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'Los Papeles del Paraíso'

¿Cómo funciona y quién se oculta detrás del secretismo de los paraísos fiscales?

  • Lo revela la segunda mayor filtración de la historia tras los Papeles de Panamá
  • Dos bufetes, Appleby y Asiaciti, concentran la mayor parte de los archivos
  • A través de entramados societarios se ocultan clientes poderosos o criminales
  • Aparecen Isabel II, parte del entorno de Trump, Madonna, Nike, Apple o Uber

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Las islas Bermudas, sede del prestigioso bufete Appleby, en el centro del escándalo
Las islas Bermudas, sede del prestigioso bufete Appleby, en el centro del escándalo.

Dos bufetes, Appleby y Asiaciti, son el centro de Los Papeles del Paraíso, la filtración de más de 13 millones de documentos -la segunda mayor de la historia después de Los Papeles de Panamá-, que revelan las maniobras de multinacionales y grandes fortunas para ocultar patrimonio o el movimiento de grandes cantidades de dinero y evitar así el pago de impuestos. También revelan cómo se ha dado cobertura a operaciones delictivas como blanqueo de dinero, tráfico de drogas y de armas o corrupción política.

Esas operaciones han salido a la luz tras llegar la documentación al diario alemán Süddeustche Zeitung, que la compartió con otros 94 medios de comunicación de 67 países, y en la que han trabajado 380 periodistas bajo la coordinación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).

En esos papeles aparecen nombres poderosos, como el entorno de Donald Trump, el recaudador de la campaña electoral de Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, o la reina Isabel II, además de famosos, como los cantantes Bono y Madonna. Multinacionales como la minera Glencore, Apple, Nike y Uber, las mayores consultoras del mundo (KPMG, EY y PWC) o los grandes bancos internacionales –Citigroup, Bank of America, HSBC, Credit Suisse o Wells Fargo- también recurrieron a esos despachos.

Relacionados con España aparecen unas 600 personas, de los que hasta el momento han trascendido los nombres del exalcalde de Barcelona Xavier Trias y el miembro del grupo musical Mecano José María Cano. Preguntado sobre estos casos, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya ha asegurado que la Agencia Tributaria actuará de oficio respecto a los contribuyentes que aparezcan en Los Papeles del Paraíso.

Pero, ¿cómo funciona este tipo de servicios y qué buscan los clientes que recurren a ellos?

El secretismo, la clave de los paraísos fiscales

El principal valor que ofrecen los paraísos fiscales a quienes recurren a ellos es el secretismo, ya que allí se pueden crear compañías en las que es muy difícil, o incluso imposible, saber quién está detrás.

Crear una sociedad en paraísos fiscales es legal si se declara en el país de donde procede el dinero o el patrimonio. Pero el hecho de que se pueda hacer en secreto facilita en muchas ocasiones que recurran a esa operativa todo tipo de criminales y delincuentes, ya que los bufetes legales que ofrecen esos servicios tampoco pueden –ni muchas veces, quieren- verificar de dónde provienen los fondos.

Como ejemplo, ICIJ destaca que en 2006, la oficina de Appleby en las Islas Caimán tenía más de 600 clientes calificados como “no cumplidores”, lo que significa que el bufete no tenía ningún carné de identidad, ningún contacto ni ningún otro dato con el que poder confirmar que no se trataba de empresas que servían de pantalla a estructuras criminales o corruptas.

"Es increíble la porquería con la que aceptamos trabajar, totalmente increíble". Así se leía en una nota a pie de página de un PowerPoint elaborado ese mismo año por Robert Woods, un expolicía contratado por Appleby como jefe del departamento que debe garantizar el cumplimiento de las obligaciones de los clientes del despacho. Ese informe estaba ilustrado con casos reales, como la constitución de un trust para un alto cargo pakistaní acusado de malversación "sin hacer preguntas" y "tras ingresar dinero supuestamente negro en nuestro negocio".

Además, el denominado sector offshore provoca que “los pobres sean más pobres” y “agrava la desigualdad”, tal y como explica Brooke Harrington, un gestor de fortunas y profesor de la Escuela de Negocios de Copenhage. “Hay un pequeño grupo de personas que no están sujetos a la ley como el resto de nosotros, y lo hacen a propósito”, añade este especialista, autor del libro Capital sin fronteras: gestores de fortuna y el 1%, que subraya que estos operativos también restan recursos financieros a los países que dejan de recaudar los impuestos de esos evasores.

El equivalente al 12% del PIB español, en paraísos fiscales

En esa línea, el sindicato de los técnicos de Hacienda (Gestha) ha recordado que alrededor de 140.000 millones de euros permanecen ocultos al fisco español en paraísos fiscales, lo que equivale a más del 12% del Producto Interior Bruto (PIB) de España, según datos del Nacional Bureau of Economic Research (NBER) de Estados Unidos.

"No debe extrañar que entre el 30% y el 40% del dinero de los mayores patrimonios españoles esté camuflado en territorios con baja o nula tributación, incluso en países con los que España ha suscrito un Acuerdo de intercambio individualizado de información fiscal, porque España no puede pedir información que no conoce", señala Gestha en su comunicado.

Este colectivo se remite a los datos del último informe de Oxfam, que señala que la inversión española en paraísos fiscales se ha multiplicado por cuatro en el último año y que uno de cada cuatro euros de inversión española va dirigida hacia un paraíso fiscal y más de la mitad (54%) de la inversión extranjera que entra en España proviene de territorios opacos.

Por eso, reclaman una actuación más firme del fisco español, ya que -subrayan- "en la actualidad, el 80% de los recursos de la Agencia Tributaria se dedica a investigar a autónomos, microempresas, pymes y trabajadores. Esto deja muy poco margen de actuación en la lucha contra el gran fraude, en un momento en el que las empresas del IBEX 35 disponen de 1.285 filiales domiciliadas en paraísos y centros financieros offshore y la presencia de estas filiales en territorios opacos no deja de crecer".

Complicadas madejas societarias

Los bufetes implicados en este tipo de operaciones se dedican a crear complejas estructuras societarias para ocultar el verdadero beneficiario de unos bienes, lograr una mejor optimización fiscal o incluso evadir el pago de impuestos. Lo hacen principalmente a través de sociedades, trusts y fundaciones de interés privado.

Una sociedad offshore es una entidad jurídica que se crea aplicando las leyes de un Estado diferente al de residencia de su propietario –normalmente, un paraíso fiscal- y cuya actividad se realiza fuera de la jurisdicción en la que está registrada. Esas sociedades no llevan a cabo ninguna actividad comercial en el lugar donde están registradas y carecen también de empleados, pero sin embargo, se aprovechan de las ventajas fiscales y el secretismo de ese país.

Esas sociedades se pueden utilizar sólo para acumular patrimonio, pero con frecuencia sirven para otros fines, como comprar acciones, inmuebles, cuadros o desviar beneficios personales o empresariales.

En muchos casos, esas firmas se usan para abrir cuentas bancarias en otros países donde depositar fondos que se quieren ocultar al fisco. Como el propietario de esa empresa puede permanecer oculto, así puede eludir el pago de impuestos. En este caso, las compañía offshore se denominan sociedades pantalla.

Los trust, instrumento para disimular inversiones o proteger patrimonios

En cuanto al trust –que se traduce como fideicomiso- es una figura jurídica de origen anglosajón que permite a una persona (settlor) ceder una propiedad o un capital a otra de su confianza (trustee) para que la administre en beneficio de terceros (beneficiarios) o de una finalidad específica.

El trustee tiene una propiedad legal sobre dichos bienes, pero con la obligación de administrarla en pro de los beneficiarios y bajo las prerrogativas estipuladas por el settlor en el documento constitutivo.

El trust se suele utilizar para ceder bienes o capital en una jurisdicción offshore, lo que significa que el entramado de la cesión y sus beneficiarios disfruta de los privilegios y el secretismo de los paraísos fiscales.

En el mundo empresarial pueden utilizarse para realizar inversiones conjuntas, para obtener ventajas fiscales, administrar las inversiones privadas de un cargo público y evitar el conflicto de intereses o para proteger ciertos bienes o rentas de acreedores.

En el ámbito privado, los trusts suelen utilizarse también para gestionar diferentes intereses particulares o familiares, así como para administrar derechos de carácter sucesorio.

En algunos países europeos, como Suiza, Holanda o Luxemburgo, sí se ha reconocido esta figura, pero España no lo ha hecho, lo que no impide que los españoles puedan participar en trusts en el extranjero.

Sombras sobre Appleby, un bufete de prestigio

Dentro de la filtración, casi 7 millones de documentos reflejan actividades de Appleby y sus filiales desde 1950 hasta 2016, y entre ellos figuran e-mails, acuerdos de préstamos milmillonarios y documentación bancaria relacionados con 25.000 entidades conectadas con personas de 180 países distintos.

Appleby forma parte del llamado “círculo mágico offshore” que incluye a las firmas de abogados más grandes y prestigiosas que trabajan en paraísos fiscales. Fue fundada en Bermudas hace 119 años y, entre otros paraísos fiscales, posee oficinas en Hong Kong, Shanghai, y los territorios británicos de las Islas Vírgenes y las Caimán.

Appleby mantiene una buena reputación y, hasta ahora, había evitado verse salpicada por escándalos gracias a la combinación de discreción y un caro proceso de control sobre sus clientes.

Sin embargo, los archivos ahora filtrados ponen al descubierto otra cara de la firma: la de una compañía que ha dado servicios a clientes 'oscuros' de Irán, Rusia y Libia, que ha suspendido en auditorías gubernamentales que han puesto de manifiesto errores en los procesos contra el blanqueo de dinero y que ha sido multada en secreto por el regulador financiero de Bermudas.

Los ficheros revelados muestran que, pese a las enormes cantidades de dinero y esfuerzo invertidos por Appleby para cumplir con la ley, el secretismo y el simple objetivo de beneficio financiero -que son la naturaleza misma de la economía en la sombra- dificultan a quienes trabajan en paraísos fiscales el evitar hacer negocios con criminales, políticos corruptos y otros clientes muy cuestionables.

Negocios oscuros junto a inversiones de personalidades mundiales

La filtración incluye también más de medio millón de archivos de Asiaciti Trust, un firma familiar especializada en gestiones offshore con sede en Singapur y oficinas en numerosos paraísos fiscales.

Además, otros cientos de miles de documentos reflejan registros de negocios gubernamentales en algunos de los lugares más opacos del mundo.

De esta forma, en total, aparecen operaciones opacas en 19 jurisdicciones: Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, Bermudas, Caimán, Islas Cook, Dominica, Granada, Labuan, Líbano, Malta, Islas Marshall, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente, Samoa, Trinidad y Tobago y Vanuatu.

Entre otras cosas, las filtraciones revelan el rastro offshore de unos aviones espía comprados por Emiratos Árabes Unidos, la compañía de explosivos de un ingeniero canadiense que intentó fabricar una “superarma” para Sadam Husein o la empresa que tenía en Bermuda Marcial Maciel, el sacerdote fundador de los Legionarios de Cristo y acusado de abusos sexuales a menores.

También aparece el nombre de Isabel II de Inglaterra, que ha invertido millones de dólares en empresas de préstamos al consumo y servicios sanitarios. Hasta ahora, la reina británica había dado algunas informaciones sobre sus inversiones en Reino Unido, pero nunca había revelado detalles sobre las realizadas fuera.

En concreto, los papeles muestran que en 2007, el fondo privado de Isabel II invirtió en un fondo en Islas Caimán que, a su vez, invirtió en una compañía que controlaba una empresa criticada por organizaciones de consumidores y miembros del Parlamento británico por vender bienes de consumo a británicos con pocos recursos mediante planes de financiación con intereses del 99,9%.

Así, esas firmas ayudaron a actores, estrellas del deporte, cantantes, oligarcas rusos o funcionarios gubernamentales a comprar aviones privados, yates y otros productos de lujo que querían ocultar al pago de impuestos.

Multinacionales que buscan eludir impuestos

Appleby también ofrece servicios a grandes multinacionales que intentan reducir los impuestos que pagan en los países donde hacen sus negocios.

Aunque no se define como asesor fiscal, el bufete sí gestiona programas fiscales para empresas de todo el mundo, como uno de los mayores conglomerados de construcción de Oriente Medio, el Grupo Saad, y la empresa japonesa que gestiona la central nuclear de Fukushima.

Así, entre los documentos filtrados figura un correo electrónico en el que los abogados de la multinacional informática Apple pedían al bufete que les confirmara si el traslado a un paraíso fiscal permitiría a su filial irlandesa “realizar actividades de gestión… sin estar sujeta a impuestos en esas jurisdicciones”. La multinacional buscaba en ese momento un nuevo paraíso fiscal después de que el Senado de EE.UU. descubriese que había eludido el pago de miles de millones de dólares en impuestos al desviar beneficios hacia su filial en Irlanda.

Otra vía de elusión de impuestos que queda retratada en estos Papeles del Paraíso es la de crear sociedades pantalla para activos intangibles como patentes o diseños.