Las otras intervenciones de EE.UU. en América Latina
- El narcotráfico fue también la excusa para derrocar al general Noriega
- Contra el comunismo fueron las intervenciones en Bahía de Cochinos y la Operación Cóndor
Solo en el siglo XX, Washington ha efectuado más de cincuenta intervenciones en el continente. El pretexto del narcotráfico, espoleado en la actualidad por la Administración Trump para acabar con el régimen de Maduro en Venezuela, ya se había utilizado décadas antes. Desde septiembre, EE.UU. ha lanzado una veintena de ataques contra supuestas narcolanchas que salen de las costas venezolanas —algunas también de Colombia—.
La intervención a mayor escala ocurrió en diciembre de 1989, cuando más de 25.000 soldados estadounidenses invaden Panamá. El presidente George W. Bush autoriza la operación Causa Justa. Supuestamente, para garantizar la vida de los ciudadanos estadounidenses allí, restaurar la democracia, preservar la integridad de los tratados del Canal y derrocar al general Noriega, al que acusa de narcotráfico y delincuencia organizada.
El panameño Noriega, de confidente a enemigo público
"Noriega era colaborador de la CIA", —dice Jana Monter, investigadora de El Orden Mundial— "le pagaban desde hace años, de cuando Bush padre era director general de la agencia, se había hecho la vista gorda sobre sus relaciones con el narcotráfico porque era un confidente útil frente al gobierno de Castro y los sandinistas en Nicaragua". En 1988 le acusa un tribunal estadounidense en un momento en el que el país, gobernado por Reagan, consideraba las drogas el principal problema de salud pública. La presión no fue más allá de lo diplomático porque no quiso perjudicar la campaña presidencial de Bush padre.
Pero en 1989, encuestas internas y externas aseguraban que la población panameña aprobaría una intervención estadounidense. El nuevo inquilino de la Casa Blanca la ordena el 20 de diciembre. Duró 42 días en los que murieron más de 500 personas, la mayoría militares. El general Noriega aseguró que permanecería en la trinchera de combate y denunció que EE.UU. quería el control del Canal de Panamá. Tras refugiarse en la nunciatura papal, rodeada de marines y “bombardeada” con música estridente las 24 horas, se entregó el 2 de enero de 1990. Extraditado a Washington, fue condenado a 40 años de cárcel. Cumplió condena también en Francia y Panamá antes de morir en 2017.
La amenaza comunista de Castro y la órbita de la Unión Soviética
En abril de 1961, la administración Kennedy planea la fallida invasión de Bahía de Cochinos, en Cuba, y envía a la isla a 1.200 exiliados. Quería que pareciera un levantamiento popular contra Fidel Castro, que había proclamado la Revolución en enero de 1959. Lo veían como una amenaza comunista por sus relaciones con la Unión Soviética. "La CIA los entrena en Guatemala para que ellos interviniesen, dice Jana Monter. "Pensaban que el pueblo cubano se uniría, pero no fue así". Derrotados por Castro en tres días, murieron más de cien exiliados y unos 1.200 fueron capturados. Fue un fracaso militar para Estados Unidos.
Operación Cóndor y la Escuela de las Américas
El mayor intervencionismo por países implicados se ha ejercido desde la Escuela de las Américas, una academia militar estadounidense fundada en 1946 en Panamá, donde la conocían como 'Escuela de Asesinos', y trasladada en 1984 (a petición de las autoridades panameñas) al estado de Georgia. En 1996, la prensa estadounidense publicó los manuales de entrenamiento que enseñaban a militares latinoamericanos métodos de tortura, secuestro o interrogatorios. Por sus aulas han pasado más de 80.000 alumnos, entre ellos futuros dictadores como el chileno Pinochet, el argentino Videla o el peruano Montesinos.
Supuso el germen de la temida “Operación Cóndor”, en la que el secretario de Estado Kissinger fue uno de sus ideólogos como demuestran documentos desclasificados. Supuso una campaña del terror que implicó a servicios de inteligencia militar durante los años 70 y 80 en una decena de países y que derivó en golpes como el que acabó con la vida de Salvador Allende. 50.000 opositores de izquierdas murieron y más de 400.000 personas fueron detenidas en países como Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay.