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Las agencias de calificación son "parte del problema" y "agravan la crisis", según el BCE

  • Gónzalez Páramo, como Trichet, denuncia el oligopolio
  • Padoan añade que "emiten juicios de valor, no informaciones"

Ver también: Especial crisis de deuda soberana en Europa

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José Manuel González-Páramo, miembro del Consejo Ejecutivo del BCE
José Manuel González-Páramo, miembro del Consejo Ejecutivo del BCE.

"Las agencias de calificación de riesgo fueron en el pasado parte del  problema que generó la crisis y hoy son también un problema". Las palabras del representante español en el consejo del Banco Central Europeo, José Manuel González Páramo, se suman al coro que en los últimos días ha criticado la actuación de Standard&Poor's, Moody's y Fitch.

Se da la circunstancia de que las tres agencias son estadounidenses e hicieron un "papelón" al desencadenar la crisis financiera y la caída de Lehman Brothers. Entonces dieron la máxima nota a activos de alto riesgo derivados de las hipotecas basura.

En una entrevista en Intereconomía, González Páramo ha dicho que la actual actitud de las agencias de calificación está posiblemente condicionada por la que tuvieron en el pasado y añadió que Portugal ha llevado adelante una serie de medidas creíbles y por eso el BCE puede comprar deuda de ese país.

No es deseable que exista un pequeño oligopolio

Su jefe directo, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet desaprueba la bajada de la nota de la deuda soberana de Portugal  realizada esta semana por Moody's y ha aseverado que "no es deseable"  que exista un "pequeño oligopolio" formado por las agencias de  calificación.

Bruselas también ha clamado contra el recorte y ha acusado a Moody's de "especular". La contradicción es que los amagos de la Unión Europea de meter en cintura a las agencias de calificación no han funcionado, pese a la mejora aprobada en su supervisión, y los Estados miembros necesitan sus notas para colocar deuda soberana y financiarse.

En Bruselas siguen con la mirada puesta en las agencias de calificación. Después de las criticas que el miércoles pasado hizo Durao Barroso a la decisión de Moody's sobre Portugal, este jueves varios eurodiputados han reclamado al gobierno comunitario que tome la iniciativa y que cree una agencia de calificación europea. En Europa ya nadie defiende a las tres grandes agencias de 'rating' -Moody's, Fitch y S&P-. Pero la gran contradicción es que las mismas instituciones que las critican, como la Unión Europea o el Banco Central Europeo, exigen sus calificaciones a la hora de toma determinadas decisiones. La Unión Europea se encuentra en una encrucijada: regular definitivamente las agencias de calificación o seguir como hasta ahora, amagando pero negociando a hurtadillas con ellas para obtener un juicio menos severo en situaciones como la participación de los acreedores privados en el segundo rescate a Grecia.

Profecías autocumplidoras

El economista jefe de la OCDE, Pier Paolo Padoan, denuncia que las agencias de calificación "agravan la crisis" al lanzar profecías autocumplidoras, es decir sucesos que se desencadenan por el mero hecho de enunciarlos. "Últimamente las agencias han confirmado que son fuertemente procíclicas y elaboran profecías que se autorealizan" ha señalado en una entrevista en La Stampa.

Es como empujar a alguien que está al borde del abismo

"No es cierto que transmitan informaciones. Emiten juicios de valor que entrañan una aceleración de tendencias ya en curso. Es como empujar a alguien que está al borde del abismo. Las agencias agravan la crisis", añade Padoan.

Un ejemplo: este miércoles Moody's ha pronosticado que 26 de los 91 bancos europeos no pasarán los test de estrés y señala a los que tienen notas más bajas o ni siquiera están calificados por la agencia. El jueves recorta la calificación de cuatro bancos portugueses. Si los inversores siguen sus recomendaciones y retiran el capital, se producirá una pérdida de recursos y finalmente esas entidades lusas suspenderán las pruebas de esfuerzo.

Frente judicial

S&P, Moody's y Fitch se enfrentan a numerosas demandas judiciales en todo el mundo, desde Estados Unidos a Portugal, por su papel en la crisis financiera y en la actual crisis de deuda. En nuestro país, los tribunales han admitido una querella contra las tres agencias por “alterar el precio de la deuda pública en los mercados” y de utilizar información reservada “de forma ilegítima” .

Los demandantes destacan que, mientras se penaliza la calidad  de crédito de los países periféricos de la Zona euro (Grecia, Irlanda,  Portugal o España), no se ha hecho lo mismo con la deuda de Estados Unidos, con mayor proporción de deuda sobre su PIB que los países rebajados.

También se recuerda que Madoff –autor de una de las mayores estafas financieras de la historia- y Lehman Brothers –entidad que quebró en septiembre de 2007 por la insolvencia de sus activos- mantuvieron la máxima calificación otorgada por las agencias (la triple A) hasta que se descubrieron sus fraudes.