Sánchez respalda el acuerdo arancelario entre la Unión Europea y Estados Unidos, pero "sin ningún entusiasmo"
- Una parte del Ejecutivo cree que podría aportar estabilidad comercial, pero otra lo tilda de "magnífico error"
- En Europa, los más críticos con el pacto hasta ahora han sido Hungría y Francia
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha indicado que "respalda el acuerdo" comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos, pero que lo hace "sin ningún entusiasmo". En una rueda de prensa este lunes, ha valorado "el esfuerzo de la Comisión Europea" y la "actitud constructiva y negociadora" de su presidenta, Ursula von der Leyen. No obstante, también ha apostado por seguir diversificando las relaciones comerciales del bloque con acuerdos como el Mercosur y avanzar en pactos con países como Indonesia e India.
Aparte de las declaraciones de Sánchez, hay cierta división dentro del Gobierno de España sobre esta cuestión: una parte del Ejecutivo cree que podría ser el comienzo de una relación estable entre ambos bloques, pero hay otra ala que critica el acuerdo y acusa a Bruselas de "entregar" Europa a Estados Unidos.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, confía en que proporcione un horizonte de estabilidad, aunque ha matizado que lo que se conoce hasta ahora son las "grandes líneas" y que "hay que ver los detalles". No obstante, ha señalado que, en caso de tener repercusiones sobre las empresas españolas, el Ejecutivo va a protegerlas. "De eso que no le quepa a nadie ninguna duda y adoptaremos las medidas de carácter interno que puedan compensar a las empresas que sufran esos daños", ha indicado en una entrevista en TVE.
Con un tono similar se ha expresado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que ha afirmado que el acuerdo evita una "escalada arancelaria que sería negativa para todos, también para Estados Unidos, y que, desde luego, no deseamos España como todos los países de la Unión Europea". Albares ha defendido que "España cree en el libre comercio" y, por ello, está impulsando pactos comerciales con países como México, Mercosur o Indonesia, que "son ahora más necesarios que nunca".
Sin embargo, no todos los miembros del Ejecutivo respaldan este acuerdo. La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, lo ha calificado de "magnífico error" y, de hecho, ha acusado a la presidenta de la Comisión Europea de "entregar" Europa a Estados Unidos. Para la vicepresidenta segunda del Gobierno, con este pacto se "agudiza" la dependencia energética.
El portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha lamentado que Von der Leyen haya "aceptado un chantaje renunciando a utilizar instrumentos que tenía a su disposición para defenderse". Por ello, ha exigido una Europa "fuerte, que hable con voz propia y defienda un marco multilateral en el cual haya un desarrollo económico justo".
Entretanto, las bolsas europeas se mantienen en verde al mediodía y el IBEX 35, principal selectivo español, lidera las subidas con un impulso del 0,9%.
Europa ha recibido con alivio, pero también con cierta resignación, el acuerdo alcanzado con Estados Unidos este domingo en Escocia y que se basa en un arancel del 15% a productos europeos —la mitad del 30% que amenazaba Washington con imponer a partir del 1 de agosto— y la exigencia de comprar energía y más equipamiento militar a Estados Unidos. Como ha confirmado el ministro Albares, los servicios de la Comisión Europea se reunirán en las próximas horas en Bruselas para informar a los embajadores de la Unión Europea sobre los detalles del pacto.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, que ha viajado a China para afianzar las relaciones entre el Govern y el país asiático, ha afirmado en declaraciones a Servimedia que "la gran lección" del pacto arancelario es "diversificar, abrirse a otros mercados".
Por su parte, el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, cree que el impacto del acuerdo será "relativamente moderado" para España y que la economía estadounidense será la que más sufra. "España es un país poco afectado porque nuestras exportaciones a Estados Unidos son las más bajas de Europa, del 5%", ha explicado a EFE. Para Escrivá, este pacto será un "ejercicio de equilibrio general".
Críticas de Hungría y Francia
En Europa, los socios más críticos hasta ahora con el acuerdo han sido Francia y Hungría.
"Esto no es un acuerdo, Donald Trump se ha comido a Von der Leyen en el desayuno. Es lo que ha pasado y lo que sospechábamos que pasaría", ha señalado el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que ha remarcado que, dentro de las negociaciones, Trump es un "peso pesado", mientras que Von der Leyen es un "peso pluma".
El mandatario húngaro cree que Bruselas se ha situado en una postura en la que Donald Trump ve al continente como "un adversario político" en lugar de un aliado. Por ello, ha asegurado que el bloque solamente puede alcanzar "malos" acuerdos y que "no podrá ganar la guerra comercial" contra Trump, por lo que ha vuelto a remarcar que "es necesario que haya un cambio de liderazgo en la Unión Europea".
Para el presidente francés, Emmanuel Macron, "el mejor acuerdo arancelario" sería el de "cero por cero" teniendo en cuenta el actual contexto geopolítico. Macron ha destacado el esfuerzo y la "buena voluntad" de Europa para alcanzar un consenso, pero que esto no debe confundirse con "debilidad". Por ello, espera cerrar "rápidamente" este asunto, aunque ha advertido que "no queremos concluir rápidamente a cualquier precio".
Por su parte, el ministro de Comercio francés, Laurent Saint Martin, ha abogado por "responder mejor, mostrando aún más nuestra capacidad de represalia". "Nos interesa tener un pulso más fuerte y firme con Estados Unidos, no porque sea un adversario —lo consideramos un aliado y un socio—, sino porque Donald Trump solo entiende las luchas de poder, y, dicho sea de paso, él es quien las crea", ha comentado. Lo que "nos preocupa" —ha expresado— es que se aplican gravámenes a productos europeos, pero no a los estadounidenses, "y es aquí donde debemos considerar este acuerdo como desequilibrado y avanzar hacia los siguientes pasos".
Entretanto, el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, ha afirmado este lunes que el acuerdo da "estabilidad renovada" y abre la vía a una "colaboración estratégica" en temas como el acero y el aluminio.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha valorado "positivamente" el pacto arancelario, al que ha calificado como "sostenible", pero también ha instado a esperar a ver los detalles. "Habrá que estudiar los detalles del acuerdo, habrá que seguir trabajando en él porque el que se firmó ayer es un acuerdo marco, jurídicamente no vinculante, por lo que aún hay que profundizar en los detalles, como las posibles exenciones, especialmente en algunos productos agrícolas", ha indicado.