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'Los Papeles de Panamá'

Más de 500 grandes bancos de todo el mundo, implicados en la creación de casi 15.600 sociedades pantalla

  • Los Papeles de Panamá desvelan que las entidades ayudaron a ocultar patrimonios
  • Los más activos son HSBC, Credit Suisse, UBS y Société Générale
  • Santander, BBVA y Sabadell también aparecen, pero con menos actividad

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Sede principal del HSBC en el distrito financiero de Londres
Sede principal del HSBC en el distrito financiero de Londres.

Más de medio millar de grandes bancos de todo el mundo registraron casi 15.600 sociedades instrumentales o pantalla a través del bufete panameño Mossack Fonseca, la mayoría de ellas, a partir de los años 90, según demuestran los documentos investigados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investiagción (ICIJ) y bautizados como Los Papeles de Panamá.

Dentro de esa larga lista destaca la intensa actividad de entidades como el británico HSBC (con más de 2.300 sociedades creadas para sus clientes), los suizos UBS y Credit Suisse (con más de 1.100 compañías offshore registradas pro cada uno de ellos) y el francés Société Générale (con 979 empresas de este tipo).

Pantalla, en muchos casos, para actividades criminales

Muchas de las sociedades constituidas por los bancos para algunos de sus clientes más adinerados se usaron legalmente, pero otras muchas se utilizaron "para enmascarar actividades criminales o sin escrúpulos, sirviendo como pantallas a dictadores, defraudadores y narcotraficantes", señala el ICIJ.

La investigación periodística cita como ejemplos de ese tipo de clientes a un condenado por fraude en Brasil y responsable de la quiebra de uno de los bancos de ese país, Roberto Videira Brandao, y un banquero venezolano acusado por EE.UU. de blanquear el dinero de cárteles de la droga, Marco Tulio Henríquez.

Destaca también el caso de un empresario español afincado en República Dominicana, Arturo del Tiempo Marqués, condenado en 2014 a siete años de cárcel por la Audiencia Provincial de Barcelona después de que en 2010 se le detuviera recibiendo en la Ciudad Condal un cargamento de 1,2 toneladas de cocaína ocultas entre materiales de construcción.

Una de las sociedades pantalla de este zaragozano -Hynamer- fue constituida por el HSBC, que la puso a nombre de un empleado del banco cuando surgieron esos problemas en 2010, aunque siguió haciendo negocios con ella hasta 2013.

Mutaciones del sistema a causa de la lucha contra la evasión

Esta forma de actuar del HSBC es muy común entre las entidades más activas en el sistema offshore, según el ICIJ, que explica que la implicación de los bancos en la creación de este tipo de sociedades "ha estado influida -para mejor o para peor- por los esfuerzos de los gobiernos para erradicar el secreto bancario y atrapar a los evasores fiscales".

Así, los documentos muestran cómo, después de una directiva de la Comisión Europea de 2005 que obligó a gravar las cuentas bancarias de clientes residentes en la UE -las individuales, no las empresariales-, los bancos empezaron a transferir activos de particulares hacia sociedades opacas.

Sólo ese año 2005, los bancos ayudaron a constituir 1.814 sociedades pantalla junto con el bufete Mossack Fonseca, más del triple de las 543 creadas dos años antes.

Unos años después, en 2009, las autoridades de EE.UU. iniciaron una investigación penal sobre el banco suizo UBS y su ayuda a la evasión fiscal y el blanqueo de capitales. Ese proceso, que luego se extendió a otras entidades, "ralentizó -pero no puso fin- al uso de los bancos de las sociedades instrumentales", según destaca el consorcio periodístico.

"Algunos bancos, por ejemplo, descargaron compañías en testaferros en paraísos fiscales, pero continuaron ofreciendo servicios bancarios a sus clientes a través de esas compañías opacas", explica el ICIJ.

Como ejemplo de esa forma de actuar, el consorcio reproduce varios correos electrónicos referentes a una reunión en Zúrich entre directivos del UBS y el bufete panameño en 2010, justo después de que el banco suizo lograse desactivar el proceso judicial abierto contra él en EE.UU. al admitir la culpabilidad, entregar los datos de más de 45.000 clientes y pagar una multa de 780 millones de dólares.

En esa reunión, UBS defendió que Mossack Fonseca era responsable de identificar a los verdaderos propietarios de esas sociedades pantalla, mientras que el despacho de abogados reconoció que desconocía quién estaba realmente detrás de las empresas creadas para los clientes del UBS porque era el banco quien tenía esa información.

Cortafuegos a través de testaferros

Como cuenta el consorcio, el enfrentamiento se resolvió a finales de ese mismo año con un acuerdo entre ambas partes: el bufete asumiría la administración de las sociedades opacas de los clientes de UBS y daría "un trato especial" a esos clientes, que mantendrían sus cuentas en la entidad suiza. De esta forma, Mossack Fonseca trataría directamente con esos clientes y UBS se distanciaba de las sociedades offshore.

En 2010 y 2011, el bufete panameño firmó pactos similares con Credit Suisse y HSBC, mientras que en 2008 había empezado a ofrecer un servicio similar a Société Générale, al crear dos fundaciones que se convirtieron en accionistas de las sociedades opacas impulsadas por el banco francés.

Así, según reflejan las notas de un empleado de Mossack Fonseca, en una reunión en 2013 con un directivo de Credit Suisse, éste explicó que "la actual tendencia es que los abogados preparan la estructura y el banco se centra en gestionar las cuentas bancarias, y no la estructura".

De forma paralela a esas mutaciones en la gestión de las sociedades offshore, los bancos cerraban acuerdos con las autoridades estadounidenses similares al de UBS y admitían la culpabilidad y el pago de multas a cambio de poner fin a los procesos judiciales.

El HSBC acordó pagar 1.900 millones de dólares en 2012, admitió haber violado las normas antiblanqueo y endurecer sus controles internos. El Credit Suisse logró algo parecido un año después y pagó 2.500 millones. Unos 80 bancos suizos han firmado acuerdos de este estilo desde el caso UBS, según el ICIJ.

Esos compromisos son los que manejan ahora las entidades para rechazar las acusaciones derivadas de Los Papeles de Panamá.

"Esos cargos son cosas del pasado, en algunos casos datan de hace 20 años, antes de nuestras significativas y publicadas reformas, aplicadas en los últimos años", ha señalado un portavoz del HSBC.

Por su parte, el consejero delegado del Credit Suisse, Tidjane Thiam, ha asegurado que su banco "sólo impulsa el uso de estructuras cuando hay un objetivo económico legítimo".

El ICIJ recoge también un comunicado de UBS que asegura que conoce "en todos los casos" la identidad de los beneficiarios de las sociedades con las que sus clientes les piden trabajar y que aplica "las mismas estrictas normas antiblanqueo de capitales a todas nuestras relaciones bancarias y empresariales".

Tres bancos españoles

Aunque mucho menos activos en este tipo de servicios para su clientela, en los archivos de esta filtración aparecen también tres españoles, el Banco Santander, el BBVA y el Banco Sabadell, según informa este martes El Confidencial, participante junto a La Sexta en la investigación del ICIJ.

Según el diario digital español, el Santander creó 118 sociedades en Panamá y el BBVA, 19. La mayoría de las sociedades constituidas por el banco que presidía entonces Emilio Botín se solicitaron desde su negocio en Suiza -que vendió en 2012 a UBP- y desde la filial en Nueva York, aunque algunas se pidieron desde Guernsey.

En cuanto al BBVA, las compañías pantallas se crearon también desde la filial suiza (que cerró hace cinco años), desde Jersey y desde su unidad de banca privada en Miami. Esta última la vendió al Sabadell en 2007 y, de esta forma, el banco catalán adquirió 10 sociedades en Panamá para clientes latinoamericanos.

El Confidencial recoge las explicaciones de los tres bancos ante esas acusaciones. El Santander asegura que “los españoles que figuran en el listado (...) no son clientes de Banca Privada Internacional del Banco Santander, ni de Banco Santander España” y que “todos los clientes de banca privada internacional del Santander han aceptado en sus contratos una serie de términos y condiciones, entre los que se incluyen cláusulas confirmando sus responsabilidades fiscales".

El BBVA señala que "todas estas sociedades se cancelaron hace tiempo y las últimas se cerraron en 2009".

Por último, el Sabadell declara que "nunca ha creado, adquirido ni recomendado a sus clientes la operativa a través de estas sociedades" y que las compañías de ese tipo "datan de procesos de adquisición del negocio de banca privada de otras entidades".