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El expresidente de Uruguay, José Mujica, ha fallecido este martes a los 89 años a causa de un cáncer de esófago, el adiós del último líder de la izquierda latinoamericana. Mujica, al que se conocía popularmente como Pepe, gobernó Uruguay entre 2010 y 2015. El exlíder guerrillero ganó las elecciones presidenciales en noviembre de 2009 y se comprometió a adoptar una postura moderada desde la izquierda. Mujica, que libró una revuelta armada contra el Gobierno de su país en las décadas de 1960 y 1970, fue encarcelado durante 14 años. También fue ministro de Agricultura, senador y agricultor.

El funeral del papa empezará el sábado a las diez de la mañana. Como sucedió con Juan Pablo II, los sediarios trasladarán el féretro de Francisco desde el interior de la basílica de San Pedro hasta el centro de la plaza y colocarán el Evangelio en la tapa del ataúd.

El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, presidirá la liturgia. Le rodearán patriarcas, cardenales, arzobispos y obispos. Leerá el misal común a todos los cristianos, y hará la homilía. Sólo se referirá a Bergoglio como "papa Francisco". Enfrente, los integrantes de las delegaciones oficiales vestirán de negro. Los hombres, de traje o frac; las mujeres, de vestido o falda por la rodilla y también pueden usar velo, sombrero o mantilla.

Para terminar el rito, el cardenal asperjará agua bendita e incensará el féretro. Del Vaticano lo trasladarán a la basílica de Santa María la Mayor. Francisco decidió reposar a seis kilómetros de sus predecesores. El séquito atravesará el centro de Roma en un vehículo especial y, también por deseo del papa, a paso de persona, para que el féretro se pueda ver bien.

En las escalinatas de la basílica el Vaticano ha permitido a 40 personas vulnerables: indigentes, inmigrantes, presos y transexuales que reciban el féretro del papa de los pobres. Todos los gastos del funeral los cubre un donante anónimo. En Santa María, el papa será inhumado en la tierra, en una tumba con una única inscripción sobre la losa de mármol. Su nombre en latín: Franciscus.

El papa Francisco ha dejado para siempre la Casa de Santa Marta en la que ha vivido estos doce años en el Vaticano. A primera hora de este miércoles entraba en la plaza de San Pedro que se ha ido llenando poco a poco. Ya en la Basílica su cuerpo ha sido depositado a ras de suelo. Nada que ver con la ceremonia seguida durante las exequias de los últimos papas, bastante más compleja y difícil de entender para los ciudadanos contemporáneos.

Ha habido tañido de campanas por el papa Francisco en las iglesias de toda España. En la catedral de Bilbao, el obispo, Joseba Segura ha oficiado una misa. Esta tarde, a las 19:00 habrá también una eucaristía en la de la Almudena, en Madrid, presidida por el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal de la archidiócesis madrileña.

Los fieles de todo el mundo se han mostrado sorprendidos y muy afectados. "Será recordado por su humanidad", coinciden muchos de ellos al describirlo así en los mensajes de condolencias que muchos de ellos han escrito este histórico lunes de Pascua. Casi todos confían en que su forma de entender la Iglesia continúe igual con su sucesor.

La bandera ondea a media asta en la Sede de la Conferencia Episcopal tras la muerte del papa Francisco. El presidente de los obispos, Luis Argüello, dice que "la Iglesia mira con lágrimas en los ojos pero con alegría, agradecimiento y esperanza en el corazón". Por su parte, el portavoz episcopal, César García Magán, confiesa la sorpresa porque "parecía que estaba recuperándose". Los obispos espales han destacado de los 13 años de pontificado del primer papa latinoamericano y jesuita, "su compromiso con los excluidos y su atención a los lugares más remotos". En cuanto al futuro papa, Argüello está convencido de que "el cónclave seguramente nos dé alguna sorpresa".

Son siete los obispos españoles que participarán en el cónclave, uno de ellos, Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, está en sintonía con el mensaje que deja Francisco, aunque, ha dicho, no se ve como papa. A partir de mañana, la nunciatura apostólica abrirá sus puertas durante varios días para que los fieles puedan firmar un libro de condolencias. Ya se han celebrado varias misas en recuerdo por el papa Francisco. Y esta tarde habrá una en la catedral de la Almudena de Madrid presidida por el cardenal José Cobo.

La embajadora de España en el Vaticano, Isabel Celáa, asegura en TVE que el papa Francisco "ha sido simbólico hasta en la hora de despedirse" y ha asegurado sentir una "`profundísima pena" al enterarse "cinco minutos después de que lo anunciaran". Ha recordado que "ayer vimos un papa muy demacrado, muy cansado, pero no imaginamos que el final estuviera tan cerca". Y ha insistido en que "ha muerto horas después del día de la Resurrección" aunque "se ha despedido con un discurso muy potente ante 50.000 personas y dando también un paseo por toda la Plaza de San Pedro así que ha sido simbólico hasta en la hora de despedirse".

Celáa ha destacado de Francisco que "era un hombre intrínsecamente acogedor" y "un hombre cariñoso, con un gran sentido del humor y mucha memoria". También ha recordado que este papa "ha denunciado con radicalidad los abusos a menores" y que "se ha preocupado de la casa común como lugar que hay que cuidar". La embajadora ha destacado el papel del fallecido obispo de Roma ante "la inmigración, los pobres y la guerra" que "formaban parte de la denuncia en todo su ideario".

La Hora de la 1 ha hablado con Begoña Alegría, corresponsal en Roma de TVE, sobre la muerte a los 88 años del papa Francisco. "A las 7:35, según la comunicación que nos ha llegado, el cardenal Farrell comunicaba la muerte", explica la corresponsal, que ha recordado como este domingo sorprendió a los periodistas cómo, a pesar de estar convaleciente, tuvo "más actividad de la habitual" o de la recomendada por los médicos, que le pidieron evitar los encuentros masivos. "Llegó a hacer un pequeño recorrido por los alrededores de la plaza de San Pedro", ha apuntado Alegría.

Perú siempre envolvió las historias de Mario Vargas Llosa. Este martes, el país acoge en cada rincón su recuerdo. Los periódicos han dedicado sus portadas al escritor. También se han dedicado minutos de silencio y las banderas ondean a media asta. Lo han despedido en la intimidad, en su casa del barrio de Barranco, como Vargas Llosa deseaba. El escritor se empezó a despedir en su último libro Le dedico mi silencio, su retiro de la ficción. En 2023 también dejó el columnismo, y se refugió en su Perú, en Lima, donde paseó por los escenarios de sus libros, rememorando el enorme legado que ha dejado a la literatura.

Muchos consideran a Javier Cercas uno de los herederos literarios de Mario Vargas Llosa. Los dos escritores tuvieron una relación de amistad que se mantuvo hasta el final. Cercas describe a Vargas Llosa como un "escritor descomunal" y asegura que "tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un escritor de esa potencia". TVE entrevista a Cercas sobre el escritor peruano, que ha fallecido este lunes a los 89 años.

Inmortal, maestro de la palabra, el ultimo de una era, Vargas Llosa, un escritor que recibió en vida todos los reconocimientos, el Nobel, el Cervantes, el Príncipe de Asturias. Disciplinado, constante, dominador del lenguaje, a Vargas Llosa le atrapó la literatura siendo un niño cuando aprendió al leer pero a la escritura le abocó un descubrimiento dramático. Su padre no había muerto y cuando tenía 11 años volvió para dar a un vuelco a su vida.

El hombre que aseguraba que toda "su vida cambió el día que aprendió a leer" acabó formando parte de la vida de millones de lectores que encontraron en su escritura el lugar en el que refugiarse. "Varguitas", como le llamaban cariñosamente en casa, moría esta madrugada a los 89 años en Lima. Dueño de un universo propio en el que iban de la mano la ficción y realidad son incontables los lectores de toda edad, lugar y condición que han nadado entre sus letras. Nos deja sus libros para que sigamos navegando en sus historias.