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Los barcos bloqueados por EE.UU. transportan petróleo venezolano, un país sancionado por el propio EE.UU. desde 2019. Algunos de ellos ocultan su posición y su bandera, lo que es ilegal.

Venezuela mantiene así sus exportaciones de petróleo, su principal fuente de ingresos. Empresas de EE.UU. como Chevron, siguen operando en el país, bajo ciertas condiciones.

Fuente: Oficina del fiscal general de EE.UU. / X vía Ap

Ana Obregón y su familia contribuyeron a crear la fortuna de Jeffrey Epstein. Es la conclusión del diario "The New York Times", que ha investigado el origen del imperio del empresario condenado por abuso sexual de menores. A principios de los años 80 varias familias españolas con grandes patrimonios contrataron a Epstein, entonces consultor financiero, para localizar millones de dólares tras la quiebra fraudulenta de una firma de intermediación bursátil. Entre esas familias, según una investigación del periódico norteamericano, estaba la de Ana Obregón. Ese éxito le dio comisiones millonarias, prestigio y, sobre todo, acceso a una red internacional de clientes con mucho dinero.

La investigación sitúa el encargo en torno a 1982, cuando Ana Obregón estudiaba interpretación en Nueva York. Según el New York Times, por entonces ella y Epstein estuvieron saliendo. En su día ella habló de un "novio americano", pero negó que tuviera un romance con el multimillonario pederasta. En sus memorias de 2012, "Así soy yo", la actriz se refería a él como "Jeff", su "ángel de la guarda en Nueva York", y lo describe como el hombre perfecto, pero del que nunca se enamoró.

Este es el nuevo capítulo de la trama Epstein que esta vez llega a España y que reabre preguntas sobre cómo empezó a construir su red de dinero e influencia el consultor neoyorquino mientras en Estados Unidos sigue creciendo la presión para que la Casa Blanca haga públicos todos los archivos vinculados con el caso.

Foto: EFE/Oversight Dems

Trump continúa con las sanciones sobre Venezuela en su lucha, por el momento naval, contra el narcotráfico. Este martes, el presidente de los Estados Unidos ha ordenado "el bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entren y salgan" del país latinoamericano, en lo que supone un paso más en la escalada de presión de Washington sobre el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Trump ha acusado a Caracas de emplear el crudo de "yacimientos robados para financiarse a sí mismo" así como al narcotráfico y el crimen. Y ha asegurado que el despliegue estadounidense "seguirá creciendo", advirtiendo que el impacto que sufrirán "no tendrá precedentes"

El Ejecutivo de Maduro ha respondido calificando el anuncio de "amenaza grotesca" y acusa al país norteamericano de "robar la riqueza que pertenece a nuestra patria".

La semana pasada, fuerzas estadounidenses incautaron un petrolero, el Skipper, con destino a Cuba, en el mar Caribe. El barco transportaba entre 1 y 2 millones de barriles de crudo venezolano, según diversas fuentes, con un valor de entre 50 y 100 millones de dólares. Según Washington, el barco había estado bajo sanciones estadounidenses desde 2022 por presuntos vínculos con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y el Hezbolá libanés.

2 de septiembre de 2025. Comienza la Operación Lanza del Sur, con hasta ahora más de 20 ataques y decenas de víctimas mortales. Sin presentar pruebas, la Casa Blanca asegura que eran narcoterroristas transportando drogas que terminan matando estadounidenses. Por eso lo llaman legítima defensa.

La Carta de las Naciones Unidas es clara. Prohíbe el uso de la fuerza armada en las relaciones internacionales, pero contempla dos excepciones. Una, las intervenciones autorizadas por el Consejo de Seguridad, que no es el caso. Y dos, la legítima defensa ante un ataque armado.

La Constitución americana dice que es el Congreso quien declara la guerra, pero allí no se ha votado el uso de la fuerza armada. No es la primera vez que este debate surge en el país. Ya hubo presidentes republicanos y demócratas que usaron drones en Pakistán, Yemen, Libia para matar a presuntos terroristas.

Quizá la diferencia es el descaro con el que Trump admite lo que muchos consideran ejecuciones extrajudiciales.

Foto: @Southcom / X

Washington continúa su ofensiva marítima contra el tráfico de drogas. En las últimas horas Estados Unidos ha lanzado tres nuevos ataques contra supuestas narcolanchas matando a ocho de sus tripulantes.

Esta vez ha sido en aguas del Pacífico, que son, según los expertos, la principal ruta para el contrabando de drogas hacia este país, que ya ha destruido en el Caribe la mayoría de la veintena de narcolanchas que ha bombardeado desde septiembre. Es una región de tráfico de cocaína, pero no la principal.

Según la propia agencia antidrogas de EE.UU., la mayoría de la coca transportada por mar desde Sudamérica viaja por el Pacífico y sólo una parte menor, por el Caribe. Por el aire, la proporción es similar. Aviones y avionetas cruzan más el Pacífico y Centroamérica con destino al norte que el mar Caribe.

Para los especialistas, el asesinato de más de ochenta personas que iban en las lanchas destruidas por la armada estadounidense tampoco supone un golpe a las estructuras del narco. 80.000 personas mueren por sobredosis cada año en Estados Unidos.

Y lo que más mata no es la cocaína, sino el fentanilo, una droga química producida artificialmente.

Foto: Tajh Payne/Handout vía REUTERS.

El Ejército de Estados Unidos ha anunciado tres nuevos ataques cinéticos contra presuntas narcolanchas en aguas internacionales del Pacífico oriental, cerca de Colombia, y en el que han muerto ocho hombres. "Información de inteligencia confirmó que los buques transitaban por rutas conocidas de narcotráfico en el Pacífico Oriental y se dedicaban al narcotráfico", ha declarado el ejército en una publicación en X.

El Gobierno de Estados Unidos no reconoce la legitimidad de Maduro en Venezuela y lo acusa de liderar el Cartel de los Soles, un supuesto grupo vinculado al narcotráfico, aunque funcionarios venezolanos como el ministro de Interior, Diosdado Cabello, consideran que se trata de un "invento".

Trump también ha anunciado el lunes que firmó una orden ejecutiva para declarar al fentanilo como un "arma de destrucción masiva", al considerar que ha causado estragos comparables a los de una guerra. Por el momento, la Administración no ha explicado que repercusiones legales tendrá la clasificación de esta droga como arma de destrucción masiva, una expresión reservada hasta ahora a armas "radiológicas, químicas, biológicas o de otro tipo destinadas a hacer daño a un gran número de personas".

Una zona desmilitarizada al estilo de la que separa las dos Coreas. Es lo que propone Estados Unidos para parar la guerra en Ucrania. Rusia quiere toda la región del Donbás bajo su dominio, incluido el 20% que aún controla Kiev. A cambio, Zelenski pide que los soldados rusos se retiren tantos kilómetros como los ucranianos.

No solo la ubicación exacta y la extensión. Las partes deben pactar cómo se supervisa esa zona desmilitarizada. Washington propone vigilar a distancia con satélites y drones. No se descartan tropas de interposición de países no miembros de la OTAN.

La idea es crear una zona libre de armas e instalaciones militares que separe a los ejércitos de Rusia y Ucrania. Así se puso fin al baño de sangre entre las dos Coreas en 1953, aunque técnicamente ambos países siguen en guerra.

Otra famosa zona desmilitarizada es la línea verde de Chipre, que parte en dos la isla y su capital, Nicosia, desde la invasión turca de 1974.

Ese mismo año se creó otra zona de amortiguamiento entre Siria e Israel en los Altos del Golán, tras la guerra del Yom Yippur.

Paradójicamente, estas fronteras, supuestamente desmilitarizadas, acaban siendo muchas veces las más vigiladas y minadas, con grandes ejércitos apostados junto a sus límites.

Foto: SERGEY KOZLOV/EFE — Una carretera en la región de Járkov cubierta con redes antidrones

Estados Unidos estrecha el cerco sobre el régimen de Nicolás Maduro. La primera incautación de un buque con crudo venezolano y sanciones a otros petroleros y compañías navieras supone el primer golpe directo de Trump al principal salvavidas de Caracas.

"Maduro se encuentra en una situación tremendamente delicada porque resulta claro que la presión de Donald Trump no va a disminuir, cada vez va a ir a más y se está encontrando, viendo abocado a un callejón sin salida", señala José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin.

La puerta abierta a nuevas incautaciones ahuyenta el negocio. Según Reuters, petroleros cargados con 11 millones de barriles están varados en aguas venezolanas. Solo la estadounidense Chevron goza de autorización inusual y privilegiada para exportar. Y sus operaciones representan casi una cuarta parte de la producción petrolera venezolana. El país caribeño es una pieza económicamente codiciable, pero puede que las ambiciones de Trump no solo pasen por el petróleo ni por la salida de Maduro.

"Creo que Trump puede estar más interesado en las tierras raras que tiene Venezuela, que no quiere que caigan del lado chino porque China se está estableciendo en Sudamérica y Trump lo que está intentando también es posicionarse en Sudamérica", opina Gurpegui.

Trump no deja de insinuar una intervención terrestre, aunque para este experto el desenlace pasa por una solución negociada. Maduro pide que no haya guerra por petróleo y el siguiente movimiento de este pulso en el Caribe es imprevisible.

Foto: REUTERS/Isaac Urrutia

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice que los ataques terrestres contra narcotraficantes comenzarán pronto en el Caribe. Aunque ahora mismo centra toda su acción en dificultar la exportación de petróleo venezolano y ahogar económicamente al régimen del presidente, Nicolás Maduro.

El crudo venezolano solo ve salida estos días a través de los buques fletados por la multinacional estadounidense Chevron, los únicos que transitan por la zona, según fuentes marítimas. Las exportaciones petroleras de Venezuela han caído drásticamente en la última semana.

Foto: Leonardo Fernandez Viloria/REUTERS

Las negociaciones sobre la guerra entran en un momento decisivo. Estados Unidos propone ahora que Ucrania entre en la Unión Europea en 2027. Sería una entrada exprés que se saltaría reglas y plazos, y un premio de consolación para Zelenski, que prefería el ingreso en la OTAN. Pero eso Trump lo descarta de plano. Sí negocia garantías de seguridad.

La otra gran cuestión es el territorio. Zelenski se ha grabado a las puertas de Kupiansk, en la región de Járkov, tomada por Rusia en noviembre. El presidente ucraniano asegura que su ejército aún puede contraatacar. En el Donbás, sin embargo, el avance de Rusia no tiene respuesta y ha plantado sus banderas en Síversk. La que ha sido una fortaleza inexpugnable en casi cuatro años de invasión ha caído y abre una vía hacia los grandes núcleos de Slaviansk y Kramatorsk.

El Kremlin ha conquistado más del 80% del Donbás y lo quiere todo. Dice que después podría aceptar que fuera una zona desmilitarizada, aunque bajo vigilancia de la policía rusa.

Foto: Stringer/REUTERS — Soldados ucranianos disparan una pieza de artillería en la región de Donetsk

Analizamos las claves, los verdaderos intereses y qué hay detrás de la política exterior de Washington en dos escenarios: Latinoamérica y Europa. La vuelta a la Doctrina Monroe y al Corolario Roosevelt sobre la mesa en un neoimperialismo americano que se resume en el lema: MAGA (Make America Great Again).

El petrolero incautado por Estados Unidos frente a las costas de Venezuela se dirigirá hacia un puerto estadounidense para que su petróleo sea requisado, ha informado este jueves la Casa Blanca, mientras Trump vuelve a afirmar que "pronto" habrá ataques terrestres.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha acusado a EE.UU. de "robar" el petróleo venezolano y de "piratería". Además, ha denunciado que los tripulantes del buque petrolero interceptado y confiscado están "desaparecidos", por lo que ha denunciado el hecho a la a Organización Marítima Internacional (OMI) para "asegurar" todas sus naves y garantizar el libre comercio.

Este episodio aumenta la tensión entre ambos países tras meses de despliegue militar estadounidense en el Caribe con el argumento de combatir el narcotráfico del que Washington responsabiliza a Maduro, algo que este niega.