Austria sigue conmocionada. Durante la tarde del sábado, el pánico se apoderó del centro de la localidad de Villach, al sur del país. Pasadas las cuatro, un hombre armado con un cuchillo empezó a apuñalar indiscriminadamente a los transeúntes en medio de la calle.
Ante la escena del crimen, apareció un héroe inesperado. Al ver lo que estaba pasando, un repartidor de comida a domicilio decidió arrollar al atacante con su coche. La policía detenía al agresor poco después. Finalmente murió un joven de 14 años y otras cinco personas resultaron heridas.
El presunto asesino es un ciudadano sirio de 23 años con permiso de residencia y sin antecedentes. El ministro del interior austriaco, el conservador Gerhard Karner, lo ha calificado como "atacante islamista", confirmando su relación con el autoproclamado Estado Islámico
Este nuevo atentado perpetrado por un extranjero aviva el discurso xenófobo dentro de Europa. En Austria, la inmigración fue uno de los temas centrales de las pasadas elecciones legislativas, en las que la formación de ultraderecha Partido de la Libertad fue la que más apoyo obtuvo con el 29% de los votos, aunque todo apunta que no gobernarán, después de que esta semana fracasaran las negociaciones con los democristianos.
Foto: AP Photo/Darko Bandic