El hambre mata a 15 palestinos, incluidos cuatro niños, en las últimas 24 horas
- La ONU denuncia que el Ejército de Israel ha asesinado a más de mil palestinos mientras buscaban comida desde mayo
- Israel ataca instalaciones de la OMS en Deir el Balah y detiene a dos de sus trabajadores
El hambre y la desnutrición matan en Gaza. En las últimas 24 horas, 15 palestinos, entre ellos un bebé de seis semanas y otros tres niños, han muerto por inanición, según ha informado el Ministerio de Sanidad de Gaza. Además del hambre, los repartos de comida y ayuda humanitaria se han convertido en una "trampa mortal", y han muerto más de mil palestinos en estos incidentes desde mayo, cuando la empresa militar controlada por Israel y apoyada por EE.UU. asumió estas funciones.
Al menos 33 palestinos, 12 de ellos niños, han muerto por desnutrición en el enclave en los últimos tres días, según declaraciones a Efe del director de la unidad de información en el Ministerio de Sanidad, Zaher al Waheidi. En total, las autoridades sanitarias de la Franja afirman que al menos 101 personas han muerto de hambre desde el inicio del conflicto, entre ellas 80 niños, la mayoría en las últimas semanas.
El hambre también afecta a los médicos y trabajadores humanitarios. El comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha señalado que los trabajadores se desmayan mientras trabajan debido al hambre y el agotamiento: "El personal sanitario, incluyendo a sus colegas de UNRWA en Gaza, también necesita atención médica ahora: médicos, enfermeras, periodistas, trabajadores humanitarios, entre ellos, el personal de UNRWA, pasa hambre. Muchos se desmayan de hambre y agotamiento mientras desempeñan sus funciones".
Por este motivo, más de un centenar de ONG internacionales y palestinas han pedido un alto el fuego inmediato y permanente, así como levantar todas las restricciones de acceso, alertando de que tanto la población como el personal humanitario "se está consumiendo" por el hambre.
Los que intentan conseguir comida también mueren. En apenas un mes y medio, un total de 1.054 palestinos han sido asesinados por Israel mientras intentaban acceder a los puntos militarizados de reparto de comida gestionados por la empresa estadounidense Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), según cifras registradas por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, que ha subrayado que la asistencia humanitaria "no es un trabajo para mercenarios".
El director de la UNRWA, a quien Israel niega la entrada a Gaza desde hace más de un año, ha denunciado que los "francotiradores disparan contra las muchedumbres como si tuvieran licencia para matar, es una cacería masiva de personas con total impunidad". Su compañera, la portavoz de UNRWA Juliette Touma ha recordado que el personal internacional de la agencia lleva casi seis meses sin poder entrar en los territorios palestinos por la negativa de Israel a extenderles visados.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha descrito la situación como un "espectáculo de terror". "Estamos presenciando el último suspiro de un sistema humanitario construido sobre principios humanitarios", ha declarado Guterres ante el Consejo de Seguridad de la ONU. "A ese sistema se le están negando las condiciones para funcionar. Se le está negando el espacio para cumplir. Se le está negando la seguridad para salvar vidas".
Palestinos hacen fila en la ciudad de Gaza para recibir alimentos distribuidos por una organización benéfica, en medio del bloqueo y los ataques israelíes contra Gaza, el 22 de julio de 2025 Ali Jadallah / Anadolu via Getty Images
La representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Kaja Kallas, ha dicho que el Ejército israelí "debe dejar de matar a personas en los puntos de distribución" y que "todas las opciones" estaban sobre la mesa si no ampliaba el acceso humanitario. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha sostenido que las imágenes de civiles muertos durante la distribución de ayuda eran "insoportables" y ha instado a Israel a cumplir su promesa de mejorar la situación, aunque no ha dicho qué medidas tomarían desde Bruselas.
Israel ataca las instalaciones de la OMS y detiene a dos trabajadores
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado este martes el ataque israelí a sus instalaciones en la ciudad de Deir el Balah, en el centro del enclave, y la detención de dos de sus trabajadores. Un edificio en el que se alojaba parte de su personal ha sido dañado y el principal almacén de la OMS en esta zona ha sido destruido por el Ejército de Israel.
La agencia sanitaria de la ONU ha condenado "en los términos más enérgicos" este ataque, así como el maltrato sufrido por sus trabajadores. "El personal y sus familias, incluidos niños, estuvieron expuestos a un grave peligro y resultaron traumatizados después de que los bombardeos provocaran un incendio y daños importantes", ha denunciado la OMS en un comunicado.
Según Israel, los detenidos eran "varios individuos sospechosos de implicación con el terrorismo". "Tras interrogarlos en el terreno, la mayoría fueron liberados y evacuados del área en coordinación con organizaciones internacionales. Debe enfatizarse que se trató a los sospechosos de acuerdo con el derecho internacional", ha señalado el Ejército en un comunicado.
Sin embargo, la OMS denunció el lunes que, tras los ataques, el Ejército israelí entró en las instalaciones y obligó a mujeres y niños a evacuar a pie a través de una zona de combate. El personal masculino y otros varones fueron esposados, desnudados, interrogados en el lugar e "inspeccionados a punta de pistola". Trabajadores y dos familiares fueron puestos en libertad al momento, pero un empleado de la OMS sigue detenido. La organización ha exigido la "protección continua de su personal y la liberación inmediata del miembro del personal que sigue detenido".
El Ejército se ha negado por el momento a confirmar que este empleado permanece bajo su custodia y a detallar de qué se le acusa.
"Un infierno en la Tierra"
Estas detenciones se producen en la que es la primera operación militar terrestre israelí sobre Deir el Balah. La ciudad, al no haber sido víctima de las tropas, se convirtió en un refugio para numerosos desplazados y un importante centro de operaciones para distintas organizaciones humanitarias. Pero tras las órdenes de evacuación que Israel lanzó el domingo sobre esta localidad varias instalaciones de la OMS y otras agencias de Naciones Unidas se han visto comprometidas.
"Como principal organismo sanitario de la ONU, la presencia operativa de la OMS en Gaza está ahora comprometida, lo que paraliza los esfuerzos por sostener un sistema de salud en colapso y aleja aún más la posibilidad de supervivencia de más de dos millones de personas", ha alertado la organización.
El 88% de Gaza está bajo órdenes de evacuación o dentro de zonas militarizadas por Israel y los palestinos, obligados a desplazarse una vez tras otra, se amontona en los pocos campos de refugiados que quedan en la Franja. La OMS ha asegurado que "no queda ningún lugar seguro al que ir", algo que también ha denunciado Lazzarini, que ha asegurado que "Gaza se ha convertido en un infierno en la Tierra".
Varias agencias de la ONU, como la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), han anunciado su intención de seguir trabajando en la zona a pesar del avance de las tropas israelíes. Por su parte, Sin embargo, el director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha alertado de que las continuas órdenes de desplazamiento israelíes provocarán más muertes de civiles: "Parecía que la pesadilla no podía empeorar. Y, sin embargo, empeora... Dada la concentración de civiles en la zona [Deir el Balah] y los medios y métodos de guerra empleados por Israel hasta ahora, el riesgo de homicidios ilegítimos y otras graves violaciones del derecho internacional humanitario es extremadamente alto".
Además, las bombas siguen matando en la Franja. Un bombardeo israelí contra el campamento de refugiados de Al Shati, al oeste de Ciudad de Gaza, en el norte, ha asesinado a 14 personas, la mayoría mujeres y niños, y herido a otras 25. Israel también ha atacado los campamentos de Jan Yunis y Al Bureij, en el sur y centro de la Franja, matando a otras siete personas, según ha informado la agencia de noticias palestina Wafa.
Desde el 7 de octubre de 2023, el Ejército israelí ha asesinado a 59.029 palestinos y al menos 142.135 han resultado heridos, según cifras del Ministerio de Sanidad gazatí controlado por el Gobierno de Hamás. Las autoridades alertan de que estos números no incluyen los cientos de cuerpos que aún están enterrados bajo los escombros.