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Coronavirus

España es el país de la eurozona que menos gastó para afrontar la crisis del coronavirus, según el BCE

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Imagen de archivo de la sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort (Alemania).
Imagen de archivo de la sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort (Alemania).

El plan de recuperación para hacer frente a los efectos adversos de la pandemia sigue marcando las principales decisiones económicas del Gobierno de Pedro Sánchez. En este contexto y con el examen permanente de Bruselas, el Banco Central Europeo (BCE) asegura que España es el país que menos gastó en estímulos fiscales en 2020. La institución, a través de un artículo del próximo boletín publicado por adelantado y basado en cálculos de la Comisión Europea (CE), deja el dato en el 1,3 % del PIB. Porcentaje muy inferior al 4 % de media de la eurozona. No obstante, esta conclusión no se corresponde con los datos ofrecidos por el Ejecutivo que sitúa el desembolso en el 5,5%.

La respuesta a estas diferencias apunta a los criterios que el BCE tiene en cuenta para dar forma al estudio. El texto deja fuera de la ecuación medidas como la puesta en marcha de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTES).

La CE tiende a tratar este gasto como parte de los estabilizadores automáticos desplegados posiblemente por la caída de las ventas o de la producción, pero algunos países lo contabilizan como una medida discrecional en sus planes presupuestarios. Algo que ocurre en el caso español, donde esta solución de urgencia para que "no se pierda empleo y evitar el despido masivo”, apuntaba este martes la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, supone, según sus palabras, una inversión de 40.000 millones de euros.

Con la medición actual, España se sitúa a la cola entre los socios de la moneda única y lejos de países como Francia, que llega al 3 %; Alemania, que supera el 4,5 % o Italia, que roza el 5,5 %. La clasificación la lidera Lituania y Austria superando ambas el gasto del 6 % del PIB.

Los porcentajes pueden cambiar

Según los economistas encargados del informe, los datos ofrecidos pueden sufrir modificaciones, ya que el resultado de las medidas fiscales aprobadas en 2020 puede ser superior en algunos países de lo que calcula la CE. Esto es así, dicen, porque los planes presupuestarios se prepararon antes de la segunda ola de la pandemia en otoño, que creó costes adicionales para medidas ya aprobadas y para adoptar otras nuevas.

Sobre lo esperado en 2021, los economistas se muestran cautos debido a la incertidumbre que genera la evolución de la pandemia. También destacan que esta situación y el impacto presupuestario de las medidas fiscales "no tiene precedentes en comparación con otras crisis". Para ello, toman como ejemplo lo ocurrido tras la caída de Lehman Brothers. En 2009, mientras atravesábamos los peores momentos de aquella crisis, el gasto en medidas de estímulo en toda la zona euro, apenas alcanzó el 1,5% del PIB. Porcentaje que ya hoy, pase lo que pase, se ve ampliamente superado por el impacto de la COVID-19.