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Lotería de cercanías: donde el número del colegio, el gimnasio y el bar comparten la ilusión de la Navidad

Lotería de Navidad 2025: los vecinos comparten ilusión
El sorteo de la Lotería de Navidad transforma las pequeñas administraciones de barrios y pueblos en murales de sueños compartidos. BERGUÑO FERNÁNDEZ

"Dame el número del barrio", pide una clienta a María José Martínez, propietaria de la administración de loterías número 264 de Madrid. El número es el 66218 y el barrio es La Ciudad de Los Ángeles, en el distrito de Villaverde, al sur de Madrid. La Chulapona es uno de los 4.143 puntos de venta únicos de loterías y apuestas del Estado distribuidos por todo el territorio nacional.

El local ubicado en el número 44 de la calle La del Manojo de Rosas es uno de los miles de administraciones anónimas.

El local ubicado en el número 44 de la calle La del Manojo de Rosas es uno de los miles de administraciones anónimas. BERGUÑO FERNÁNDEZ

No está entre las más famosas como Doña Manolita (Madrid), La Bruixa D'or (Sort, Lleida), Ormaechea (Bilbao), Manises (Valencia), Valdés (Barcelona) o Sagasta (Sevilla). Tampoco aparece en el listado de los puntos de venta curiosos o extravagantes como el de la gasolinera La Chasnera en Granadilla de Abona (Tenerife), El X de la Suerte en O Porriño (Pontevedra) o Loterías Perolo en San Pedro del Pinatar (Murcia).

El local ubicado en el número 44 de la calle La del Manojo de Rosas es uno de los miles de administraciones y puntos de venta mixtos que, cada año, desde el anonimato, reparten la gran mayoría de los premios mayores, incluido el Gordo de Navidad. Y los vecinos, lo saben. Por eso comparten sus números con el resto del barrio.

Compartir la suerte con los vecinos

El escaparate de La Chulapona llama la atención porque es un auténtico mural de papel y celo pegado a la cristalera. No son carteles de publicidad institucional ni complejos diseños gráficos. Son folios apaisados, impresos con cariño que anuncian al mundo que dentro de ese pequeño despacho se vende el número de la suerte de la vida local.

El gran pegamento social que une a comunidades enteras bajo la bandera de la ilusión compartida

La lotería es un pegamento social que une a comunidades enteras bajo la bandera de la ilusión compartida. BERGUÑO FERNÁNDEZ

En "La Ciudad" —que es como los vecinos se refieren a su barrio—las tiendas aún tienen nombre propio, como la charcutería de Marcos, que juega el 67100. Sus clientes de la calle La Chulapona —que es la calle donde estaba antes esta administración— saben que pueden compartir embutido y lotería a dos calles de distancia. Lo mismo sucede con el bar Casa Pedro, ubicado en la calle Verbena de la Paloma y que juega el 00869, un número bajito que también está en el bombo.

Los de la Coral Amadeo Vives del Centro Cultural Bohemios juegan el 02644 y la hoja apaisada que lo ofrece está justo encima del número que reparte el pub White Clouds, el 70771, un número muy de nubes blancas, aunque la pared de su fachada esté pintada de negro. Un poco más a la derecha, los del colegio Barcelona juegan el 55846 y a su lado los centros de mayores Los Ángeles y San Luciano apuestan por el 82241 y el 75580 respectivamente. Dos números que curiosamente empiezan por 82 y 75 sin que tenga que ver con la edad de sus usuarios.

Esta estampa, que se repite en cientos de barrios y pueblos de España, es mucho más que una simple transacción comercial. Es la prueba palpable de que la lotería no es solo un negocio de miles de millones de euros, sino el gran pegamento social que une a comunidades enteras bajo la bandera de la ilusión compartida.

Un microcosmos de ilusiones a precio de ventanilla

Entrar en una de estas administraciones es sumergirse en un microcosmos de esperanza organizada. María José Martínez es la tercera propietaria de La Chulapona. Está al frente de la administración desde 2019, "justo antes de la pandemia", recuerda. "El primer año teníamos una ilusión tremenda por dar un premio en Navidad, y nada. Nos quedamos con cara de tontos", dice antes de rematar contando que "dos días después, el 26 de diciembre, dimos un premio de Bonoloto. Fueron 166.385 euros". Aunque no es el único, en esta administración se han repartido tres primeros premios de la Lotería, otros cuatro de Bonoloto, Primitiva y otras apuestas. En total, desde 2005, llevan vendidos ocho grandes premios.

Lo maravilloso de este sistema es que democratiza el acceso a la ilusión

Lo maravilloso de este sistema es que democratiza el acceso a la ilusión. BERGUÑO FERNÁNDEZ

"El número del barrio empezamos a ofrecerlo porque en las reuniones anuales que tenemos los nuevos propietarios de administraciones para compartir experiencias lo contó un compañero de Bilbao y decidimos probar. Es una manera de sentirse parte de 'La Ciudad'", explica María José. Pero la suerte puede caer en cualquier parte, por eso Loterías y Apuestas del Estado permite a las administraciones intercambiar y compartir números "para la gente que no puede viajar y quiere comprar lotería de otros lugares", explica la lotera. "Nuestro número de Sevilla (03025) es un intercambio con una administración de un pueblo que se llama Tocina y el de Canarias (23421) lo compartimos con otra de Tenerife. Para el Niño tenemos un acuerdo con una administración de León", apunta María José.

Lo maravilloso de este sistema es que democratiza el acceso a la ilusión. Las asociaciones, los colegios, los centros de mayores, los gimnasios o los coros, no tienen que pasar por el engorroso proceso de gestionar la venta de lotería ni de custodiar los décimos. Simplemente, reservan su número fetiche, y la administración se encarga de que ese toque mágico de buena suerte quede al alcance de cualquiera que pase por allí.

Esto significa que, sin ser socio del Gym Curves puedes comprar su décimo, el 16862. No tienes que haber pisado la sede de la Casa de Andalucía Los Palacios, pero puedes hacerte con su número, el 96677. Es la oportunidad de apostar por un sueño ajeno que, de salir premiado, se convierte automáticamente en una alegría propia... y en una anécdota fabulosa para el WhatsApp del grupo. Imagínate que no vas a pilates con Juan Antonio, el de la asociación de vecinos ASVEYCO, pero quieres participar de su alegría. Fácil, sólo tienes que pedirle a María José el 22414.

Sueños de cercanías

Detrás de cada folio pegado hay una historia. Al final, la lotería se transforma en un recordatorio de que somos parte de algo más grande. De que nuestras pequeñas manías —el senderismo, el teatro, el canto— y nuestras estructuras comunitarias —la ONG local, la asociación de vecinos— tienen un espacio, incluso, en el universo del azar.

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No estás comprando solo un número, estás adquiriendo un trocito de la historia colectiva de tu entorno. BERGUÑO FERNÁNDEZ

La próxima vez que te acerques a la administración de tu barrio y veas ese collage de números y nombres, recuerda que no estás solo comprando un número; estás adquiriendo un trocito de la historia colectiva de tu entorno. Estás poniendo tu granito de arena en la mayor rifa de sueños de tu vecindario. Quizá ese número del coro que elegiste por pura casualidad sea el que te cambie la vida, a ti y a todos tus vecinos.

Porque cada año, el Gordo y los premios grandes suelen caer en municipios de menos de 5.000 habitantes que nunca antes habían repartido un premio. Puntos de venta como La Chulapona que se vuelven famosos por un día en un fenómeno puntual. Son premios repartidos en las 4.143 administraciones y en los 6.738 puntos de venta mixtos ubicados en papelerías, estancos de barrio o incluso en bares sin gran repercusión mediática que venden el décimo a un cliente local sin generar grandes colas. El anonimato es la norma para la gran mayoría, incluso para aquellas que han dado grandes premios alguna vez.

RTVE

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