhtiarenko, redactor jefe de la televisión pública ucraniana.

La semana más tensa entre Rusia, Ucrania y el mundo, comenzaba con el anuncio de la evacuación del personal no esencial de las embajadas de Estados Unidos y el Reino Unido en Kiev. A algunos les recuerda a lo que pasó en Afganistán el verano pasado. "Kiev no es Kabul", dice el experto militar Oleksander Demchenko, en referencia a la facilidad con la que los talibanes se hicieron con el poder en Afganistán. “Nosotros vamos a luchar por la libertad, por nuestra independencia”, afirma este analista militar al equipo de Informe Semanal enviado a la capital ucraniana.

"La televisión y los periódicos exageran"

Desde que en 2014 diera comienzo una guerra híbrida de baja intensidad en el Este de Ucrania, en una parte de la región separatista pro rusa de Dombás, los ucranianos ven como los telediarios abren cada día sus boletines con la situación militar en esa zona y en la península de Crimea, también anexionada por Moscú. Esta vez la tensión trasciende la región del Este y afecta a todo el país.

El mercado de abastos del centro de Kiev aparece desierto estos días. Los precios aumentan, y mucha gente tiene miedo de salir a la calle. Valentina, una de las vendedoras, cree que “la televisión y los periódicos exageran”. Esta mujer, de 73 años, considera que “Putin no es tan estúpido como para venir a matar a los ucranianos”.

El doctor Vladislav, médico en Kiev, resume los sentimientos de los ciudadanos: “la situación es muy tensa. La gente tiene miedo, pero todos esperan que no haya guerra”. Y recuerda ante las cámaras de RTVE que los rusos y los ucranianos han sido “hermanos durante muchos años”, pero que ahora sus destinos se han dividido, “porque nosotros hemos elegido la libertad”.

"No me gusta nada esta situación"

Los ciudadanos de Kiev viven entre la preocupación y el miedo. Los rusos han vuelto a cortar la llave del gas y las autoridades ucranianas tratan de aplacar la ola de frío tirando de las reservas de carbón. El periodista Andrii Dikhtiarenko sugiere que “tal vez uno de los mayores objetivos del Kremlin sea desestabilizar la situación dentro de Ucrania”. Más que empezar una guerra es como si desde Rusia pretendiesen colapsar la economía y “volver a la gente nerviosa para provocar el caos, la histeria”, concluye Dikhtiarenko.

Los ucranianos viven desde 2014 una situación de guerra prolongada, que afecta a la psicología de todos sus habitantes. En las heladas calles de Kiev preguntamos a sus ciudadanos. “La gente ya se ha hecho a la idea, no siente que sea nada especial. En Europa, tienen una idea más fuerte de la guerra”, dice Liza. Nada que ver con la sensación de Maxim: “Yo tengo miedo. Vivo en este país y estoy preocupado”.

Karina estudia Ciencias Políticas y, para ella, “las noticias de nuestra televisión y de los canales internacionales exageran y crean miedo”. Tiene muy claro que “todo está mejor de lo que cuentan”. Explica que son ya ocho años de guerra y “si hubieran querido ya estarían aquí”. Para Karina la clave está en la ayuda internacional. Según esta universitaria, “los rusos no vendrán si otros países nos ayudan”.

“No me gusta nada esta situación”, dicepor su parte Olga. “Yo soy vieja, yo he vivido mucho”, cuenta a RTVE preocupada porque “la situación económica de los jóvenes es muy difícil”.

¿Negociación política o estrategia militar?

El gobierno de Ucrania, por su parte, ha anunciado la creación de milicias populares de defensa que se sumarán al millón de reservistas con que cuenta el país. Por el momento, en Ucrania se vive la cuenta atrás para ver si el Kremlin acepta o no la propuesta por escrito de la Casa Blanca y sus aliados sobre el statu quo de Ucrania en la estructura de seguridad Occidental. “La OTAN está abierta a nuevos miembros”, sería el titular. Moscú ha anunciado que no es optimista y se tomará su tiempo para responder.

Mykola Kaitonenko, del Instituto de Relaciones Internacionales en Kiev, cree que ”Putin es flexible y puede adaptar la estrategia a los tiempos”. Según este analista ucraniano, el presidente ruso “se puede permitir mantener tropas concentradas en la frontera durante meses, sin seguir ninguna dirección específica”. Kaitonenko tiene cada vez más claro que “todo esto es parte de una negociación política calculada, más que de una estrategia militar”.

Mientras tanto, la diplomacia trabaja contra reloj. Desde Washington hasta Moscú, pasando por Bruselas, las reuniones y los encuentros se suceden sin descanso. Todo con tal de evitar un conflicto directo entre los dos bloques.

Geoestrategia y literatura

Ucrania sigue entrenando a su población después de los continuos avisos de una acción militar por parte de Rusia. El Kremlin ha anunciado nuevas maniobras junto con el ejército de Bielorrusia en la frontera. Estados Unidos, lo mismo, dentro de Ucrania.

Con el telón de fondo de la creencia geoestratégica de que Rusia necesita a Ucrania para recrear su imperio, en la vieja Kiev, donde comenzase el imperio de los zares, se puede ir desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, pasando por la sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, a la casa museo de Mijaíl Bulgakov.

Un cámara grabando en el interior de un autobús urbano en Kiev.

El equipo de Informe Semanal durante la grabación del reportaje "Ucrania, el mundo en vilo". INFORME SEMANAL

El museo se abrió coincidiendo con la disolución de la URSS hace 30 años. Originales del autor de “Diario de un joven médico”, “La guardia Blanca”, “Corazón de Perro”, o “El maestro y Margarita”. La historia de Ucrania y de Rusia, la de sus relaciones en los últimos cien años, en la clave literaria de Bulgakov.