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El analista del Real Instituto Elcano Haizam Amirah Fernández percibe "retraso y falta de reacción" de las autoridades marroquíes tras el terremoto que ha matado a más de 2.100 personas. "Ya han pasado mas de 48 horas en las que se ve un retraso, falta de reacciones, de comunicados, de presencia fisica sobre el terreno, y con la petición de ayuda internacional que se retrasa", ha declarado en el Canal 24 Horas. 

"Está asociado a una forma de gobernar Marruecos, al sistema de toma de decisiones, a qué se espera y quién tiene las competencias". El analista ha recordado que ya pasó con el terremoto de Alhucemas en 2004. "Hubo mucha descoordinación, retrasos en la petición de ayuda internacional y en el reparto, y eso en una región de más fácil acceso, en la costa, no en zonas montañosas". "Ningun autoridad, ni local ni central, se atrevió a tomar decisiones sin que el rey hubiera dado sus directrices, por temor a adelantarse al rey". 

Además, llama la atención y se comenta en las redes sociales marroquíes que no se haya aceptado la ayuda de todos los países que la han ofrecido. "Se interpreta como parte de un mensaje politico, cuando con la devastación que hay en Marruecos no parece el momento de mensajes políticos". Por ejemplo, no aceptar la ayuda de Francia, por las "deterioradas relaciones" entre ambos países, explica. "Otros países [como los del Golfo] pueden ofrecer ayuda pero que no tienen esa capacidad tecnica y experiencia acumulada", añade. 

"Las partes más damnificadas son zonas montañosas de difícil acceso, poblaciones prácticamente abandonadas por el Estado - ha explicado Amirah Fernández - Me temo que se van a tener que buscar la vida y cuando se llegue, si se llega, será tarde". 

Imagen: Bomberos trabajan entre los escombros en Amizmiz. REUTERS/Nacho Doce

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, afirma en La Hora de La 1 de TVE que "a esta hora", no se ha recibido información de que haya habido víctimas españolas del terremoto, ni muertas ni heridas. 

Exteriores recomienda a los turistas españoles no visitar las zonas más afectadas. "Marruecos y las autoridades marroquíes están centradas en el rescate y más tarde lo estarán en la reconstrucción (...) Hay otros lugares de Marruecos que no se han visto afectados, pero todo lo que sea la zona en torno al terremoto hay que evitarla", ha declarado Albares. 

El ministro español está en contacto "permanente" con su homólogo marroquí, y da sus condolencias al pueblo marroquí.

El ministro ha destacado que el primer equipo de la UME ya está allí y Rabat está solicitando unidades caninas.

"España ha puesto a disposición de Marruecos toda la ayuda que necesite, tanto tiempo como sea necesario". 

Albares ha anunciado también que la cooperante española Emma Igual, fallecida por el impacto de un proyectil ruso en Ucrania, será condecorada con la Gran Cruz de Isabel la Católica a título póstumo. 

Foto: Mateo Lanzuela / Europa Press

Dos cooperantes, la española Emma Igual y el canadiense Anthony Ihmal, de la ONG Road to Relief han muerto este domingo en un ataque contra el vehículo en el que viajaban en Ucrania. Además, hay otros dos heridos graves, un médico alemán y un voluntario sueco, que ya han sido trasladados al hospital. La organización Road to Relief, dirigida y cofundada por la propia Emma Igual, se encarga de evacuar civiles y proporcionar ayuda humanitaria en la línea del frente ucraniana desde más de un año. Foto: Saphryn / Road to Relief.

Alejandro Prieto es un español que lleva seis años viviendo en Hawái, en la zona del incendio. Ahora mismo está sufriendo las consecuencias de los fuegos devastadores que afectan a la isla de Maui.

Ahora mismo se encuentra evacuado en la otra parte de la isla donde sí que cuenta con luz y agua, pero insiste en la necesidad de ayuda urgente a través de una cuenta segura como la del surfista profesional Slater Trout. "Cualquier ayuda, por pequeña que sea, es mucho aquí", insiste el español. "Maui necesita ayuda", insiste.

Prieto recuerda cómo se encontraron el fuego cuando no funcionaban los teléfonos y les sorprendió viéndolo por la ventana. Huyó en un coche junto con sus amigos en dirección contraria. Actualmente se encuentra en casa de unos amigos al otro lado de la isla.

"Están sacando a los turistas de la isla y no sé qué planes tienen para los cientos y miles de personas que se han quedado sin casa", narra desde Maui este español.

La organización savED se dedica a reconstruir los colegios y guarderías destruidos durante la guerra de Ucrania para que los niños no pierdan el acceso a la educación presencial. Hablamos con su jefa de operaciones, Anastasiia Klimina, sobre las necesidades de los centros educativos ucranianos y sobre cómo están viviendo los niños la guerra.

Julia nos habla de la angustia que siente ante la posibilidad de que su hijo de 19 años, que ha dejado sus estudios de Filosofía para alistarse en la Guardia Nacional, puede tener que ir pronto al frente. Aurora Moreno nos habla en su foto sonora de las brutales diferencias que hay entre la vida en Jersón, cerca del frente, y la vida en Odesa, a tan solo tres horas en coche.

Solo hay una cosa peor que sufrir una terrible guerra desde hace ocho años: que el mundo mire para otro lado. Se estima que más de 377.000 personas han muerto como consecuencia del enfrentamiento entre las fuerzas del gobierno yemení y los rebeldes hutíes, una guerra civil recrudecida con la entrada de actores internacionales. Mientras Irán respalda a los insurgentes chiitas, Arabia Saudí y Emiratos Árabes han apoyado al oficialismo suní con bombardeos sobre áreas bajo control hutí. Un escenario agravado todavía más por el suministro de armas procedentes de países occidentales. Estamos ante la peor crisis humanitaria del planeta, en la que el 70% de la población necesita ayuda humanitaria urgente. Con el análisis de Eva Erill, fundadora de Solidarios sin fronteras, única ONG española presente en Yemen, trazamos el duro retrato de la situación actual y conocemos los proyectos que desarrollan para asistir a las víctimas de una barbarie silenciada. La realidad que vive esta nación del suroeste de la península arábiga no tiene nada que ver con la que conocieron años atrás la filóloga Ana Tendero o la propietaria de la librería Balqis de Casa Árabe, Beatriz Martín. Ambas residieron en la capital, Saná, y cayeron rendidas ante los encantos culturales y paisajísticos de un país que es la sombra de lo que era hace solo una década. Hababah, Al Mahwit, Ibb, Taiz, Moca, Tarim, Seiyun, Shibam… Sus extraordinarias arquitecturas, reflejo de una larga y compleja historia, solían atraer a viajeros de todo el mundo. Ese flujo de visitas permanece cortado por motivos evidentes; Aberto Campa y el fotógrafo Ramiro Torrents figuran entre los pocos que han podido acceder a zonas como Hadramaut o la peculiar isla de Socotra en los últimos tiempos. Poner a Yemen en el mapa, recordar su geografía, su personalidad y a sus gentes, resulta imperioso en este momento en que las agendas políticas y mediáticas orientan el foco hacia otras latitudes.

Nerea Ahedo, es de Bilbao. La senadora del PNV quería ser veterinaria y se decantó por la medicina. Viajó a Bosnia en plena guerra para ayudar a los que peor lo estaban pasando. Dice que estuvo poco tiempo, pero con 29 años se fue a Guatemala y a El Salvador para formar a otros compañeros. A los 40 años se metió en política después de estar afiliada al PNV desde los 18 años. Se ocupa de temas como la sanidad, el bienestar social y la cultura, pero su principal reto es conseguir una ley de migraciones más justa.

Noticia Documentos TV 

  • Los cooperantes sienten un deseo irrefrenable de ayudar al prójimo que, a veces, resulta difícil no confundirlo con egoísmo
  • Trabajadores humanitarios y sus familias hablan abiertamente de compromiso, motivaciones, miedos y emociones
  • Ya puedes ver el preestreno de 'Egoísta' en RTVE Play

Hablamos con Paulo Milanesio, coordinador general de Médicos Sin Fronteras en Ucrania, sobre la destrucción de las infraestructuras sanitarias ucranianas en la zona de Jersón y Donetsk que fueron ocupadas por los rusos y posteriormente liberadas. La ONG afirma que han encontrado minas antipersona en algunos centros sanitarios. Una destrucción que ha dejado sin acceso a hospitales y a medicamentos a muchos ciudadanos. 

Olga, profesora de español en Leópolis, nos cuenta que las sirenas que alerta de bombardeos y los funerales por los fallecidos en el frente hacen imposible olvidarse de que la guerra sigue en marcha. Aurora Moreno nos manda una foto sonora de los zapadores que se encargan de desminar las zonas que han sido liberadas por el ejército ucraniano.

La ONG World Central Kitchen, del chef español José Andrés, está en Ucrania desde que empezó la guerra. A pocos días de que se cumpla un año, hemos conversado con él gracias al enviado especial de RNE en Kiev, Fran Sevilla. José Andrés cuenta que empezaron ayudando en la frontera, a las mujeres, ancianos y niños que escapaban del horror. Pronto, sin embargo, se dieron cuenta de que dentro del país la situación también era complicada. Aunque las capacidades agrarias de Ucrania no la dejarían sin alimentos, el chef explica que el problema era la falta de infraestructuras:  "Fábricas cerradas, supermercados cerrados, carreteras y puentes destrozados". En tratar de organizar la llegada de comida es en lo que se focalizó su organización. Doce meses después, José Andrés afirma que han podido entregar "205 millones de comidas", entre los platos calientes y las boslas. A día de hoy, se centran en las zonas rurales más remotas, que sufrieron grandes daños: "Son los grandes olvidados. Hay muchos ancianos, a quienes les llevamos cada 10 días una bolsa de comida".

Cuando estalló la guerra, hace un año, las ONGs se pusieron en marcha inmediatamente y empezaron a desplegar su ayuda en Ucrania. World Vision no tenía presencia en el país. Un año después, tiene un equipo internacional de más de 100 personas que trabajan con proyectos locales. Educo ha contactado con Smart Osvita, una ONG ucraniana que ya trabajaba apoyando a profesores y que ahora se ha adaptado a las nuevas necesidades de la guerra.

Hablamos con Sofía Arroyo, coordinadora de socios implementadores de World Vision, que trabaja en Dnipro, y Halyna Titish, directora de la ONG Smart Osvita.

Oleksandr Ieltsov, periodista de la radiotelevisión pública ucraniana, recuerda perfectamente lo que hizo el día que Rusia invadió Ucrania, cómo puso en marcha el plan que había diseñado y cerró la puerta de su apartamento de Kiev sin saber cuándo iba a volver.

Hay mucho que hacer en una guerra y muchas formas de ayudar. Gregory lo hace conduciendo un camión, transportando los cuerpos de los caídos en combate para que sus familias puedan enterrarlos. Le ha contado su trabajo a nuestra compañera Aurora Moreno, enviada especial a Ucrania.

El chef asturiano José Andrés se ha desplazado con su ONG World Central Kitchen a Turquía, donde están repartiendo ya a través de 19 cocinas en todo el país unas 100.000 comidas al día y se preparan para llegar a 500.000 al día. José Andrés ha explicado en Hablando Claro que también van a repartir comidas en Siria. "A partir de mañana vamos a poder distribuir unas 10.000 comidas al día en Siria asociándonos con cocinas y organizaciones que están allí", ha señalado. El cocinero ha subrayado que el conflicto sirio hace que todo sea mucho más complicado. José Andrés ha explicado que el alimento "siempre está, lo que se rompen son las infraestructuras" y ha reivindicado el trabajo del Gobierno turco y las distintas asociaciones: "Lo que es muy sorprendente es que han sido capaces de en cuestión de uno o días empezar a arreglar las carreteras con una rapidez que no he visto en muchas otras partes del mundo".

Foto: World Central Kitchen

Ya no hay esperanza de rescatar supervivientes de los terremotos y la maquinaria pesada ha hecho acto de aparición y ha comenzado a demoler los edificios. Muchos de los afectados se lamentan de la paralización de la búsqueda en algunas zonas. Los vecinos esperan ahora el informe de los inspectores para poder regresar a sus casas.

Foto: Adiyaman, Turquía (EFE/EPA/SEDAT SUNA)

A pesar de los últimos rescates, las posibilidades de sacar a alguien con vida son muy remotas casi una semana después de los terremotos en Turquía y Siria. Ya se han contabilizado más de 30.000 fallecidos. Muchas de las labores de rescate han sido suspendidas por lo que las autoridades turcas han pedido a algunos rescatistas internacionales que abandonen el país. Los equipos de rescate creen que se van demasiado pronto.

Foto: Un hombre mira entre los escombros de un edificio derrumbado en la ciudad turca de Kahramanmaras (EFE/EPA/JOAO RELVAS)

Las últimas estimaciones apuntan a que 18 millones de personas en Ucrania necesitan ayuda humanitaria debido a los efectos de la guerra con Rusia, esto es cerca de un 40% de la población. Ya hay organizaciones internacionales y locales trabajando en algunas de las zonas más afectadas como Jersón y Mikolaiv, pero advierten de que necesitan más recursos para poder seguir ayudando a la mayor población posible. Foto: AP Photo/Evgeniy Maloletka. 

Rubén Cano, jefe de la delegación de la Cruz Roja en Turquía, ha valorado para el Telediario de TVE la situación crítica que están viviendo en Turquía y Siria después de los dos terremotos del pasado lunes. "Tenemos posiblemente entre un millón y dos millones de personas sin hogar", ha asegurado Cano, para recalcar que los esfuerzos ahora de Cruz Roja y Media Luna Roja se centran en "traer tiendas de campaña, mantas, estufas, y equipamiento" para esta gente que se ha visto en la calle. Según cálculos de la organización humanitaria, "hasta medio millón de personas han perdido sus hogares completamente".