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Alemania se (re)carboniza: la carrera contra el invierno y la recesión

  • La primera economía de Europa busca alternativas energéticas al gas ruso
  • “Empresas que han existido durante siglos no sobrevivirán a esta crisis”, vaticina el presidente de la patronal cervecera

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Dos tráilers circulan empequeñecidos frente a las enormes instalaciones de una central térmica expulsando vapor de agua.
Centrales térmicas en Renania del norte, Alemania.

“Esto es leña barata para mi chimenea. La calefacción de gas es tan cara que he comprado esto, no voy a usar gas este invierno”. Selma vive en una amplia casa unifamiliar en Braunschweig, Baja Sajonia, Alemania. En la puerta hay un buen coche alemán. Con su sueldo como comadrona ha criado sola a tres hijos. Hasta ahora. Porque su factura eléctrica se ha duplicado y la de gas se ha multiplicado por tres. “Trabajo doce horas al día, se acabaron las ocho horas”.

“Es como una olla a presión” nos cuenta en su casa de Berlín una gallega, Marta, que lleva una década trabajando para una empresa alemana de comercio electrónico. En la mesa del salón hay dos ordenadores, el suyo y el de una compañera de trabajo madrileña, Silvia. Los días que teletrabajan alternan sus viviendas para compartir los gastos de luz y calefacción. “El otro día fui a la oficina y la gente decía que a ver quién enciende la calefacción en casa. Parece de coña pero es así”, dice Silvia.

Madre e hija junto a un contenedor de maderas que usarán como combustible este invierno.

Selma y Latife, alemanas de ascendencia turca, en la localidd de Braunschwig. EN PORTADA

La primera potencia económica europea vive días desconocidos en siete décadas, con la inflación en dobles dígitos y el dilema de escoger entre racionar el gas o pagar precios mucho más elevados por él en un país que lo usa de forma masiva para la industria y la calefacción de las viviendas.

Hay que apoyar financieramente a los hogares con bajos ingresos para no fomentar este miedo

“Hay que apoyar financieramente a los hogares con bajos ingresos para no fomentar este miedo y estas tensiones que ya vemos en la sociedad alemana. Hay que tener cuidado con eso”, declara a RTVE Claudia Kemfert, experta en energía del Instituto Alemán de Investigaciones Económicas.

Un invierno con una situación muy grave

“Este invierno nos encontramos en una situación muy grave. Tenemos que ahorrar entre un 20% y un 25% de gas en comparación con el año pasado” estima Achim Wambach, presidente del Centro de Investigación Económica Europea. “Rusia ha interrumpido el suministro de gas y eso afectará muy duramente a nuestra economía, así que la recesión llegará. En invierno algunas empresas saldrán del mercado. Entonces veremos más parados”, vaticina.

Alemania, preocupada por la posibilidad del corte definitivo de gas ruso

La Bundesnetzagentur, la Agencia Federal de Redes, es el organismo que debe decidir cuándo y a quién le corta el gas si se llega a una situación de emergencia. “La normativa europea estipula que hay clientes protegidos: consumidores privados, escuelas, universidades, hospitales y residencias de ancianos”.

Ordenar la reducción del consumo de gas iría acompañado de graves daños

Fiete Wulff, portavoz de la agencia, atiende en persona a RTVE en la sede del organismo en Bonn. “Los clientes protegidos tienen prioridad sobre los grandes consumidores del sector comercial e industrial. Ordenar la reducción del consumo iría acompañado de graves daños. Solo podríamos tomar la decisión menos mala”.

El equipo de 'En Portada' entrevista a Fiete Wulff ,de la Agencia de Redes alemana

La industria cervecera, pendiente del gas

“No se puede imaginar cuántas industrias en Alemania han dicho a la Agencia Federal de Redes: somos sistémicamente relevantes, necesitamos imperativamente el gas” cuenta a RTVE Holger Eichele, presidente de la patronal cervecera, que agrupa a 1.500 fábricas de todo el país.

Empresas que han existido durante siglos no sobrevivirán a esta crisis

“Nosotros no hemos participado en esa carrera deliberada”, asegura el representante de la primera industria cervecera de Europa, de la que dependen un millón de empleos. Se trata de un sector que en las últimas décadas también ha pasado intensivamente al gas como fuente de energía, reconoce Eichele. “Empresas que han existido durante siglos no sobrevivirán a esta crisis”, sentencia.

Una mano tira cerveza de gripo en un vaso de cristal

Cervecera en Berlín. EN PORTADA

En Alemania las fábricas son tan grandes que se alimentan con sus propias plantas eléctricas. Volkswagen indica que su suministro de gas está asegurado “por el momento”, aunque ha detenido sus planes para convertir en una planta de gas la central de carbón de su fábrica de Wolfsburgo, que da empleo a casi 52.000 personas.

Vuelta intensiva al carbón, en medio de la descarbonización

En la sede principal del gigante químico BASF en Ludwigshaven trabajan 40.000 personas. Dos de sus tres centrales funcionan con gas. Evonik, la segunda química más grande de Alemania, inauguraba dos nuevas plantas de gas en su parque químico de Marl cuando estalló la crisis energética. Ahora, un portavoz nos asegura que deben alargar el uso de la central de carbón que iban a clausurar y tratan de recuperar a técnicos que se habían jubilado.

Parque químico de la empresa Evonik en la localidad de Marl.

Parque químico de la empresa Evonik en la localidad de Marl. EN PORTADA

El mineral ha vuelto a la primera línea por decisión de un gobierno formado por socialdemócratas, liberales y ecologistas. El ejecutivo de Scholz autorizó en julio la vuelta al servicio de 27 centrales de carbón y ha prorrogado hasta la próxima primavera el cierre de los últimos reactores nucleares del país. En octubre anunció la permanencia en la red durante otros quince meses de dos centrales de lignito, un tipo de carbón muy contaminante del que Alemania es el primer productor mundial.

Si todas las plantas eléctricas de Alemania funcionaran al máximo de su capacidad instalada, el carbón aportaría el 16% de la energía. Pero, en octubre de 2022, este combustible fósil ha producido casi el 50% de la energía de Alemania en algunas horas del día.

Lignito, el carbón más contaminante

Representan la mayor fuente de gases de efecto invernadero de toda Europa

El lignito que alimenta las plantas alemanas de Renania del Norte llega directamente por vías férreas desde enormes minas a cielo abierto a pocos kilómetros de distancia. En conjunto, “representan la mayor fuente de gases de efecto invernadero de toda Europa” nos cuenta sobre el terreno Dirk Jansen, representante de la principal asociación ecologista de Alemania, Bund, con 86.000 miembros.

Máquina Bagger en la mina Garzwiler.

Máquina Bagger en la mina Garzwiler. EN PORTADA

Desde el borde de una de ellas, Garzweiler, escuchamos el lejano zumbido de la Bagger 288. Es de uno de los mayores vehículos terrestres sobre el planeta: una oruga con la altura de una torre de 35 pisos y 13.000 toneladas de peso. Esta máquina lleva 40 años trabajando sin descanso. Llegó a Garzweiler en 2001. Sobre sus propias ruedas, recorrió 22 kilómetros con su trabajo cumplido en la mayor mina de Renania del Norte: Hambach.

Esta explotación tiene un mirador con tumbonas y sombrillas metálicas para que el espectador contemple con detenimiento lo que tiene ante sus ojos: un océano brumoso y marrón que se extiende hasta el horizonte en un área de operación de 457 kilómetros cuadrados. Su fondo está a más de 400 metros de profundidad.

Mirador en la mina de lignito de Hambach.

Mirador en la mina de lignito de Hambach. EN PORTADA

En Garzweiler y Hambach trabajan en total 12 máquinas de la misma familia que la Bagger 288. En conjunto, con las minas son la fuente de efecto invernadero más grande de toda Europa. Y están aumentando su producción.

La ampliación de minas ha provocado el desplazamiento de 40.000 personas y más de un centenar de pueblos sólo en Renania del Norte desde mediados del siglo pasado según datos de Bund. Ahora, otra aldea, Lutzerath, será también devorada por las excavadoras debido a la necesidad de “operar a alta capacidad durante la crisis energética”, según ha dicho la eléctrica RWE, propietaria de las minas.

Debemos hacer todo lo posible para ahorrar gas y reemplazarlo con otras fuentes de energía

"Debemos hacer todo lo posible para ahorrar gas y reemplazarlo con otras fuentes de energía. Lutzerath será despejado y el carbón bajo el pueblo estará disponible” anunciaba en rueda de prensa a principios de octubre Mona Neubaur, ministra de Economía del estado federado de Renania del Norte. Como contrapartida, el gobierno y RWE han acordado adelantar el fin del uso del lignito de 2038 a 2030

El origen de la dependencia del gas ruso

¿De dónde viene la enorme dependencia energética alemana del gas ruso que atormenta a las autoridades alemanas? “Surgió con el gasoducto Nordstream y el negocio del gas con Schröder y luego Angela Merkel con el Nordstream 2” cuenta Jan Behrens, historiador del Centro Leibniz de Historia Contemporánea de Potsdam.

Las primeras importaciones de gas desde la Unión Soviética comenzaron en los años 70. El gobierno de Alemania Occidental encabezado por Willy Brandt entendió que el comercio contribuiría a la distensión con el Este. “Pero entonces se era muy cauteloso, se sabía que no debía suponer más de un 20% de la energía” conviene Behrens. Aquellos acuerdos se alcanzaron con la oposición de Estados Unidos, temeroso de que la República Federal de Alemania dependiera del bloque comunista.

Un hombre con chaleco reflectante junto a tuberías y llaves con llamas de fuego en primer plano

Alemania busca alternativas al gas ruso. EN PORTADA

Alemania es el socio económico más importante de Rusia, uno de nuestros principales inversores y un interlocutor decisivo

Treinta años después, en 2001, Vladimir Putin se convirtió en el primer presidente ruso en dirigirse desde la tribuna del Bundestag a los diputados. “Alemania es el socio económico más importante de Rusia, nuestro acreedor más significativo, uno de nuestros principales inversores y un interlocutor decisivo en política exterior” dijo en un discurso histórico pronunciado en un alemán impecable.

Cuatro años más tarde, el canciller Schröder y Putin firmaban el proyecto para impulsar el gasoducto Nordstream. A continuación, el socialdemócrata tuvo que abandonar la cancillería tras perder las elecciones con la democristiana Angela Merkel. A las tres semanas, Schröder era presidente del comité de accionistas de Nordstream.

Cartel de prohibido el paso, en alemán, en una playa.

Playa de acceso prohibido por la que llega a suelo alemán el gasoducto Nordstream. EN PORTADA

Su sucesora, Angela Merkel, inauguró el gasoducto en noviembre de 2011 junto a Dimitri Medvedev, formalmente el presidente ruso durante el paréntesis en que Putin ocupó el cargo de primer ministro. En la foto estaban también los primeros ministros de Francia y Países Bajos, junto al propio Gerhard Schröder. La alegría de los presentes contrastaba con el fuerte malestar de los países bálticos, Polonia y otros socios europeos, además de Estados Unidos. Berlín no solo no los escuchó. Tras la puesta en funcionamiento del gasoducto, el ejecutivo de Merkel defendió hacerse aún más dependiente con otra obra faraónica, Nordstream 2.

El mayor error de Angela Merkel fue, tras la anexión de Crimea en 2014, continuar con esta política hacia Rusia

“El mayor error de Angela Merkel fue, tras la anexión de Crimea en 2014, continuar con esta política hacia Rusia”, analiza Jan Behrens. “Nos negamos a suministrar armas a Ucrania bajo el mandato de Merkel. Mientras, mediante los elevadísimos pagos a Rusia, hemos financiado su rearme”, asegura.

Un móvil muestra la foto con cartel de Gazprom mientras de fondo se ve el mismo edificio sin él.

Edificio de la Gazprom Germania del que han retirado el cartel tras su intervención gubernamental. EN PORTADA

Tras la invasión de Ucrania, el gobierno alemán se ha visto obligado a tomar decisiones sin precedentes en las últimas décadas. Tuvo que intervenir Gazprom Germania, que había vaciado el mayor depósito de gas del país. Después rescató financieramente a Uniper, el mayor importador europeo de gas ruso, incapaz de sobrevivir a los precios en el mercado internacional.

También puso bajo la tutela de la Agencia Federal de Redes las instalaciones del grupo petrolero ruso Rosneft. Las explosiones submarinas en los gasoductos Nordstream 1 y 2 a finales de septiembre, con daños que podrían ser irreparables, siguen deshaciendo los históricos lazos energéticos del país con Rusia.

El equipo de 'En Portada' en la casa de la familia alemana de ascendencia turca.

El equipo de 'En Portada' en la casa de la familia alemana de ascendencia turca. RTVE

Rusia está usando el suministro de gas como un arma. Quiere dividirnos y provocar disturbios entre nosotros

Rusia está usando el suministro de gas como un arma. Quiere dividirnos y provocar disturbios entre nosotros”, denuncia Fiete Wulff de la Agencia de Redes alemana. “A todos nos sorprendió la guerra en la que Rusia se involucró. En el caso del gas también nos sorprendió. Es un fenómeno alemán, la fe en Rusia. Otros países nos advirtieron de ello” concluye el economista Achim Wambach.