María Corina Machado reclama desde Oslo apoyo frente al "régimen" de Maduro: "Sólo le queda la represión y el terror"
- La líder opositora dice que regresará a su país pese a conocer "exactamente los riesgos" que supone
- "Venezuela ya ha sido invadida", afirma en su primera rueda de prensa
La líder opositora venezolana, María Corina Machado, ha reaparecido este jueves en Oslo, desde donde ha reivindicado la lucha por la democracia en Venezuela y ha reclamado el apoyo internacional para dejar sin recursos financieros al "régimen" de Nicolás Maduro, al que considera que "lo único que le queda ya es la represión y el terror" para acallar las voces de los "millones" de personas que reclaman avances democráticos.
"La experiencia en Venezuela es un testimonio de que para tener paz hace falta democracia”, ha dicho la flamante premio Nobel de la Paz, en una comparecencia junto al primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Store, en la que ha evitado dar detalle de su salida del país sudamericano, donde la Fiscalía le acusa de traición a la patria. La dirigente de Vente Venezuela ha explicado que no quiere "arriesgar la vida" de los hombres y mujeres que le habrían ayudado a abandonar la clandestinidad tras casi un año sin comparecer en público.
"Algún día" espera contar los detalles, si bien Machado también ha avanzado que no se resigna a quedarse en el exilio y prevé volver, consciente de los riesgos que ello supone. "Por supuesto que voy a regresar. Sé exactamente los riesgos que corro. Voy a estar en el lugar donde sea más útil para nuestra causa", había asegurado horas antes en una entrevista previa a la radiotelevisión pública británica BBC.
"No creo que supieran dónde he estado"
Sobre la posibilidad de que las autoridades chavistas conociesen su paradero en estos últimos meses, Machado no lo contempla. "No creo que supieran donde he estado", ha esgrimido, dando por hecho que, si lo hubiesen sabido, habrían intentado detenerle y no se habrían quedado únicamente en las amenazas vertidas en público por Nicolás Maduro y su ministro del Interior, Diosdado Cabello.
La líder opositora confía en que en un futuro Venezuela sea "un país democrático" capaz de recibir no sólo a sus cientos de miles de emigrados, sin también a personas de todas partes del mundo.
En este sentido, ha vuelto a pedir la ayuda de la comunidad internacional para cambiar el rumbo de un país que, según sus propias palabras, "ya ha sido invadido", en plena escalada de tensiones políticas y militares con los Estados Unidos de Donald Trump. Machado ha esgrimido que esta "invasión" ha llegado de la mano de Rusia, de Irán y de sus aliados, así como de otros grupos que ya están presentes en territorio venezolano como las guerrillas colombianas o los cárteles de la droga.
El primer ministro noruego, por su parte, ha afirmado que todos "contaban los minutos" para recibir a Machado, después de dos últimos días marcados por la incertidumbre y las dudas en torno a su paradero. En nombre del Gobierno del país nórdico, ha abogado por el "cambio" en Venezuela y por el respeto del Estado de derecho, lo que pasaría entre otras cuestiones por respetar los resultados de las elecciones presidenciales de 2024.
Stohre ha advertido de que en Venezuela gobierna "un régimen autoritario que libra una guerra contra su propio pueblo". "No puede haber paz hasta que no se respete la democracia", un mensaje "universal" que considera extrapolable a otras partes del mundo.
El primer abrazo con sus hijos
Machado llegó anoche a la capital noruega tras salir de forma clandestina de Venezuela, donde la Fiscalía la investiga por supuesta "traición a la patria". Horas antes era su hija la que recogía el galardón en su nombre, en una ceremonia marcada hasta última hora por los rumores sobre la posible presencia de la líder opositora venezolana.
La dirigente opositora ha recordado emocionada el primer encuentro con sus hijos, "uno de los momentos espirituales más extraordinarios" de su vida, y ha dicho representar con este abrazo el anhelo de miles de madres que confían en poder reunirse de nuevo con hijos que permanecen detenidos o en el exilio.