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BBVA insiste en hacerse con el Sabadell: ¿qué es una opa hostil?, ¿qué viabilidad e impacto puede tener?

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Claves de la opa de BBVA a Sabadell: Vista de la antigua sede del BBVA en la Plaza de Cataluña de Barcelona
Vista de la antigua sede del BBVA en la Plaza de Cataluña de Barcelona EFE/Quique García

Sin contraoferta. El BBVA no desiste en su intento de hacerse con el control del Banco Sabadell y ha lanzado una oferta pública de adquisición (OPA) hostil sobre el 100% del capital de la entidad catalana con sede en Alicante.

El rechazo de la dirección del Sabadell a la última oferta no ha frenado el pulso entre las dos entidades, que, de fusionarse, se convertirían en el segundo banco más grande de España y el tercero de Europa. ¿Qué posibilidades tiene de salir adelante la operación y en qué plazos?, ¿por qué hablamos de opa hostil?, ¿cómo afectará al mercado y a las plantillas de estas empresas? Respondemos a continuación a las principales dudas.

¿Qué es una opa y por qué es "hostil"?

Una opa se produce cuando una empresa quiere comprar a otra o tomar el control de ella. Para hacerlo, ofrece a todos los accionistas de dicha sociedad un precio que suele ser superior al del mercado para incentivar que acepten. El precio puede ser en metálico, en acciones o una mezcla de ambas.

En el caso de la operación lanzada por BBVA, se habla de opa "hostil" porque es una oferta que no cuenta con el visto bueno de la dirección del Sabadell. Recordemos que el 1 de mayo el banco vasco planteó un canje de un título nuevo por cada 4,83 de Sabadell, esto supone un 30% más del último precio registrado en el mercado bursátil (29 de abril). La dirección del Sabadell rechazó esa oferta por considerar que les infravaloraba y ahora, sin su beneplácito, el BBVA se lo ha planteado directamente a los accionistas, que pueden decidir si aceptan o no. "La oferta es extraordinariamente atractiva", les ha tentado el presidente de BBVA, Carlos Torres, este jueves.

¿Qué posibilidades tiene de salir adelante?

La operación está condicionada al 50% de las acciones. Es decir, los titulares de la mitad del capital del Sabadell deben aceptar la oferta para que el BBVA pueda tomar el control de la entidad catalana.

El catedrático de Economía y Finanzas de la Universitat de València, Santiago Carbó, ha explicado en RNE y TVE este jueves que la clave residirá en la decisión que tomen los grandes fondos de inversión internacional que poseen buena parte del Sabadell.

Este hecho puede considerarse como una "debilidad" para la dirección del Banco Sabadell, ha valorado el catedrático de economía financiera de Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, Oriol Amat, que ha explicado en el Café d'Idees de RTVE Cataluña que otros bancos cuentan con sociedades afines con un 30% o un 40% de sus acciones (la Fundación La Caixa en CaixaBank, por ejemplo). Esto les permite que una parte mayoritaria del capital ya apoye sus posiciones y, en casos como este, tengan que "convencer" a menos accionistas minoritarios.

¿Cuáles son los plazos?

El BBVA estima que le llevará algo más de medio año cerrar la operación. Su consejero delegado, Onur Genç, ha explicado en una sesión online con analistas que, primero, deberán recabar las diversas autorizaciones necesarias (de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en España, pero también del Banco Central Europeo, y los supervisores de Reino Unido, Estados Unidos y Portugal, donde el Sabadell tienen presencia) y, posteriormente, se abrirá el plazo para que los accionistas acepten o no. Este, según la ley española, no puede extenderse más de 70 días.

Ahora, el BBVA debe presentar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el folleto que detalle las condiciones y obtener su visto bueno. Estas, según ha avanzado la entidad, serán las mismas que se plantearon a la dirección del Sabadell.

No obstante, en un escrito a la misma CNMV, el Sabadell les ha acusado de difundir datos "incompletos" en su oferta de compra, lo que consideran que vulnera la legislación española y puede alterar el mercado. Es precisamente en la citada convocatoria de analistas e inversores donde la entidad catalana señala que el BBVA compartió datos de la opa que no se incluían en el anuncio. Por ello, reclaman que el mercado cuente con información "completa y transparente y se garantice un proceso ordenado".

Impacto en Cataluña y Comunidad Valenciana

Las valoraciones de la opa hostil dependen de dónde se sitúa el foco. Mientras el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha defendido que las empresas "son libres de actuar" y que hay que respetar las decisiones que tomen los accionistas, la patronal catalana Foment del Treball ha lamentado que, si prospera la fusión, los "grandes perdedores serán las pymes catalanas y, por lo tanto, también las empresas españolas".

En un comunicado, la organización empresarial catalana ha concretado que "muchas" pequeñas y medianas empresas quedarán "huérfanas de financiación", un punto al que también se ha referido el catedrático Santiago Carbó en RNE. El economista espera que, si finalmente sale adelante, no se pierda la marca del Sabadell, con mucha implantación sobre todo en Cataluña y en la Comunidad Valenciana: "Yo creo que sería una pérdida no darle el valor que para el cliente del Sabadell de toda la vida, para esa pequeña y mediana empresa tiene este banco", ha valorado.

Retirar una pieza como el Sabadell del mercado financiero catalán sería, para el catedrático Oriol Amat, una "muy mala noticia" para Cataluña, que ya ha perdido "mucho poder financiero" en los últimos años. "Es importante tener entidades de crédito, igual que tener industria, universidades e investigación. Uno de los motores claves de un país es el sector financiero", ha afirmado en el programa Cafe d'idees.

En esa línea, el consejo de cámaras de comercio de la Comunidad Valenciana ha advertido en un comunicado que la reducción de la competencia perjudicará a las empresas y demás clientes, y ha lamentado la posible marcha de la sede de Alicante.

¿Cuál es el riesgo para las plantillas?

El futuro de los trabajadores y las trabajadoras del BBVA y el Banco Sabadell sobresale entre las preocupaciones e incógnitas en el caso de que prospera la absorción. Así, UGT ha lanzado un mensaje de "tranquilidad" y ha asegurado que no aceptará "medidas forzosas" ni que las "plantillas sean el coste" de la operación.

"Ambas entidades acaban de presentar unos beneficios récord en 2023 y el primer trimestre del 2024. No hay excusas", han recordado en su comunicado.

OPA de BBVA sobre Sabadell: Gobierno y sindicatos temen que genere despidos y falta de competencia

También CC.OO. ha pedido un acuerdo laboral que proteja a las dos plantillas con garantías de empleo, salidas voluntarias, preservación o mejora de las condiciones laborales y salariales, y un proyecto de empresa con viabilidad futura. Ambos sindicatos han aprovechado para presionar en las negociaciones del convenio colectivo sectorial.

Con relación al futuro de las sedes, oficinas y demás organismos, los analistas señalan dos cuestiones a tener en cuenta: que se trata de una opa hostil (es decir, no negociada) y, de nuevo, el peso de los fondos de inversión extranjeros.

"En la primera oferta se iba a hablar de todo, se iban a llegar a acuerdos. Pero si ahora el BBVA se queda con más del 50% de las acciones, podrán intentar hablar, pero ya será el propietario principal y no tendrá los mismos requerimientos ni la misma presión a la hora de negociar donde acaba la sede", ejemplifica Carbó en La hora de la 1, de TVE, y cita otras decisiones importantes para la sociedad: oficinas, negocios…

Amat, por su parte, repara en esos grandes fondos norteamericanos y recuerda que temas como dónde quedará la sede, cómo afectará a la estructura financiera catalana y española, o qué pasará con las plantillas no serán prioritarios a la hora de tomar sus decisiones.

¿Qué efectos puede tener en la competencia y la concentración bancaria?

El anuncio de opa hostil ha desatado la reacción desde el ámbito político, pero también el sindical y el empresarial, con dos posiciones fundamentales: quienes consideran que la eventual fusión (y, por lo tanto, la mayor concentración del mercado en unas manos) dará lugar a un oligopolio, y quienes no creen que vaya en detrimento de la competencia.

Tanto el Gobierno de España, como la Generalitat Valenciana y la de Cataluña, y los sindicatos se ubican en el primer grupo, mientras la CEOE y la Asociación Española de Banca (AEB) coinciden en el segundo. La patronal catalana Foment del Treball, en cambio, se sitúa entre dos aguas al expresar que el crecimiento de las concentraciones financieras se debería dar en Europa y no en España.

En una entrevista en La hora de la 1, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha advertido que la operación introduce "efectos lesivos potenciales" en el sistema financiero español, pues supondría un incremento en el nivel de concentración "que podría tener impacto negativo en el empleo y en la prestación de servicios financieros".

Corresponderá a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia velar porque no haya ningún impacto negativo sobre los clientes y sobre los productos por esta operación, pero Cuerpo ha mandado un aviso al BBVA: "Nosotros tenemos la última palabra".

En la Generalitat Valenciana, coinciden en esta oposición frontal a la operación "que destruye valor, trabajo y territorio", según ha expresado el presidente autonómico, Carlos Mazón, del PP, quien ha cargado igualmente contra las formas "soberbias e intolerables" y el fondo. El presient ha expresado su intención de hacer lo legalmente posible para impedir su éxito.

Entre tanto, la Generalitat catalana ya ha pedido a la Comisión Europea y a la misma CNMC que eviten que salga adelante la opa, a través de sendas cartas enviadas a la vicepresidenta europea y responsable de competencia, Margrethe Vestager, y a la presidenta del organismo supervisor español, Cani Fernández. Y es que, en opinión del president Pere Aragonés, la fusión empeoraría la "falta de competencia", destruiría puestos de trabajo y mermaría el poder económico de Cataluña. "Es el camino equivocado y trabajaremos para evitarla", ha afirmado en la red social X.

La cuestión preocupa también a los clientes. Según la presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN), Patricia Suárez, la absorción "supondría que tres de cada cuatro personas estaríamos en manos de uno de los tres grandes bancos", en referencia a CaixaBank, Banco Santander y BBVA. "Serían el 70% de nuestro mercado. Es una falta de competencia total. No nos parece una buena noticia", ha valorado en una entrevista en La hora de la 1 de TVE.

Al otro extremo, sin embargo, la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán, ha señalado este jueves que la oferta bancaria en España es "inmensa y muy variada" con bancos grandes, pequeños, locales y, de forma creciente, también digitales, que compiten "ferozmente" entre ellos, según recoge Europa Press, tras su intervención en un foro económico.