Salazar deja sus cargos en el PSOE y Moncloa tras las acusaciones de "comportamientos inadecuados" con mujeres
- Mujeres del PSOE han denunciado en 'eldiario.es' comportamientos machistas cuando Salazar era su jefe
- Iba a ser el nuevo adjunto a la secretaría General del PSOE y actualmente trabajaba en Moncloa también
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Ni un día ha durado Francisco Salazar como adjunto en la secretaría de Organización del PSOE. De hecho, ni ha llegado a hacerse efectivo su nombramiento, previsto para este sábado por la mañana en el Comité Federal del partido. Instantes antes de que comenzase, Salazar ha solicitado al PSOE la apertura de unas diligencias previas de información tras la noticia conocida en la mañana de este sábado en 'eldiario.es', en la que se le acusaba de haber tenido "comportamientos inadecuados" con mujeres cuando era su jefe.
"De la misma forma, ha solicitado ser apartado de sus funciones actuales en la Comisión Ejecutiva Federal. La CEF iniciará estas diligencias de inmediato, a pesar de que no constan en el PSOE denuncias al respecto en ninguno de los canales habilitados", han apuntado fuentes socialistas poco antes de las 10.30 de la mañana.
Además, Salazar también ha dejado sus responsabilidades en Moncloa de Coordinación Institucional de la Presidencia del Gobierno en Moncloa y se retira de la vida pública.
En la noticia de 'eldiario.es' se recoge el testimonio de una trabajadora de Moncloa en la que denunciaba comentarios cosificadores sobre compañeras. Además, también relataba la existencia de "mensajes intempestivos" con propuestas para cenar a solas fuera del horario de trabajo o, incluso, ofrecimientos de quedarse a dormir en su domicilio. Unas escenas que la denunciante describe como "acoso sexual y abuso de poder". Además, la trabajadora de Moncloa no habría sido la única mujer que ha denunciado abiertamente la situación, recoge el diario digital, sino que también una voluntaria del PSOE y que es familiar de un veterano dirigente lo ha señalado por comportamientos "babosos".
El Comité empieza con retraso tras el escándalo de Salazar
Salazar, estrecho colaborador de Sánchez, fue anunciado este viernes como adjunto a la secretaría de Organización, que iba a comandar la valenciana Rebeca Torró tras la expulsión de Santos Cerdán. Pero en el día que tenía que ser ratificado, un nuevo terremoto político ha sacudido Ferraz. La mañana ha amanecido con la noticia de denuncia y ya ha marcado el inicio del Comité Federal del PSOE en el que Pedro Sánchez pretende reconstruir el partido tras los escándalos de corrupción que han rodeado al partido en los últimos meses.
En el Comité que iba a estar marcado por el relevo al exsecretario de Organización, Santos Cerdán, tras su entrada en prisión y aparecer señalado en un informe de la UCO por el presunto cobro de mordidas en adjudicaciones de obra pública; las medidas que se iban a aplicar para combatir la corrupción; o la lucha contra la prostitución, después de que en el mismo informe de Cerdán apareciesen audios entre el exministro José Luis Ábalos y su exasesor, Koldo García, repartiéndose varias prostitutas. Sin embargo, el Comité ha empezado con un escándalo inesperado, la relación de Salazar con varias mujeres. Un incendio inesperado que ha obligado a retrasar el inicio y realizar otro comité de crisis para ver como aplacar la enésima polémica que rodea al PSOE en las últimas semanas.
Alegría apoyaba a Salazar a su llegada a Ferraz, recula a la salida
A la llegada al Comité a Ferraz este sábado muchos de los miembros no se han querido pronunciar directamente o han dicho desconocer a qué noticia se referían los medios cuando les preguntabas. "No conozco nada", ha respondido al secretario general de los socialistas extremeños, Miguel Ángel Gallardo. "Si se demuestra cualquier tipo de denuncia, tenemos que ser absolutamente que ser impecables", ha dicho por su parte el líder del PSOE de Castilla y León, Carlos Martínez.
Otros, como la ministra y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, sí le ha apoyado directamente y ha defendido que el sevillano es un "compañero absolutamente íntegro". Alegría ha afirmado a su llegada a Ferraz que le conoce "desde hace muchos años" y ha recalcado: "Hablo de mi propia experiencia y me ha parecido siempre y, además, siempre lo he manifestado un compañero absolutamente íntegro". Sin embargo, cuando a las 14.30 salía del Comité, Alegría ha cambiado el discurso y ha asegurado que no conocía la noticia sobre la que se le preguntaba.
"He podido conocer con más serenidad la información [...] si hay conductas antagónicas con los principios del partido son las actitudes machistas", ha matizado horas después de decir que era un compañero "íntegro". "Yo decía que conozco a una persona, compañero de partido, no conocía esa información, creo que el paso que ha dado es necesario", ha añadido.
Más distancia había marcado la ministra de Ciencia y líder del PSPV, Diana Morant, desde el primer momento. La ministra ha "rechazado completamente el machismo" y ha señalado que "quizás" se tenían que plantear "que no puede asumir" la responsabilidad. Unas declaraciones que ha hecho de manera previa a que se conociese la renuncia de Salazar.
A pesar toda la polémica, la mayoría de dirigentes socialistas han coincidido en que el partido salga reforzado del comité. La asturiana Adriana Lastra lo ha definido como el comité "más trascendental que celebramos en esta época democrática" y ha lamentado que miles de socialistas se hayan sentido "traicionados" por los casos de corrupción que rodean el partido.
Todas estas declaraciones a los medios de comunicación se han hecho mientras unas cincuenta personas se han concentrado frente a la sede socialista en apoyo del Gobierno y del secretario general del PSOE y entre gritos de "Pedro, Pedro" o gritos de "traidor" al presidente socialista castellanomanchego, Emiliano García Page. También, algo más alejados, un pequeño grupo de manifestantes de signo contrario han lanzado mensajes en contra del Gobierno.
Fuentes de Moncloa aseguran que no hay ninguna denuncia contra Salazar
Tras la renuncia de Salazar a su puesto como adjunto a la secretaría y a sus cargos en Presidencia del Gobierno, fuentes de Moncloa han señalado a RTVE que no hay ninguna denuncia contra él y que muchas mujeres le defienden.
Según estas mismas fuentes, el socialista "ha pasado toda la noche pidiendo irse" e insiste en que es mentira las acusaciones que hay contra él. "El Gobierno no ha podido actuar con mayor rapidez. Creemos que es un trabajador íntegro, hay muchas mujeres en el partido y en el Gobierno que le defienden", han insistido estas mismas fuentes.
A pesar de todo, han asegurado que a nivel de organización "no es tan grave este roto", pero han admitido que es una "persona de máxima confianza del presidente". Además, han asegurado que no va a volver a la primera línea política porque ni se lo plantea, aunque la investigación le de la razón.
Salazar, el hombre de confianza de Sánchez que no ha llegado a estrenar su cargo
Paco Salazar era un hombre de plena confianza de Pedro Sánchez, tanto en el PSOE como en el Gobierno. Nacido en la localidad sevillana de Montellano en 1968 ha estado afiliado al PSOE desde 1992 y comenzó su carrera política en su pueblo natal, donde fue alcalde y posteriormente concejal en el ayuntamiento de Dos Hermanas, cuna de la resurrección de Sánchez en las primarias al partido.
Licenciado en Ciencias Políticas, en el partido se le considera una pieza clave de las relaciones entre Moncloa y Ferraz, y de hecho fue de los primeros en llegar al gabinete inicial del presidente del Gobierno y, al poco, se convirtió en el número dos de Iván Redondo.
Salió de Moncloa cuando Redondo abandonó el cargo, y pasó entonces dos años como presidente del Hipódromo de la Zarzuela, aunque fue rescatado de nuevo por el jefe del Ejecutivo.
Salazar trabajó con Óscar López como director de gabinete antes de que este fuera nombrado ministro de Transición Digital, y tras la llegada de Diego Rubio en su lugar, Salazar permaneció como cierto enlace con Ferraz gracias al peso de la vicepresidenta y vicesecretaria general, María Jesús Montero, en el Gobierno y el partido.