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La UE ha acordado no usar los fondos rusos congelados por las sanciones para financiar a Ucrania. En su lugar emitirá deuda europea, eurobonos. Un acuerdo que garantiza el dinero para Ucrania, pero que evidencia también el cambio profundo que se está operando en Europa en función de quienes son los vencedores y los perdedores.

Salen reforzados líderes ultranacionalistas, populistas o con buena sintonía con Putin, como Víctor Orban. De hecho, Hungría, junto a Eslovaquia y República Checa quedan excluidos y no participarán en este megapréstamo. También la italiana Georgia Meloni, la mejor aliada de Trump en Europa, sale reforzada. Prefería la emisión de deuda a tocar los activos rusos. Bélgica, por supuesto, cuyas instituciones guardan la mayor parte de esos fondos congelados y donde temen las represalias de Putin. Entre los grandes perdedores: el que más, Alemania. Lejos queda aquel mantra de Angela Merkel: "No habrá eurobonos mientras yo viva". Ahora Merz, el actual canciller, cede y de qué manera. Al igual que otra alemana, la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, que sufre otro revés a su autoridad.

Foto: Nicolas TUCAT / AFP

Vladímir Putin ha dicho este viernes, en su tradicional rueda de prensa de final de año, que Rusia está "lista y dispuesta" a poner fin al conflicto en Ucrania de forma pacífica. Ha descartado además otra "operación militar especial" como la ucraniana si los países occidentales respetan los intereses de Rusia y ha aseverado que "en algún momento" la Unión Europea (UE) tendrá que "devolver lo robado", en referencia a los activos rusos inmovilizados.

"Estamos listos y queremos terminar el conflicto (en Ucrania) por medios pacíficos", ha dicho el mandatario ruso, y aunque en un momento dado ha considerado que no ve a Ucrania lista para las conversaciones, que no está dispuesta a abordar la cuestión territorial -principal escollo en las negociaciones de paz-, ha matizado que sí ha recibido "ciertas señales" de que ese país quiere dialogar.

Foto: Alexander NEMENOV / AFP

Los líderes de la Unión Europea (UE) han acordado financiar a Ucrania con 90.000 millones de euros en 2026 y 2027 a través de la emisión de deuda a cargo del presupuesto comunitario, dejando de lado de momento el plan inicial de basarse para ello en los activos rusos inmovilizados por las sanciones. "Tenemos un acuerdo. Se aprueba la decisión de proporcionar 90.000 millones de euros de ayuda a Ucrania para 2026-2027. Nos comprometimos y cumplimos", ha anunciado el presidente del Consejo Europeo, António Costa, al término de una larga cumbre de jefes de Estado y de Gobierno comunitarios.

Pese a que el objetivo principal era sacar adelante ese préstamo utilizando el efectivo que generan los activos rusos inmovilizados que van venciendo, como había privilegiado la Comisión Europea, los líderes finalmente se decantaron por recurrir a la emisión de deuda común ante los reparos fundamentalmente de Bélgica, donde se aloja la mayoría de esos activos, por valor de hasta 185.000 millones de euros.

Foto: EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

La UE ha acordado destinar a Ucrania un préstamo sin intereses de 90.000 millones de euros para 2026-2027, financiado con deuda conjunta, finalmente los activos rusos no se tocan. Ucrania devolverá el dinero cuando reciba indemnizaciones por el daño causado. Los fondos sirven para su defensa y para las necesidades de la población civil.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado esta madrugada en rueda de prensa el acuerdo de la UE para otorgar a Ucrania un "préstamo de 90.000 millones de euros en los próximos dos años, financiado con deuda común europea garantizada por el presupuesto de la Unión".

Nos comprometimos y cumplimos", indicó Costa a través de redes sociales al término de la cumbre de los líderes de los Veintisiete que se prolongó desde la mañana del jueves.

Más tarde, en una rueda de prensa posterior, el político portugués dijo que de forma urgente concederán "un préstamo respaldado por el presupuesto de la Unión Europea", la cual "se reserva el derecho de utilizar los activos inmovilizados para reembolsar este préstamo".

Tanto Merz como la presidenta de la Comisión Europea, la también alemana Ursula von der Leyen, habían privilegiado la opción de utilizar los activos rusos, pero tras intensas negociaciones esta vía no recibió el apoyo necesario de los Estados miembros.

"Ucrania solo tendrá que devolver el préstamo después de que Rusia haya pagado las reparaciones. Y lo dejamos muy claro: si Rusia no paga las reparaciones, utilizaremos, de conformidad con el Derecho internacional, los activos rusos inmovilizados para devolver el préstamo", declaró Mertz

Ruth Ferrero Turrión, profesora de Ciencia Política y Estudios Europeos de la Univesidad Complutense de Madrid, ha explicado en La Tarde en 24 Horas las repercusiones del posible uso de los activos rusos congelados por las sanciones para financiar a Ucrania.

"Si se utilizasen los activos rusos sin consentimiento de su dueño legal, que es Rusia, generaría inseguridad jurídica para otros fondos soberanos. Por ejemplo los indios, chinos o saudíes que tienen ingentes cantidades de dinero en la zona euro, y podría tener problemas para la credibilidad del marco financiero", ha afirmado.

"Bélgica está recibiendo presiones de EE.UU., la UE y Rusia. Cada uno mira por sus propios intereses", ha añadido. EE.UU. actúa "desde las sombras", según Ferrero, porque quiere usar los fondos como moneda de cambio en la negociación con Rusia, para que esos fondos pasen a entidades estadounidenses.

La investigadora ha subrayado que "esto no ha pasado antes en la historia: solo se han usado activos soberanos de otro país cuando ha sido derrotado. No parece que Rusia vaya a perder la guerra".

Otra posibilidad es usar la deuda de la UE para financiar a Ucrania y evitar que su Estado se desmorone. Hungría y Eslovaquia no están de acuerdo en seguir armando a Ucrania, pero sí a su reconstrucción.

"Es una cantidad de dinero muy importante que legalmente pertenecen a Rusia —ha insistido— Los procesos de sanciones plantean que se mantengan hasta que se levanten la situación por la que se han puesto en marcha. Si hubiera un alto el fuego, las sanciones tendrían que levantarse. Si los activos se mantienen congelados, entraría en colisión con el derecho internacional".

Foto: Michael Kappeler/dpa.

Los líderes europeos se reúnen en Bruselas este jueves con un asunto trascendental sobre la mesa: cómo financiar a Ucrania. El país necesita urgentemente al menos 90 mil millones de euros para evitar la bancarrota. Pero el problema es de dónde sacarlos: unos - principalmente Alemania, los países bálticos y los del Este - quieren tirar de los activos rusos congelados en la Unión europea, unos 210mil millones de euros; otros - Italia, Chequia, Malta y Bélgica - prefieren que el dinero salga de un préstamo comunitario para el que se necesita unanimidad. No pueden contar con Hungría, que no quiere seguir financiando a Ucrania. De momento, llevan reunidos desde mediodía y el presidente del Consejo, el portugués António Costa, ya ha dicho que no se van a levantar hasta que alcancen un acuerdo. Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, presente en Bruselas, quiere que Europa le transfiera los activos rusos antes de final de año: los usará para la reconstrucción de su país o para comprar armas. Además, lejos de Bruselas, pero observando atentamente, está Estados Unidos, que presiona en contra de confiscar los activos de Rusia: piensa que eso prolongaría el conflicto. Moscú ya ha dicho que si Europa se queda con su dinero lo considerará "un acto de guerra" que tendrá consecuencias.

Foto: GAETAN CLAESSENS // EUROPEAN COUNCIL

La Unión Europea afronta esta semana una decisión crucial para financiar a Ucrania: utilizar los activos rusos congelados o emitir deuda. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha pedido que se tome en la próxima cumbre del Consejo Europeo, que se celebrará a finales de semana y a la que asistirá el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, muestra sus reticencias a usar los activos rusos congelados para financiar a Ucrania y alega el impacto en el banco belga que custodia dichos activos. Por su parte, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha pedido que la decisión debe tener una base legal sólida.

Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha amenazado con extender su ofensiva sobre Ucrania si no se aceptan sus demandas en las negociaciones. Igualmente, ha anunciado un nuevo misil balístico, capaz de portar ojivas nucleares, que estará disponible a finales de año.

FOTO: COMISIÓN EUROPEA / X

Ucrania afronta su cuarta Navidad en guerra. En este capítulo especial, al igual que hemos hecho en los tres años anteriores, charlamos con cinco hispanistas ucranianos: Tatiana, Oleksander, Tatiana, Ígor, Iryna y Bohdan, sobre cómo viven estas fechas destinadas a la celebración teniendo pocos motivos y pocas ganas de celebrar, sobre la incertidumbre y el miedo que sigue flotando sobre su vida cotidiana, sobre el desgaste emocional acumulado tras cuatro años de guerra, sobre la desconfianza política hacia Zelenski y su gobierno y sobre sus deseos para 2026.

Las conversaciones de paz sobre Ucrania parecen haber avanzado en las últimas horas. EE.UU. ha ofrecido garantías de seguridad a Ucrania similares a la aplicación del Artículo 5 de la OTAN (garantías "de platino", han dicho fuentes de las negociaciones), y los aliados europeos han reconocido "progresos significativos" tras las conversaciones entre las delegaciones estadounidense y ucraniana este pasado domingo.

Foto: Kay Nietfeld / POOL / AFP

Una zona desmilitarizada al estilo de la que separa las dos Coreas. Es lo que propone Estados Unidos para parar la guerra en Ucrania. Rusia quiere toda la región del Donbás bajo su dominio, incluido el 20% que aún controla Kiev. A cambio, Zelenski pide que los soldados rusos se retiren tantos kilómetros como los ucranianos.

No solo la ubicación exacta y la extensión. Las partes deben pactar cómo se supervisa esa zona desmilitarizada. Washington propone vigilar a distancia con satélites y drones. No se descartan tropas de interposición de países no miembros de la OTAN.

La idea es crear una zona libre de armas e instalaciones militares que separe a los ejércitos de Rusia y Ucrania. Así se puso fin al baño de sangre entre las dos Coreas en 1953, aunque técnicamente ambos países siguen en guerra.

Otra famosa zona desmilitarizada es la línea verde de Chipre, que parte en dos la isla y su capital, Nicosia, desde la invasión turca de 1974.

Ese mismo año se creó otra zona de amortiguamiento entre Siria e Israel en los Altos del Golán, tras la guerra del Yom Yippur.

Paradójicamente, estas fronteras, supuestamente desmilitarizadas, acaban siendo muchas veces las más vigiladas y minadas, con grandes ejércitos apostados junto a sus límites.

Foto: SERGEY KOZLOV/EFE — Una carretera en la región de Járkov cubierta con redes antidrones

Las negociaciones sobre la guerra entran en un momento decisivo. Estados Unidos propone ahora que Ucrania entre en la Unión Europea en 2027. Sería una entrada exprés que se saltaría reglas y plazos, y un premio de consolación para Zelenski, que prefería el ingreso en la OTAN. Pero eso Trump lo descarta de plano. Sí negocia garantías de seguridad.

La otra gran cuestión es el territorio. Zelenski se ha grabado a las puertas de Kupiansk, en la región de Járkov, tomada por Rusia en noviembre. El presidente ucraniano asegura que su ejército aún puede contraatacar. En el Donbás, sin embargo, el avance de Rusia no tiene respuesta y ha plantado sus banderas en Síversk. La que ha sido una fortaleza inexpugnable en casi cuatro años de invasión ha caído y abre una vía hacia los grandes núcleos de Slaviansk y Kramatorsk.

El Kremlin ha conquistado más del 80% del Donbás y lo quiere todo. Dice que después podría aceptar que fuera una zona desmilitarizada, aunque bajo vigilancia de la policía rusa.

Foto: Stringer/REUTERS — Soldados ucranianos disparan una pieza de artillería en la región de Donetsk

  • Las amenazas híbridas han aumentado en número e intensidad, sobre todo desde la invasión de Ucrania por Rusia
  • Este 'Documentos TV', de producción propia, se preestrena este jueves a las 20h en RTVE Play y a las 23:35h en La 2

Rusia tiene dos grandes vulnerabilidades geográficas: es un país sin montañas al oeste y tiene solo un puerto con acceso al océano. ¿Qué peso han tenidos estas dos debilidades geográficas en la decisión de Putin de invadir Ucrania? Lo analizamos con Tim Marshall, periodista experto en información internacional y autor del libro 'Prisioneros de la geografía. Todo lo que hay que saber de la política mundial a partir de diez mapas', que acaba de reeditar la editorial Península, en el que explica cómo las montañas, los ríos, los desiertos, el clima o los recursos naturales condicionan las fronteras y provocan conflictos mundiales.