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La factura de la luz cambiará en junio: poner una lavadora un jueves a las 12 costará más del doble que en domingo

  • Existirán tres franjas horarias con tres precios diferentes para fomentar el ahorro energético
  • El Ministerio de Transición Energética pretende involucrar al consumidor en el autoconsumo

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14 horas - Así será la factura de la luz a partir de junio

El 1 de junio entrará en vigor la nueva factura eléctrica que tendrá en cuenta la hora y el tipo de consumo. El Ministerio de Transición Ecológica ha diseñado la estructura que se basará en la discriminación horaria y permitirá a los usuarios acogidos al mercado regulado, Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), ahorrar en función de su eficiencia de consumo.

Todos los consumidores de baja tensión, hogares y pymes, pasarán a tener discriminación horaria divida en tres tramos. De esta forma, se establecerán precios diferenciados según sea 'hora punta', 'llano' o 'valle'. El objetivo que persigue el ministerio de Teresa Ribera es adaptar al consumidor a "reaccionar" y a que "se moleste, se interese y tenga capacidad para gestionar cuándo pone la lavadora o el horno".

Las Mañanas de RNE con Pepa Fernández - Nuevos cambios en nuestra factura de la luz - Escuchar ahora

Así, el periodo 'punta', en el que el coste de peajes y cargos será más alto, estará comprendido entre las 10 y las 14 horas y las 18 y 22 horas de lunes a viernes. El tramo 'llano', con un coste intermedio, se situará entre las 8 y las 10 horas, las 14 y las 18 horas y entre las 22 y 24 horas. Por último, la tarifa 'valle', la más barata, se establece entre medianoche y las 8 de la mañana y todas las horas de fines de semana y festivos.

Una vez entre en vigor la nueva factura eléctrica, el consumo deberá adaptarse a las horas más baratas si se quiere percibir un ahorro real al final de mes y "a largo plazo", según Transición Ecológica. Además, los tradicionales peajes de acceso, que retribuían los costes regulados del sistema eléctrico y llevaban congelados desde 2018, pasarán a dividirse en peajes de redes.

Los peajes para las primas a las renovables

Estas tarifas estarán fijadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC), y los cargos los establecerán el propio Ministerio para la Transición Ecológica. No obstante, estos cambios, no afectarán a los usuarios que contratan su suministro en el mercado libre. En su caso, pagarán por la luz lo que hayan pactado por contrato con la compañía comercializadora.

A partir del 1 de junio, los peajes de acceso pasarán a ser sustituidos por los peajes de redes, que retribuirán las redes de transporte y distribución. De estos cargos saldrá el dinero para pagar las primas a las renovables, el déficit eléctrico que se generó hasta 2013 y el 50 % del sobrecoste que supone la generación en los territorios no peninsulares. Junto a estos conceptos, el usuario abonará en su factura la energía que consume, el alquiler del contador, el impuesto especial de electricidad (5,11 %) y el IVA (21 %).

Además, los consumidores domésticos podrán contratar dos potencias diferentes: una para los periodos 'punta' y 'llano' y otra para el 'valle', para ajustarlas a sus necesidades. Así, los que necesiten más potencia en el periodo valle, como los usuarios de vehículo eléctrico que deseen cargar su coche o moto por la noche en su domicilio, podrán contratar una potencia superior solo para esas horas. Una forma de evitar el sobrecoste de los picos, según Transición Ecológica.

Si el consumidor no solicita doble potencia se le aplicará, de manera automática, la potencia actual contratada en ambos periodos. El ministerio de Teresa Rivera ha insistido en que el nuevo recibo persigue la mejora de la eficiencia, así como promover el autoconsumo o el despliegue de infraestructuras de recarga, al tiempo que beneficia a consumos con componente estacional, como el turismo.

Otro de los objetivos sería incentivar el trasvase de consumo eléctrico desde las horas de máxima demanda, 'punta' a otras en las que las redes de transporte y distribución estén menos saturadas, lo que reducirá la necesidad de llevar a cabo nuevas inversiones en dichas infraestructuras, y, a su vez, reducirá futuras facturas.