Enlaces accesibilidad
Elecciones Andalucía

La izquierda ante el 19J: llamadas a la movilización contra la "extrema derecha" entre la división y los "tiros en el pie"

Por
La izquierda ante el 19J: llamadas a la movilización contra la "extrema derecha" entre la división y los "tiros en el pie"
Los candidatos de PSOE (Juan Espadas), Por Andalucía (Inmaculada Nieto) y Adelante Andalucía (Teresa Rodríguez) a las elecciones andaluzas.

No son buenos tiempos para la izquierda en Andalucía. Una vez más, vuelve dividida a unas elecciones en la región, las del 19 de junio, y el punto de partida no podía ser más desalentador: ninguna encuesta prevé que la suma de PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía sea suficiente para formar gobierno y los tres juntos lograrían un resultado similar o inferior al PP. El Partido Socialista no parece despegar tras el cambio de liderazgo con Juan Espadas en unos comicios que tienen una clara lectura y posible repercusión en clave nacional y el espacio político “a su izquierda” ha sido protagonista principalmente por sus discrepancias y guerras. El reto de la campaña para estas formaciones será inmenso: remontar un ‘Everest’ de encuestas negativas y movilizar e ilusionar a la ciudadanía, por lo que los tres candidatos han enfocado mucho sus discursos en apelar a la participación para "frenar" a la "extrema derecha".

Andalucía no es cualquier comunidad para el PSOE. Forma parte del ADN de los socialistas, que gobernaron la región 36 años hasta 2018, cuando el PP de Juanma Moreno arrebató el poder a Susana Díaz. Siempre ha tenido un peso importante en los gobiernos nacionales de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez. Y ahora, el Partido Socialista llega a estas elecciones autonómicas, por primera vez, en la oposición y con un candidato todavía desconocido entre parte de los andaluces y perfil discreto.

Juan Espadas se impuso a Díaz en las primarias de hace un año en un movimiento de Ferraz para desterrar definitivamente el ‘susanismo’. Pero ninguna encuesta prevé que logre un resultado significativamente mejor que el que consiguió su antecesora en 2018, el peor del partido en Andalucía pese a ser la lista más votada y con el que Díaz perdió la presidencia ante la suma de PP, Cs y Vox. En un Parlamento en el que la mayoría absoluta se sitúa en 55 diputados, los 32-36 que otorga el CIS a los socialistas están muy lejos de poder articular una mayoría suficiente para recuperar el gobierno de la Junta, ni siquiera sumando con Por Andalucía (9-10), Adelante Andalucía (2) o inlcuso a Ciudadanos (1-3) si los ‘naranjas’ se prestaran a ello, según el barómetro. La suma de la izquierda sería similar al resultado del PP (47-49), al que solo le haría falta la abstención de Vox (17-21) para gobernar.

Espadas (PSOE), un candidato que no ha podido potenciar su liderazgo

“Espadas está estancado y no ha producido ninguna ilusión en el electorado socialista”, señala a RTVE.es la directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Paloma Román Marugán. A su juicio, Espadas no se ha “trabajado” la precampaña y ahora “va a depender de lo que se haga desde Madrid” y de las posibles visitas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o de sus ministros.

“El PSOE andaluz, durante muchos años, se ha centrado en tener un liderazgo único” como el de Manuel Chaves, José Antonio Griñán o Díaz, apunta por su parte el politólogo de la Universidad de Barcelona Jesús Palomar, quien señala que ahora los socialistas “han cambiado un modelo personalista por uno más colectivo”. El problema, indica, es que este cambio se ha producido justo hace un año, cuando Díaz esperaba seguir como candidata a la Junta y en el PSOE no se había podido potenciar otro liderazgo.

Coincide la politóloga y asesora en comunicación política Mireia Castelló, quien cree que al PSOE le está pasando factura “la resaca” del cambio de liderazgo y que Espadas todavía “no ha tenido la oportunidad en el tiempo para poder desarrollar y consolidar el suyo” de cara a estas elecciones. “No es el momento para él. Sí es un candidato adecuado para estar en el Gobierno pero su perfil no encaja con la notoriedad que necesita al estar en la oposición”, expone. Y es que Espadas se caracteriza por un perfil institucional, sereno y dialogante que contrasta con la política de alto voltaje que se ha instaurado en España. Y, si bien el socialista tiene “buenos atributos” como buen gestor y su perfil moderado, cree que en esa cuestión “compite directamente”, además, con Juanma Moreno, que tiene la “baza a favor” de estar en el poder.

Y es que todos los expertos coinciden en que partir desde la oposición también es un hándicap en su contra y añaden que, ya que estas elecciones tendrán una lectura en clave nacional, Sánchez “podría salir algo perjudicado” ante un posible fracaso del PSOE. El jefe del Ejecutivo se mide por primera vez en unas elecciones con el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha logrado repuntar a su partido a nivel nacional en todos los sondeos, y lo hace después del fracaso del PSOE en Castilla y León y el año pasado en Madrid.

Lo cierto es que un resultado como el que prevé el CIS no sería necesariamente malo siempre que los posibles aliados del PSOE lograran relevancia en estas elecciones y pudieran formar un gobierno. Pero las peleas entre Adelante Andalucía y Por Andalucía, así como las luchas internas que ha habido dentro de esta última coalición, están siendo “un tiro en el pie” para la izquierda, como expone Castelló, que señala que “los problemas de organización, descoordinación y recelos” que han sido sonoros en las últimas semanas “se trasladan a la opinión pública”.

Peleas públicas en la izquierda que “desmotivan”: “Es un tiro en el pie”

El espacio a la “izquierda del PSOE” se dinamitó en 2020, con la implosión del grupo parlamentario Adelante Andalucía después de que su líder y cabeza de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, rompiera con el partido morado. Fue expulsada por sus compañeros de Podemos e IU del grupo parlamentario por “tránsfuga” y, desde entonces, ha mantenido un pulso directo con sus excompañeros, que ahora van en otra coalición de seis partidos bajo el nombre de Por Andalucía. La candidata de ésta, Inma Nieto (IU), no solo ha logrado expulsar a Rodríguez del grupo, sino que también ha logrado que la Junta Electoral le retire la financiación y el espacio en medios públicos.

Unos “ataques” denunciados por Rodríguez que han sido sonoros y de los que sigue quejándose en campaña: "Nos han querido robar hasta la voz". Se ha referido así al intento de los de Nieto por vetar a Adelante de los debates electorales, algo que no han conseguido.

Pero también ha habido una lucha de poder dentro de Por Andalucía tras el acuerdo que alcanzaron IU, Podemos, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Podemos y Alianza Verde quedaron fuera de la coalición por registrarse fuera de plazo, tal y como confirmó la Junta Electoral. Nieto se comprometió a llevarles en las listas, pero los ‘morados’ denunciaron que los de Nieto se negaban a cumplir el acuerdo en lo que respecta al porcentaje de representación que les correspondía y el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, elevó las quejas a la vicepresidenta segunda del Gobierno de Sánchez, Yolanda Díaz, a quien acusó de haber impuesto a Nieto a dedo sobre el candidato de Podemos, Juan Antonio Delgado. "Vuelven las puñaladas y los despachos”, dijo.

Lo cierto es que las guerras dentro de la izquierda son un “clásico” en Andalucía, como expone Román, precisamente porque compiten “por un mismo espacio” y, “cuanto más pequeño sea el pastel que toca repartir” (como en este caso, donde las derechas superarían con holgura la mayoría absoluta, según las encuestas), “mayor es la lucha” en una batalla por cada escaño. El problema, dice, no es ese, sino que “lo que les va a penalizar es la visibilización” de estos problemas.

Días antes del arranque de campaña, Nieto trató de minimizar las discrepancias dentro de Por Andalucía, pidió disculpas y aseguró que dejarían de hablar de “sus cosas” para centrarse en las prioridades de los andaluces. “La sociedad sabe muy bien cuándo un partido está centrado en sus cuestiones internas y no pone en el centro al ciudadano”, apunta Castelló, que ha criticado que “sorprende mucho” que partidos como Podemos, que “ya no es una formación tan nueva”, e IU, sigan en estos choques sonoros. “Lo que deberían hacer es ir con humildad a afianzar al votante y combatir el posible abstencionismo con una campaña en positivo, de qué pueden ofrecer sin estar constantemente hablando de lo que hacen otros”, añade.

Una llamada clara a la movilización para frenar a la "extrema derecha"

En esta campaña, los candidatos de la izquierda están apelando, sobre todo, a la movilización para frenar a "la extrema derecha". “Que nadie se quede en su casa” porque, cuando la participación baja, “nunca gana la izquierda, el progreso ni la democracia”, dijo Espadas nada más empezar la campaña. Uno de sus lemas, precisamente, es: "Si votamos, ganamos".

Por Andalucía también se marca como objetivo "movilizar al voto de la mayoría progresista que siempre ha existido en Andalucía" en un spot cuyo eslogan es: "Somos más". Y Adelante Andalucía, de forma más discreta que las otras dos formaciones de izquierda, está llamando a los simpatizantes a dar cuenta a sus allegados de la necesidad de un partido andalucista: "Cuéntaselo a tus vecinas, en la escalera y en el tajo".

Hay que tener en cuenta que “la gente de izquierdas no es fiel al voto” y, “o le convences mucho, o se queda en casa”, subraya Palomar, quien indica que la capacidad de movilización entre las tres formaciones es ahora mismo poca: “No parece haber posibilidad de gobernar, la izquierda no está cerca de conseguir la presidencia, no motiva el candidato a la misma” ni las rivalidades derivadas de “competir por el mismo espacio electoral”, por lo que “mucha gente se queda en casa y se pregunta para qué ir a votar”.

Los expertos creen también que las figuras de Rodríguez y Nieto no son un plus a la hora de movilizar. A la primera, “ya se le ha dado muchas oportunidades en Andalucía y no ha terminado de convencer”, expone Palomar, que cree que su figura está ya algo “quemada”. Sin embargo, Castelló y Marugán creen que puede tener cierta ventaja sobre Nieto al ser más conocida que la líder de una candidatura que surgió “in extremis” hace apenas un mes. Recalcan también su independencia de posibles injerencias procedentes de Madrid, mientras que Nieto sigue de alguna forma “a la sombra” de las direcciones nacionales de IU y Podemos: “Tiene la cara de Alberto Garzón detrás y de Yolanda Díaz y eso le hace menos autónoma”.

Y hablando de Yolanda Díaz, la vicepresidenta tiene pendiente lanzar su proceso de escucha para conformar un proyecto político después de las elecciones del 19J. Depende de lo que ocurra en la campaña y en las elecciones se podría también tensar la relación entre Podemos y Díaz, que ya se ha visto afectada por otras discrepancias por el envío de armas a Ucrania o la cumbre de la OTAN.

La vicepresidenta no estará en muchos actos de campaña arropando a Nieto, tan solo dos: el sábado día 11 de junio en Córdoba y el martes 14 en Sevilla. Pedro Sánchez, que se estrenó el domingo en la campaña, prevé estar con su candidato en, al menos, otras dos ocasiones hasta el día de la jornada de reflexión.