Los nutricionistas reclaman un IVA del 0% para alimentos básicos como verdura, fruta, pescado o carne blanca
- El objetivo de la medida sería reducir la desigualdad y evitar riesgo nutricional en parte de la población
- A esta cesta, se sumaría otra diferente con productos básicos de higiene
La Academia Española de Nutrición y Dietética y el Consejo de General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas han planteado este jueves al Gobierno que aplique el IVA cero en la cesta básica de alimentos a los productos "básicos y saludables", con el objetivo de reducir la desigualdad y evitar riesgo nutricional en parte de la población.
En rueda de prensa para presentar la propuesta, el presidente de la Academia de Nutrición, Giusseppe Russolillo, ha precisado que los alimentos que se incorporarían a esta cesta básica con IVA cero serían lácteos, leche y yogur, frutas y verduras, productos y cereales integrales, legumbres, frutos secos, aceite de oliva y de semilla, huevos y queso fresco, carnes blancas, fundamentalmente aves de corral, y pescado mientras que quedaría fuera la carne roja y procesada.
En cualquier caso, ha indicado que esta lista no está cerrada, sino que debería ser sometida a "debate" para, por ejemplo, "tener en cuenta la tradición culinaria española". De hecho, la mayoría de guías alimentarias recomiendan un consumo ocasional de carne roja, un producto muy arraigado en el consumo de los hogares españoles.
Por ello, ha instado al Gobierno a convocar una mesa decisoria en la que deberían estar la industria de distribución, los productos primarios, las organizaciones humanitarias, el Consejo de Dietistas y Nutricionistas y la Academia que preside, como entidad científica, y organizaciones representativas a nivel de gastronomía.
A esta cesta, que sería una herramienta para disminuir las desigualdades en el acceso a los alimentos básicos, se sumaría otra diferente con productos básicos de higiene, en los que no podrían faltar los referidos a la salud bucodental y limpieza corporal, pero que está pendiente de lo que fijen como básico las organizaciones sanitarias.
Este nutricionista también ha informado de que la metodología para elaborar la cesta deberá de tener en cuenta la frecuencia de consumo y las raciones de alimentos recomendables semanal o mensualmente para tener una salud óptima, criterio que hasta ahora no contemplaban las cestas básicas. Roussolillo ha recordado que el sistema fiscal español aplica tres tramos impositivos al IVA: general, reducido y súper reducido; pero, a diferencia de otros países, no aplica el IVA cero.
30 euros semanales, insuficientes
El presidente de la Academia ha afirmado que no han fijado un coste aproximado de la cesta pero ha considerado que la propuesta del Gobierno de 30 euros semanales por persona, para cubrir no solo necesidades alimentarios sino también de higiene, es insuficiente. Y ha exigido que los cálculos se hagan teniendo en cuenta el contexto actual de inflación de forma que la cesta básica sea una herramienta en políticas sociales que permita estimar la proporción de población que podría estar en riesgo nutricional o de pobreza alimentaria en relación a sus ingresos.
En este sentido, tanto Russolillo como la presidenta del Consejo de Nutricionistas, Alma Palau, han recordado que el IPC de agosto se situó en el 10,5%, y el de los alimentos estuvo en el 13,8% y esa subida se experimentó especialmente en los alimentos más saludables como aceite de oliva, fruta, verdura, huevos y aves, frente a una menor de los ultraprocesados.
Ambos nutricionistas han concluido que la última propuesta de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) no es óptima al omitir datos de frecuencia y tamaño de raciones establecidos como mínimos y tampoco comparten la cesta de las cadenas de distribución que creen "puede ser errónea" e insisten que los 30 euros semanales propuestos podrían no ser un presupuesto ajustado a la realidad actual.
Estas asociaciones han recomendado que la cesta considere el mes como la unidad de tiempo más apropiada por poder compararlo con el salario mensual, que establezca frecuencias de consumo por persona teniendo en cuenta la edad y que las medidas que tome la industria de distribución no repercuta negativamente en los productores primarios: agricultura, ganadería y pesca. También contempla que se mejore la fiscalidad a los alimentos libres de gluten y se tenga en cuenta en la elaboración a las entidades profesionales y científicas de dietistas y nutricionistas.