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De la tía Julia, al Poeta, la Chunga o Pantaleón, personajes inolvidables de Vargas Llosa

La tía Julia, al Poeta, la Chunga o Pantaleón, sus personajes inolvidables
Detalle de la portada de 'La tía Julia y el escribidor'. Editorial Alfaguara
CRISTINA PÉREZ

El universo literario de Vargas Llosa está poblado de personajes inolvidables, entretejidos de realidad y ficción, desde la tía Julia hasta el Poeta o las figuras autoritarias con las que ajusta cuentas con su padre. Desfilan también militares como Pantaleón o Lituma y emerge con fuerza la Chunga, encarnada en el teatro por Aitana Sánchez-Gijón.

La tía Julia

La protagonista de La tía Julia y el escribidor (1977) está basada en una persona real. Julia Urquidi Illanes, nacida en Cochabamba en 1926, fue la primera esposa del novelista peruano para escándalo de su familia. Estaba divorciada, tenía 10 años más que Mario, un jovencito de 19, y era su tía política.

"Me aconsejó, con una perversidad que no descubría si era deliberada o inocente pero que igual me llegó al alma, que apenas pudiera me dejara crecer el bigote. A los morenos les sentaba y eso me facilitaría las cosas con las chicas".

El escritor le hizo caso, como puede verse en las fotos de la época. Años más tarde, en el prólogo del libro, el narrador se confesaba "un sentimental propenso a los boleros, las pasiones desaforadas y las intrigas de folletín".

La novela autobiográfica no dejó satisfecha a Julia, que contó su punto de vista en Lo que Varguitas no dijo, una respuesta sin la repercusión del libro del Nobel de Arequipa, que fue también una telenovela colombiana de más de 100 capítulos emitida en 1981 y redifundida en 1991.

El Poeta

El personaje principal de La ciudad y los perros es Alberto Fernández. Trasunto del autor, mencionado también como el Poeta, escribe cartas de amor y novelitas eróticas para sus compañeros del Colegio Militar Leoncio Prado, en el que estuvo internado Vargas Llosa con 14 años.

El protagonista muestra una doble identidad: dentro del colegio se adapta al ambiente y parece rudo, hosco e insensible; mientras que fuera de sus muros deja aflorar su verdadera naturaleza. La historia arranca con el robo de las preguntas de un examen de Química, pero luego da saltos en el tiempo.

El escritor terminó su primera novela en una buhardilla de París, con 26 años. Barajó titularla La morada del héroe o Los impostores. Finalmente, las peripecias de unos adolescentes humillados bajo una disciplina alienante supuso su consagración literaria dentro del boom latinoamericano.

La Chunga

Uno de los primeros amores de Vargas Llosa fue el teatro y una de sus obras más reconocidas es La Chunga, escrita en 1986. Se representó en España en 1988 y volvió a las tablas del Teatro Español en 2013, con una "insuperable" Aitana Sánchez-Gijón en el papel principal.

La acción sucede en 1945 en el viejo bar de barrio que regenta La Chunga. Cuatro amigos beben y juegan a los dados, Josefino pierde mucho dinero y ofrece en prenda a su acompañante. Meche y la dueña del local suben a su habitación y nunca más se sabe nada de la joven.

La Chunga es "una mujer endurecida por la vida" que se desenvuelve en un mundo de hombres hasta el punto de convertirse casi en "otro hombre", según la definía la actriz. En los arrabales de Piura, grita al mundo: "Yo no soy horrible, el mundo es horrible" o "no quiero ser bella, entonces nadie me respetaría".

La protagonista cree que la mayoría de mujeres son estúpidas por seguir con docilidad a los hombres. La Chunga se ha construido una poderosa coraza, pero la noche con Meche abre una fisura y la acaba dejando muerta en vida.

Pantaleón

Capitán del Ejército peruano, Pantaleón Pantoja, tiene una misión en la Amazonia que debe cumplir aunque atente contra sus principios. Militar modelo, dechado de virtud, casado sin hijos, tiene que organizar un servicio de prostitución para los soldados, de ahí el título Pantaleón y las visitadoras, que fue adaptado al cine.

Ambientada en Iquitos, el malestar popular por las violaciones de los uniformados, lleva al alto mando a ordenar un sistema de visitadoras que permita ofrecer prestaciones para aliviar los arrebatos sexuales de la tropa.

Oficialmente, el dispositivo secreto se denomina Servicio de Visitadoras para Guarniciones, Puestos de Frontera y Afines (SVGPFA), y pasa lo previsible. Pantaleón no es de piedra, acaba teniendo sexo a escondidas con Olga Arellano (La Brasileña) y le es infiel a su mujer Francisca.

Zavalita

El protagonista de Conversación en La Catedral es Santiago Zavala, Zavalita, un periodista que escribe información local en el diario La Crónica, lo mismo que hizo Vargas Llosa un verano de su adolescencia y la novela que salvaría del fuego si tuviera que elegir.

"Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú?"

En una sociedad corrupta, el reportero se topa con el caso de una mujer brutalmente asesinada. A lo largo de la investigación, llega a pensar que su padre podría ser el autor intelectual del feminicidio. El padre de Zavalita es Fermín Zavala, próspero empresario que apoya al régimen del general Manuel A. Odría.

Lituma

El sargento Lituma aparece en La casa verde en el puesto de la Guardia Civil del poblado de Santa María de Nieva en el Alto Marañón amazónico. Enamorado de una nativa, la viola y le propone matrimonio. Bonifacia acepta, se van a Piura, pero él la maltrata.

Lituma se mete en líos, acaba en la cárcel y su mujer desamparada se convierte en amante de un amigo de su marido, sufre un aborto y se prostituye para sobrevivir. Cuando sale de prisión, propina una gran paliza a los dos y se dedica a vivir de su esposa como un proxeneta.

Años después, en Lituma en los Andes, degradado al rango de cabo, recibe un nuevo destino, un campamento minero en el departamento de Junín. En las montañas de la Sierra Central, Lituma tendrá que investigar las desapariciones de algunos campesinos bajo la amenaza de los guerrilleros de Sendero Luminoso.

Urania Cabral

Una mujer es la protagonista principal de La fiesta del Chivo, la novela en la que se narra el asesinato del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. Se trata de Urania Cabral, personaje de ficción cuyos recuerdos articulan el relato.

Urania, exitosa abogada en Nueva York, vuelve a Santo Domingo para cuidar de su padre víctima de un derrame cerebral y acaba recordando las circunstancias que la obligaron a salir del país cuando era una adolescente. A Trujillo le gustaban las niñas, pero impotente, no logra una erección y frustrado desflora con sus manos a la joven.

Este hecho avergüenza a Urania y envenena la relación con su padre, que se la ofreció al dictador para conservar su favor. La ira de Trujillo por la "muchachita desabrida" desata la trama y busca acostarse con otra mujer, la noche de su asesinato.

Toño Azpilcueta

El protagonista de la última novela de Vargas Llosa Le dedico mi silencio es Toño Azpilcueta, quien siente un profundo amor por la música criolla en la violenta década de los años 90.

Los atentados terroristas de Sendero Luminosos contrastan con el amor profundo que Azpilcueta siente por los valses, marineras, polkas y huainos peruanos. Fascinado por el guitarrista Lalo Molfino, decide viajar a su lugar de origen, conocer su historia, su familia y sus amores.

Azpilcueta se propone escribir un libro donde contar la historia de la música criolla y persigue la utopía de generar, a través del arte, una idea de país. El último sueño del celta.