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Fútbol | Superliga

JPMorgan lamenta haber apoyado la Superliga: "Juzgamos mal este acuerdo"

  • Un representante del banco ha reconocido que "aprenderán" de esto en el futuro
  • Así es la nueva Superliga, el campeonato que ha revolucionado el mundo del fútbol

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El edificio de JP Morgan, en Nueva York
El edificio de JP Morgan, en Nueva York

JPMorgan ha lamentado haber apoyado a los clubes fundadores de la Superliga a principios de esta semana tras las intensas críticas de seguidores del fútbol y políticos.

"Claramente juzgamos mal cómo este acuerdo sería visto por el comunidad de fútbol en general y cómo podría afectarlos en el futuro ", ha reconocido un representante del banco, según ha recogido Reuters. El banco ha otorgado una subvención de 3.500 millones de euros a doce equipos creadores del proyecto para gastar en infraestructura y recuperación de el impacto de la pandemia COVID-19.

Esta retificación, además de por la oposición del mundo del balompié, se debe por la pérdida de reputación del bano. JPMorgan ha enfrentado críticas por su papel en la financiación de los clubes rebeldes, donde los aficionados del fútbol inmediatamente pidieron un boicot al banco de Wall Street. Standard Ethics también rebajó la calificación de sostenibilidad corporativa de la entidad por su papel en el financiamiento de la nueva competencia de fútbol."Aprenderemos de esto", advierten desde JPMorgan.

Los clubes debían devolver 6.100 millones a JPMorgan en 23 años

Los equipos fundadores que impulsaron la Superliga habían acordado, a cambio de una inyección inicial de 3.525 millones de euros, devolver casi 6.100 millones en 23 años al banco de inversiones JPMorgan, informa este viernes el semanario alemán "Der Spiegel". Tras la aportación inicial de JPMorgan, los clubes se comprometían a pagar anualmente al banco un total de 264 millones de euros, incluyendo intereses, por un período total de 23 años.

Además, el documento apunta además que la Superliga iba a "inyectar significativos nuevos recursos en el fútbol" y subraya que el 8 % de los ingresos televisivos, que estima en al menos 400 millones de euros anuales, iban a dedicarse a fines benéficos y solidarios.