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PP, Vox y Junts tumban la senda de estabilidad y exponen la debilidad del Gobierno para aprobar sus Presupuestos

  • La votación se ha resuelto con 178 votos en contra, 164 a favor y cinco abstenciones
  • PP y Vox critican que la subida del techo de gasto por encima del nivel del PIB se traducirá en más impuestos y deuda
PP, Vox y Junts tumban la senda de estabilidad y exponen la debilidad del Gobierno para aprobar sus Presupuestos
RTVE.es

La senda de déficit no ha pasado el examen. Finalmente se ha cumplido lo que estaba previsto: PP, Vox, Junts y UPN han votado en contra, mientras que Podemos y Compromís —con su única diputada, Ángela Micó— se han abstenido. Con todo, se ha resuelto con 178 votos en contra, 164 a favor y cinco abstenciones. La medida, que ha sido debatida este jueves en el Congreso y defendida por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, es un paso preliminar y necesario para aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2026.

El Consejo de Ministros aprobó el 18 de noviembre un techo de gasto de 212.026 millones de euros para 2026 —un 8,5% más que el establecido para este año— y los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública que ya avanzó a las comunidades previamente. Estos aspectos han sido el foco de las críticas este jueves en el discurso de algunos parlamentarios.

El Gobierno llevará la senda de nuevo al Congreso

Antes de la votación, la titular de Hacienda pedía a los grupos parlamentarios que abandonen sus "discursos partidistas" y que apoyen la senda por "sensatez y sentido común", y ha insistido en que rechazarla perjudica a los gobiernos autonómicos. Ahora que no ha salido adelante, Montero ha indicado que el Gobierno volverá a llevar la senda al Congreso en diciembre, como establece la ley de estabilidad.

Según la titular de Hacienda, esto "no va a impedir en ningún momento" que el Ejecutivo formule sus cuentas públicas. De hecho, ha señalado que "incluso las podría formular con mayor holgura por el hecho de que se rechace esta senda, ya que la décima de PIB de déficit que perderían las regiones se la quedaría el Estado.

Así, ha hecho hincapié en que el Ejecutivo trabaja "de forma intensa" en los futuros Presupuestos de 2026, que tendrían que haber llegado al Congreso el pasado mes de octubre y se ven retrasados de nuevo con el resultado de este jueves. Con todo, Montero espera que la senda que volverán a presentar se vote en diciembre, lo que permitiría presentar el proyecto de presupuestos a mediados del primer trimestre de 2026, ya con las cuentas de 2023 prorrogadas por tercera vez.

PP habla de gasto "descontrolado" y Vox critica el reparto del dinero público

Antes de la votación, las tres formaciones ya dejaban claro que iban a tumbar la senda de déficit. El vicesecretario de Hacienda del PP, Juan Bravo, criticaba que el incremento del 8,5% del techo de gasto aprobado en el Consejo de Ministros el pasado 18 de noviembre es superior a las previsiones de evolución del PIB. Esto, en su opinión, implica consolidar un gasto "descontrolado" que se pagará "con más deuda y más impuestos".

La misma idea ha expresado el diputado de Vox, José María Figaredo, que también ha criticado que se haya destinado una parte relevante de los fondos europeos a empresas públicas, así como otras partidas aprobadas en Consejo de Ministros destinadas a ayuda humanitaria, emergencia climática, cooperación y desarrollo. "Cada martes ustedes reparten el dinero de los españoles en infinitas mierdas que no redundan en el beneficio de los españoles, y esto se tiene que acabar", ha señalado. El diputado de UPN, Alberto Catalán ha pedido al Ejecutivo que convoque elecciones.

Junts señala directamente a Montero

El diputado de Junts, Josep Maria Cruset Domènech, echaba en cara a Montero no haber aprobado los presupuestos de 2024, 2025 y, ahora, los de 2026. "Cualquier ministra ya habría presentado su dimisión", ha expresado, mientras enumeraba algunos problemas que, en su opinión, siguen azotando la economía española, como un 25% de paro juvenil, unas políticas que han "destrozado" el mercado de la vivienda y la pérdida de poder adquisitivo de las familias.

También ha criticado que no se hayan publicado los datos de ejecución presupuestaria en Cataluña, algo que las negociaciones con Junts "le obligaban a hacerlo". Con todo, ha vuelto a criticar la actitud del Ejecutivo: "Todo el mundo va a ver hoy cómo la soberbia política y la de su Gobierno van a dejar al país un año más sin sus presupuestos".

¿Y ahora qué?

Una vez rechazada la senda de estabilidad para el periodo 2026-2028, se abren varios escenarios. Según la ley presupuestaria, el Gobierno tiene un mes para presentar una nueva senda, que puede ser la misma o una diferente, y volver a llevarla al Congreso. En caso de ser distinta, tendría que pasar antes por el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Si esta senda propuesta vuelve a ser rechazada en el Congreso, pasarían a entrar en vigor los objetivos de déficit incluidos en el plan fiscal estructural enviado a Bruselas en 2024, que a nivel nacional son los mismos que recoge la senda rechazada. No obstante, las comunidades autónomas tendrían que cerrar con equilibrio presupuestario y someterse a un objetivo de estabilidad más estricto que, según el Ejecutivo, supondría una pérdida de capacidad de gasto de 5.485 millones de euros en el periodo de 2026 a 2028.

El margen de déficit que perderían las comunidades si se vuelve a rechazar la senda podría ser utilizada por el Estado, como ha recordado este jueves Montero. El techo de gasto, que no se vota, se mantiene vigente.

Cabe recordar que la senda de estabilidad fija los límites de déficit y deuda que pueden alcanzar en los próximos tres años el conjunto de las administraciones públicas y sus subsectores, es decir, la Administración Central, Seguridad Social, las comunidades y los ayuntamientos, siempre respetando la regla de gasto acordada con Bruselas. Estos objetivos son la base para elaborar los Presupuestos y van acompañados de un techo de gasto, que no se somete a votación.