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Los guardianes del gas: "En caso de escasez, nos corresponde decidir dónde se ahorra"

  • La Agencia Federal de Redes de Alemania decide quién se queda sin gas en caso de racionamiento
  • Grandes empresas se han dirigido masivamente a la agencia para quedar a salvo de hipotéticos cortes

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Por
Fiete Wulff
Fiete Wulff, portavoz de la Agencia Federal de Redes de Alemania (BDA).

El espacio en el que esperamos al portavoz de la Agencia Federal de Redes de Alemania, la Bundesnetzagentur, es el epítome de la sobriedad germánica. Suelos de moqueta y grandes ventanales visten un edificio diáfano y gris con pocos trabajadores a la vista y envuelto en silencio. Fiete Wulff, traje oscuro, barba rubia de varios días, sonríe con cortesía al subir por la escalera.

Hay clientes protegidos: consumidores privados, escuelas, universidades, hospitales y residencias de ancianos

En caso de que no se pueda evitar una escasez de gas, nos corresponde decidir dónde se ahorra. La normativa europea estipula que hay clientes protegidos: consumidores privados, escuelas, universidades, hospitales y residencias de ancianos”, enumera. “Tienen prioridad sobre los no protegidos. Se trata principalmente del sector comercial e industrial”. Esa situación, “iría acompañada de graves daños, no podríamos tomar buenas decisiones. Estaríamos administrando carencias”, prosigue Wulff.

El equipo de 'En Portada' entrevista a Fiete Wulff ,de la Agencia de Redes alemana

Desde los ventanales de la torre principal de la agencia se pueden contemplar a simple vista decenas de sedes de compañías industriales y plantas eléctricas en el horizonte de Renania del Norte, el estado más poblado del país, que aporta la quinta parte del PIB de Alemania.

Empresas de la primera economía europea para las que quedarse sin gas era un escenario sencillamente inconcebible hace un año. Ahora es una posibilidad contemplada por el organismo regulador, que ha recibido miles de correos electrónicos de estas compañías.

Sede de Volkswagen en Wolfsburgo.

Sede de Volkswagen en Wolfsburgo. EN PORTADA

Muchas empresas se dirigen a la Agencia Federal de Redes y nos aclaran por qué son importantes

“Muchas empresas se dirigen a la Agencia Federal de Redes y nos aclaran por qué son importantes; por qué no podrían aceptar las restricciones al consumo, qué daños les causaría. Es bueno e importante que lo hagan” relativiza Wulff. Tan importante como tener los depósitos de gas llenos antes de ver dónde empezar a ahorrar. Sin embargo, cuando Rusia invadió Ucrania, el gobierno alemán se encontró el mayor almacén de todo el país, Astora, prácticamente sin combustible. Pertenecía a la gasística estatal rusa Gazprom.

“El gobierno alemán recibió indicaciones de que se iba a llevar a cabo una liquidación incontrolada de las filiales alemanas y europeas de Gazprom por parte de Rusia, con graves consecuencias para los mercados de gas alemán y europeo. Colapso de las cadenas de suministro, entregas canceladas, costes considerables para la adquisición de repuestos. En ese momento, el gobierno alemán intervino”.

Klaus Muller sale por una puerta de cristal

Klaus Muller, presidente de la Agencia Federal de Redes, BDA en sus siglas alemanas. EN PORTADA

“Hoy no puedo hablar de eso”

El gobierno de Scholz también asistió a las crecientes dificultades del principal importador de gas de Alemania, Uniper, incapaz de enfrentarse a los precios del combustible en el mercado internacional, mucho más caro que el procedente de Rusia. Preguntamos a portavoz de la Agencia Federal de Redes si el Estado va a rescatar a la empresa. “Hoy no puedo hablar de eso” zanja cortésmente Fiete Wulff. Al día siguiente, el gobierno federal puso Uniper bajo tutela de la Agencia Federal de Redes.

Parque químico de Evonik en Marl.

Parque químico de Evonik en Marl. EN PORTADA

No podremos abastecer a Alemania solo con estas instalaciones

“Es muy importante que entremos en el invierno con los almacenes completamente llenos. Sin embargo, no podremos abastecer a Alemania solo con estas instalaciones. Hay que seguir trabajando. Necesitamos más capacidad de importación y también necesitamos ahorrar gas. Estamos reemplazando los volúmenes de gas que Rusia no está entregando en violación de su contrato. Lo estamos sustituyendo por gas a precios mucho más altos en el mercado mundial. Son volúmenes noruegos, de Países Bajos, y sobre todo gas licuado”.

¿Cómo ha podido llegar Alemania a una situación de dependencia tan grande de Rusia? “Las decisiones políticas y empresariales de las últimas décadas, desde el punto de vista actual, son difíciles de comprender” concluye Wulff.