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El cáncer, la pandemia silenciada: un millón de europeos no han podido ser diagnosticados a tiempo

  • La lucha contra la COVID-19 y el colapso sanitario han impedido combatir otras enfermedades
  • El Parlamento Europeo ha aprobado el informe sobre el cáncer en la UE elaborado por una comisión especial
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En la Unión Europea mueren de cáncer 1,3 millones de personas al año.

Imagínense que nunca hubiese existido este coronavirus que aún nos trae de cabeza. Imagínense que la sanidad hubiera seguido su curso, que los sanitarios hubieran seguido enfrentándose a su día a día de forma habitual. Imagínense que no se hubiese desencadenado esta crisis social, económica y sanitaria y que, en Europa, cien millones de personas más hubiesen podido hacerse pruebas de detección de cáncer. Y que un millón de europeos hubiesen sido diagnosticados a tiempo. Algunos, a tiempo… de salvar la vida.

Cien millones de pruebas sin hacer y un millón de casos sin diagnosticar

Esa ha sido la realidad que ha vivido la Unión Europea durante la pandemia y que ha logrado traducir en cifras y estadísticas la comisión especial para la lucha contra el cáncer que la Eurocámara decidió crear en septiembre del fatídico año 2020. Las conclusiones son demoledoras, especialmente para los pacientes: uno de cada cinco tampoco recibió el tratamiento quirúrgico o de quimioterapia que necesitaba.

“Por primera vez en la Historia, tenemos un Plan Europeo Contra el Cáncer que debe servir de hoja de ruta para que, en Europa, no haya más discriminación y que todos los pacientes tengan acceso a la prevención, a los diagnósticos precoces y a los mejores tratamientos”, nos cuenta Dolors Montserrat en los pasillos de la sede del Parlamento de Estrasburgo.

No puede ser que entre los propios Estados miembros haya diferencias de hasta el 25% a la hora de acceder a tratamientos

La exministra de Sanidad, que ha sido ponente del Partido Popular Europeo en este informe, dice que “no puede ser que entre los propios Estados miembros haya diferencias de hasta el 25 % a la hora de acceder a tratamientos”. Y que hacen falta, además, como les han dicho directamente muchos enfermos, asistencia psicológica y ayudas sociales.

Cuando pase la pandemia, saldrá a la luz todo lo que ha quedado debajo de la alfombra

“Porque la desigualdad social influye”, añade otro de los ponentes, el eurodiputado de la Alianza de Socialistas y Demócratas, Nicolás García Casares: “Demorar los plazos es un problema para la supervivencia y, cuando pase la pandemia, saldrá a la luz todo lo que ha quedado debajo de la alfombra. Por eso”, insiste García Casares, “debemos actuar ya”.

Cáncer y pandemia, un binomio complicado

Los datos ya fueron dados a conocer el pasado 4 de febrero con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer. El informe, que ha podido cobrar forma después de año y medio, acaba de pasar por el pleno del Parlamento de los 27 para que el resto de autoridades comunitarias y, también, cada uno de los Estados miembros lo tengan en cuenta para evitar situaciones similares en crisis parecidas, ya que es de ellos de los que depende cada una de las 27 políticas sanitarias.

Hay que traducir este plan al ámbito nacional

El Plan de la Eurocámara, que plantea una primera inversión de 4.000 millones de euros, “es una resolución parlamentaria que debe ser escuchada por la Comisión Europea y por los países miembros. Para que tomen nota”, apunta Nicolás García Casares. “Hay que traducir este plan al ámbito nacional”, destaca asimismo Margarita de la Pisa, ponente en representación del grupo de Conservadores y Reformistas: “Esto es algo que nunca antes se había hecho. Hemos hablado con sanitarios, expertos y organizaciones y hemos apuntado la necesidad de todo tipo de rehabilitación, también la estética en casos como el de cáncer de mama… y los cuidados paliativos, en todas las fases de la enfermedad”.

El 40% de los casos se pueden prevenir

Europa, que representa menos del 10 % de la población mundial, registra –sin embargo- una cuarta parte de todos los casos que se diagnostican en el mundo. Al año, en el continente, mueren de cáncer 1’3 millones de personas. Es la segunda causa de muerte entre los adultos de la UE por detrás de las enfermedades cardiovasculares, pero –como alerta García Casares- hay datos suficientes como para pensar que “en 2030 puede ser la primera causa”.

En la mayor parte de los casos, afecta a personas de más de 60 años, aunque aún queda mucha ciencia por desarrollar en relación a los más jóvenes. 6.000 mueren al año en Europa por algún tipo de cáncer. La eurodiputada Margarita de la Pisa dice que, “el cáncer infantil hay que dejar de llamarlo enfermedad rara y avanzar, por ejemplo, en los estudios de genética”.

Hay, por tanto, mucho por investigar, pero también mucho por hacer… que se puede hacer ya. El Pacto Verde Europeo, sin ir más lejos, está diseñado para que los ecosistemas en los que vivimos repercutan favorablemente en la salud de los ciudadanos. O que, al menos, no influyan en su deterioro. La contaminación del aire, por ejemplo, es uno de los principales factores de mortalidad. Contribuye a la muerte prematura cada año de unas 400.000 personas a través del cáncer de pulmón, de enfermedades cardíacas y de accidentes cerebrovasculares.

El tabaco, principal causa prevenible

También la exposición a sustancias peligrosas en el trabajo es un factor de alto riesgo. Y el tabaco. Perjudica seriamente la salud, provoca entre el 15 % y el 20 % de los casos de cáncer, unas 700.000 muertes al año, pero es altamente prevenible. Son necesarias, eso sí, medidas para luchar –desde diversos ámbitos- contra la adicción.

Porque hasta para impulsar las dietas más sanas, como la mediterránea, es necesario que se involucren las administraciones públicas. La Eurocámara ha animado a los Estados miembros a que consideren la posibilidad de ofrecer asesoramiento sobre nutrición en la atención primaria de sus sistemas sanitarios, para abordar –cara a cara con el ciudadano- el excesivo consumo de carne, de productos ultraprocesados y con alto contenido de azúcares, sal y grasas.

Una de las claves está en las dietas sanas, como la mediterránea

En cada una de las dietas propias de cada región europea, se incluye un tipo u otro de bebida. Y, si bien en la práctica totalidad de este informe sobre el cáncer “todos los grupos han estado trabajando juntos y coordinados” y ha habido bastante entendimiento en las grandes líneas, en esto ha habido discrepancias. El alcohol, como ese “factor de riesgo” que señala directamente la OMS, ha llevado al debate –por ejemplo- del vino, una industria clave para países como España e Italia, o de la cerveza.

El mapa del cáncer: de la edad al entorno, los factores de riesgo claves en la península ibérica

Al final, solo queda reflejada la recomendación de un “consumo moderado” de alcohol tras la aprobación de la enmienda defendida por el Partido Popular Europeo, que no aconseja el “consumo excesivo”. De esa forma, los europarlamentarios logran no herir sensibilidades ni en el sur ni en el norte, donde destacan los alcoholes de más alta graduación.

En cualquier caso, esta comisión especial del Parlamento Europeo celebra que el ejecutivo comunitario se haya marcado como meta reducir, de aquí al año 2025, al menos un 10 % el consumo nocivo de alcohol.