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Francia reconoce la venta de huevos contaminados pero descarta riesgos para los consumidores

  • En Francia se han vendido más de 200.000 de estos huevos con fipronil
  • Los supermercados retiran miles de lotes contaminados
  • La crisis genera un cruce de acusaciones entre Bélgica, Holanda y Alemania
  • Los expertos advierten de la entrada en la cadena alimentaria a través de productos procesados

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Huevos en una granja en Wotel, Bélgica.
Huevos en una granja en Wotel, Bélgica.

En plena polémica por la crisis sanitaria de los huevos contaminados con el antiparasitario fipronil, que afecta a 13 países, el ministro francés de Agricultura, Stéphane Travert, ha confirmado este viernes que más de 200.000 de estos huevos importados de Bélgica y Holanda se han vendido en el mercado galo. No obstante ha descartado cualquier riesgo para la salud humana.

Travert ha señalado que en abril pasado ya se vendió un lote de 196.000 huevos contaminados sin que hubiera "impacto para la salud" de los consumidores.

En unas declaraciones a la emisora RMC, el ministro ha señalado que "los niveles de contaminación no representan un riesgo para el consumidor", aunque ha invitado a las empresas a que, si lo prefieren, los destruyan o los descarten.

Por el momento esos huevos no pueden ser vendidos a la espera de la investigación encargada a la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria. Travert ha indicado que, en caso de que los resultados de la investigación sean negativos, las empresas que han recibido esos lotes de huevos contaminados podrán ponerlos de nuevo a la venta.

La crisis de los huevos a debate en Bruselas

La polémica ha desembocado en un cruce de acusaciones entre varios miembros de la Unión Europea, y finalmente, la Comisión Europea, con potestad en este ámbito, ha convocado una reunión de ministros y agencias de seguridad alimentaria de los países para debatir la crisis.

Después de que se encontraran trazas del insecticida tóxico fipronil en varios lotes de huevos, la depuración de responsabilidades ha derivado en tensiones entre los Ministerios de Agricultura en Bélgica, Holanda y Alemania. Por el momento, las autoridades lo han relacionado con un proveedor holandés de productos de limpieza.

Aunque en un principio el regulador de seguridad alimentaria belga criticó a otros países por no actuar lo suficientemente rápido después de conocer la contaminación, el ministro de Agricultura belga señaló el miércoles que fueron los holandeses quienes tardaron en responder a las pesquisas.

"La culpa y la vergüenza no nos conducen a ningún sitio"

"La culpa y la vergüenza no nos conducen a ningún sitio y quiero poner fin a esta crisis", ha indicado a Reuters el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis.

Andriukaitis ha dicho que espera que la reunión se produzca antes de finales de septiembre. "Tenemos que trabajar juntos para aprender la lección y seguir adelante en vez de gastar energía y señalarnos los unos a otros con el dedo", ha dicho.

Los supermercados europeos han retirado millones de huevos, aunque algunos reguladores nacionales han advertido de que muchos huevos contaminados han entrado ya en la cadena alimentaria, sobre todo a través de productos procesados como galletas y tartas.

El antiparasitario puede provocar daños en órganos humanos

Aunque para notar los efectos negativos en la salud habría que consumir una gran cantidad de huevos contaminados, fipronil está considerada moderadamente tóxica y puede ocasionar daños en los órganos de los humanos.

La sustancia se usa para proteger a las mascotas contra pulgas y garrapatas, pero su uso en la cadena alimentaria, por ejemplo como limpiador de establos, está prohibido.

Las autoridades holandesas arrestaron este jueves a dos directos de la compañía por la crisis y les acusan de amenazar a la salud pública y de posesión de pesticidas prohibidos.