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De Guindos encargará otras tres auditorías de la banca y defiende una Bankia "profesionalizada"

  • El ministro dice que la entidad necesitará 9.000 millones, pero no aclara cómo
  • El Gobierno ofrece el nuevo encargo a las firmas que ya trabajan con la banca

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Comparecencia del Gobierno en el Congreso para hablar de la nacionalización de Bankia

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado que, además de la auditoría de la banca española encargada a dos firmas extranjeras, pedirá un informe más profundo a otras tres empresas para despejar las dudas sobre el sector, especialmente tras el rescate de Bankia, donde ha incidido en que era necesaria una gestión más "profesional".

El su comparecencia en el Congreso de los Diputados para explicar las últimas actuaciones del Gobierno en este campo, y en particular sobre la nacionalización parcial de Bankia, ha anunciado que cuando el Estado tome el control efectivo de la entidad, reducirá el número de consejeros y todos serán profesionales "independientes".

Además, ha confirmado que la cuarta entidad española necesita 7.100 millones y ha insistido en que "la especificidad de Bankia", con una exposición inmobiliaria superior a la media, "no se puede extrapolar al resto del sistema financiero español".

Bankia necesita hasta 9.000 millones

No obstante, el ministro ha dicho que pedirá otras tres auditorías externas que profundizarán en el análisis encargado con urgencia este lunes a otras dos firmas, como había pedido la semana pasada la UE, una medida que según han contestado la mayoría de grupos políticos, incluido el PSOE, "deja en mal lugar" la supervisión del Banco de España; algo que ha negado De Guindos --"saldrá reforzado", ha dicho--.

En ese sentido, según han informado a Europa Press fuentes financieras, miembros del Gobierno y del regulador se han reunido con  representantes de las cuatro grandes firmas privadas de auditoría (Deloitte, KPMG, PwC y Ernst & Young) para que tres de ellas evalúen los activos del sector financiero español. Estas son las mismas empresas que auditan las cuentas de cada entidad. Según De Guindos, tras este ejercicio de “transparencia” se va a corregir la percepción que tienen los mercados "no basada en la objetividad".

Volviendo al caso de Bankia, ha detallado que por las exigencias de los dos últimos reales decretos tendrá que aumentar sus provisiones en unos 7.100 millones y ha añadido que tendrá que atesorar otros 1.900 millones para contar con un colchón de capital que le cubra mejor contra el riesgo inmobiliario, ifroma Efe.

Eso eleva el saneamiento total del grupo hasta los 9.000 millones, aunque los detalles no se conocerán hasta que la nueva dirección presente antes de un mes un nuevo plan de saneamiento. Ha garantizado que contará con toda la ayuda estatal que necesite, pero no ha detallado si eso se traducirá en que todas esas necesidades serán cubiertas con dinero público o si una parte se podrá hacer con fondos propios, como había propuesto la entidad tras el primer decreto de febrero, y como había aprobado el Banco de España.

Peticiones de investigación

Sin embargo, De Guindos ha revelado ahora que el regulador instó entonces a Bankia a una “profesionalización” de su gestión y a acometer algunas desinversiones de su amplia cartera (participa en el accionariado de empresas como Iberdrola o Iberia). También ha recordado que el FMI hizo una petición similar días antes de que Rodrigo Rato tirara la toalla y dimitiera el pasado 7 de mayo. El ministro ha confirmado asimismo que la entidad había presentado también en esas fechas unas cuentas sin la adecuada auditoría.

Varios grupos de la oposición, empezando por el PSOE, han reprochado la tardanza en dar explicaciones. IU y otros minoritarios han insistido en que es “hora de investigar qué ha pasado” mediante una comisión parlamentaria que depure responsabiliades (al margen de las investigaciones judiciales que también se han anunciado) y que se restaure la confianza en la banca.

De Guindos también ha dicho que la intervención del Estado será lo más breve posible, que buscarán una solución para los pequeños inversores que adquirieron participaciones preferentes (un producto de riesgo que ahora pretende restringir) y que se intentarán recuperar los fondos que se aporten y los 4.465 millones prestados hace dos años, cuya conversión en acciones le ha dado el control del banco formado por la fusión de siete antiguas cajas de ahorros.

El exfinanciero ha dicho que esa fusión, como la salida a bolsa“no fueron las más adecuadas”, sin más precisiones. La entidad ha perdido más de la mitad de su valor en este año en el parqué.