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Entrevista

El periodista Mikel Ayestaran presenta 'Historias de Gaza': "El libro se ha convertido en un testamento"

  • El corresponsal en Oriente Medio ha recopilado material de decenas de viajes a Gaza para su cuarto libro
  • Ayestaran critica la impunidad de Netanyahu, que en marzo retomó la guerra incluso con más virulencia
Mikel Ayestaran publica su cuarto libro 'Historias de Gaza'
El periodista Mikel Ayestaran, autor del libro 'Historias de Gaza'
SARA GÓMEZ ARMAS
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Las intifadas, la pugna por el poder entre Fatah y Hamás, las ofensivas militares israelíes entre 2008 y 2014, las marchas del retorno; pero también el bullicio de los mercados, los partidos de fútbol del equipo de mutilados, los atardeceres fumando 'narguile' o la sopa de pescado frente a la playa: "Esa Gaza que conocimos ya no existe", asegura el periodista Mikel Ayestaran.

Ha recopilado sus decenas de viajes al enclave palestino desde 2004 en su cuarto libro de crónicas periodísticas, Historias de Gaza, una obra póstuma de una Franja que a todas luces no volverá a ser la misma que antes del 7 de octubre de 2023. "El libro se ha convertido en un testamento", reflexiona en una entrevista con RTVE.es.

Mikel Ayestaran (Besain, Guipuzcua, 1975), corresponsal freelance en Oriente Medio para varios medios como El Correo, ABC o ETB, tardó menos de 24 horas en volar a Tel Aviv después de despertarse "confuso y perplejo" esa mañana del 7 de octubre, cuando vio en la pantalla de su móvil las alertas y los primeros vídeos que ya se habían viralizado del ataque de Hamás en las comunidades del sur de Israel, que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados. Ese es solo el punto de partida de su nuevo libro.

Reside desde 2022 en Estambul, junto con su familia, después de haber pasado siete años en Jerusalén, donde buceó en la realidad cotidiana de la ocupación israelí de los territorios palestinos. Antes fue varios años enviado especial a esa región, foco de conflictos eternos que ha quedado completamente redibujada tras el 7 de octubre. "Todo lo que ha pasado desde ese día en Oriente Medio era inconcebible: la absoluta derrota de Hizbulá en Líbano, la caída del régimen de Al Asad en Siria, que Irán se haya atrevido a atacar Israel con más de 300 drones y misiles. Estamos viviendo un antes y un después en la región", asevera.

El periodista Mikel Ayestarán en Jerusalén. Luis de Vega

Relato de una Gaza póstuma

Después de 20 meses de guerra y con más de 54.000 muertos palestinos en Gaza, este periodista confiesa desconocer cómo puede ser el futuro de este pequeño territorio de 45 kilómetros cuadrados, pero sí está seguro de que "no se parecerá en nada a lo que hemos visto antes". "Un plan como el de [Donald] Trump, por muy disparatado que parezca, de formar una Riviera en Gaza, un resort para ricos a costa de expulsar de su tierra a más de dos millones de personas, ahora es una opción realista. Ya no nos sorprende si pasa", asegura Ayestaran, perplejo con el nivel de impunidad del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que tiene una orden de detención de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, y una causa abierta por genocidio en la Corte Internacional de Justicia. "Los periodistas nos hemos quedado sin palabras para describir lo que está pasando", apunta.

"Ya no hay límites, se han cruzado todas las líneas rojas: las escuelas, los hospitales, la ayuda humanitaria, ahora el hambre", lamenta este corresponsal. "Eso ha generado un caldo de cultivo peligroso, que es la sensación de impunidad absoluta para los israelíes, y una sensación de total impotencia para nosotros, para el resto del mundo, que se pregunta qué puede hacer", asevera.

Pero Ayestarán tiene claro que su granito de arena era contar Gaza más allá de esta brutal guerra que parece interminable, para lo que ha recopilado decenas de historias que contó en diversos formatos periodísticos en las últimas dos décadas, moldeadas con el trasfondo de siglos de historia, desde el faraón egipcio Tutmosis III hasta Netanyahu; siglos de resiliencia frente a diversas fuerzas ocupantes. "Cuando Gaza ruge todo lo demás calla", afirma Ayestaran sobre el tremendo foco mediático que acapara el enclave en tiempos de guerra. Pero el interés se diluye en cuestión de segundos cuando el estruendo de tanques y aviación se silencia. "Por eso era necesario ir más allá para contar que Gaza vive entre las sucesivas ofensivas militares israelíes y trata de sobrevivir, también ahora", relata.

"Estaba preparando un libro sobre Estambul, pero no podía concentrarme con todo lo que estaba pasando en Gaza. Mi mente solo se iba a lo que estaba pasando allí, y mi trabajo diario como corresponsal me llevaba a Gaza todo el tiempo. Así que decidí juntar todo el material de años de coberturas", indica. Tenía claro que no quería hacer un libro sobre el 7 de octubre, porque se quedaría viejo enseguida, sino contar historias de Gaza y sus gentes, más allá de esa efeméride traumática.

De hecho, en cierto modo, el libro ya se ha quedado viejo. Termina con el alto el fuego que entró en vigor el 19 de enero de este año. Después de seis semanas de intercambios de rehenes por presos palestinos y una tregua en los combates, Netanyahu retomó la guerra en marzo con más virulencia que nunca e intensificando el uso del hambre como arma de guerra, en vez de avanzar hacia las negociaciones para una segunda fase que contemplaba la retirada de las tropas israelíes de la Franja. "Netanyahu sabe que en el momento que acabe la guerra, tiene las horas contadas. Tiene causas abiertas por corrupción y, si para la guerra, tendrá que rendir cuentas por el fracaso militar y de Inteligencia del 7 de octubre", relata el periodista.

Retrato del hambre

De forma paralela a la escritura del libro, Mikel se embarcó en el proyecto del 'Menú de Gaza', que surgió de forma casual y sin pretensiones de convertirse en el fenómeno viral que ha sido. "Sabía que Israel iba a usar el hambre como arma de guerra y decidí ilustrar qué es lo que comía cada día una familia gazatí y los esfuerzos que tenían que hacer para conseguir comida, además de leña o gas para lograr cocinarla", explica. Kayed, quien ha sido su fixer en decenas de viajes a la Gaza gobernada por Hamás -que exigía que un periodista local te avalara para lograr permiso de prensa-, le manda cada día una foto de lo que cocina su mujer Amal, "una excelente cocinera y mujer de recursos", para alimentar a la familia.

Un texto breve acompaña la imagen y explica qué han hecho ese día, en qué contexto comen, cuánto han tardado en conseguir alimento. "Los textos cada vez son más agrios y oscuros porque su vida se está volviendo cada vez más oscura", apunta. Una idea simple pero efectista, que ha conseguido que Ayestaran gane seguidores en las redes sociales, "especialmente entre las nuevas generaciones que no escuchan la radio, ven el telediario o abren un periódico". "Me ha sorprendido que muchos lectores que se han acercado a las firmas en la Feria del Libro eran gente muy joven que me han conocido a través de Instagram por este proyecto", indica. Además, ha ganado el Premio Ortega y Gasset de Periodismo al mejor proyecto multimedia.

Gaza es la protagonista indiscutible de su último libro, pero Kayed, Amal y toda su familia son personajes recurrentes en muchos capítulos, del pasado y del presente. Y es que la mirada de Ayestaran sobre Gaza está tamizada por la de Kayed, la mano que le ha agarrado en todos sus viajes a Gaza y que le ha ayudado a comprender todas sus aristas, por lo que ocupa un lugar prominente entre sus páginas. Primero fue un compañero, luego un amigo y ahora es ya su familia en Gaza. "El capítulo sobre Kayed es el que más me costó escribir, hay detrás horas y horas de entrevistas", explica.

Su primera intención era estructurar todo el libro en torno a la vida de Kayed, que ejemplifica "la vida de éxodo y continuo desplazamiento de muchos palestinos". "Es hijo de refugiados palestinos que tuvieron que huir a Ashkelon, ahora Israel, y se instalaron en el campamento de Yabalia, en Gaza, donde crece. Luego logra salir a estudiar al extranjero, en su caso en Málaga. Pero decide volver con los Acuerdos de Oslo, luego se desencanta del proceso, llegan las intifadas y las guerras en Gaza. Su vida es la de muchos", cuenta sobre su compañero de fatigas en Gaza.

También ahora. Kayed y Amal han perdido un hijo, Israel ha arrasado con sus bombas el cementerio donde le dieron sepultura y ni siquiera lo pueden velar, y se han tenido que mudar 17 veces de casa. Su historia de pérdida, dolor y resiliencia es la de muchos palestinos en Gaza. "Ellos siguen luchando, aunque cada vez entienden menos por qué luchan", indica Ayestaran.

Aunque Kayed, como Gaza, no se rinde y todos sus mensajes, aunque vayan cargados de malas noticias, terminan del mismo modo: "Pero al menos seguimos vivos".