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El Gobierno formaliza el cese de Antonio Hernández y condena las "actitudes reprochables" en el caso Salazar

  • Alegría admite que reunirse hace un mes con Salazar fue un "error" y asegura que "se ha actuado con rapidez"
  • Varias mujeres del partido piden una transformación y evitar que se generen "entornos protectores con los agresores"
El Consejo de Ministros formaliza este martes el cese de Antonio Hernández, mano derecha de Paco Salazar

En el PSOE, a la inquietud por las causas judiciales se le suma de nuevo la generada por el caso Paco Salazar. Las denuncias de acoso sexual contra el exasesor de la Moncloa continúan agitando las aguas dentro del partido, que trata de capear el temporal entonando el 'mea culpa' y respondiendo "con medidas contundentes" y "rápidas". La última de ellas, el cese de Antonio Hernández, hombre de confianza de Salazar, de su cargo como director de Coordinación Política de la Presidencia.

Tras asumir este sábado "en primera persona" la mala gestión en los casos de acoso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido actuar con contundencia con Hernández, que ha sido acusado de "cómplice" y "encubridor" de Salazar. Su marcha del Gabinete –también dejará la Ejecutiva del partido en Andalucía, donde estaba al frente de la Secretaría de Datos, Análisis y Prospectiva– se ha hecho efectiva este martes en el Consejo de Ministros.

"Dolor, indignación" y, sobre todo, "traición". Así ha dicho sentirse acerca de las denuncias la ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, quien tuvo relación con Salazar. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha reconocido la gravedad de las acusaciones contra Hernández, con quien se pusieron en contacto "desde el primer momento" para trasladarle la insostenibilidad de una situación de la que tuvieron conocimiento por un artículo de elDiario.es.

Alegría también ha sido cuestionada por los periodistas por la reunión que mantuvo hace un mes en un restaurante con Salazar, hoy ya apartado del partido y de sus funciones en Moncloa. "Me llamó, yo lógicamente acudí y, ya les digo, ese encuentro no se tenía que haber producido y fue un error", ha admitido la ministra. Se ha mostrado decepcionada, aunque ha dejado claro que ese dolor "no es ni similar, ni comparable al que pueden sentir las víctimas" y que son a ellas a las que hay que "acompañar, cuidar y a las que ayudar para llevar esta investigación hasta el final de sus consecuencias".

Asimismo, ha recordado que hay canales para denunciar de forma anónima y ha defendido la profesionalidad del resto de los trabajadores de la Moncloa. "Cuando se señala a los entornos, creo de verdad que las personas que puedan estar al lado de determinadas personas no son los responsables de las conductas reprochables o reprobables que puedan suceder", ha sostenido.

Alegría condena el Caso Salazar desde el Consejo de Ministros

Desde el Gobierno aseguran que el de Hernández se trata de un cese "acordado y compartido", ya que él, pese a que niega las acusaciones de encubrimiento, entiende que es la opción correcta. Además, defienden que la respuesta acometida ha sido "rápida" y "contundente".

Según Alegría, además de cesar a Salazar y a Hernández, se pusieron en contacto con los trabajadores para recopilar información sobre cualquiér "comportamiento reprobable" que hubieran podido ver o sufrir. "Cualquier organización o partido político no está exento de tener a personas que ocupen su posición política para lucrarse. O personas que cometen actitudes absolutamente reprochables. Ahora bien, creo que también las organizaciones se diferencian en como reacciónan", ha defendido la ministra. Pero, tras meses con el caso Salazar en pausa, el 'cortafuegos' podría no ser suficiente.

Cronología de un expediente: de las denuncias a la carta de las mujeres del PSOE

Varias afiliadas denunciaron este año a Salazar a través del canal interno del partido por "comportamientos inadecuados". Sus denuncias salieron a la luz hace cinco meses, apenas unas horas antes de que Salazar asumiera el cargo como adjunto en la secretaría de Organización del PSOE durante el Comité Federal de julio. La Ejecutiva federal, que afrontaba en ese momento una remodelación en respuesta a la imputación de Santos Cerdán en el caso Koldo, vio cómo se abría ante ella un nuevo frente y anunció diligencias "inmediatas". Pero, sin nuevas noticias, el protocolo pareció quedarse estancado, al menos de cara al público.

No fue hasta principios de diciembre cuando el caso Salazar se reactivó mediáticamente con la publicación por parte de elDiairo.es del contenido de las denuncias. Junto a los testimonios de las víctimas, llegó también la alerta de que la información del caso ya no aparecía en la plataforma digital del PSOE, según Ferraz por un "fallo informático". Estas revelaciones aumentaron las críticas internas y forzaron al PSOE a reunir de urgencia a las responsables de Igualdad para abordar la situación.

Aunque se trató de transmitir "calma" a las distintas federaciones y la propia secretaria de Igualdad del partido, Pilar Bernabé, reconoció de forma pública los fallos en la gestión, la lenta reacción no pareció apaciguar la tormenta, de la que también se hacían eco en la oposición. También han resonado algunas críticas en torno a la secretaria de Organización, Rebeca Torró, que aunque no forma parte de la comisión antiacoso, era próxima a Salazar y aún no se ha pronunciado sobre el escándalo.

El malestar en el seno del partido acabó de materializarse este domingo con una carta publicada en El País y firmada por Andrea Fernández (portavoz de la Comisión de Igualdad en el Congreso), Carmela Silva (portavoz de la Comisión de Seguimiento de la Violencia de Género en el Senado) y Araceli Martínez (vicepresidenta de la Comisión de Cultura en el Senado).

En la misiva, estas mujeres con cargos de responsabilidad a nivel parlamentario han exigido una transformación "profunda" en una organización que, pese a presentar un ideario feminista, ha dejado al descubierto sus costuras. Entre otras cosas, piden atajar "cualquier posibilidad de generar entornos protectores con los agresores o silenciar a las víctimas", así como la de "debilitar la credibilidad de un partido que, sin duda, ha contribuido de manera decisiva al avance de los derechos de las mujeres".

Pero dentro del PSOE hay quien ve esta situación con otros ojos y apunta a un "fuego amigo". Según fuentes socialistas, algunos creen que hay un sector del partido "de carácter orgánico" que ha querido aprovechar esta situación para perjudicar la imagen de la organización y "atacar" a los valores del partido. Pero defienden que nadie puede "dudar del compromiso" del PSOE con la igualdad y las mujeres.

Este martes, el portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López, ha señalado que el caso Salazar está afectando a su partido en sus "propias entrañas" porque "es algo incompatible con los valores y principios de los socialistas". El diputado, que ha pedido perdón por los "retrasos y algunas deficiencias que haya podido haber en la tramitación del expediente", ha mostrado su confianza en que el citado expediente "se resuelva cuanto antes".

El PSOE: "El partido va a llegar hasta sus últimas consecuencias"

Por otro lado, las federaciones autonómicas piden ir más allá. Por ejemplo, la 'exnúmero dos' del PSOE y actual vicesecretaria General de la FSA, Adriana Lastra, instó hace unos días a llevar el caso ante la Fiscalía. Una posibilidad que desde el partido, sin embargo, descartan por tratarse de denuncias anónimas de acoso. El propio Sánchez indicó en una conversación informal con los periodistas en el acto por el Día de la Constitución que, aunque considera un "error" que su partido tardara varios meses en ponerse en contacto con las víctimas, desde Ferraz no se iba a trasladar esas denuncias porque, en su opinión, pondría a las mujeres en el disparadero.

Con todo, aseguró que el PSOE les prestará su ayuda si las víctimas deciden acudir a la justicia. Además, tras negar haber tenido ningún conocimiento sobre esos comportamientos por parte del exasesor de la Moncloa, aseguró que el partido completará el expediente, que aún se encuentra dentro del plazo marcado en el protocolo interno.

"El partido va a llegar hasta sus últimas consecuencias", defiende también Pilar Alegría, quien ha puesto de ejemplo la apertura de un expediente disciplinario al secretario local en Torremolinos, Antonio Navarro, tras la denuncia ante la Fiscalía por presunto acoso sexual a una militante. La titular de Educación ha insistido en que la comisión antiacoso se puso en marcha en verano y que su investigación, que aún sigue en marcha, es "autónoma". No obstante, ha señalado que el objetivo del PSOE es mejorar los protocolos: "Que a nadie le quede duda de que el PSOE y Gobierno estarán al lado de las mujeres y las víctimas".

El PP citará a Salazar en el Senado

Sin embargo, la reacción del PSOE tampoco convence al PP, que este lunes ha anunciado que llamará a Salazar a declarar la comisión del caso Koldo en el Senado. "Las mujeres no merecen que un presidente acorralado por la corrupción quiera proteger al acosador", ha afirmado la portavoz 'popular' en la Cámara Alta, Alicia García, quien ha acusado a los socialistas de querer "silenciar el escándalo sexual con ceses de segunda o de tercera que llegan muy tarde y se quedan cortos".

García, en referencia al informe de la UCO sobre el caso Koldo que sugiere un supuesto amaño en las primarias del PSOE de 2014, ha sostenido que Paco Salazar "sabe demasiado" sobre estas elecciones porque formaba parte de su "núcleo duro" y aprovechó su posición para tener comportamientos "intolerables".

Desde el PSOE, por su parte, rechazan lecciones en materia de feminismo por parte del PP. "Desde luego, no vamos a admitir ningún tipo de lecciones de la derecha ni de la ultraderecha, porque PP y Vox, cuando gobiernan, lo primero que hacen es cercenar los derechos de las mujeres y mercadear con ellos", ha espetado Alegría. Así, ha remarcado que el PSOE lleva muchos años "trabajando siempre" a favor de la igualdad y las mujeres. "En esa misma dirección vamos a continuar y por supuesto, manteniendo siempre nuestra repulsa más absoluta ante cualquier conducta o comportamiento machista", ha zanjado.

Mientras tanto, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, se ha mostrado "muy preocupada" por el mensaje que el PSOE está trasladado a la sociedad de que el feminismo es un "pin de quita y pon". "Cuando da votos, el Partido Socialista se apunta al feminismo, pero cuando es difícil, cuando toca aplicar el protocolo para apartar a un compañero, es mejor meter el feminismo en un cajón", ha sostenido.