María Corina Machado: de "mosca burguesita" a águila de la oposición venezolana y Premio Nobel
- Hugo Chávez la descalificó por ser una "burguesita", y la despreció por considerarla una insignificante "mosca" política
- La figura de María Corina Machado es polémica: aclamada por la derecha y criticada o solo tolerada por la izquierda
La denominación del premio, de la Paz, haría pensar que los galardonados despiertan consenso, pero no siempre es así. Los hay que suscitan muchas críticas e indignación, como fue el caso de Henry Kissinger en 1973; otros despiertan un consenso inicial y luego decepcionan hasta el punto de pedir que se lo retiren, como la birmana Aung San Suu Kyi en 1991; los hay prematuros, muy prematuros, como fue el caso de Barack Obama recién llegado a la casa Blanca en 2009.
El Nobel de la Paz a María Corina Machado podría entrar en el perfil de líder opositora perseguida como Aung San Suu Kyi, si no fuera porque no despierta el consenso inicial que despertó la entonces líder de la oposición birmana en arresto domiciliario, y hoy exmandataria que ha consentido la persecución de la minoría rohinya.
De ingeniera a líder de la oposición
María Corina Machado nació en Caracas en 1967 en una familia acomodada, es la mayor de las cuatro hijas de la extenista y psicóloga Corina Parisca Pérez y del empresario del acero Enrique Machado Zuloaga, vinculado a la empresa Sidetur, expropiada en 2012 por el gobierno de Hugo Chávez. Estudió en un internado católico para niñas, ingeniería en la Universidad Católica Andrés Bello y, más tarde, en la Universidad de Yale, en los Estados Unidos, se formó en liderazgo político.
Machado empezó trabajando en distintas empresas hasta que al poco del triunfo de Hugo Chávez, en 2002, empezó su actividad política de oposición, y apoyó el fracasado golpe de Estado contra Chávez. Tuvo una representatividad anecdótica y radical durante dos décadas hasta que llegó 2023.
Chávez, con el mismo desparpajo que llamó a George W. Bush "el diablo" que dejaba rastro de azufre en la tribuna de la Asamblea General de la ONU, describió a Machado como "burguesita de fina estampa", y la ninguneó en 2012 en una confrontación al no querer responderle con un "gane primero las primarias porque usted está fuera ranking para debatir conmigo. Águila no caza mosca".
"Burguesita", por sus orígenes y clase social, y "la fina estampa" por su físico y a su cuidada imagen, pulcra y con un equilibrio entre lo muy cuidado y lo informal. La imagen típica que viene a la mente es ella en pantalones vaqueros, una camisa o camiseta blanca y la melena morena suelta. Muy a menudo, con los colores de la bandera venezolana o un crucifijo colgado del cuello.
En un país polarizado con enormes desigualdades sociales, clasismo y racismo, María Corina Machado era para el chavismo, y es para el madurismo, un prototipo perfecto al que atacar, con el argumentario en defensa de las clases más desfavorecidas y la soberanía nacional frente al imperialismo de los Estados Unidos.
El cambio: 2023, y las elecciones de 2024
2023 fue el año del gran cambio para María Corina Machado: se presentó a las primarias de la oposición, tal como le había sugerido Chávez once años antes, y arrasó, obtuvo más del 90% de los votos de casi dos millones de venezolanos esparcidos por 28 países. Machado logró lo que parecía imposible: aglutinar toda la oposición al régimen en un único movimiento entorno a ella.
Iba a presentarse a las elecciones de 2024, pero la inhabilitaron y entonces se buscó un candidato alternativo, Edmundo González Urrutia, a quien todo el mundo vio como pantalla de Machado.
Nicolás Maduro se autoproclamó vencedor en unos comicios sospechosos de fraude y sin presentar las actas electorales. Los Estados Unidos no reconocen la victoria de Maduro y consideran a Edmundo González ganador, lo mismo han hecho el Parlamento Europeo y el Congreso español, a iniciativa de la derecha, el PP. Los gobiernos europeos, sin embargo, no han dado ese paso. Antes que el Nobel de la Paz fue el Premio Sájarov, que es el equivalente que otorga el Parlamento de la UE y que el año pasado recayó en Edmundo González y María Corina Machado.
Una de las consecuencias de aquel fraude electoral ha sido que González Urrutia se exilió en Madrid y Machado pasó a la clandestinidad, alejada de su marido y sus tres hijos y desde donde ha seguido dando entrevistas y difundiendo mensajes en video. Su cuenta en Istagram tiene 8,7 millones de seguidores.
El Comité Noruego del Nobel otorgó el premio de la Paz en octubre bajo la presión política y mediática del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cuyo ego y celos no conocen límites lo que lo lleva a considerarse merecedor de ese galardón. Esa presión hizo que algunos, no todos, interpretaran el Nobel a la líder venezolana como un reconocimiento de consuelo a Trump: no se lo damos a él, pero sí a alguien afín.
María Corina Machado y la Casa Blanca
La sintonía de María Corina Machado con los Estados Unidos, y especialmente con los presidentes republicanos, es, a la vez, su punto fuerte diplomático y su talón de Aquiles para sus críticos y la izquierda en general. Muy polémica fue su vivista a la Casa Blanca con George W. Bush de presidente en mayo de 2005, mientras en Venezuela mandaba Hugo Chávez y Machado no tenía aún el relieve político de ahora.
Tan polémico como aquello fueron sus declaraciones a la BBC en mayo de 2019, durante la primera presidencia de Donald Trump, en las que afirmaba que "un régimen criminal solo saldrá del poder ante la amenaza creíble inminente y severa del uso de la fuerza (...) lo que nosotros estamos pidiéndole al mundo es el ejercicio de un principio aceptado en las Naciones Unidas, que es el de la responsabilidad de proteger".
Seis años después el Comité del Nobel de la Paz argumenta su decisión resaltando la lucha pacífica de Machado: "Por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela, y por su lucha para lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia".
En sus propias palabras
El 5 de noviembre pasado, María Corina Machado participó por videoconferencia en el America Business Forum que tuvo lugar en Miami (EE.UU.), donde se la trató como futura presidenta una vez que el gobierno de Maduro haya caído. Ella agradeció la ofensiva militar del Gobierno Trump contra las supuestas narcholanchas, una estrategia que ha matado ya a más de 80 supuestos narcotraficantes. "Maduro no es un jefe de Estado legítimo. Es el líder de una estructura narcoterrorista [la misma terminología del Ejecutivo de Trump] y ha declarado la guerra contra el pueblo venezolano y las democracias de la región —dijo Machado— Maduro empezó esta guerra y el presidente Trump está acabando con ella. Es absolutamente correcto".
Como se dirigía a un foro con empresarios estadounidenses, y exiliados venezolanos, Machado subrayó las oportunidades de negocio que habrá en el poschavismo-madurismo: "Venezuela está volviendo rápidamente. Transformaremos Venezuela de centro criminal de las Américas a centro energético y tecnológico".
Más explícita fue unos días antes en el podcast de Donald Trump Junior, el primogénito del presidente: "¡Olvídense de Arabia Saudí, nosotros tenemos más petróleo! Un potencial infinito, y nosotros abriremos el mercado, vamos a echar al Gobierno [de Maduro], privatizaremos el sector petrolero, toda nuestra industria. Venezuela tiene muchos recursos naturales, petróleo, gas, minerales, tierra, y tal como dijiste, una localización estratégica, a pocas horas de los Estados Unidos, haremos lo correcto. Las empresas estadounidenses tienen una posición superestratégica para invertir. Venezuela será una gran oportunidad para que las empresas estadounidenses inviertan y ganen mucho dinero".
Venezuela tiene la reserva de petróleo más importante del mundo.
En diciembre del año pasado, en la clandestinidad ya tras la victoria no reconocida, y en vísperas del cambio en la Casa Blanca, Machado subrayaba en una entrevista al Canal 24horas de RTVE cómo ya antes de tomar el poder, la victoria de Donald Trump estaba influyendo en Venezuela: "El régimen de Maduro está muy preocupado con razón. Marco Rubio [secretario de Estado], Christopher Landau [vicesecretario de Estado], Michael Waltz [breve asesor de Seguridad Nacional y ahora Embajador ante la ONU], Mauricio Claver-Carone [enviado especial para América Latina] son todas persones que conocen a fondo la situación de América Latina, las amenazas que América Latina representa para la seguridad nacional de los Estados Unidos, y son grandes aliados de nuestra lucha. De la causa de Venezuela, de Cuba, de Nicaragua".
Y pedía más apoyo de España y Europa a la oposición que ella lidera: "Con esta transición ganamos todos. Esto ya no tiene vuelta atrás. El futuro de la democracia y la libertad en nuestra región hoy se está decidiendo en Venezuela. Esto va mucho más allá de nuestras fronteras porque se ha aliado con las peores tiranías del mundo: con Irán, con Rusia, Cuba, Siria, para desestabilizar toda la región [...] Esta es una oportunidad que se presenta una vez en muchos años, y lo hemos logrado, el régimen está más débil que nunca y nosotros tenemos más fuerza que nunca".
Heroína o golpista
Según a quién se escuche, las dos versiones de esta premio Nobel de la Paz pueden ser heroína o golpista. Para los opositores al Gobierno de Nicolás Maduro y a las más de dos décadas de chavismo en Venezuela, es la líder que ha conseguido aunar un movimiento alternativo que estaba fracturado por distintos formas de entender esa oposición.
María Corina Machado, no lo ha ocultado nunca, es del ala más radical. Por eso sus críticos no dudan en calificarla de extrema derecha y golpista.
TeleSur, la televisión del régimen, dio así la noticia del Nobel: "Este viernes 10 de octubre y gracias al impulso del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, el Comité Noruego del Nobel otorgó el Premio Nobel de la Paz a la opositora venezolana de extrema derecha María Corina Machado. La ultraderechista venezolana que intentó sin éxito llegar al poder por vías no institucionales, recibió el Premio Nobel de la Paz, tras una trayectoria marcada por sus acciones golpistas, gestas desestabilizadoras y llamados a intervención militar".
Trece años después de aquel enfrentamiento con Hugo Chávez, el expresidente está muerto y María Corina Machado dejó hace tiempo de ser una mosca a quien se puede despreciar, hoy es el águila de la oposición en Venezuela. Y premio nobel de la Paz.