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Extremadura afronta unas elecciones históricas que serán analizadas bajo el prisma nacional

Los candidatos del PSOE, Miguel Ángel Gallardo; de PP, María Guardiola; de Vox, Óscar Fernández, y de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, en diferentes actos de la campaña electoral.
Los candidatos del PSOE, Miguel Ángel Gallardo; de PP, María Guardiola; de Vox, Óscar Fernández, y de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, en diferentes actos de la campaña electoral. RTVE.es / AGENCIAS

Tras dos semanas intensas de campaña electoral, Extremadura se enfrenta a una jornada histórica este 21 de diciembre. Por primera vez en su historia, los extremeños están llamados a las urnas de manera autónoma, fuera de la convocatoria habitual de las autonómicas, que suele celebrarse el cuarto domingo de mayo de cada cuatro años -las siguientes serían el 23 de mayo de 2027-, y todos los ojos estarán puestos en esta región, que no está acostumbrada a tanta atención.

No obstante, los extremeños ya han podido vislumbrar durante la campaña que este domingo parece que hay mucho más en juego que quién llevará las riendas de la Junta de Extremadura. De hecho, de manera insólita, los líderes nacionales han pisado bastante más de lo habitual la región en una campaña electoral autonómica.

Precisamente esa presencia, que en el caso de algunos partidos ha sido casi a diario, ha contribuido a que se hablara mucho más de política nacional que de lo que realmente afecta a los extremeños. Así, se han colado temas como los casos de corrupción y de acoso y abusos sexuales que rodean al PSOE, se han hecho llamados a Pedro Sánchez para que convoque elecciones generales y a Alberto Núñez Feijóo para que presente una moción de censura.

Aun así, también han estado presentes asuntos importantes para Extremadura como la central nuclear de Almaraz, el tren a Extremadura, la situación de la sanidad pública o de la vivienda.

En total, los extremeños tendrán que elegir entre once candidaturas, que se presentan en Cáceres, y entre diez, en Badajoz. Aunque según las encuestas, los únicos con opciones son el PSOE, con Miguel Ángel Gallardo; el PP, con María Guardiola; Vox, con Óscar Fernández, y Unidas por Extremadura, con Irene de Miguel, al frente.

Unas elecciones para revalidar el cargo

La presidenta de la Junta y candidata del PP a la reelección, María Guardiola, apretó el botón de las elecciones anticipadas, solo dos años y medio después de llegar al Gobierno ante la imposibilidad de sacar adelante unos presupuestos regionales. La dirigente 'popular' ha acusado continuamente a PSOE y Vox de "bloquear" la legislatura.

En la anterior cita electoral, PSOE y PP quedaron empatados a escaños, 28 para cada uno, aunque los socialistas superaron ligeramente en votos a los 'populares'. Vox obtuvo cinco asientos, mientras que Unidas por Extremadura logró cuatro. Sin embargo, un pacto de los 'populares' con Vox hizo posible la investidura de María Guardiola como presidenta de la Junta, pues era el único bloque que sumaba justo los 33 votos que se necesitan para alcanzar la mayoría absoluta.

Vox entró en el Ejecutivo extremeño, pese a que Guardiola siempre había rechazado tal opción antes del pacto, pero solo estuvo un año, porque en julio de 2024, los gobiernos autonómicos de coalición entre ambas formaciones saltaron por los aires a raíz de la crisis abierta por el reparto de menores migrantes no acompañados. El líder de Vox, Santiago Abascal, dio entonces por rotos todos los acuerdos.

Así, Guardiola se vio con un Gobierno en minoría, que ha tenido dificultades para sacar adelante muchos de sus proyectos, entre ellos, el de los presupuestos regionales. Primero no pudo sacar adelante los de 2025, por lo que se vio obligada a prorrogar los de 2024, y en octubre los del 2026 tampoco pudieron ver la luz, por lo que decidió dar por finiquitada la legislatura y convocar comicios.

Ahora la candidata del PP a la reelección se presenta con la intención de lograr "concitar la confianza mayoritaria de los extremeños" para poder tener las "manos libres" para gobernar en Extremadura.

Sin embargo, aunque las encuestas dan por ganadores a los 'populares', con amplia distancia sobre los socialistas, que se hundirían, lo cierto es que no lograrían la mayoría absoluta, por lo que seguirían dependiendo de Vox, que vería crecer su representación en la Asamblea de Extremadura.

La mala relación entre Guardiola y Vox

La relación entre Guardiola y Vox nunca ha sido fácil. Ya tras las anteriores elecciones, la candidata del PP mostró su oposición más frontal al partido de Santiago Abascal. Entonces rechazaba dejar entrar en su Gobierno a los que "niega la violencia machista" o a quienes "deshumanizan a los inmigrantes" o "colocan una lona y tiran a la papelera la bandera LGTBI".

Sin embargo, solo una semana después de haber pronunciado esas palabras, la líder del PP extremeño tuvo que dar marcha atrás y se abría al pacto con Vox por "responsabilidad" y porque, alegaba, por encima de todo estaba el "interés de los extremeños". Sin embargo, ese Gobierno duró solo un año.

Ahora en campaña, la mala relación ha seguido patente entre la dirigente 'popular' y Vox, aunque en especial, entre Guardiola y Abascal, y en sus respectivos mítines y actos de campaña, se han llamado casi de todo, y nada bueno.

La candidata del PP ha llegado a tildar de "señoros" a los dirigentes de Vox y ha criticado que Abascal haya hecho tanta campaña en Extremadura, asegurando que era un "turista". También ha defendido tener "clarísimos" sus "principios feministas", y que "y desde luego no son sacar violadores a la calle, tampoco son dejar desprotegidas a las mujeres víctimas de violencia de género".

Por su parte, Abascal tampoco se ha quedado atrás en sus calificaciones hacia la líder 'popular', a quien ha llamado "Irene Guardiola" o "la Irene Montero del PP", en referencia a la exministra de Igualdad de Podemos, y también la ha tachado de "feminazi" y "soberbia".

Un candidato procesado

Otro tema recurrente ha sido el procesamiento de Miguel Ángel Gallardo por las presuntas irregularidades en la contratación en la Diputación de Badajoz de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno. El candidato socialista siempre ha defendido que es "inocente" y que el caso se basa en "una gran mentira" que se fabricó para "debilitar al adversario".

Sin embargo, el hecho de que tenga que sentarse en el banquillo de los acusados en mayo del próximo año, le ha valido las críticas del resto de partidos, en especial del PP y de Vox. Para Guardiola, Gallardo era un candidato "indigno" a presidir la Junta de Extremadura, a lo que el socialista respondió que cuando pasara el juicio tendría que pedirle "perdón".

Posibles pactos

Según el promedio de encuestas de DatosRTVE hasta el pasado lunes (último día para publicar sondeos electorales), el PP ganaría las elecciones y mejoraría su representación actual, con 30 escaños, pero sin mayoría suficiente para gobernar en solitario, como pretende Guardiola, que volvería a depender de Vox, que sería la formación que más creciera este domingo, al pasar de cinco a nueve parlamentarios.

El PSOE sería el gran derrotado, pues dejaría de ser primera fuerza y pasaría de los 28 escaños actuales a 21, mientras que Unidas por Extremadura mejoraría ligeramente, al pasar de cuatro a cinco diputados.

Con esta distribución, y dado que la mayoría en la Asamblea de Extremadura está en los 33 escaños, Guardiola solo podría lograr la investidura con el apoyo de Vox, bien por una abstención o bien por un apoyo directo. En cualquier caso, a suma de la izquierda no sería suficiente para investir al candidato socialista, Miguel Ángel Gallardo, ya que se quedaría muy por debajo de los resultados del PP.

Más líderes nacionales que nunca

Si ha habido un líder nacional que más ha recorrido Extremadura en campaña ese ha sido el presidente de Vox, Santiago Abascal. Su presencia en la región ha sido casi una constante desde que Guardiola convocara las elecciones, pues ya en precampaña también realizó varios actos en la región. Y en estas dos semanas de campaña, Abascal ha estado un total de siete días. Y cuando no ha estado él, Vox ha enviado a otros líderes nacionales como el secretario general, Ignacio Garriga, o al eurodiputado Jorge Buxadé.

Otro que también ha visitado en varias ocasiones Extremadura durante la campaña ha sido el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha estado un total de cinco días, aunque no siempre ha coincidido la candidata, pero según anunciaron fuentes 'populares', el objetivo era "peinar" entre ambos el mayor territorio posible, ni tampoco acudió, otro dirigente nacional.

Por su parte, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha participado en tres ocasiones en la campaña electoral: estuvo el día de la pegada de carteles, volvió a mitad de campaña, el pasado domingo, y ha estado también en el mitin de cierre. Y también estuvo a su lado en la precampaña. Y también han arropado al candidato socialista el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, así como el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

En el caso de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel ha estado acompañada de la líder de Podemos, Ione Belarra, en tres ocasiones; así como de la eurodiputada Irene Montero, y del coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, en dos actos cada uno.

La central nuclear de Almaraz

Si ha habido un tema que ha salido recurrentemente en esta campaña ha sido la central nuclear de Almaraz, una de las industrias más importantes de Extremadura, y una de las cinco que siguen en funcionamiento en España junto a Ascó (Tarragona), Cofrentes (Valencia), Trillo (Guadalajara), y Vandellós (Tarragona).

Según el plan de cierre del Gobierno central acordado con las eléctricas para reducir de forma progresiva la dependencia nuclear, el primer reactor debería cerrar en 2027, y el segundo, en 2028, aunque las empresas propietarias han pedido ampliar su vida útil al menos hasta 2030, decisión que depende en última instancia del Ministerio para la Transición Ecológica.

El PP y Vox han defendido a ultranza su mantenimiento, alegando que es la "primera industria" de la región y que genera una gran cantidad de empleos directos e indirectos. Por su parte, Unidas por Extremadura ha defendido todo lo contrario, y ha abogado por su cierre, por considerar que es una industria "obsoleta" y que "no es segura".

Por su parte, el PSOE no ha sido tan claro, aunque en un debate electoral, al ser interpelado el candidato socialista sobre ello, afirmó que él también defendía la permanencia de Almaraz, y en una entrevista en Las Mañanas de RNE, aseguró que era "partidario" de su "prórroga" hasta encontrar "una alternativa"