Australia se ha convertido en el primer país del mundo en vetar el acceso a las redes sociales a menores de 16 años. El peso de la ley caerá sobre las empresas gestoras de estas redes, que se arriesgan a multas de casi 30 millones de euros.
La normativa señala por el momento a diez plataformas obligadas ahora a adoptar medidas para verificar la edad de sus usuarios. Ante la posibilidad de que se falsifique la edad, el regulador propone también tener en cuenta patrones de comportamiento para determinar si puede estar utilizando la red alguien en edad escolar.
Foto: EFE/ Edurne Morillo
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