Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Cada vez viajamos más. El deseo de conocer mundo ha crecido de forma proporcional a la oferta de productos turísticos, el abaratamiento de los costes y la evolución de las tecnologías de la información. El meteórico desarrollo de los dispositivos, la conectividad y las redes sociales ha dado un vuelco a nuestra forma de viajar y contarlo. Hoy hacemos un alto en el camino para volver la mirada hacia nuestro interior: queremos entender cómo hemos cambiado, lo que hacemos y por qué lo hacemos. Nos acompaña en esta misión el actor, cantante y viajero mexicano Alan Estrada, más conocido por el nombre de su exitoso canal de YouTube: Alan por el Mundo. Después de haber vivido experiencias en todos los continentes, incluso en el fondo del Atlántico a bordo del submarino Titán (destruido en una inmersión posterior hacia los restos del Titanic), este creador de vídeos ha publicado un revelador libro de conclusiones titulado 'Viajar cambiará tu vida. 10 lecciones que aprendí al recorrer el mundo' (Geoplaneta). A través de sus páginas reflexionamos sobre cuestiones como la autenticidad, el miedo, la diversidad o los afectos. Todo ello enmarcado en un ecosistema de redes que inspiran y alientan, pero que también pueden frustrar y presentar una imagen muy distorsionada de la realidad. Sumamos al análisis las voces de la psicóloga nómada Tere Rodríguez Nazar, el trotamundos independiente Carlos Martínez (alias Carlos el Viajero) y el aventurero extremo Antonio de la Rosa.

Facebook, Instagram, X (antes Twitter), TikTok, WhatsApp... Ya sea para colgar fotos o vídeos, expresar tu opinión o mantenerte en contacto con amigos y familiares, hay redes sociales para todos los gustos, pero tienen algo en común: al usarlas regalas infinidad de datos sobre ti a las grandes tecnológicas que están detrás. ¿Quién eres, cómo piensas, cuáles son tus hábitos y tus patrones de conducta, qué te gusta y qué detestas? Al final, el algoritmo te conoce mejor que tu madre y personaliza el contenido al que puedes acceder y te ofrece publicidad a la medida, pero también puede colarte fake news y condicionar tu pensamiento. De la Guerra Fría hemos pasado a la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China porque quien controla los datos, controla el mundo. El campo de batalla se ha trasladado a tu móvil y ahora el que dispara es tu dedo cada vez que clicas "aceptar" o das un "like". ¿Alguna regulación nos protege o estamos atrapados en las redes? "Geópolis" navega por ellas para desentrañar su poder.

Cada vez más profesores, además del aula, utilizan las redes sociales para explicar sus asignaturas. Estos son los conocidos como Teachtokers. El contenido educativo difundido a través de plataformas como Tik Tok o Instagram adopta diferentes formatos. Algunos profesores optan por la imitación de la enseñanza tradicional, donde explican lecciones frente a la cámara. Otros prefieren adoptar un enfoque más interactivo, creando un blog de clases en los que se enfocan tanto en ellos mismos como en sus alumnos. Sin embargo, estos últimos incluyen demasiada información de sus estudiantes y esto, según los expertos, puede conllevar una serie de riesgos.

El culto a la cirugía y medicina estética gana cada vez más seguidores en España. El 50% de la población española se ha sometido a algún tratamiento estético y cada vez son más jóvenes, en ocasiones buscando una belleza irreal. Las redes sociales y el uso de filtros están detrás de estas cifras. A esto se añade el problema de aquellas personas que buscan alternativas más baratas fuera de nuestro país para operaciones más complejas y de riesgo. Por ejemplo, el turismo sanitario en Turquía está en auge. Los expertos denuncian que estos pacientes viajan sin un estudio previo, además de que el postoperatorio suele durar solo unos días. Una situación que, en el caso de que tengan secuelas graves, puede aumentar la presión hospitalaria cuando vuelven a España.

Descubrir los secretos de las pinturas es uno de los desafíos de Blanca Guilera, una tiktoker especializada en el mundo del arte. Sus contenidos digitales han saltado ahora a un libro que quiere ser igual de desenfadado. Anécdotas, pintores despechados, pintoras que envían desnudos a sus amantes y mucho entretenimiento asoman en sus contenidos.

Foto: Getty Images