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Israel frente a Gaza: la mirada indiferente de sus ciudadanos

  • Una sociedad traumatizada por los ataques de Hamás muestra un elevado grado de indiferencia con el sufrimiento gazatí
  • El relato de los principales medios de comunicación está condicionado por la autocensura y el discurso de su Gobierno
Parte de la sociedad israelí, insensible ante el sufrimiento en Gaza
MARC CAMPDELACREU (CORRESPONSAL DE TVE EN JERUSALÉN)

Meir Margalit conoce la sociedad israelí como la palma de su mano. De origen argentino, llegó muy joven a Israel, como un sionista convencido. Fue soldado en la guerra del Yom Kipur. Más tarde ejerció de concejal en el Ayuntamiento de Jerusalén. Hoy este catedrático en historia es, ante todo, un activista por la paz, preocupado por el eclipse, dice, de una sociedad israelí a la que a veces no reconoce.

Acudimos a él para entender el comportamiento de la opinión pública israelí, el porqué de la aparente indiferencia ante el sufrimiento de la población palestina de Gaza. "La sociedad israelí no sabe lo que está pasando en Gaza. El Gobierno no quiere informar y el pueblo tampoco quiere saber. No sabemos lo que está pasando. Los medios no nos lo muestran", cuenta Margalit. "Si tú me preguntas: ¿si lo supieran cambiarían de idea? Mi respuesta es no. A la mayoría no les importa lo que pasa en Gaza, lo que les ocurre a los palestinos".

Los tres ejes de la indiferencia

Para comprender a la opinión pública israelí hay que tener en cuenta, explica Margalit, tres ejes que determinan su comportamiento: el miedo, el militarismo y el mesianismo. El miedo tiene raíces históricas en una larga historia de persecuciones. De allí el convencimiento de la necesidad de un Ejército fuerte, unas fuerzas armadas que son centrales en las políticas israelíes. Pero es el mesianismo creciente el que ha alterado las reglas del juego.

"El israelí mesiánico se pregunta por qué el mesías no ha llegado. Bueno, responden los rabinos, no llega porque la tierra no ha sido liberada de los árabes que la están contaminando", explica. Un pensamiento que cada vez tiene más influencia sobre el Gobierno de Israel, con un Ejecutivo sustentado por partidos religiosos ultraortodoxos y conservadores.

Esos tres factores –miedo, militarismo y mesianismo— han contribuido a la deshumanización, incluso a la demonización de los palestinos, y son determinantes en esa falta de empatía de amplias capas de la población. Arrastran un inmenso dolor por los sus rehenes secuestrados por Hamás, pero no cala, al menos de forma consistente, un sentimiento de empatía por los más de 56.000 palestinos muertos en Gaza por la ofensiva israelí.

El papel de los medios de comunicación

En Israel existen medios de comunicación críticos, sí, pero son una minoría con impacto limitado. Uno de los más importantes es el periódico Haaretz, el primero en publicar aquí, con relatos de soldados del Ejército, que los militares rasos han recibido órdenes para disparar contra los gazatíes que se acercan a los puntos de reparto de ayuda humanitaria. El Gobierno de Netanyahu cargó duramente contra ese periódico por esa información. Incluso un alcalde del sur de Israel ha propuesto vetar las ventas de Haaretz en su municipio.

Oren Persico, periodista en la revista The Seventh Eye, dedicada a la investigación, a la libertad de expresión y al estudio de los medios israelíes, ya no ve casi nunca los principales canales de televisión del país. "La información casi siempre es propaganda", dice. Su diagnóstico se asemeja al de Meir Margalit. "A los principales medios no les interesa en absoluto contar en profundidad lo que está sucediendo en Gaza. Y si cuentan algo, raramente es sobre el sufrimiento, las muertes o la hambruna. Lo que realmente les preocupa es si las imágenes de Gaza van a perjudicar en algo la imagen internacional de Israel en Europa o Estados Unidos".

Persico está convencido de que se trata de una cuestión de autocensura de buena parte de los periodistas israelíes, casi un pacto de silencio con el grueso de su ciudadanía. "Mucha gente prefiere no saber que tal vez estamos cometiendo crímenes de guerra, o que no dejamos entrar comida en Gaza". Así que la mayoría de medios no lo cuentan. No es que el Gobierno les prohíba contarlo, es que buena parte de los periodistas no lo hacen. Existen fuentes de información alternativas, aunque minoritarias. Y los israelíes puede acudir a las redes sociales, sí, aunque el algoritmo, subraya Persico, tenderá a enseñarles sólo aquello que quieren ver.

"La gente quiere creer que estamos defendiendo nuestras casas, no quieren saber que estamos cometiendo crímenes. Te van a decir: ¿nosotros? ¿crímenes? ¿Judíos? No puede ser. Es una manipulación de los medios de comunicación. Son antisemitas", concluye Mair Margalit. Y aún así, a pesar de esa aparente resignación, no pierde la esperanza: cree que en algún momento la sociedad israelí despertará, que todo es susceptible de cambiar en cuestión de pocos años. Los ataques del 7 de octubre de 2023 tal vez han marcado un punto de inflexión. Parte de la sociedad puede castigar al primer ministro, Benjamín Netanyahu, en las próximas elecciones por no haber protegido a la población de los ataques de Hamás, pero no –al menos por ahora- por haber bombardeado durante casi dos años a la población palestina de Gaza.