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El Eurogrupo denuncia que "el dólar no está al nivel que debería" respecto al euro

  • Los ministros de Economía del euro advierten de los "riesgos" de la política de la Fed
  • Trichet advierte que los desequilibrios entre monedas dificultan el crecimiento

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El dólar "no está al nivel que debería estar" respecto al euro, según ha denunciado este lunes el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude  Juncker. El primer ministro luxemburgués -que habla en nombre de los 15 países del euro- también ha advertido de los "riesgos" que encierran las medidas de impulso a la economía aprobadas por la Reserva Federal (Fed) la semana pasada.

El banco central estadounidense anunció el miércoles 3 de noviembre que inyectaría más de 425.000 millones de euros en la economía del país para tratar de relanzar la actividad a través de un aumento del consumo.

Desde la Zona euro se hace un llamamiento para que ningún país utilice la política de cambio de las monedas de forma "egoísta", ha declarado Juncker durante una comparecencia ante una comisión del Parlamento Europeo en Bruselas.

Se calienta la guerra de divisas

Según ha destacado el jefe del Eurogrupo, las tasas de cambio de las   monedas "deben, primero, reflejar los datos económicos  fundamentales" y  "no deben dar lugar a comportamientos  nacionales".

"Veo más riesgos y más posibilidades de tropiezos  globales que  ventajas en las decisiones adoptadas por la Fed", ha  reiterado Juncker,  quien ha añadido que "los europeos que se sentarán a  la mesa" del  próximo G-20 "no dudarán en plantear algunas preguntas a  los amigos  estadounidenses".

"Veo riesgos de hacer que la salida de la crisis sea  inflacionista", ha resaltado el presidente del Eurogrupo. "No creo  que las empresas estadounidenses vayan a invertir más ni que los  consumidores estadounidenses vayan a consumir más tras estas  decisiones", ha añadido Juncker.

A su juicio, el estímulo monetario decidido por la Fed "va a hacer  fluir a los países emergentes volúmenes de liquidez que estos países  no podrán absorber". 

Estas declaraciones sirven de calentamiento a la reunión del G-20 que comienza este jueves en Seúl y que tendrá en la guerra de divisas uno de sus puntos más críticos, ya que todos los países desarrollados han criticado a China por mantener la devaluación de su moneda -el yuan o reinmbi- para favorecer sus exportaciones.

Pero ahora, según muchos economistas, Estados Unidos parece unirse a esa estrategia, ya que la nueva inyección hará caer la cotización del dólar frente a otras divisas como el euro. Esa es la opinión del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaüble, quien acusó la  semana pasada a EEUU de llevar a cabo una depreciación del dólar  comparable a lo que hace China con el yuan para mantenerlo artificialmente  bajo.

Sin embargo, el secretario del Tesoro estadounidense, Tim  Geithner, hizo hincapié el pasado viernes en que Washington no va a usar el dólar  como herramienta para tener ventajas competitivas comerciales y reiteró  su apoyo a un dólar fuerte.

Un "contraproducente" exceso de volatilidad

En otro foro económico, también previo al G-20, los gobernadores de los bancos centrales del G-10 han asegurado en la ciudad suiza de Basilea que no persiguen depreciar sus divisas intencionadamente para tener ventajas competitivas comerciales y consideran que no existe esa guerra de divisas.

Sin embargo, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha destacado que "la palabra, la expresión guerra  de divisas no se pronunció en absoluto en la reunión".

"Todos  intentamos evitar el exceso de volatilidad que consideramos es muy  contraproducente para el crecimiento y la estabilidad global", ha  recalcado el banquero francés.

Trichet -que es portavoz de los gobernadores reunidos en la sede del Banco de Pagos Internacionales (BPI)- ha  explicado que "todos los participantes mencionaron el hecho de que no persiguen políticas de una divisa débil y esto es algo muy importante".

Además, ha asegurado que los bancos centrales del G-10 están de acuerdo en la necesidad "de tener, progresivamente, más flexibilidad en los tipos de cambio", tal y como manifestaron los ministros de Finanzas de las 20 principales economías del mundo (G-20) en su reunión en Gyeongju (Corea del Sur) a finales de octubre.

Distintas políticas de los bancos centrales

Los gobernadores de los bancos centrales del G-10 tampoco comentaron la reciente decisión de la Reserva Federal estadounidense de comprar deuda pública en los próximos once meses. Trichet ha argumentado que cada banco central actúa en su propio país de acuerdo a su mandato.

Por su parte, el Banco de Japón mantuvo el viernes los tipos de interés virtualmente en cero, entre el 0% y el 0,1%, con la intención de reactivar la economía y detalló su nuevo plan de compra de bonos, fondos fiduciarios y activos de renta variable, una medida que pretende frenar la apreciación del yen.

En el lado opuesto, el BCE va a mantener su retirada gradual de las medidas extraordinarias aplicadas para afrontar la crisis financiera y económica, como la inyección de liquidez ilimitada con la que apoya a los bancos.

El banco europeo también mantiene su programa de compra de deuda pública con el que apoya a países europeos que atraviesan actualmente dificultades y están siendo castigados en los mercados de bonos.