El Gobierno disparará la inversión en la red eléctrica un 65% hasta 13.600 millones para paliar su saturación
- El refuerzo contribuirá a mantener precios competitivos de la electricidad, destaca el Ministerio para la Transición Ecológica
- Las eléctricas advirtieron que el 83,4% de los nudos de la red de distribución eléctrica están saturados
El Gobierno propone una inversión de 13.590 millones de euros en las redes de transporte de electricidad (alta tensión) hasta 2030, una cuantía un 65% superior a la prevista en la planificación actual (2021-2026) y que multiplica hasta por 14 la capacidad de la red.
Así lo ha detallado este viernes la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, tres días después de que las eléctricas dijeran que el 83,4% de los nudos de la red de distribución eléctrica (que gestionan Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP) están saturados.
Con la propuesta presentada este viernes por Aagesen para la planificación de la red de alta tensión entre 2025-2030, que ahora saldrá a información pública, se dispara la inversión prevista para la parte de la red que gestiona Red Eléctrica, que mantiene un pulso con las eléctricas por las responsabilidades del apagón masivo en España del 28 de abril.
Según el Gobierno, el refuerzo de las redes contribuirá a mantener precios competitivos de la electricidad y a seguir atrayendo proyectos industriales. Según cálculos del Ejecutivo, cada millón de euros invertido en redes genera un impacto de 1,27 millones en valor añadido bruto y un multiplicador de 20 en la creación de empleo.
Multiplicar por 14 la capacidad de acceso a la red
El plan plantea multiplicar por 14 la capacidad de acceso a la red de transporte para nuevos consumidores, hasta 27,7 gigavatios (GW), frente a los 2 GW de la planificación vigente. Este crecimiento refleja el aumento de solicitudes de demanda energética, que representan ya el 41% del total, con más de 7.000 peticiones, frente al 40% de generación y el 19% de almacenamiento.
De la nueva demanda, 9 GW se destinarán a proyectos industriales, 13,1 GW a producción de hidrógeno verde, 3,8 GW a centros de datos, 1,8 GW a desarrollos residenciales y 560 megavatios (MW) a la electrificación ferroviaria. Otros 1,2 GW se dedicarán a la electrificación portuaria, con prácticas como abastecer a las embarcaciones desde tierra.
La propuesta incluye 422 ampliaciones de conexión, de las cuales 142 se reservan para nuevos consumidores, 84 para agentes especiales como ADIF y los puertos, y 196 como apoyo a la red de distribución. En este ámbito, el crecimiento previsto es de 5,3 GW.
En cuanto a la generación, las peticiones de nuevas instalaciones de renovables están alineadas con los objetivos establecidos para 2030. Según los datos del Ministerio de Transición Ecológica, hay peticiones por 60 GW de nueva eólica —el doble de lo previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec)—, otros 150 GW de fotovoltaica —cinco veces más que en el Pniec— y más de 100 GW de almacenamiento, que multiplican por nueve las previsiones del Pniec.
La planificación contempla refuerzos en el 21% de la red de transporte y nuevos ejes de conexión, con especial atención a zonas rurales. Además, prevé la integración de 6,6 GW de hidroeléctrica reversible y estima que los vertidos de renovables al final de la década se limitarán al 3,3%.
El Ministerio ha iniciado también la audiencia pública del proyecto de real decreto que regulará los planes de inversión en redes de transporte y distribución. El texto eleva los límites máximos de inversión con cargo al sistema eléctrico, pero mantiene condiciones para proteger a los consumidores. Como parte de esta regulación, el Gobierno ha decidido ampliar el límite de inversión en redes establecido para las eléctricas responsables de la red de distribución (que es del 0,13% del PIB previsto) y las invita a elevarla en 7.700 millones hasta 2030.
También establece que al menos un 10% de esa inversión adicional debe destinarse a mejorar el control de tensión y a sistemas que permitan recabar más y mejores datos sobre el estado de la red, un problema que se puso de manifiesto con el apagón del 28 de abril.