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Bolivia expropia la filial de Abertis y Aena que administra tres aeropuertos en el país

  • El presidente del país, Evo Morales, lo ha anunciado este lunes
  • Acusa a la compañía de haber hecho insuficientes inversiones
  • Es la sexta firma española que pasa a manos del Estado en menos de un año
  • García-Margallo: "Es un acto no amistoso y tendrá consecuencias"

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Bolivia expropia la filial de Abertis y Aena que administra tres aeropuertos en el país

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha anunciado la expropiación de la empresa Sabsa, filial de las españolas Abertis y Aena que administra los tres aeropuertos más grandes del país, acusándola de haber hecho insuficientes inversiones.

Tropas del Ejército de Bolivia han accedido a las terminales aeroportuarias de El Alto  (ciudad vecina a La Paz), Viru-Viru, en Santa Cruz, y Wilsterman, en  Cochabamba, donde además se encuentra la sede de Sabsa.

La empresa Servicios de Aeropuertos Bolivianos S.A. (Sabsa) es la sexta firma española que pasa a manos del Estado en menos de un año, ya que en mayo pasado Morales nacionalizó una filial de Red Eléctrica de España (REE) y en diciembre cuatro de Iberdrola, por las que aún no ha habido una compensación económica.

Poco después, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel  García-Margallo, ha advertido a Bolivia de que la expropiación "tendrá  consecuencias sobre las relaciones bilaterales" y no descartó una  respuesta por parte de la Unión Europea (UE).

"Recuperamos una empresa más"

Morales hizo el anuncio este lunes en un acto en la ciudad central de Cochabamba, donde está la sede de Sabsa, acompañado del vicepresidente del país, Álvaro García Linera, y del ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez.

"Venimos a emitir este decreto supremo para recuperar una empresa  más para el Estado Plurinacional de Bolivia", ha dicho Evo Morales, que también ha criticado los "sueldos exorbitantes" que percibían sus ejecutivos.

Según el decreto leído por el presidente boliviano, el ministerio de Obras Públicas asumirá el control de todo el paquete accionarial de Sabsa en representación del Estado boliviano. Al igual que en anteriores expropiaciones, se dispuso también que la compensación a Abertis y Aena provenga de una tasación realizada por una empresa independiente "en el plazo de 180 días hábiles".

España: "Tendrá consecuencias"

"Es obvio que un movimiento de este tipo, una expropiación saltándose los procedimientos habituales y no respetando el principio de la indemnización requerida en caso de expropiación, tendrá consecuencias sobre las relaciones bilaterales", ha afirmado García-Margallo en una rueda de prensa en Bruselas.

Estudiaremos todas las medidas que haya que adoptar

El ministro español ha avisado de que la operación es un acto "no amistoso" y "que contrasta vivamente" con la actitud de España, al tiempo que ha asegurado que estudiará las posibles consecuencias "cuando tenga un conocimiento más exacto" de la situación.

"Estudiaremos todas las medidas que haya que adoptar tanto a nivel bilateral como la posibilidad de reclamar la solidaridad de nuestros socios de la Unión Europea", ha adelantado García-Margallo.

Sabsa gestiona desde 1997 los aeropuertos más grandes de Bolivia

Esta compañía perteneció a la estadounidense Airport Group International hasta 1999, cuando pasó a la británica TBI. En 2004, la empresa de infraestructuras Abertis y el ente público aeroportuario Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) adquirieron TBI con todo el paquete de aeropuertos que administraba, incluidos los tres de Bolivia.

La empresa asegura haber invertido 33,6 millones de dólares desde 1997 hasta la fecha y adicionalmente entregó 73 millones de dólares al Estado en el mismo periodo por los derechos de operación de los aeropuertos.

El ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez, dijo la semana pasada que la empresa ejecutó un plan de inversión maestro entre 1997 y 2005, pero a partir de ese año hizo otras inversiones que "no sobrepasan de los seis millones de dólares".

La firma ofreció invertir 36 millones de dólares en los próximos nueve años, que es el período que restaba de su concesión, pero el Ejecutivo consideró "insuficiente" esa cifra y pidió a la empresa una inversión de 56 millones de dólares.

Morales afirmó hoy que su Gobierno ya estuvo preparado "desde años atrás" para la expropiación, si bien "por razones de carácter de relaciones diplomáticas con algunos países" esperó a llegar "a algún acuerdo" con la empresa.

"El ministro y los exministros de Obras Públicas negociaron con la empresa para que ellos puedan invertir y estos esfuerzos lamentablemente fueron en vano, no hemos podido entendernos, por eso esta decisión del decreto supremo de nacionalización", ha agregado.