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Fútbol

Un año del caso Negreira: ¿qué se sabe y qué no se sabe?

  • El Barcelona pagó 7,6 millones de euros a Negreira cuando este ejercía como vicepresidente de los árbitros
  • Todavía se investiga si eso tuvo alguna influencia en los partidos

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La investigación del caso Negreira (fotocomposición)
RTVE.es

El 15 de febrero de 2023 se publicó la primera información sobre los pagos del Barcelona a José María Enríquez Negreira cuando este era vicepresidente de los árbitros. El caso Negreira, como inmediatamente lo bautizamos en los medios, es el mayor escándalo arbitral en España en décadas, pero todavía falta mucho para aclarar qué pasó realmente entre el ex número dos de los colegiados y el club azulgrana.

Un año después, repasamos los datos más importantes de la investigación que lleva a cabo un juzgado de Barcelona y las principales incógnitas del caso tanto a nivel jurídico como deportivo.

Tres sociedades y cuatro presidentes del Barça

El caso comienza con una inspección de Hacienda al FC Barcelona por sus declaraciones de impuestos entre 2015 y 2018. A los funcionarios de la Agencia Tributaria les llamaron la atención las recurrentes y elevadas facturas que las sociedades de Enríquez Negreira Dasnil 95 SL, Nilsad SCP y Soccercam, giraron al FC Barcelona por conceptos tan genéricos como “asesoramiento técnico” y de las que el club se había deducido el IVA. El club no pudo justificar los gastos y fue multado.

Pero la cosa no quedó ahí. Cerrado ese largo expediente, los inspectores dieron traslado del informe a la Fiscalía y, casi un mes después de que el caso saltara a la prensa, esta presentó una denuncia que sigue investigando un juzgado de la capital catalana.

La Agencia Tributaria contabiliza hasta 7,6 millones de euros ingresados por las empresas de Negreira en 18 ejercicios fiscales (de 2001 a 2018) por su principal y a veces casi único cliente: el FC Barcelona. Los pagos se sucedieron durante cuatro presidencias diferentes, las de Joan Gaspart (2000-2003), Joan Laporta (2003-2010), Sandro Rosell (2010-2014) y Josep Maria Bartomeu (2014-2020), y fueron in crescendo: de algo menos de 100.000 los primeros años a unos 700.000 a partir de 2011.

El club dejó de pagarle justo cuando Negreira dejó de ser el número dos del Comité Técnico Arbitral (CTA) al terminar la larga era de Ángel María Villar al frente de la federación española (RFEF) con su detención por el caso Soulé, en 2018. La reacción de Negreira al quedarse sin su principal fuente de ingresos fue enviar un mensaje amenazando a Bartomeu con “revelar hechos que podrían perjudicar gravemente al club”, según consta en el sumario de este nuevo caso de corrupción deportiva en el fútbol español.

Negreira amenazó al Barça con destapar "otro escándalo" cuando dejaron de pagarle por el asesoramiento

Las funciones de Negreira para el club y el CTA

Negreira, que pitó 13 años en Primera División entre 1979 y 1993, fue uno de los impulsores de una especie de sindicato arbitral a inicios de los 90. Sin otra formación ni oficio conocido, cuando tuvo que colgar el silbato entró inmediatamente en el CTA de la mano de su excompañero Victoriano Sánchez Arminio, que acababa de llegar a la presidencia del organismo.

Sin ningún miramiento, empezó a trabajar para el FC Barcelona no sé sabe todavía bien cuándo. Según dijo a los inspectores de Hacienda, su función era “ir a ver los partidos y estar informado de por qué se habían tomado decisiones” arbitrales, al tiempo que hacía informes de los colegiados. Y añadió que la entidad azulgrana quería “asegurarse de que no se tomaban decisiones en contra del club”. El juez instructor sospecha que en realidad los pagos “produjeron los efectos deseados por el FC Barcelona, de tal manera que debió existir una desigualdad en el trato con otros equipos" en el conjunto del arbitraje español.

Han quedado probadas grandes retiradas de efectivo por parte de Negreira (muchas veces con cheques al portador que llevaba al banco su secretaria) y algunos lujos pagados con su tarjeta, pero no un aumento patrimonial. Y Negreira negó que pagara a ningún árbitro con el dinero que recibía del Barça.

De momento, solo a nivel indiciario y preliminar, se ha incorporado al caso una investigación periodística que pone el foco sobre la compra de inmuebles por parte de cuatro colegiados considerados próximos a Negreira. La Guardia Civil está intentando tirar ahora de este hilo.

(Por cierto, el dinero metálico parece que ha sido muy frecuente hasta hace poco en el mundo arbitral, según se desprende también de la investigación).

En paralelo a sus tareas para el club culé, en el CTA Negreira era el encargado de hacer el seguimiento de las evaluaciones de los árbitros y notificarles los ascensos al concluir la temporada.

El tándem de Arminio - Negreira se mantuvo durante casi un cuarto de siglo durante el cual el excolegiado catalán formalmente no cobraba nada en ese puesto. Pero se las arregló para hacer de él su modus vivendi.

El papel del hijo, Javier Enríquez

Hay otro Negreira implicado en el caso. Javier Enríquez Romero (Negreira de tercer apellido) trabajaba en las sociedades que constituyó su padre. Dio charlas como coach a los árbitros en sus jornadas formativas pagado por la RFEF. Estos pagos en concreto se investigan en otra causa, la del caso Soulé.

Además, Enríquez Romero prestó sus servicios de forma particular a algunos colegiados. Y acompañaba regularmente a los estadios a muchos de ellos cuando pitaban en Cataluña. Les recogía en un coche de alta gama, comía o tomaba café con ellos en el hotel y les llevaba al estadio. Según numerosos testigos, los días de partido se movía por el Camp Nou como Pedro por su casa.

¿Qué dicen los árbitros?

La veintena de árbitros que declararon el verano pasado ante la policía judicial negaron sin excepción que Negreira tuviera influencia alguna en las decisiones del CTA –a pesar de que su firma consta en los informes de calificaciones– y por tanto en las competiciones. La realidad es que no ha aparecido una sola prueba de que ningún árbitro se vendiera.

Y casi todos los colegiados concuerdan en que el comité era muy presidencialista y que solo mandaba Sánchez Arminio. Además, alguno, como Daniel Ocón Arraiz, dijo ante la policía judicial sentirse “traicionado” por Negreira, no solo por haber trabajado al mismo tiempo para el CTA y el Barcelona, sino en lo que respecta a los informes que hacía, donde “se buscaba conocer las debilidades de los árbitros”. O Santiago Jaime Latre, que al ver el suyo se sorprendió de que constaran ciertos datos familiares “reservados”.

Javier Estrada Fernández –de salida del mundo arbitral para meterse en política– denunció por su cuenta. De hecho fue su querella la que judicializó el caso y obligó a la Fiscalía a cesar sus indagaciones porque, al entrar en un juzgado, es el instructor el que debe dirigir la investigación.

Estrada, ahora concejal de Lleida, fue acusado por sus compañeros de romper la unidad del colectivo y también de “traidor” en la primera y tardía reacción del órgano federativo al caso.

La versión del FC Barcelona 

La única prueba del trabajo de consultoría de Negreira para el Barça son los informes que durante algunas temporadas hizo de los árbitros que iban a pitar al equipo y algunas grabaciones de vídeo. La causa incorpora 600 de esos informes.

El club encargó una auditoría y dos meses después presentó sus conclusiones en una rueda de prensa en la que Joan Laporta apareció con unas cajas con esos papeles y DVD. El presidente blaugrana dijo que “el Barça no ha realizado ninguna actuación para obtener ventaja deportiva" y que Negreira solo hizo "asesoramiento técnico arbitral, algo que no constituye nada ilícito".

En todo caso, esos trabajos fueron pagados a un precio fuera de mercado; pero es que además algún entrenador del club en esa época, como Ernesto Valverde, ha negado incluso que tuviera acceso a los famosos informes.

¿Puede haber sanciones deportivas para el Barcelona?

La Liga de Fútbol Profesional (LaLiga) se apresuró a decir que el caso no podía tener repercusiones para el Barça porque en todo caso los hechos punibles habían prescrito según la Ley del Deporte.

La Confederación Europea de Fútbol, la UEFA, abrió una investigación y según ha podido saber RTVE esta sigue abierta a pesar de que no haya trascendido ningún avance desde entonces, hace ya casi 11 meses.

Si la UEFA decide abrir un expediente sancionador, entre otras muchas cosas el club azulgrana puede ser apartado de las competiciones europeas, incluida la Champions League. Cabe destacar que el artículo 10 del Código Disciplinario del organismo señala que los casos de amaño de partidos, fraude, soborno o corrupción no prescriben nunca.

Justo antes de que la UEFA designara a sus inspectores para el caso, la RFEF informó de que le había remitido un informe de su departamento de Integridad. En un comunicado anterior, la RFEF prácticamente se limitó a decir que todos los hechos polémicos se remontaban a la época del presidente Villar e incidía únicamente en el conflicto de intereses de Negreira.

¿En qué fase está el caso en la justicia ordinaria?

El caso recayó en el juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, cuyo titular es el juez Joaquín Aguirre, aunque los primeros meses la instrucción la llevó la juez de refuerzo, Silvia López Mejía. La acusación pasó de la Fiscalía ordinaria a la Fiscalía Anticorrupción, por su "especial trascendencia".

Están investigados (imputados) José María Enríquez Negreira, su hijo Javier Enríquez, los expresidentes del Barça Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell y Joan Laporta y los exdirectivos Óscar Grau y Albert Soler, además del propio club como persona jurídica.

En principio, el juez apreció indicios de delitos continuados corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad documental. En agosto, abrió una pieza separada en la que incluyó el blanqueo de capitales solo para los dos Negreira. Y luego, para todos, amplió la calificación a cohecho, un tipo más grave.

El tipo penal y la prescripción

El cohecho está castigado con una pena básica de prisión de tres a seis años, pero podría a llegar a los 15 por continuidad delictiva.

No obstante, en este aspecto el criterio del instructor choca con el de la Fiscalía, que no considera que un responsable del CTA pueda ser asimilado a un funcionario, condición necesaria para imputar cohecho.

El Ministerio Público también discrepó del juez Aguirre con respecto a la fecha de prescripción del posible delito, algo que afecta en particular a Joan Laporta. La Fiscalía considera que hay que contar desde que este dejó la presidencia en 2010. Habiendo transcurrido más de 10 años hasta que se le ha investigado, todo estaría prescrito.

En un auto incorporado a las diligencias previas 348/2023, al que tuvo acceso RTVE, Aguirre dice que “el delito de cohecho se ha consumado al haberse realizado el pago, se demuestre o no la corrupción sistémica del arbitraje español a causa de tales pagos”.

Si esta línea de investigación no prospera, los otros delitos imputados se apuntalan con otros indicios como las comisiones que supuestamente recibió un directivo del Barça por los encargos a Negreira junior.

Otras fuentes apuntan a que Enríquez Negreira fuera simplemente un testaferro de los directivos del Barça.

En la causa están personados la Liga, el Real Madrid (por su propia cuenta) y varios particulares bajo una misma dirección letrada, así como obviamente la Fiscalía.

Uno de los momentos más esperados de la instrucción, la citación a declarar en sede judicial de Enríquez Negreira, se espera para una fecha muy próxima una vez que los médicos forenses han descartado que esté incapacitado, como había alegado su defensa.