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SAGRARIO G. MASCARAQUE (Corresponsal de TVE en México).- Cinco meses después de la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela de magisterio de Ayotzinapa en la localidad de Iguala, los familiares siguen exigiendo verdad y justicia. Miles de mexicanos se han manifestado en el D.F. y en otras ciudades con gritos contra Peña Nieto y llamamientos a boicotear las próximas elecciones. 

Protestas esporádicas han surgido en distintas ciudades de Venezuela durante este miércoles un día después de que un adolescente muriese por los disparos de un policía en una manifestación contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro en la ciudad de San Cristóbal.

Esta ciudad ha sido la que ha vivido la mayor marcha durante la celebración del funeral del joven de 14 años, Kluibert Roa. Las autoridades locales han declarado un día de luto oficial y muchas tiendas han permanecido cerradas por miedo a posibles protestas por esta muerte, por la que hay un policía detenido. 

El caso ha elevado la tensión en un contexto de fuerte crisis económica en el que el Gobierno acusa a la oposición de urdir un plan para expulsar a Maduro del poder con la ayuda de Estados Unidos y otros paíes. Una sospecha que se saldó con la detención, hace una semana, del alalde de Caracas, Antonio Ledezma, a quien el Gobierno acusa de planear un golpe de Estado.

Es el primero de los dos días de huelga convocada por el sindicato de estudiantes contra el decreto que permite reducir algunas carreras a tres años. Según el sindicato de estudiantes, el seguimiento de la huelga es de entre un 85 y un 95%. Según el Ministerio de Educación, el seguimiento es minoritario y por eso, la manifestación de este jueves en Madrid se ha desconvocado.

En Venezuela, ya ha sido detenido el policía que presuntamente ha matado de un disparo a un joven de 14 años. La muerte se produjo durante los fuertes disturbios entre manifestantes opositores y la policía en San Cristóbal, en el Estado de Táchira, al oeste del país.

La tensión política en Venezuela se ha incrementado tras la muerte, este pasado martes, de un adolescente durante una protestas contra el Gobierno en la ciudad de San Cristobal, en el estado de Tachira.

Un agente de Policía ha sido detenido tras confesar ser el autor del disparo que causó el fallecimiento de Kluiver Roa, de 14 años, según informa la agencia Reuters.

Roa recibió un disparo en la cabeza con una bala de caucho durante un enfrentamiento entre la Policía y unos 20 jóvenes encapuchados que lanzaban piedras. Según los medios locales, el padre del joven es miembro del partido opositor Copei.

El jefe de seguridad del estado de Táchira ha asegurado que la muerte de Roa se produjo en extrañas circunstancias durante una protesta contra la situación económica cerca de la casa del gobernador.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha lamentado la muerte del joven y ha llamado a la calma. "Uno de los Policías accionó la escopeta de perdigones y asesinó a este muchacho. Condeno este asesinato, y desde que me enteré (...) ordené investigar y capturar a los responsables. Así se ha hecho", ha declarado Maduro en televisión.

El año pasado, San Cristobal fue escenario de manifestaciones y violentos enfrentamientos en los que murieron 43 personas. La ciudad sufre desabastecimiento de bienes básicos debido al contrabando con la vecina Colombia.

Centenares de venezolanos han acompañado este viernes a un grupo de dirigentes opositores que se concentraron en el este de Caracas para pedir la liberación del alcalde metropolitano de la ciudad, Antonio Ledezma, detenido este jueves por funcionarios del Servicio de Inteligencia de Venezuela y acusado de participar en la preparación de actos violentos contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

El alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, opositor al Gobierno, ha sido detenido este jueves por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en sus oficinas del centro de la ciudad, según han informado a Efe fuentes cercanas al político venezolano.

Ni siquiera la lluvia torrencial disuadió a los bonaerenses de secundar masivamente la insólita convocatoria de un grupo de fiscales: su homenaje al colega Alberto Nisman, muerto hace justo un mes de un balazo en la cabeza, después de acusar a Cristina Fernández de boicotear la investigación del mayor atentado terrorista que ha sufrido Argentina, comentido supuestamente por iraníes en los años 80.