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El presidente de Egipto, Abdelfatah Al Sisi, se ha reunido en la Moncloa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su visita oficial a España. En este encuentro han mostrado su rechazo frontal a la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de expulsar a los gazatíes de la Franja a países vecinos. Al Sisi está preparando un plan para reconstruir la zona sin "un desplazamiento forzoso". Sánchez ha apoyado esta propuesta y ha considerado que, lo contrario, es "inmoral". El presidente egipcio ha elogiado la postura española porque "reconoce los derechos palestinos". Ambos han estrechado las relaciones bilaterales tras esta reunión. A este conflicto, también se ha referido el rey Felipe VI después de reunirse con Al Sisi en el Palacio Real: "El diálogo es la única vía posible hacia acuerdos justos".

Foto: Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

En su primer viaje a Oriente Próximo, el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, se ha reunido con el primer ministro israelí en Jerusalén. Benjamín Netanyahu asegura que ambos países comparten una "estrategia común" para la Franja.

Netanyahu ha reiterado que Trump es el mejor amigo de Israel y que trabajan hombro con hombro y plenamente coordinados. De hecho Netanyahu ha vuelto a defender el plan de Trump de convertir Gaza en la Riviera de Oriente Próximo y expulsar a los palestinos a Egipto y Jordania. Y se ha mostrado convencido de poder hacer posible ese plan.

Además, ambos se han mostrado de acuerdo en que Hamás debe liberar a todos los rehenes, que no es una opción y también han dicho que completarán una misión: la de que Irán no tendrá un arma nuclear.

Horas antes de este encuentro, han llegado a Israel las 1.800 bombas MK84 estadounidenses cuyo envío Joe Biden había congelado por el enorme poder destructivo y el riesgo de su uso en Gaza. Ahora Trump ha dado luz verde y ya están en suelo israelí. Cada bomba pesa una tonelada y abre cráteres de 15 metros. Una sola de estas bombas puede arrasar un barrio y llevarse cientos de vidas por delante.

Similar puesta en escena y guion en el sexto intercambio. Los tres israelíes liberados, de entre 29 y 46 años, son civiles y de doble nacionalidad. Con aparente mejor aspecto que los anteriores, han sido recibidos con música y entre vítores en Jan Yunis, en el sur de Gaza. En el escenario, un claro mensaje a Donald Trump y a su plan de expulsar a los palestinos: "Ninguna migración excepto a Jerusalén".

El primero en subir ha sido el más joven, Sasha Trufanov, ruso-israelí secuestrado por la Yihad Islámica. Había protagonizado dos vídeos propagandísticos de la milicia.

Iair Horn, nacido en Argentina, y Sagui Dekel-Chen, de ascendencia estadounidense, completan la lista. Han pedido que continúe el acuerdo de alto el fuego, que ha peligrado esta semana después de que Hamás acusase a Israel de incumplirlo y amenazase con no entregar a los rehenes.

Familiares y amigos han seguido la liberación, retransmitida en directo, como la multitud de personas que han salido a la calle en Tel Aviv.

A cambio, Israel ha excarcelado a 369 presos palestinos de la cárcel de Ofer, obligados a llevar una camiseta con la estrella de David, símbolo del judaísmo, y una frase: "No olvidaremos ni perdonaremos". La mayoría serán trasladados a Gaza y una veintena serán deportados.

El alto el fuego continúa según lo previsto, aunque bajo amenaza. El ministro de Defensa israelí dice que están preparados para reanudar la ofensiva ante cualquier intento de violar el acuerdo.

Foto: Abed Rahim Khatib/dpa

Hamás ha liberado a tres rehenes en el sexto intercambio de la tregua con Israel, pese a las amenazas en las últimas semanas del grupo palestino de romper el alto el fuego por la escasa ayuda humanitaria que entra en Gaza.

Se trata, como ya anunció Hamás este sábado, del estadounidense-israelí Sagui Dekel Chen, de 36 años; el ruso-israelí Sasha Trufanov, de 29, y Yair Horn, de origen argentino y 46 años. A cambio de los tres hombres, Israel liberará a 369 presos palestinos.

Foto: AP Photo/Jehad Alshrafi

El grupo islamista Hamás ha revelado las identidades de los tres rehenes que pondrá en libertad este sábado, como estaba previsto, tras amagar a principios de semana con quebrar el alto el fuego. Son el estadounidense-israelí Sagui Dekel Chen, de 36 años; el ruso-israelí Sasha Trufanov, de 29, y Yair Horn, de origen argentino y 46 años, quienes volverán a casa en el sexto canje. Uno de ellos está en manos de la Yihad Islámica, el otro grupo militante con amplia presencia en el enclave.

El alto el fuego en la Franja de Gaza sobrevive de momento. Hamás ha asegurado que está dispuesto a entregar este sábado a tres rehenes israelíes, según lo acordado, y a mantener las condiciones actuales de la tregua. Asegura que Israel se ha comprometido con la entrega de ayuda a Gaza, más combustible, medicinas o tiendas de campaña, aunque el Gobierno de Benjamín Netanyahu lo ha desmentido.

Los países mediadores, Egipto y Catar están lanzando mensajes positivos y aseguran que se están resolviendo las diferencias que hacían temer que la tregua se rompiera y volviera la guerra. Todavía planea la amenaza de Trump de que si no entrega Hamás a todos los rehenes se desataría el infierno.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya lo ha adelantado al término de una reunión de más de cuatro horas del Gabinete de Seguridad, con altos mandos militares, de la inteligencia y varios ministros: "Si Hamás no devuelve a nuestros rehenes antes del sábado al mediodía, el alto el fuego terminará y el Ejército volverá a combatir intensamente hasta que Hamás sea finalmente derrotado". El gabinete ha aprobado por unanimidad reanudar los ataques en Gaza si Hamás no devuelve a los rehenes, en la línea de la amenaza lanzada por Trump, quien dijo que si no eran liberados, "se desataría un infierno". Pero a diferencia de Trump, Netanyahu no ha dicho cuántos rehenes tendrán que ser entregados para evitar la guerra, dejando abierta una puerta para que la tregua pueda continuar. Para los gazatíes, la situación de incertidumbre representa un momento de profunda angustia ante la posible reanudación de los ataques, así como para las familias de los rehenes israelíes.

En 'Las Mañanas de RNE' hablamos con Ruth Conde, una enfermera de Médicos Sin Fronteras que lleva más de un año trabajando sobre el terreno en la Franja de Gaza. Su discuro en el Congreso de los Diputados el pasado mes de julio sobrecogió a toda la sociedad española, al relatar las terribles circunstancias que se viven allí. La sanitaria acaba de aterrizar prácticamente en nuestro país y nos cuenta cómo es la situación de la población civil en esta zona de conflicto.

"Creo que es una guerra contra todos los principios y extremadamente peligrosa", nos cuenta la enfermera. "Es terrible. Lo que más nos sobrecoge es ver a los pacientes que llegan y ser testigos del sufrimiento que padecen", prosigue Ruth Conde. Respecto al trabajo que desempeñan en Médicos Sin Fronteras, destaca que se centran en los pacientes "más vulnerables". "Lo que más me aterra es el precedente que se está sentando con todo esto. Es aterrador", asegura. En cuanto a lo que se vive en la Franja de Gaza, lo califica como "un atentado contra la dignidad".

Hamás ha suspendido, por el momento, la entrega de rehenes israelíes al alegar que Israel está incumpliendo los acuerdos de alto el fuego. Según el grupo, el Gobierno de Tel Aviv dispara a los gazatíes, lo que ha retrasado el retorno de los desplazados e impide la entrada en Gaza de la ayuda acordada. También Israel lanza acusaciones contra Hamás, reprochándole el mal estado de los últimos rehenes liberados. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha puesto al Ejército en estado de máxima alerta en Gaza, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha convocado a su gabinete de seguridad. En la capital de Israel, cientos de personas han salido a las calles para pedir que no se rompa la tregua. Temen por las vidas de los más de 70 rehenes que siguen en Gaza.

El Corredor Netzarim, es una barrera impuesta por Israel durante la guerra de Gaza. Dividía la franja en dos e impedía el cruce de los gazatíes. En virtud del alto el fuego, las fuerzas israelíes se han ido retirando poco a poco, pero desde este domingo, la retirada es total. Y esto está permitiendo que los gazatíes, libremente, vuelvan a sus hogares en el norte, eso sí, completamente devastados la mayoría.

Foto: REUTERS / Dawoud Abu Alkas

Los tres rehenes israelíes liberados este sábado tienen entre 32 y 56 años y han sido los únicos hasta ahora en pronunciar unas palabras antes de poner rumbo a Israel. "Pido que se implementen todas las fases de la tregua", ha dicho Ohad Ben Ami. Hamás pregunta a otro de los liberados, Eli Sharabi, si está al tanto de la muerte de su hermano durante la ofensiva israelí: "Lo sé", contesta. Lo que no sabía es que tanto su mujer como sus dos hijas fallecieron en los ataques del 7 de octubre, según medios israelíes.

Todos han sido trasladados al hospital, desde donde aseguran que dos de ellos están en "mal estado" de salud. Visiblemente emocionados se han reencontrado con sus familias. Su aspecto, notablemente delgados, ha sido lo más comentado. Netanyahu ha anunciado represalias contra el grupo islamista.

Israel, por su parte, ha liberado a 183 presos palestinos. La Media Luna Roja también ha denunciado el estado de salud de algunos de ellos: siete han sido trasladados de inmediato a los hospitales. Desde Gaza, Hamás se ha dirigido a Trump: "No nos iremos de aquí", ha asegurado un miliciano. Esta semana el presidente estadounidense ha propuesto tomar el control de la Franja y expulsar a sus habitantes. En las últimas horas Trump ha anunciado que autorizará la venta de armamento a Israel por valor de 7.000 millones de dólares.

Foto: Haim Zach/GPO/dpa

Sin sorpresas en el quinto intercambio de rehenes y prisioneros entre Israel y Hamás. En Gaza, celebraciones en la plaza de Deir Al Balah bajo el estricto control de los milicianos.

De nuevo, firma del acuerdo con Cruz Roja y saludos de los recién liberados. Como novedad este sábado, han dicho unas palabras en hebreo, obligados por los terroristas. "Pido que se implementen todas las fases del acuerdo de alto el fuego", ha dicho Ohad Ben Ami, de 56 años. A Eli Sharabi, de 52, le preguntó Hamás "¿sabes que tu hermano murió durante la ofensiva israelí?". "Lo sé", ha respondido, "y lamento que no pueda estar hoy aquí, conmigo". En Israel, familiares y amigos han seguido en directo la liberación, al igual que miles de ciudadanos. EL primer ministro Benjamín Netanyahu ha asegurado que tomará medidas ante el "grave estado" ha dicho, en el que se encuentran los liberados.

Por su parte, la Media Luna Roja ha denunciado el mal estado de salud de algunos de los presos palestinos liberados. Al menos siete han sido trasladados a hospitales. En total, 183 han salido de la prisión israelí de Ofer. Entre ellos hay más de 100 que fueron detenidos tras los ataques del 7 de octubre y 20 volverán a Gaza. Desde allí, Hamás ha lanzado un mensaje a Donald Trump: "Nos quedaremos en Gaza hasta derramar la última gota de sangre si hace falta" ha asegurado. Un mensaje que llega después de que el presidente de EE.UU. planteara esta semana tomar el control de la Franja y expulsar a los gazatíes para convertirla en la Riviera de Oriente Próximo.

Foto: REUTERS/Hatem Khaled TPX

Hamás ha proporcionado la identidad de los tres rehenes israelíes que serán liberados a cambio de 183 prisioneros palestinos en el intercambio del próximo sábado y dentro de los acuerdos del alto el fuego. Los nombres de los rehenes liberados son Or Levy, de 34 años, secuestrado en el festival Nova; Ohad Ben Ami, de 56, capturado junto a su esposa, ya liberada; y Eli Sharabi, de 53, quien perdió a sus hijos y a su mujer en los ataques de Hamás.

El grupo rebelde ha estado retrasando la entrega de la lista de rehenes alegando que Israel no está permitiendo que entre a Gaza la ayuda acordada. Según un comunicado, se necesita con urgencia la llegada de más alimentos, medicinas, ropa de invierno y tiendas de campaña. Asimismo, señala que hay todavía 12.000 cadáveres en Gaza, entre ellos algunos rehenes fallecidos en los bombardeos, pero no pueden desenterrarlos porque Israel no les permite que entre maquinaria pesada en la Franja.

Sobre el terreno, los gazatíes de a pie no dejan de sorprenderse e indignarse. Primero, por la propuesta de Trump, y ahora, por la del ministro israelí de defensa, Yoav Gallant, quien ya prepara la salida voluntaria de Gaza. Todos dicen lo mismo: se aferrarán a su tierra.

El plan de Trump ha sido rechazado por los países árabes y condenado por organizaciones internacionales, que lo acusan de limpieza étnica. En la ONU, el enviado palestino declaró que "no hay poder en el mundo que pueda sacar al pueblo palestino de su tierra". Pero el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sigue mostrándose entusiasmado con la idea de Trump.

En Israel, la extrema derecha se muestra eufórica ante la propuesta del presidente estadounidense, que también apoya la mayoría de los ciudadanos. Una encuesta del Instituto de Democracia de Israel, centro de investigación independiente, señala que el 80% de la población judía apoya la idea de Trump de reubicar a los gazatíes frente a un escaso 3% que lo considera inmoral.

El Ministerio de Defensa israelí ha dado orden a las Fuerzas Armadas de preparar un plan para permitir la "salida voluntaria" de los palestinos de la Franja de Gaza.

El anuncio llega tan solo dos días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propusiera "reasentar" a la población y quedarse con el territorio, un plan que ha provocado el rechazo internacional y acusaciones de "limpieza étnica".

Foto: REUTERS/Amir Cohen