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Grecia, FMI, UE y BCE se volverán a reunir el martes tras el debate "productivo" de este lunes

  • Grecia asegura que la reunión de este lunes ha sido "productiva"
  • Un funcionario del Ministerio de Finanzas dice que el acuerdo está "cerca"
  • Del informe que emita la troika en unos días depende el futuro de Grecia
  • Atenas anuncia nuevas medidas para combatir el fraude y reducir el déficit

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La 'troika' presiona a Grecia para que realice nuevos ajustes

"Un debate productivo y de fondo". Así ha calificado el Ministerio de Finanzas griego la videoconferencia que ha durado más de dos horas y que ha tenido lugar en la tarde del lunes entre su titular, Evangelos Venizelos, y la troika, compuesta por los inspectores de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Más allá ha ido un funcionario del Ministerio heleno, que ha pedido permanecer en el anonimato: "Todavía queda trabajo por hacer, pero estamos cerca del acuerdo (con la troika). Aún faltan por cuantificar algunas de las medidas para 2011 y 2012", ha aseverado a Reuters.

Lo único cierto es que las reuniones seguirán. "El martes por la mañana los equipos de expertos técnicos que ya están en Atenas seguirán analizando algunos detalles sobre algunos de los datos. El martes, a la misma hora (18.00 hora peninsular) volverá a realizarse otra videoconferencia", ha asegurado el Ejecutivo heleno, que horas antes afirmaba que no habría ningún anuncio oficial sobre la reunión. El portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj, se ha pronunciado en términos similares.

El futuro de un país y la estabilidad de un continente sigue en el aire. Los mercados, que este lunes han cerrado con pérdidas, esperan con atención los resultados definitivos que puedan salir de la serie de reuniones. No en vano, de los técnicos de la UE, el FMI y el BCE depende que Grecia obtenga los 8.000 millones de euros del sexto tramo del primer rescate en las próximas semanas. Si escriben un informe favorable llegará a Atenas ese dinero, imprescindible para la economía helena porque, si no lo consigue, quebrará a mediados de octubre.

Tanto que el Ejecutivo griego ha tenido que dar marcha atrás. Las palabras del ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, asegurando que no habría nuevas medidas que agraven la contracción económica de su país, formuladas el 2 de septiembre, se han convertido en un compromiso para acelerar las reformas y anuncia que costará "sangre, dolor y lágrimas" alcanzar los objetivos fiscales de 2011 y 2012.

Presiones de los socios de Grecia

El porqué de este cambio lo encontramos en la actitud de los socios de Atenas y del Fondo Monetario Internacional. El viernes, el Eurogrupo decidía retrasar hasta octubre el desbloqueo de ayuda a Grecia siempre y cuando Atenas cumpla con sus compromisos; este lunes, el FMI instaba a Grecia a acelerar las privatizaciones si no quiere llegar al impago.

Así que ahora Atenas, realiza nuevas medidas día sí, día también. El de este lunes ha sido el de una mayor lucha contra la evasión de capitales. El Ejecutivo de Papandréu ha ordenado recabar información sobre todas aquellas personas físicas o jurídicas que hayan sacado depósitos bancarios del país por valor de más de 100.000 euros desde 2009. El Gobierno pretende de esta forma imponer sanciones y tributos sobre aquellos que evadan impuestos. No en vano, de enero a junio de 2011 se han retirado de los bancos helenos 21.240 millones de euros, un 10% del total de los depósitos.

Atenas ha anunciado ya el despido de 100.000 funcionarios

Antes fueron un nuevo impuesto sobre inmuebles y el despido de miles de trabajadores: primero de 151 empresas con capital público y después de 400 organismos estatales, que no se sabía a cuánta gente iba a afectar. Este domingo, el cálculo de funcionarios que iban a ser despedidos se elevaba a 100.000, comenzando por los contratados en los dos últimos años.

El objetivo, que el sector público sea la mitad al de ahora en el año 2015. Pero, además, habrá congelación de salarios durante tres años y subida de impuestos especiales: los que gravan el tabaco, el alcohol y los artículos de lujo. El Gobierno, además, plantea una reforma de las pensiones para que hagan falta más años de cotización para poder jubilarse.

Ante esta batería de medidas, que aumentan día a día, grupos de ciudadanos griegos ya han anunciado una rebelión cívica para no pagar el transporte público, los peajes o los nuevos impuestos. Las protestas contra la decisión de Roche, de cortar el suministro de medicamentos, ya han empezado. Enfrente, los acreedores de Atenas que amenazan con cortar el grifo de las ayudas y provocar una quiebra del país.

Para los analistas del banco de inversión Morgan Stanley, el riesgo de impago de Atenas es "relativamente bajo este año". "No hay ninguna razón para realizar una reestructuración de la deuda de forma deliberada", aseguran los analistas que avisan, eso sí, del "elevado riesgo de infección" en el resto de Europa.