Enlaces accesibilidad

Pere Estupinyá, una mirada a dos décadas de avances científicos y retos por resolver

  • Pere Estupinyá, presentador de El cazador de cerebros, cumple 20 años divulgando ciencia
  • Entró en el mundo de la comunicación científica de la mano de Redes y Eduard Punset
  • Algunos hitos del siglo: Inmunoterapia, vacunas ARN, grafeno, computación cuántica, edición genética o rovers en Marte

Por
Pere Estupinyá
Reflexionamos con Pere Estupinyá sobre los avances y tropiezos de la ciencia de principios de S.XXI

Un 8 de octubre de 2001 Pere Estupinyá, licenciado en química y en bioquímica, comenzó su carrera como divulgador científico. Fue el día en el que renunció a una beca para ir a Poitiers a investigar en un laboratorio de biotecnología vegetal y se unió al equipo del programa Redes para trabajar junto a su admirado Eduard Punset.

"Qué hago yo aquí", pensaba en aquel momento un chaval entusiasta, inocente e inseguro que nunca hubiera imaginado en aquel momento llegaría a dirigir y presentar su propio programa en TVE, escribir cuatro libros, vivir ocho años en Estados Unidos, ser becado un año entero en el MIT, colabora en medios de comunicación, dar conferencias...

Tras 20 años de aventura divulgando ciencia reflexionamos con Pere Estupinyá sobre los avances que ha conseguido la ciencia en las últimas dos décadas y las grandes preguntas que aún quedan abiertas.

Comienza su repaso mirando al presente para señalar el gran avance reciente que ha significado la vacuna de ARN contra el vacunacoronavirus. “Es muy significativo, la reacción tan rápida de la ciencia para generar unas vacunas novedosas como la de ARN. Yo creo que es uno de los grandes hitos del último año, pero también de los últimos 20”, afirma.

Genética e inteligência artificial

La genética y la biomedicina son áreas en la que hemos visto grandes avances. En febrero de 2001 se publicó el genoma humano, que se anunció como un auténtico hito. “Ahora se secuencia en genomas de una manera facilísima, baratísima y rapidísima, lo que supone un mayor conocimiento de las enfermedades. La capacidad de manipular la célula y las estructuras de la vida de una manera mucho más precisa, es sin duda un avance brutal”, explica Pere.

En este sentido, también resalta como un gran avance las tecnologías de edición genética del CRISPR. “Hay muchos avances en biomedicina, pero uno clave en mi opinión es la inmunoterapia contra el cáncer. Conseguir que el sistema inmune sea el que ataque a las células tumorales, ha sido unos de los grandísimos avances que ha salvado muchas vidas en estos últimos 20 años”, añade.

Las células madre de las que hablábamos hace 20 años como algo muy prometedor, “en realidad han tenido menos influencia en nuestro día a día. Sin embargo ha tomado protagonismo el microbioma, las bacterias beneficiosas que tenemos en el cuerpo”.

La inteligencia artificial y RRSS

Para Pere Estupinyá otra gran área que ha marcado nuestra vida en principios del siglo ha sido la digitalización unida a la inteligencia artificial. “Desde hace 10, 15 años, todo está digitalizado, es decir, nuestras búsquedas por Internet, los pagos que hacemos con la tarjeta, el rastreo de nuestros móviles, la conectividad. Entonces esto genera un Big Data, que es otro de los términos que antes no existía y ahora lo utilizamos unido al machine learning”, reflexiona el presentador de El cazador de cerebros.

“También hay un avance que no es relevante desde la perspectiva científica o tecnológica, pero sí desde el punto de vista la social que son las redes sociales". Otros campos novedosos: la microelectrónica y la nanotecnología.

”Lo más significativo son las pantallas táctiles, los ordenadores potentísimos que tenemos en nuestros propios teléfonos, que son unos cacharros impensables hace 20 años atrás con geolocalización. Ha sido un salto cualitativo apabullante en computación”, apostilla.

Computación cuántica y nuevos materiales

Pere Estupinyá no quiere dejar fuera los avances en computación cuántica,”aunque aún no han llegado a estar presente en nuestras vidas”. Los cubits -unidad mínima de información en informática- o los nuevos materiales como el grafeno han permitido aplicaciones muy interesantes en temas de tecnología o transición energética. ”Yo creo que un gran avance han sido los cubits. Tienen muchísimo margen de mejora y están aún por explotar”, vaticina.

En la primera década del siglo XXI hubo muchos avances en técnicas de resonancia magnética que nos han permitido ver nuestro cerebro en acción. Los avances en neuro-tecnología han hecho posible los implantes cocleares y los chips conectados directamente al cerebro, primero de animales y al final en algunos humanos.

Como asignaturas aún pendientes destaca enfermedades como el alzheimer en las que no se han hecho progresos significativos, y un mayor avance en la comprensión fundamental de cómo funciona el cerebro o cuál es el origen de la conciencia.

Todavía hay grandes preguntas a las que la ciencia no ha conseguido dar respuesta”, lamenta.

Cosmos, física y universo

En el campo de la astronomía los avances en las últimas dos décadas son muy relevantes: desde la explosión de los exoplanetas -planeta fuera de nuestro Sistema Solar-, las fotografías de agujeros negros, la detección de ondas gravitacionales o la presencia de rovers en Marte

Destaca además, como Plutón dejó de ser un planeta de nuestro sistema solar en 2006, cuando la la Unión Astronómica Internacional (IAU) redefinió lo que significa ser un planeta. Plutón quedó relegado porque su órbita se superpone con Neptuno.

“Indudablemente hay que destacar lo importante que está siendo poner aparatos en la superficie de Marte. El Opportunity, el Spirit, después el Curiosity y luego el Perseverance. En estos 20 años yo creo que los humanos hemos llegado a Marte, no hemos llegado como personas, pero sí con la tecnología y esto ha sido claramente un gran avance", comenta el divulgador. También destaca el papel de la ESA y la con la que logró poner una sonda, Rosseta, encima de un cometa.

En el campo de la Física hay que reseñar el descubrimiento el bosón de Higgs-una partícula elemental propuesta en el modelo estándar de física de partículas- y todas las aplicaciones desarrolladas dentro de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN).

Como grandes preguntas abiertas aún quedan muchas: “Seguimos sin saber qué son la materia y la energía oscuras y tampoco se ha conseguido demostrar la teoría de cuerdas".

Paleontología y cambio climático

En cuanto a paleontología, se han descubierto gracias a la secuenciación del ADN nuevas especies como los Denisovanos humanos -homínido descendientes de neandertales y sapiens-. “Han aparecido otros homínidos y se ha visto que los neandertales son mucho más humanos, los géneros homo están mucho más mezclados de lo que se pensaba antes y esto ha cambiado un poco la manera de entender nuestros orígenes”.

En cuanto al medio ambiente y el cambio climático “la situación es lamentable”.

Copenhague de 2009 fue un gran fracaso. El Acuerdo de París de 2015 fue un avance, pero insuficiente y no se está cumpliendo, y vamos a llegar al 2021 con las emisiones todavía subiendo. De manera global hay más deforestación, sobrepesca, microplásticos en el océano…,es desolador”, lamenta.

Como ejemplos positivos, cita por ejemplo la recuperación del lince ibérico. “Es interesante. Cuando queremos, cuando ponemos dinero y recursos e inteligencia vemos como una especie como el ince que estaba en peligro de extinción se ha recuperado en estos últimos 15 años y está fuera del peligro”, apunta el divulgador.

Mirada al futuro

Tras 20 años de carrera como divulgador científico, Pere Estupinyá, actualmente al frente del programa El cazador de cerebros -que próximamente estrenará su sexta temporada-, asegura que prefiere mirar hacia adelante que hacia atrás. Pero le gusta poner contexto el presente: “Tengo mucha gratitud con las personas que, en lo personal y en lo profesional, me han acompañado por esta aventura”.

Si nos dejaran ver por una ventanita para saber cómo estará el mundo y la ciencia dentro de otros 20 años, Pere desearía que ya fueran realidad descubrimientos científicos que permitieran acabar con enfermedades que generan mucho sufrimiento o que surjan tecnologías que aceleren la transición energética y hagan nuestra relación con el planeta más sostenible. Pero la noticia que de verdad les gustaría poder contar al mundo en el 2040 sería el descubrimiento de un tipo de vida extraterrestre de origen diferente a la nuestra en la Tierra.