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Bruselas avala los Presupuestos de España aunque advierte de los altos niveles de endeudamiento

  • El Ejecutivo comunitario pide "prudencia" para garantizar unas finanzas públicas sostenibles a medio plazo
  • Destaca que España será el último país de la zona euro en recuperar los niveles previos a la pandemia

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Exteriores de la Comisión Europea en Bruselas
Exteriores de la Comisión Europea en Bruselas

La Comisión Europea (CE) ha dado este miércoles su visto bueno al proyecto de Presupuestos de España para 2022 remitido por el Gobierno a mediados de octubre al estar en coherencia con sus recomendaciones, que incluían "un apoyo continuo" a la recuperación haciendo uso de los fondos europeos y el fomento de la transición verde y digital, si bien sigue alertando de los altos niveles de endeudamiento.

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"Dado el nivel de la deuda pública de España y el riesgo alto para la sostenibilidad a medio plazo que ya existía antes del estallido de la pandemia de 2019, a la hora de adoptar medidas presupuestarias de apoyo, es importante preservar una política fiscal prudente con el fin de garantizar unas finanzas públicas sostenibles a medio plazo", señala el dictamen del Ejecutivo comunitario, que otorga un aprobado general a todos los Estados miembros, salvo Portugal, debido a que el Pacto de Estabilidad -que obliga a reducir el déficit y la deuda- seguirá suspendido en 2022.

En consecuencia, Bruselas someterá a España a un examen "exhaustivo" con el objetivo de "identificar y evaluar la gravedad de los posibles desequilibrios" a los que se enfrenta. Entre ellos, apunta no solo a la deuda pública, también al déficit, el elevado desempleo, la posición exterior o el riesgo de acumulación de activos tóxicos en el sector bancario. Este análisis también se llevará a cabo en otros 11 países: Alemania, Chipre, Croacia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Portugal, Rumania y Suecia, los mismos que fueron identificados con desequilibrios hace justo un año. Este examen servirá, además, para elaborar las recomendaciones económicas que la Comisión emite para cada país en mayo.

A pesar de ser uno de los países más endeudados, junto con Francia, Bélgica, Grecia e Italia -al que pide que reduzca el gasto corriente-, la Comisión considera que España ha cumplido con los objetivos marcados y ha destacado que lleve a cabo un fuerte recorte del gasto corriente en comparación los dos años anteriores, cuando esta partida se vio incrementada para hacer frente a la pandemia. De hecho, España, Malta y Eslovaquia son los dos únicos países que tendrá una "política fiscal contractiva" en 2022.

La caída del gasto se compensará con los fondos europeos

Esta caída del gasto se verá compensada con los fondos europeos, en línea con las recomendaciones del Consejo Europeo, que incluían "un apoyo continuo" a la recuperación haciendo uso del Plan de Recuperación y Resiliencia para financiar inversiones adicionales. "Como recomendó el Consejo, España también planea preservar la inversión financiada a nivel nacional", destaca el organismo, que añade que nuestro país será el que más gasto público financie con las subvenciones comunitarias tanto este año como el que viene, llegando hasta el 3 % de su PIB.

En su dictamen, la Comisión señala como otro de sus pilares fundamentales la importancia de aquellas inversiones "que fomenten el crecimiento, en particular apoyando la transición verde y digital". En este sentido, apunta Bruselas, los Presupuestos españoles contienen "medidas detalladas que van en esa dirección y fomentan la transición digital, aumentando la conectividad y reforzando la ciberseguridad" a través de diferentes planes de acción como el Plan de Conectividad e Infraestructuras Digitales para la Sociedad. Precisamente este miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado un plan de más de 3.000 millones de euros a cargo de los fondos europeos para la transformación digital de un millón de pymes y autónomos.

Sánchez anuncia un 'kit digital' con 500 millones de euros para pymes de entre 10 y 50 trabajadores

"La transición verde también está cubierta por la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Plan Hidrológico Nacional 2021-2027. También se incrementará el apoyo público a la I+D y la transferencia de conocimiento a través de la Agencia Española de Investigación y Red Cervera, entre otras acciones", destaca el organismo que preside Ursula von der Leyen.

España será el último país en recuperar los niveles previos a la COVID

Por todo ello, y "teniendo en cuenta la solidez de la recuperación", la Comisión Europea invita a España a "revisar periódicamente el uso, la eficacia y la adecuación de las medidas de apoyo y estar preparada para adaptarlas según sea necesario a las circunstancias cambiantes". El organismo destaca que la recuperación económica "está ganando terreno", entre otras, gracias a las medidas de apoyo a nivel nacional y europeo, que "han apuntalado la recuperación del mercado laboral y han amortiguado los efectos de la crisis en el sector empresarial.

No obstante, ha advertido, "se avecinan ciertos desafíos para la economía", ya que los riesgos para estas perspectivas se inclinan ligeramente a la baja en el corto plazo. Y entre ellos, Bruselas mira al sector bancario, que hasta ahora "se ha mantenido resistente", ya que la moratoria a los préstamos puesta en marcha durante la irrupción de la pandemia "ha mitigado el impacto en bancos y prestatarios".

Por último, el informe también destaca que España será el único país de la zona euro que recupere los niveles previos a la pandemia en 2023, mientras que el grueso de países -un total de 12- lo hará en 2021 y en otros cinco la brecha se cerrará en el transcurso de 2022.

En este sentido, Bruselas señala que la pandemia tuvo "un impacto asimétrico en las regiones europeas, debido a sus diferentes especializaciones económicas", siendo las regiones que dependen del turismo las que se han visto más afectadas. "Otros sectores se vieron menos afectados, pero aún experimentaron una caída de la actividad, en particular la manufactura y la construcción", añade. Y pone el foco en el empleo, ya que el número de horas trabajadas disminuyó de manera más significativa entre 2019 y 2020 en Grecia, España, Portugal e Italia, al ser regiones con grandes economías turísticas.