La revista TIME ha decidido que la Persona del Año sea un grupo de personas. "Los arquitectos de la IA" los llama. Y los destaca por crear "la era de las máquinas pensantes", y por transformar el presente, además de por sorprender y preocupar a la humanidad. La sociedad lleva un tiempo preguntándose cómo puede afecta al entorno laboral. La OIT ya ha concretado un mapa de riesgo, en el destacan administrativos, analistas financieros y programadores, entre otros muchos profesionales. A Sarah, traductora, le cuesta pagar la cuota de autónomos: “yo, antes, hacía mis traducciones desde cero y, luego, las revisaba. Ahora, muchas veces, solo me encargan revisar lo que ya ha hecho previamente ChatGPT, a la que le falta el toque personal porque esa tecnología no sabe para qué se va a usar este texto. Pero, claro, se ahorran muchísimo dinero”.
El impacto es global y a todos los niveles. Desde hace apenas 3 años, ha habido un goteo de despidos colectivos en todo el mundo. Solo en el sector tecnológico, se han perdido más de 700.000 puestos de trabajo. Unos se crean y otros se destruyen. Compañías como Meta, IBM o Intel enmarcan estos ajustes en la necesidad de abaratar gastos y mejorar su eficiencia aligerando, por ejemplo, tareas administrativas. Se está dando ahora mismo en España con Amazon, donde “lo que ha desarrollado son alrededor de 30 inteligencias artificiales que, directamente, reemplazan a personas y lo que busca es ahorrarse ese coste laboral”, cuenta José Varela, responsable de digitalización del sindicato UGT. En nuestro país, la empresa líder en comercio electrónico va a reducir 1.200 empleos. En este contexto, el nuevo plan estratégico de Telefónica incluye un ERE en 7 de sus filiales. Está en plena negociación, pero maneja una reducción de entre 4.500 y 6.000 salidas, lo que supone hasta un 30% de la plantilla. David La Hoz, experto en IA, resuelve que “tiene que haber un cambio cultural en las compañías y, también, en los trabajadores”.
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